Se llama aspartamo y es un edulcorante presente en refrescos como la Coca-Cola. La OMS acaba de declararlo como posiblemente cancerígeno y recomienda restringir su consumo. Te contamos todo lo que tienes que saber sobre los riesgos de ingerirlo.
Dicen que todo en exceso mata, pero hay alimentos, ingredientes y composiciones que se han eliminado de las etiquetas de muchos productos por el riesgo real que suponen para nuestra salud. Fue el caso del glutamato, un aditivo que se encuentra en muchos alimentos procesados, pero también en algunas leches, carnes y quesos. El aceite de palma también nos tuvo apartados de la Nutella (y de las pastillas de caldo) un tiempo y ahora es el turno del último nombre en la lista negra de los real fooders: el aspartamo.
¿Qué es el aspartamo?
El aspartamo es un edulcorante artificial que principalmente se conoce por estar presente en la Coca-Cola Zero y Light y en refrescos bajos en calorías, y que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha tachado de posiblemente cancerígeno. Calma, si te has bebido un ron-cola el fin de semana pasado en el chiringuito de la playa, no es para alarmarse, pero es importante escuchar las conclusiones de la entidad internacional sobre sus riesgos y recomendaciones.
El aspartamo es 200 veces más dulce que el azúcar y también está presente en chicles, gelatinas, cereales de desayuno, helados, yogures…
Lo cierto es que la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (AIIC) lleva tiempo investigando el aspartamo y su potencial cancerígeno, y ha concluido lo siguiente: sí, podría suponer un factor de riesgo pero no tanto como para que tengas que desterrar la Coca-Cola de tu vida. La Agencia lo ha catalogado en el nivel 2B, que es el penúltimo dentro de su pirámide de identificación de peligros.
¿Puedo seguir bebiendo mis cubatas con Coca-Cola?
La cuestión es que en las cantidades que se usan en la industria alimentaria no se han probado como peligrosos para la salud, pero también cabe señalar que los estudios realizados son escasos y limitados, por lo que la OMS todavía no ha tomado una decisión tajante. No está prohibido, pero desde la primera vez que se evaluó en 1981, los expertos de la Organización han acordado recomendar no ingerir más de 40 miligramos de espartamo por kilo de peso al día. Ahora que se ha vuelto a poner nuevamente en la palestra, este edulcorante se ha quedado con la catalogación de potencialmente cancerígeno, pero no directamente enlazado con el desarrollo del cáncer siempre y cuando no se exceda la ingesta recomendada. En tus manos queda si seguir fiel al ron con Coca-Cola o si cambiarte al Gin tonic.
Bueno, tras leer bien el artículo me parece bastante sensacionalista, alarmante y muy clickbait. el propio artículo te desmiente su titular, aún así lo pone para crear alarma. El artículo dice claramente que puede ser un potencial cancerígeno pero ni siquiera está clara la relación directa entre el edulcorante y el cáncer mientras no se supere la ingesta recomendada, lo cual es complejo, dado que poniendo un adulto de unos 75kg su dosis recomendada máxima estamos hablando de una cantidad de 3g de aspartamo. teniendo en cuenta que coca cola dice que un litro de cola zero tiene alrededor de 60mg de aspartamo… deberíamos tomar unos 50L diarios para llegar a ese límite crítico.
Está claro, y al final estos artículos sensacionalistas tan solo buscan que la gente entre en los artículos para ganar dinero con los anuncios, etc. Lo mismo ocurrió en su momento con el glutamato monosódico, ya que ahora sabemos de este que en gente sana tan solo es peligroso en dosis muy altas. Pero al final creo que es igualmente importante saber cuáles son los potenciales peligros de los aditivos antes de añadirlos a un producto.
En la industria alimentaria hay muchos edulcorantes que no son recomendables consumir, este es un buen ejemplo para dar importancia a este tema. Mucha gente a la hora de ver los productos que echan al carrito miran los valores nutricionales y se olvidan de los componentes como pueden ser edulcorantes, aromatizantes, etc. Si hay hipótesis de que un edulcorante pueda llegar a ser cancerígeno deberían hacerse más pruebas para determinarlo y si es necesario prohibir el consumo, aunque depende de cada uno cuidarse por si mismo, yo lo tengo claro… se acabó la cocacola.
Me parece muy interesante lo que plantea el texto, especialmente al saber que la OMS ha clasificado el aspartamo como «posiblemente cancerígeno». Aunque no es motivo para alarmarse de inmediato, me hace reflexionar sobre el consumo de productos que lo contienen, como los refrescos bajos en calorías. Sin duda, a partir de ahora seré más consciente y lo tomaré con más moderación, ya que aunque los riesgos no son definitivos, es mejor prevenir y estar atento a las recomendaciones de salud.