Mejor conocido en español como el Festival del queso rodante, es una celebración anual que se realiza en es un evento anual que se celebra en el distrito de Gloucester (Inglaterra, Reino Unido) cada último lunes de mayo. Esta celebración consiste principalmente en dejar rodar un queso colina abajo y perseguirlo.
Un maestro de ceremonias que dirige la actividad lanza desde lo más alto de la colina un queso típico de la zona, el “Double Gloucester”, un queso no pasteurizado y semiduro. La competición consiste en correr a por él mientras rueda por la pendiente y la primera persona que agarre el queso gana. Se lleva la victoria y también el queso.
El Maestro de Ceremonias, inicia cada carrera con las frases usuales a toda voz de One to be ready, two to be steady, ¡three to prepare and four to be off! (¡Uno, estén preparados; dos, cuiden su equilibrio; ¡tres, listos y cuatro, corran!).
En este festival se realizan varias carreras de distintas categorías, dependiendo del sexo y la edad, hasta cinco carreras cuesta abajo y una carrera cuesta arriba para los menores de 12 años.
En teoría los competidores intentan atrapar el queso, pero teniendo en cuenta que pesa cerca de 4 kg y puede alcanzar velocidades de más de 110 km/hora en una pendiente muy inclinada, es casi imposible conseguirlo, así que también gana quien esté más cerca de atraparlo y alcance la línea de meta.
Entre el desnivel, el barro y la hierba, mantenerse en pie es pura casualidad, por lo que la mayoría de participantes acaban rodando descontrolados como el queso. En la parte baja de la colina se ubican los cátcher, hombres corpulentos para detener a los participantes con exceso de velocidad, aunque eso no evita las numerosas caídas, fracturas, esguinces y choques entre los participantes, que acaban en accidentes, hospitalizaciones y lesiones graves.
Esta competición ha sido resumida como «twenty young men chasing a cheese off a cliff and tumbling 200 yards to the bottom, where they are scraped up by paramedics and packed off to hospital» (veinte jóvenes persiguiendo un queso por una colina y cayendo por 200 yardas al final, para ser recibidos por paramédicos que les trasladan al hospital). No solo hay que pillar al queso, sino que hay que sobrevivir también al trayecto.
¡Ay! Qué deja vú. Hacía años que vi esto en el telediario y me trae recuerdos a lo que pensaba entonces: «Qué tradiciones más raras hay por ahí». Aún a día de hoy me reafirmo en ello pero por otro lado creo que puede ser muy divertido (Y los golpes y caídas que se deben dar también serán dignos de, al menos, meme). No estaría mal intentarlo alguna vez, aunque creo que muchos acabaríamos en urgencias. Espero que, si alguien caza el queso, no se lo coma después de todo lo que se habrá ido llevando por delante el puñetero…