A medio camino entre el melón y el pepino, el alficoz es una retorcida hortaliza típica de la Comunidad Valenciana. A pesar de sus múltiples posibilidades culinarias, está en vías de desaparición.
¿Sabes cuando un melón está soso y la gente dice que «está pepino»? Pues este híbrido -primo del Zumosol de dos de las frutas y verduras más populares del verano- existe de verdad, y hoy vamos a hablar de él. El objetivo de este artículo es reparar una tropelía histórica que se viene cometiendo contra una variedad hortícola del Mediterráneo: el alficoz. También conocido como alficòs, alpicoz, cohombro, pepino fino, pepino serpiente o melón serpiente, que ni su nombre respetamos. Y él ahí, alargándose y retorciéndose. Como hemos visto La bella y la bestia, sabemos que no debemos juzgar por el exterior, sino por el interior, así que su gran longitud y su característica forma enrevesada no deberían suponer un reparo. En boca, el alficoz es dulce y no amarga, resulta muy refrescante y evita digestiones pesadas, por lo que puede ser el ingrediente definitivo para tus platos estivales.
El caso es que está en peligro de extinción. Ni el Censo Agrario ni los Catálogos de Variedades registran datos de su cultivo, que se concentra sobre todo en el Sur del Levante y la provincia de Alicante, donde está presente en pequeñas explotaciones y terrenos familiares. Esto quiere decir que España importa más de 3.000.000.000 kilos de frutas y verduras, según estadísticas del Departamento de Aduanas, incluyendo cítricos tan exóticos como la lima Kaffir tailandesa o la naranja Kumquat argentina, pero da la espalda a especies clásicas de su territorio. Así es como el aguacate mexicano le gana la partida al alficoz alicantino. Sucede con muchas otras variedades tradicionales que, a pesar de tener un interés gastronómico más que demostrado, sencillamente gozan de menor rendimiento en el mercado y se acaban perdiendo para siempre en el campo.
Conocer es querer, o eso dicen. Si el alficoz tiene un sabor y unas propiedades muy superiores a las de otras frutas y verduras, todo es cuestión de ponerlo de moda. Ahora bien, la preservación siempre pasa por el respaldo de la gastronomía, que debería estar buscando el exotismo en los productos de proximidad más que en los confines de los mapas o las probetas de los laboratorios. Tanto da que hablemos de las recetas de ámbito doméstico, como de los fogones de los grandes chefs, quienes, por cierto, están familiarizados con el alficoz, lo aprecian y lo trabajan.
Alficoz, el pepino suave en peligro de extinción | El Comidista | Gastronomía | EL PAÍS (elpais.com)
¡Qué locura lo del alficoz! No sabía que estaba en peligro de extinción. Me parece un error dejar de lado algo tan rico y único mientras nos llenamos de frutas exóticas. Deberíamos incluirlo en el menú de todos, porque si ademas es dulce y no amarga, ¡tiene que ser increíble! Vamos a hacer que la gente lo conozca, que recupere su protagonismo en la cocina. ¡Gran descubrimiento, gracias por compartirlo!
Ostras, el alficoz suena como una joya olvidada de la gastronomía. A medio camino entre el melón y el pepino, esta hortaliza retorcida parece que tiene un sabor refrescante y es perfecta para el verano. Es una pena que esté en peligro de extinción, hay que ponerlo de moda para que no quede en el olvido. Ojalá más chefs lo incluyan en sus platos y así lo mantengamos vivo. Tenemos que apoyar lo local y lo delicioso.