Tras más de 20 años en Buenos Aires, La Dorita cruza el charco para abrir su primer local en Europa en el madrileño barrio de Chamberí.
No podemos concebir la gastronomía argentina sin pensar en la parrilla, en el asado, en el culto a las brasas y a la buena carne, en sus empanadas o en los vinos de Mendoza y Río Negro. Y tanto si eres un argentino con nostalgia al otro lado del charco como si eres un local con ganas de vivir la auténtica experiencia del bodegón porteño, este restaurante con nombre de mujer que ha desembarcado en la capital hace apenas unos meses es el local que buscabas.
Tal y como explica Sebastián Valles, fundador de La Dorita, después de muchos años en el sector de la gastronomía decidió abrir este restaurante que lleva el nombre de su madre -una gran madre tal y como él confiesa- hace ya más de 20 años en el barrio bonaerense de Palermo Hollywood. Ahora, Valles junto con su socio Leonardo Rainelli han decidido abrir su primer local fuera de las fronteras argentinas, siendo la capital española el lugar elegido para dar continuar trabajando en su concepto de bodegón.
«Una cocina noble y sin grandes rebusques»
Según explica el fundador de La Dorita, la cocina que sirven es un concepto de «comida típica argentina de inmigrantes». «Si bien la comida argentina es una recopilación de distintas culturas gastronómicas que llegaron al país por diversos motivos, italianos y españoles en su gran mayoría, aportamos un gran peso en la propuesta con nuestra clásica parrilla con gran variedad de cortes de primera categoría«, asegura Sebastián Valles.
Del choricampi a los chinchulines
La carta de La Dorita, tal y como adelanta el fundador del local, es lo que se espera de un bodegón bonaerense: cocina tradicional, de calidad y sin pretensiones de ser otra cosa.
Con el chef Mariano García Scarampi a los fogones en su nuevo local de Madrid, La Dorita ofrece una carta donde no faltan entrantes como sus empanadas de carne cortada a cuchillo, sus clásicos buñuelos de acelgas con mayonesa de sriracha, la provoleta argetina clásica, chinchulines, mollejas o el choricampi, «una creación propia de cuando se abrió La Dorita que es una versión mejorada del choripán argentino. Se trata de un chorizo hecho a la parrilla envuelto en pan y relleno de mozzarella y cebolla», tal y como explica el fundador.
En cuanto a los platos principales, como no podía ser de otra manera, su selección de carnes es la auténtica protagonista. Según Valles, si visitamos La Dorita no podemos dejar de probar el ojo de bife con patatas fritas, o las milanesas napolitanas, que define como ‘insuperables’. También podemos optar por el asado de tira, la entraña, la media luna de vacío, o el secreto ibérico, entre otras opciones.
Si lo que quieres es dejarte sorprender sin tener que pensar mucho, siempre puedes optar por alguna de sus parrilladas, como la opción para tres personas que incluye chorizo, morcilla, mollejas, bife de chorizo y vacío, secreto ibérico y picaña acompañado de patatas fritas y ensalada por un precio de 78 euros.
Que emocionante es que La Dorita haya llegado a Madrid. La auténtica parrilla argentina en la capital española suena como un plan perfecto para disfrutar de un buen asado y unas empanadas. He escuchado que el choricampi está increíble. Sin duda hay que hacer una visita y probar esas milanesas napolitanas que dicen que son las mejores.