Los gusanos poliquetos poseen las herramientas moleculares necesarias para producir ácidos grasos de omega 3 de alto valor nutricional. Así lo explica en una publicación científica el Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS), centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las investigaciones han hallado una enzima única en una de sus especies, que cumple un papel fundamental en su visión. Estos gusanos poliquetos son gusanos biodiversos, son uno de los invertebrados más abundantes del planeta, y la mayoría de las especies son marinas.
El estudio liderado por Oscar Monroig, del equipo de Especies Auxiliares en Acuicultura, Larvicultura y Ecotoxicología del IATS-CSIC, investigó la presencia de unas enzimas cruciales para la producción de estos ácidos grasos, llamadas elongasas. “Mientras que existen omega 3 de cadena corta con escaso valor nutricional y que pueden encontrarse en muchos alimentos que consumimos, los de cadena larga son los que aportan beneficios para nuestra salud y se incluyen en nuestra dieta por el consumo de productos marinos. Las elongasas son las encargadas de su producción”, declara el investigador.
Los ácidos grasos omega 3 de cadena larga desempeñan funciones importantes en la salud humana , explica el experto, resultando en un componente vital para la prevención y tratamiento de muchas de las aflicciones relacionadas con la edad.
Potenciales candidatos para la acuicultura
Su alimentación a base de detritos o materia orgánica en descomposición, junto a la posibilidad de cría intensiva, convierten a los gusanos poliquetos en candidatos ideales para la producción sostenible de harinas ricas en estos ácidos para piensos de acuicultura. “Podemos ahora confirmar que los poliquetos tienen equipos enzimáticos complementarios que les capacitan para poder realizar las reacciones bioquímicas necesarias para la producción de omega 3 de alto valor nutricional”, afirma Juan Carlos Navarro, investigador del IATS-CSIC.
La producción a nivel global de estos compuestos es limitada, y a raíz de la expansión de la acuicultura, existe una creciente demanda en nuevas fuentes ricas en omega 3. Las estimaciones para la producción acuícola hasta 2050 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) esperan que esta se duplique con creces para esa fecha.
Los resultados de este estudio, que cuentan con la colaboración de Florian Raible y su equipo de la Universidad de Viena, demuestran que los poliquetos marinos representan fuentes alternativas de omega 3. En concreto, la especie Platynereis dumerilii utilizada en este estudio, “ofrece muchas ventajas, ya que dispone de herramientas metodológicas que nos permiten estudiar los mecanismos básicos en los que participan los omega 3, asegurando la salud y el correcto desarrollo”, justifica Marc Ramos, investigador del CSIC en el IATS y colaborador en el estudio.
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Sí, definitivamente sí. Es absurdo pensar que por provenir de un gusano es más asqueroso o menos apetecible. El suplemento ha sido tratado para llegar al punto en el que lo consumimos y a penas queda nada del gusano a parte de lo que queremos: El omega 3. Además, si alguien responde que no, de forma completamente legítima, debería informarse sobre muchos de los complementos y aditivos que hay en alimentación, pues no sería este el primero que proviene de insectos ni, por supuesto, el último. Siempre que sean fuentes baratas y fáciles de conseguir la industria las cogerá antes que otras más caras por abaratar costes.
Si realmente es verdad que podemos obtener omega 3 de manera elevada por parte de estos gusanos, deberíamos pensar en de alguna manera incluirlos en nuestra dieta. No hablo de manera directa colocar un gusano crudo en un plato, pero si hay alguna manera de extraer lo que nos importa y «camuflarlo» con alguna otra comida, sería un avance importante, como la obtención de proteína en polvo por parte de insectos.