Las carnes falsas se denominan a carnes que no son producidas por los animales si no gracias a la ciencia, a partir de células madre extraídas de músculos de animales. Esto con tal de reducción la sobreexplotación de la ganadería y la deforestación
En los últimos años, hemos escuchado cada vez más sobre la posibilidad de reemplazar la carne de origen animal por alternativas vegetales, impulsados por estudios que señalan que la ganadería es responsable del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, tanto de manera directa como indirecta. Sin embargo, la pregunta que debemos hacernos es: ¿son las carnes vegetales realmente tan sostenibles como se afirma?
Durante los últimos años, diversas investigaciones han demostrado el impacto ambiental significativo de la ganadería, lo que ha llevado a la creación de carnes a base de vegetales como la soja, guisantes y patatas en algunos laboratorios. Estas nuevas alternativas prometen ser más saludables y menos contaminantes. No obstante, la información sobre las emisiones que generan sigue siendo limitada. Un ejemplo destacado es la marca Impossible Foods, cuya hamburguesa de origen vegetal produce solo un 11% de las emisiones que generaría una hamburguesa de carne de res, debido a procesos más eficientes que requieren menos agua y recursos. A pesar de estos beneficios, algunas carnes vegetales también contribuyen a la deforestación, como ocurre en el Amazonas. Por lo tanto, es necesario preguntarnos si una sustitución total de la carne animal por alternativas vegetales es realmente la solución más adecuada.
Más información:
https://elpais.com/ciencia/2023-09-25/como-de-sostenibles-son-las-carnes-falsas.html?event_log=go
Es interesante conocer los diversos productos alimenticios que se crean cada día como alternativas sostenibles y saludables ante problemas que se enfrentan en la actualidad como lo son la masiva contaminación, destrucción del medio ambiente y surgimiento de enfermedades. Sin embargo, y como lo menciona el artículo, tal vez la solución empieza con la disminución de productos cárnicos que se consume cotidianamente, incluso podríamos considera también soluciones ante el excesivo desperdicio de alimentos, pues si aprovechamos todos los recursos que ya tenemos, no sería necesario producir en exceso y agotar todos nuestros recursos.
Me sorprende leer que aunque las carnes vegetales parecen ser una alternativa más sostenible que la carne animal, su impacto ambiental no es tan reducido como esperaba. Ahora tengo claro que una sustitución total podría no ser la solución perfecta. Teniendo en cuenta las innovaciones tecnológicas de hoy en día, una solución viable podría ser desarrollar tanto las carnes cultivadas en laboratorio como las vegetales con ingredientes sostenibles y técnicas agrícolas regenerativas.