Pese a las nuevas modas en el mundo de la alimentación, el café sigue siendo la fuente más común de cafeína. Lo que comienza como un ritual placentero puede convertirse en una adicción para muchas personas, que necesitan consumir su taza diaria para poder rendir en el trabajo o en los estudios. Este antioxidante y estimulante del sistema nervioso central ofrece efectos positivos inmediatos: mejora la concentración, aumenta el flujo sanguíneo y nos hace sentir más alerta. Sin embargo, este placer puede volverse problemático cuando la dosis se eleva más allá de lo recomendado.
Pablo Ojeda ha explicado en el programa ‘Más vale tarde’ que, aunque el café tiene beneficios, es fundamental no superar ciertos límites para evitar la dependencia. Según el nutricionista, una taza de café contiene entre 65 y 120 miligramos de cafeína, dependiendo de su concentración. La cantidad máxima recomendada es de 400 miligramos diarios, lo que equivale a unas cuatro tazas. “Si necesitas más de esa cantidad para poder funcionar, entonces has desarrollado una dependencia al café”, advierte Ojeda.
Moderación y equilibrio: las claves para disfrutar del café
A pesar de las advertencias, el café no es un enemigo, siempre y cuando se consuma con moderación. De hecho, estudios recientes han mostrado que el café en cantidades controladas puede tener efectos beneficiosos para la salud, como la mejora en el rendimiento cognitivo, el aporte de antioxidantes y una mayor resistencia durante el ejercicio físico.
El truco está en mantener el equilibrio. Si te encanta el café, no hay problema en disfrutar de hasta cuatro tazas al día, siempre y cuando no tengas alguna condición médica que lo desaconseje. Escucha a tu cuerpo, identifica cuándo empiezas a depender de él y busca alternativas si sientes que tu consumo está fuera de control.
El café es uno de esos placeres diarios que muchos no podemos dejar de disfrutar. Tiene muchos beneficios como mejorar la concentración y darnos un empujón de energía pero, como bien se recalca en esta noticia, es importante no excedernos. Si mantenemos el consumo bajo control, el café puede ser un aliado para la salud.