Las patatas fritas son unos de los snacks preferidos por los españoles. Su éxito se debe a su gran versatilidad y a que con el acompañamiento perfecto ante cualquier bebida, y el aperitivo perfecto para degustar tanto en la terraza de un bar como en el balcón de casa. Es indiscutible que este producto llama la atención y es consumido por todos los públicos.
Pero lo que es cierto es que una de las razones que hace que este producto atraiga tanto, es el hecho de presentar numerosos aditivos. Estos condimentos, encargados de modificar y potenciar el sabor de las patatas, lo que ha permitido que, hoy por hoy, existan tantos tipos diferentes, que están regulados por las autoridades sanitarias europeas para que no sean dañinos para la salud de las personas.
Ha sido esa vigilancia precisamente la que ha llevado a la Unión Europea a no renovar el permiso para utilizar varios de estos aromas ahumados tan característicos. Y es que de los 8 aditivos que tenían permitido su uso desde 2013, fue el pasado mes de abril cuando los Veintisiete países respaldaron la propuesta de la Comisión Europea para no dar luz verde a la renovación de su permiso al poder ser perjudiciales para la salud de los consumidores. Tras ello, se establecía un periodo de eliminación y, posteriormente, de prohibición de dichos aditivos.
Detrás de este rechazo se indicaba que la presencia de un único componente genotóxico, es decir, capaz de dañar células y, por tanto, ser un agente potencialmente cancerígeno, toda la mezcla debía considerarse genotóxica. Así, de los aromas ahumados analizados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) 6 de ellos poseen sustancias genotóxicas.
Estos son los aditivos prohibidos:
- Smoke Concentrate809045 (SF-003)
- ProFagus SmokeR709 (SF-008)
- ProFragus SmokeR714 (SF-001)
- SmokEz Enviro-23 (SF-006)
- Scansmoke SEF525 (SF-004)
- Zesti Smoke Code 10 (SF-002)
- Fumokomp (SF-009)
- SmoKEz C-10 (SF-005)
Este hecho ha conducido a la prohibición de las populares papas con sabor a jamón, lo que ha levantado un gran revuelo en la sociedad española.
En general, todos los snacks que imitan un sabor llevan cantidades inimaginables de aditivos que son los causantes de ese sabor. Además, son adictivos ya que nos incitan a seguir comiendo aunque no tengamos hambre. Es importante que se regulen este tipo de snacks, sobre todo para fomentar hábitos saludables.
Las patatas fritas sabor jamón son un clásico que todos amamos. La decisión de la UE de prohibir esos aditivos ahumados es excesiva y ha causado revuelo. ¿Por qué quitar un sabor tan popular y querido por muchos? Las regulaciones no deberían afectar nuestras meriendas.
Algo había oído acerca de la eliminación de productos que contienen estos aditivos, sobre todo en las salsas barbacoa. Es cierto que el hecho de que se deje de fabricar este snack es cuestión de debate debido a la gran popularidad que tiene en la población, sin embargo, es de gran importancia mantener la calidad del alimento. Si se ha descubierto que estos aditivos contienen sustancias genotóxicas, como se indica en el artículo, definitivamente es mejor dejar de producirlos para que la sociedad no pueda consumirlos.