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Niños deportistas: cómo una mala alimentación puede neutralizar los beneficios de la actividad física

Desayunos rápidos, decisiones alimenticias inadecuadas y largos períodos sin comer o hidratarse son actitudes comunes hoy en día que afectan la salud de los niños deportistas y repercuten en su desempeño en otras áreas cotidianas. Según la licenciada en nutrición Michelle Lemoine, los clubes de Rosario deberían considerar la contratación de expertos en nutrición para guiar el crecimiento de los jóvenes jugadores.

El hecho de que los niños practiquen deporte no implica necesariamente que tengan una buena salud. Un descanso insuficiente y una mala alimentación pueden anular los beneficios que les ofrece el ejercicio físico, provocando rápidamente fatiga y bajo rendimiento.

Una frase común entre los padres de niños deportistas es: «Mi hijo no llega a la cena; después de entrenar, se baña y se queda dormido en el sofá porque está agotado». Muchos lo interpretan como un cansancio normal y propio de la juventud actual, pero en realidad es una situación que debería preocuparnos.

«Es cierto que los niños suelen tener más energía, pero si se quedan dormidos antes de la cena, eso es un signo que no se debe ignorar. Con el tiempo, esa fatiga puede afectar su desarrollo muscular y otras áreas de su salud. Por eso es vital que, durante la infancia, la adolescencia y la pubertad, reciban una alimentación adecuada tanto en cantidad como en calidad», señala Lemoine, licenciada en nutrición y especializada en nutrición deportiva.

El papel de los clubes en la educación alimentaria

Lemoine destaca que a nivel social aún hay muchos conceptos erróneos sobre la alimentación. Aunque el tema es popular y muchas personas creen que saben qué deben comer los niños, en realidad no comprenden aspectos básicos, como la importancia de los carbohidratos, las proteínas o las frutas. Esto también afecta a los niños, quienes no saben qué comer para maximizar los beneficios de la actividad física.

«En el club donde trabajo, tenemos desde niños de 4 años hasta jugadores profesionales de 35. Los requerimientos nutricionales cambian según la etapa de la vida, ya que cada fase del desarrollo necesita diferentes tipos de energía. Un niño en crecimiento necesita energía no solo para entrenar, sino también para estudiar. Si no se alimenta correctamente, la principal consecuencia será la fatiga, que afectará su día a día», explica la especialista.

Según Lemoine, es fundamental que los clubes cuenten con nutricionistas que acompañen a los jóvenes en su desarrollo deportivo. «Hoy en día se habla más de alimentación saludable en las escuelas, pero en realidad es en los clubes donde los chicos aprenden más sobre nutrición. Ellos tienen la motivación de mejorar, de crecer, y consultan con el nutricionista con mucho entusiasmo. Además, hacerlo en el ambiente del club es diferente a hacerlo en un consultorio médico, porque se sienten más cómodos y no están yendo al doctor», sostiene.

Carbohidratos: ¿Héroes o villanos?

Uno de los aspectos más debatidos en la alimentación es el consumo de carbohidratos. Aunque hay quienes los ven como enemigos, Lemoine asegura que son fundamentales para los deportistas. «Si no tienen carbohidratos, como cereales, legumbres, papas, arroz o pan, los deportistas no podrán entrenar correctamente, aunque se llenen de proteínas. Las proteínas son necesarias para desarrollar músculo, pero ese músculo no se va a formar sin la energía que aportan los carbohidratos», explica.

Para Lemoine, la mayor deficiencia en la alimentación de los niños deportistas está en el desayuno. Muchos niños se levantan apurados, no tienen tiempo para desayunar y pasan toda la mañana sin comer. En otros casos, compran alimentos poco saludables en la cantina.

«Vivimos en una sociedad acelerada, en la que todo se hace con prisa, y nos estamos olvidando de lo esencial: la alimentación. Es importante que nos tomemos el tiempo necesario para preparar un buen desayuno, ya que es la principal fuente de energía para el cuerpo», recalca.

Por último, Lemoine ofrece un consejo a los padres y adultos responsables de los niños deportistas: «El éxito de la alimentación depende de ellos. Son los adultos quienes compran y preparan los alimentos, y si lo hacen bien, los niños seguirán una alimentación adecuada». También hace un llamado a los dirigentes de los clubes para que consideren incluir nutricionistas en sus equipos de trabajo, ya que esto puede tener un gran impacto en el desarrollo y el rendimiento de los jóvenes deportistas. «Aunque los clubes de barrio suelen tener presupuestos ajustados, contar con un nutricionista es una inversión que trae muy buenos resultados, sobre todo en la nutrición deportiva», concluye.


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