El pan es uno de los alimentos más populares y universales. En casi todas las mesas, sobre todo ante una buena comida, no falta un trozo de alguna variedad de este alimento sencillo, socorrido y accesible, que incluso se utiliza para la elaboración de ciertas recetas. No obstante, su conservación es fundamental, ya que en cuestión de horas se puede quedar blando y, luego, como una piedra. Incluso, pasados unos días, hasta le puede aparecer moho. Un panadero ha revelado un truco sorprendentemente simple para conservar el pan fresco durante varios días sin necesidad de plástico o envolturas especiales.
Lo más común es utilizar una bolsa de plástico para guardar el pan. «La elección parece obvia: es un material duradero, reutilizable y que sella bien. Pero cuando hablamos de pan, este envase debería ser nuestra última opción», asegura el panadero holandés Joost Arijs. El motivo es que el plástico impide el intercambio de aire con el exterior y atrapa la humedad. «Estas condiciones hacen que la bolsa se humedezca rápidamente y el pan pierde su corteza crujiente, y se vuelve gomoso».
El plástico tiene otra desventaja: si se deja ahí durante demasiado tiempo, incluso puede propiciar la aparición de moho. «El pan es un alimento que se enmohece fácilmente debido a la humedad y, una vez que el hongo se afianza, no hay forma de evitarlo: hay que tirarlo», dice el experto.
Sin embargo, las bolsas de algodón permiten que el aire circule de manera adecuada, evitando este problema y manteniendo la textura del pan crujiente por más tiempo. No obstante, el panadero ha comprobado que esta alternativa todavía es mejorable.
En una bolsa de papel, pero no una cualquiera
Según el experto, el método para conservar de la mejor manera posible el pan radica en almacenarlo primero en una bolsa de papel. Sin embargo, no vale un papel cualquiera. Arijs ha explicado a la revista ‘TodoGostoso’ que debe ser parafinado porque, si no es de este tipo, el pan se pone demasiado duro. En cambio, «este envase permite que el producto respire y conserve su estado como si se acabara de sacar del horno», dice.
Si no se dispone de papel parafinado como el de cera de abejas que ya venden muchos supermercados, el panadero recomienda guardar el pan en papel de seda o simplemente sobre una toalla limpia. Eso sí: de algodón 100%. «De esta manera, se mantendrá en buen estado durante al menos dos o tres días», afirma.
Nunca pensé que el papel parafinado fuera la clave para mantener el pan fresco y crujiente, me gusta la idea de dejar de usar plástico y optar por algo más natural.
Como bien ha dicho el compañero, creo que es un gran método para preservar mejor el pan y aún mas si es una alternativa más práctica y sostenible. Y además, considero que este enfoque no solo es efectivo, sino que también contribuye a reducir el uso de plásticos en la cocina, promoviendo métodos más ecológicos de conservación.