Tres de cada cuatro empresas dedicadas a la comercialización de alimentos y bebidas han hecho ya los deberes (o están en ello) y han conseguido reducir la cantidad de plásticos que contienen sus envases, según constata un estudio que ha analizado 1.500 productos de supermercados y que concluye que, pese a los esfuerzos hechos hasta ahora, sigue habiendo todavía un uso excesivo de este material contaminante en los estantes y lineales de las grandes superficies. El informe bautizado como ‘Material Change Index’ (Índice de Cambio de Materiales), elaborado por la auditora británica Retail Economics, cifra en «un 44% los productos alimentarios en los supermercados españoles que están envueltos en plástico que podría ser reemplazado por alternativas más sostenibles«.
Aquellas compañías que aún no han actuado, pese a que el plazo para hacerlo termina en 2026, alegan, entre otros impedimentos, el coste de las materias primas (40%) y el miedo a que los consumidores no acepten los cambios (39%). De este último grupo, un 72% creen que los compradores no estarían dispuestos a pagar más por envases sostenibles y un 65% piensan que no querrían sacrificar la comodidad por la sostenibilidad.
Carne y pescado (84%), productos lácteos (83%) y alimentos procesados, incluidas las comidas preparadas (78%), son en estos momentos los productos que se presentan con más cantidad de plástico ante los consumidores, según detecta el estudio. «Mientras los objetivos sigan siendo voluntarios, no podremos cambiar la situación«, lamenta Ignacio Montfort, director ejecutivo de DS Smith Packaging Iberia, una firma dedicada a la producción de cartón ondulado y que es la que ha encargado la elaboración del informe. «Necesitamos normas globales unificadas que permitan acelerar el proceso. La Unión Europea y Estados Unidos deben liderar este esfuerzo con el Tratado Global sobre Plásticos», prosigue Montfort, que admite, sin embargo, que «no todo el plástico puede o debe ser reemplazado, y no todo puede suceder de inmediato, pero hay demasiado plástico que nunca será reciclado, por lo que eliminarlo de las cadenas de suministro es clave para reducir los residuos».
Reducir el uso de plástico en los envases es crucial para combatir la contaminación ambiental y avanzar hacia una economía más sostenible. Aunque algunas empresas temen que los consumidores no acepten los cambios, estudios muestran que cada vez más personas valoran el uso de envases ecológicos a la hora de comprar en el supemercado. Además, implementar envases sostenibles no solo es una responsabilidad ambiental, sino que también puede mejorar la imagen de marca en un mercado que exige más compromiso con el planeta.