La autenticidad del té ha encontrado mayor claridad gracias al uso de herramientas tecnológicas
El té es una de las bebidas sin alcohol más conocidas con propiedades benéficas a la salud humana. En función de los diferentes procesos utilizados para su producción, la Camellia sinensis se transforma en seis tipos diferentes de tés.
En este contexto, la ciencia metabolómica (ciencia encargada de identificar y cuantificar los productos finales relevantes -metabolitos– de la expresión de un genoma) aplicada en té ha tenido un avance exponencial en la última década. Eso se ha dado principalmente debido a la indisoluble relación existente entre la presencia y cantidad de metabolitos clave con las diferencias que se dan en cada tipo de té, contemplando su calidad y autenticidad.
Tomando el ejemplo del té negro nativo de la provincia de Fujian en China, que es uno de los más consumidos en aquel país (75%) y a nivel mundial, se ha identificado que posee sustancias bioactivas reconocidas como benéficas para la salud humana entre las que se encuentran fenoles, aminoácidos y alcaloide. Además, su composición química está directamente relacionada a su origen geográfico y a las diferentes variedades y técnicas de procesamiento usadas en cada polo productivo, lo que ayuda a considerar cuáles son los factores elementales que determinan su calidad.
Es en este escenario que asegurar la autenticidad de cada tipo de té a través de distintos análisis de calidad se convierte en un reto actual a alcanzar haciendo uso de las nuevas tecnologías. Sin duda la metabolómica y otras técnicas auxiliares están sirviendo de gran ayuda para los objetivos relacionados con semejante objetivo, fundamental para un sector industrial de gran importancia en ciertos países del mundo.
El artículo destaca el impacto positivo de las herramientas tecnológicas, como la metabolómica, en la identificación y autentificación del té, una bebida muy popular en todo el mundo. Es curioso cómo permite vincular la calidad del té con factores como su origen geográfico y métodos de producción. Además, destaca el potencial para garantizar la autenticidad y calidad del producto, lo que beneficia tanto a los productores como a los consumidores.
Me parece súper interesante cómo algo tan común como el té tiene detrás tanto estudio y ciencia. No tenía idea de que la metabolómica podía analizar los compuestos del té y hasta relacionarlos con su calidad y origen. Es impresionante pensar que hasta el lugar donde se produce puede influir tanto en sus beneficios para la salud.