Todos hemos pasado por eso: ese pequeño picoteo que nos hace coger un paquete de patatas fritas, devorar media tableta de chocolate o comernos medio paquete de galletas antes de pensarlo dos veces. Pero hay que tener cuidado con eso, cuando el picoteo se convierte en un hábito, puede jugar malas pasadas a nuestra salud, especialmente si lo que nos pide el cuerpo son tentempiés grasos, o cargados de azúcar o excesivamente salados ¿Cómo resistir esa (aparente) irrefrenable tentación? Te damos algunos consejos fáciles para acabar, entender y controlar estos inoportunos antojos.
¿Por qué picoteamos?
Primero, un poco de contexto. El picoteo es la práctica de comer pequeñas porciones de alimentos fuera de las comidas principales. Estas ingestas que se realizan fuera del desayuno, la comida o la cena, pueden estar programadas dentro de una dieta ordenada y equilibrada; Por ejemplo la merienda de un niño o los refrigerios de un deportista. El problema viene cuando ese picoteo es movido por un impulso surgido de la ansiedad, el aburrimiento, el hambre o la mala gestión de las comidas. Estos son los riesgos más comunes que nos empujan a comer irrefrenablemente:
- Comidas desequilibradas: si tus comidas carecen de proteínas o fibra, no te sentirás saciado.
- Estrés o aburrimiento: ¿Quién no ha picoteado alguna vez para calmar los nervios o matar el tiempo?
- Pantallas: televisión, ordenador, smartphone… Estos compañeros silenciosos nos incitan a menudo a picar algo sin pensarlo.
¿Y el problema? Al acostumbrar a tu estómago a trabajar sin parar, interrumpes sus señales naturales. El resultado es que al organismo le cuesta distinguir entre el hambre real y las ganas de comer.
Los peligros ocultos del picoteo
Además de engordar, picar productos ricos en sal, azúcar o grasa puede tener efectos negativos para la salud. Por ejemplo, el consumo excesivo de sal favorece la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Las bebidas azucaradas aumentan el riesgo de diabetes de tipo 2. Ya lo sabíamos, pero no está de más recordarlo: estas opciones no son buenas ni saludables.
Consejos para decir adiós al picoteo
La buena noticia es que existen soluciones sencillas y eficaces que te ayudarán a mantener el control y ser tú el que decida en última instancia y de forma consciente si comer o no. ¿Listo para retomar las riendas de tus ansias por comer? Te decimos cómo:
- 1. Come alimentos completos y equilibrados
Una comida equilibrada y bien pensada es tu mejor defensa contra las ansias de comer. Intenta incluir:
– Alimentos integrales ricos en almidón (pasta, arroz o pan en sus versiones integrales): son ricos en fibra y nos sentiremos saciados durante mucho más tiempo.
– Proteínas magras (pollo, pavo, pescado blanco, tofu).
– Verduras para obtener vitaminas y minerales.
– La fibra, en particular, es una gran aliada: ralentiza la digestión y prolonga la sensación de saciedad. Incluye legumbres como lentejas o garbanzos (al menos dos veces por semana).
- 2. Planifica tus menús
No hay nada como estar perfectamente organizado para evitar tentaciones. ¿Por qué no preparar las comidas con antelación? Un menú variado y equilibrado reduce las posibilidades de caer en la improvisación y, por tanto, ¡en el picoteo!
- 3. Escucha a tu hambre
Antes de caer en la tentación, pregúntate: «¿Tengo hambre de verdad o es otra cosa? Si es aburrimiento, haz otra cosa: sal a pasear, practica algún deporte, haz alguna manualidad… en otras palabras, ¡desconecta y lleva tu mente a otro lugar! 🙂
- 4. Limitar el uso de pantallas
Comer delante de la tele, del móvil o del ordenador nos hace comer sin prestar atención a lo que estamos consumiendo. Tu cerebro está tan absorto en los estímulos externos que no será capaz de captar las señales de saciedad que envía tu estómago. Resultado: comes más de lo necesario, sin darte cuenta.
- 5. Tómate tu tiempo para comer
¿Sabías que el cerebro tarda unos 20 minutos en darse cuenta de que estás comiendo? Cuanto más rápido comas, menos tiempo tendrá tu cuerpo para avisarte de que estás lleno. Así que relájate y saborea cada bocado.
¿Y si el hambre persiste?
Que no cunda el pánico. Tener hambre no debe ser motivo de culpa. Si tienes mucha hambre entre horas, opta por tentempiés saludables:
- Fruta fresca (una manzana, un plátano).
- Frutos secos al natural y sin sal (almendras, nueces, avellanas).
- Yogur natural
Estos alimentos calmarán tu hambre a la vez que te aportan nutrientes de calidad.
WEB:¡Se acabó el picoteo! Descubre algunos consejos sencillos para controlar los antojos entre comidas
El picoteo, cuando se convierte en un hábito, puede afectar negativamente nuestra salud, especialmente si se trata de alimentos altos en grasas, azúcar o sal. Esto interrumpe las señales naturales de hambre del cuerpo, haciéndonos comer más de lo necesario sin darnos cuenta. Para controlar estos antojos, es importante comer de manera equilibrada, planificar las comidas y escuchar las señales de hambre reales. Si el hambre persiste, optar por tentempiés saludables, como frutas o frutos secos, es una buena solución. Por eso es importante conocer los beneficios y los perjuicios de los alimentos que metemos en la cesta de la compra.