Dicen que comemos con los ojos, y eso es lo que ocurre con esta selección de películas y programas de TV. La comida desempeña un papel importante en la gran y la pequeña pantalla, ya sea como accesorio que ayuda a contar la historia o como parte crucial de la trama. En algunos casos, las apariciones comestibles en la pantalla han mostrado delicias de las que muchos de nosotros nunca habíamos oído hablar. En otros, han impulsado las ventas en la vida real. A continuación, echamos un vistazo a los alimentos que desataron la locura entre los fans de la televisión y el cine.
Té, Downton Abbey
Concretamente, el té inglés. La pompa y el glamour de Downton Abbey crearon una sed de todo lo británico, e incluso en China aumentó la popularidad del té de la tarde. En el Reino Unido, una gama de tés de Downton Estate en latas decoradas con imágenes del reparto aprovechó la tendencia, mientras que la English Cream Tea Company informó de que sus ventas habían aumentado un 500%.
Cornetto, Muertos de risa
Este helado retroclásico era prácticamente desconocido fuera del Reino Unido cuando Muertos de Risa llegó a los cines en 2004. Y los Cornettos solo aparecieron en la película, escrita por Simon Pegg y Edgar Wright, porque eran el remedio favorito de Wright para la resaca.
Espinacas, Popeye
Cualquiera que haya visto alguna vez un dibujo animado de Popeye o una de las muchas versiones cinematográficas debe saber una cosa: es «fuerte hasta el final» porque come espinacas. La verdura aparecía en el cómic original, pero fueron los cortos animados producidos por los Estudios Fleischer a partir de 1933 los que realmente dieron fama al marinero y sus compañeros. Según algunas teorías, también ayudaron a salvar la industria de las espinacas durante la Gran Depresión.
Reese’s Pieces, E.T., el extraterrestre
La popularidad de estas golosinas de maní y chocolate está indisolublemente ligada a cierta película sobre un extraterrestre que intenta llegar a casa. En E.T., el extraterrestre, Elliott atrae a la criatura a la casa con un rastro de los coloridos caramelos, resultado de un singular acuerdo de promoción cruzada entre Universal Studios y Hershey Chocolate.
Macarons Ladurée, María Antonieta
La película de Sofia Coppola María Antonieta (2006) destacó especialmente por su magnífica estética y por la habilidad de su protagonista, Kirsten Dunst, para dominar la pastelería sin apenas mancharse el maquillaje. Esta película hizo mundialmente famosos a estos dulces.
Es impresionante cómo el cine y la TV pueden hacer populares ciertos alimentos, como los Reese’s Pieces en E.T. o los macarons en María Antonieta. Estas apariciones no solo aumentan las ventas, sino que crean una conexión emocional con los espectadores, demostrando cómo la cultura popular influye en nuestras decisiones diarias, incluso en lo que comemos.
Es fascinante la relación que tiene el cine y la comida, haciendo que la comida no solo satisfaga nuestro apetito sino que también puede convertirse en un fenómeno gracias al cine y la televisión. Además, el cine también tiene el poder de cambiar la forma en la que vemos o disfrutamos cualquier alimento como una simple golosina o un plato.
Me encanta la relación que hay entre el cine y la comida. Cómo el hecho de ver una película hace que nos interesemos por alimentos y productos inusuales en nuestro día a día. El cine es una forma de evadirnos de la realidad y concentrarnos en una historia ajena a todo. Esto crea una conexión con los espectadores que nos influencia en nuestras vidas. Desde que vi E.T. el extraterrestre, siempre he tenido las ganas de probar los Reese’s Pieces. La combinación de cacahuete y chocolate no puede salir mal.
Es increíble cómo el cine y la televisión tienen el poder de influir en nuestras elecciones alimenticias. Películas como E.T. o series como Downton Abbey no solo nos dejan recuerdos inolvidables, sino que también generan una conexión emocional con los alimentos que aparecen en pantalla. La forma en que el cine nos presenta ciertos alimentos puede incluso hacer que los valoremos más, e incluso popularizarlos de una manera que no habríamos imaginado antes. Es fascinante cómo estos pequeños detalles pueden crear tendencias reales en nuestra vida diaria.