Antioxidantes, antiinflamatorios y capaces de prevenir las pérdidas de orina, estos alimentos no deberían faltar la dieta. La nutricionista Tatiana da Silva da algunas ideas para incluirlos y disfrutarlos.
Lo que comemos tiene un poder realmente decisivo. Ayuda a sentirse bien. A gestionar las emociones. Incluso, como sostiene la nutricionista ayurvédica Tatiana da Silva, «llega a cambiar vidas», especialmente en una etapa como la menopausia. Sin embargo, no hace falta poner en marcha grandes cambios ni pasar horas eternas en la cocina para experimentar esos beneficios. Basta con encontrar la armonía en la relación con la comida. Por ejemplo, hay que aprender cuáles son los alimentos imprescindibles durante la menopausia y sacarles el máximo partido en los fogones.
O apostar por introducir poco a poco pequeños gestos en la rutina. «Como esperar una hora por las mañanas antes de desayunar; dejar de beber agua fría y tomarla tibia; incluir especias en las recetas…», aconseja da Silva. La nutricionista, creadora del método Foodshui, compartió estos y otros tips en un taller y degustación détox durante un encuentro organizado por Indasec Toallitas. «Sólo hay que empezar a transformar algunos hábitos para notar beneficios en aspectos como la hinchazón abdominal o las pequeñas pérdidas de orina», aseguró la experta.
Cúrcuma a diario
Son muchas las propiedades que se le atribuyen a esta especia de origen asiático. Además de antiinflamatoria y antioxidante, «ayuda a fortalecer la vejiga y el resto de sistema urinario», apunta Tatiana. Quien señala que otros alimentos astringentes, como las espinacas, los frutos secos o las alubias comparten ese mismo beneficio. La nutricionista ayurvédica recomienda tomar, «al menos», un gramo de cúrcuma al día. «Eso sí –advierte–, siempre acompañada de aceite, ya que se trata de una especia liposoluble y si no se consume así, el organismo no la puede absorber».
Entre sus trucos para incluir este alimento durante la menopausia está el de hacerse un pequeño shot détox para empezar el día con él. Consiste en combinar un poco de aceite de oliva virgen extra con cúrcuma y pimienta. «Además de proteger contra la inflamación crónica, ya que ayuda al buen funcionamiento hepático, es un perfecto quemagrasa«. Más ideas para introducirla en la dieta: añadir esta especia en el aceite cuando se esté calentando para cualquier sofrito. O en una crema de verduras. «En ese caso, mezclas la cúrcuma con aceite y se añade como toque final», explica.
Bajo la protección de los arándanos
Si hubiera que elegir una fruta para tomar diariamente en menopausia, Tatiana da Silva lo tiene claro: los arándanos. Utilizados desde la Antigüedad como tratamiento de las infecciones urinarias, actualmente se ha demostrado que impide la adhesión de ciertas bacterias (como la E.coli) al tracto urinario. Además, su poder antioxidante y su capacidad para reforzar la mucosa de la vejiga, lo convierten en un alimento muy interesante para evitar las pequeñas pérdidas.
«Es ideal para tomar acompañado de frutos secos o, por qué no, en otro shot al que yo llamo Ponte morada, que lleva arándanos e infusión de cola de caballo». Precisamente, la cola de caballo destaca por sus propiedades astringentes y porque ayuda a tonificar los músculos de la zona de la vejiga. Da Silva recuerda que las frutas son una fuente de azúcar, por tanto, y especialmente durante la menopausia, conviene apostar por las que menor carga glucémica tengan. Además de los arándanos estarían las uvas, manzana, cerezas, fresas, mandarinas…
Las crucíferas, un gran aliado
Brócoli, repollo, coliflor, rábanos… El grupo de las hortalizas crucíferas es uno de los que más bondades presenta para la salud, especialmente cuando hay cambios hormonales. Los responsables son los glucosinolatos, unos compuestos que se liberan al masticarlas y que tienen propiedades antioxidantes. «Además, son las estrellas del intestino. Tienen mucha fibra y alimentan la flora intestinal», añade la nutricionista. Aunque advierte que para obtener esos beneficios es importante cocinarlas de forma adecuada para evitar los gases y combinarlas bien –por ejemplo, añadiendo jengibre–, para que no provoquen hinchazón.
Durante el taller y la degustación détox organizados por Indasec Toallitas, Tatiana compartió una receta para disfrutar de una de las crucíferas más interesantes. «Una crema fría de repollo al estilo tailandés. Queda genial con guisantes, que son una gran fuente de vitamina A para fortalecer la vejiga. Y leche de coco«. Precisamente, la experta también considera la leche de coco como uno de los alimentos imprescindibles durante la menopausia. «Es muy saciante, alimenta el cerebro, da energía, aumenta la inmunidad… Todo esto demuestra que la mujer no debe huir de este tipo de grasas porque están llenas de beneficios».
Otros alimentos imprescindibles en la dieta en menopausia
«Lo más importante al hablar de alimentación adecuada en menopausia es seguir el consejo número uno: escucha a tu cuerpo«, aconseja Da Silva. En su opinión, cuando pide beber alcohol, comer fritos, harinas refinadas, etc., es que algo no va bien. Además, también es importante ir incluyendo en la dieta alimentos clave. Junto a los arándanos, la cúrcuma o las crucíferas hay que añadir otros grandes aliados como las pipas de calabaza –que optimizan el funcionamiento del aparato urinario–, las semillas o el aguacate. Rico en omega 3, vitamina D y B6 y fibra, ayuda a proteger la salud cardiovascular.
Por último, la nutricionista ayurvédica recordó que no sólo se trata de introducir ciertos alimentos en la dieta. Si no que también es fundamental la actitud a la hora de comer. «Si nos regañamos cuando no conseguimos mantener buenos hábitos, la cosa no funciona. Cuanto más te felicites, mejor», concluye.
El texto ofrece una guía completa y práctica sobre cómo la alimentación puede convertirse en un gran aliado durante la menopausia. Destaca alimentos como la cúrcuma, los arándanos y las crucíferas, resaltando sus beneficios antioxidantes, antiinflamatorios y protectores del sistema urinario. Las recomendaciones de la nutricionista Tatiana da Silva, como incluir cúrcuma con aceite para mejorar su absorción o consumir arándanos junto con infusiones como la cola de caballo, son estrategias muy efectivas.