Los científicos avisan desde hace años de la importancia de dormir bien para tener un buen estado de salud, junto a una alimentación adecuada y al ejercicio físico. Ahora, un estudio de la Universidad de Berkeley, de California, ha relacionado los niveles de glucosa en sangre con un descanso adecuado.
«La falta de sueño altera la regulación de la glucosa, aumentando el riesgo de diabetes», recuerdan los investigadores en este estudio. «Tanto la restricción parcial del sueño aguda como la crónica, incluida la del sueño de ondas lentas sin movimientos oculares rápidos (NREM), afectan la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina. Por el contrario, la prolongación del sueño mejora el metabolismo de la glucosa«, aseguran.
647 personas participaron en este estudio, que establece que «el sueño puede regular el estado glucémico de forma selectiva a través de la sensibilidad a la insulina» y que «las ondas cerebrales NREM ofrecen así un biomarcador glucémico y un objetivo terapéutico potencial».
Además del descanso, otros aspectos influyen en el control de la glucemia como «la edad, el sexo, la raza, el índice de masa corporal (IMC), la hipertensión e incluso ciertas características del sueño, como el índice de apnea-hipopnea, la cantidad de sueño y las etapas específicas del sueño». Estudios anteriores ya habían demostrado que el sueño disminuye los niveles de glucosa en sangre periférica en roedores y estos «resultados indican la presencia de una asociación similar entre el cerebro dormido y la glucemia observable en humanos».
Este estudio ha sido un acierto realizarlo para dar a conocer a toda nuestra sociedad las consecuencias de dormir bastante poco, es decir menos de ocho horas diarias. Una de estas consecuencias es el nivel de glucosa de la sangre, que puede aumentar por falta de sueño dando lugar así a una mayor probabilidad de contraer diabetes.
Este estudio muestra lo importante que es dormir bien para mantener niveles de azúcar en sangre saludables. Si no dormimos lo suficiente, nuestro cuerpo pierde la capacidad de regular la glucosa correctamente, lo que puede aumentar el riesgo de diabetes. Dormir más y mejor podría ser clave para mejorar la salud metabólica y prevenir problemas como la diabetes.