Los alimentos se han convertido en «productos con etiquetas muy difíciles de leer»
La guerra contra los aditivos es continua. Los grandes supermercados producen en masa y descuidan la calidad de algunos alimentos. Los alimentos procesados y ultra procesados copan las vitrinas de los establecimientos, y la utilización de aditivos es cada vez mayor con el objetivo de aumentar el período de caducidad de estos productos o modificar incluso sus propiedades sensoriales, es decir, su gusto. Dentro de los aditivos, hay que diferenciar entre los perjudiciales y algunos que son incluso necesarios para preservar la seguridad, el sabor y la textura de la comida. Por ello, es necesario conocer qué alimentos están aprobados en los supermercados y son perjudiciales, e intentar adquirir productos en los que no estén.
En el último episodio de Código de Barras, Fernando Bayo habló largo y tendido con Sergio Frutos, dietista y divulgador español, sobre aditivos y conservantes industriales, y las consecuencias que el uso de ellos podría tener en nuestra salud a largo plazo. Frutos empieza destacando el hecho de que «hacer la compra» es una tarea que «se ha convertido en algo demasiado complejo para la mayor parte de la población», porque cada vez acudimos con más asiduidad a «las grandes franquicias», y ahí los «alimentos se convierten en productos con etiquetas muy difíciles de leer».
Muchas veces se utilizan nombres tan técnicos que vemos esa palabra entre los ingredientes y decimos: «¿Qué es esto?» Dentro de esos ingredientes que aparecen en la etiqueta de los productos, «tenemos un apartado de aditivos, algunos de ellos nocivos, y que pueden llegar a ser perjudiciales a largo plazo». Todos estos aditivos están regulados por una agencia europea, la EFSA, que asesora sobre los riesgos alimentarios existentes y posibles, «pero claro, no tenemos un estudio sobre la cantidad de aditivos que está consumiendo una persona a largo plazo», explica Frutos.
Estas sustancias «tienen una utilidad en el alimento, como por ejemplo que duren mucho más tiempo o que sean más agradables al gusto» y son seguros en la actualidad, pero no está comprobado si de aquí a unos años «la tolerancia de consumir sucesivamente este tipo de aditivos nos va a llevar a un problema a nivel digestivo». Aunque hay algo que sí podemos hacer, y Frutos recomienda: «Cuanto más natural comamos, menos probabilidad habrá de que tengamos problemas a largo plazo».
Este artículo resalta la preocupación por los efectos a largo plazo de los aditivos, cuyo uso en la industria alimentaria es cada vez más frecuente. Tras investigar sobre el tema, es importante destacar algunos de los aditivos más perjudiciales, como los nitratos y nitritos, la trehalosa, el carragenano, los edulcorantes artificiales, el sorbitol y los fosfatos. Teniendo en cuenta que en la actualidad, existe una producción en masa de los alimentos, es fundamental que cada persona tome mayor conciencia de lo que consume y trate de evitar estos aditivos siempre que sea posible.
Es positivo que se fomente la conciencia sobre la importancia de elegir alimentos más naturales y entender lo que consumimos. La conversación con expertos como Sergio Frutos es un paso importante para educar a los consumidores y promover hábitos alimentarios más saludables, resaltando que optar por productos con menos aditivos es una manera sencilla de cuidar nuestra salud a largo plazo.