Para las empresas de tecnología alimentaria fabricar productos lácteos alternativos es el futuro
Los alimentos «cell-based» están transformando el panorama de la industria alimentaria, ofreciendo una alternativa sostenible y ética a la producción convencional de alimentos de origen animal. Esta nueva manera de hacer alimentos «basados en células» implica el cultivo de células aisladas de animales para desarrollar productos como carne, aves, productos acuáticos, lácteos y huevos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), actualmente, muchas empresas de todo el mundo están desarrollando una amplia gama de alimentos a base de células utilizando diversos métodos de producción diferentes.
Así, datos de Statista indican que el tamaño de mercado de la carne cultivada a nivel mundial rebasó los 6.5 millones de dólares estadounidenses en 2023. Por esa razón, las previsiones a corto y medio plazo se presentan optimistas y revelan un crecimiento paulatino del sector.
Los avances en la tecnología de cultivo celular están permitiendo a los desarrolladores de alimentos utilizar células animales obtenidas de ganado, aves y mariscos en la producción de alimentos, y se espera que estos productos estén listos para el mercado estadounidense en un futuro próximo.
Por su parte, la US. Food and Drug Administration (FDA) tiene como objetivo apoyar la innovación en tecnologías alimentarias manteniendo siempre como primera prioridad la seguridad de los alimentos disponibles para los consumidores estadounidenses. El organismo tiene una amplia experiencia en la evaluación de la seguridad alimentaria en una amplia gama de tecnologías de producción de alimentos, incluido el uso de sistemas biológicos y biotecnología. La agencia está evaluando nuevas sustancias todo el tiempo a medida que evolucionan las prácticas de la industria para satisfacer las demandas y preferencias de los consumidores.
Y es que los alimentos elaborados con células animales cultivadas deben cumplir los mismos requisitos estrictos, incluidos los requisitos de seguridad que siguen todos los demás alimentos regulados por la entidad. Los desafíos tecnológicos subsiguientes dependerán en buena medida del tipo de carne o producto cárnico que se produce, intentando alcanzar retos que permitan imitar mejor la carne fresca.
Medioambientalmente este tipo de carne también tiene parece que tiene ventajas. Así, por ejemplo, si se comparan los tipos de gases emitidos por la agricultura animal y la producción de carne cultivada, las opciones cultivadas puede que tengan un impacto más significativo con el tiempo, ya que el efecto de las emisiones de gases es acumulativo.
Finalmente, destacar que el reto general al que se enfrenta esta industria, además de un entorno normativo favorable, es la aceptación por parte de los consumidores y la producción rentable. Pues ambas cuestiones necesitarán inversión en procesos y tecnología de comercialización y producción.
Es emocionante pensar que podríamos reducir drásticamente el impacto ambiental y el sufrimiento animal sin renunciar a las proteínas animales. Sin embargo, el éxito dependerá de que logre ser asequible y de que los consumidores superen las barreras culturales y psicológicas asociadas a este tipo de alimentos. Es un avance prometedor que podría transformar por completo la industria alimentaria si se gestiona bien.