Una verdadera sensación en el mundo culinario, la fruta del dragón o pitahaya ha conquistado paladares gracias a su exótica apariencia, sabor único y aroma cautivador. Pero su atractivo va más allá de lo estético: es un verdadero “tesoro nutricional”. Perteneciente a la familia de las cactáceas, esta fruta suculenta, originaria de las zonas tropicales de América, especialmente Perú, México y Nicaragua, resistió el paso del tiempo y se ha convertido en una de las frutas más demandadas.
De forma ovalada y cubierta de espinas, la fruta del dragón se presenta en tres variedades, siendo la rosa con interior blanco y semillas negras la más famosa. Su cultivo, aunque reciente en algunas regiones europeas y sudamericanas, se ha expandido rápidamente gracias a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e hidratantes, que la convierten en una aliada para prevenir la diabetes y afecciones como las cardiovasculares.
Beneficios de la fruta del dragón
Con un 80% de su composición a base de agua, la fruta del dragón es un hidratante natural. Y el perfil nutricional es aún más completo: vitaminas C y del grupo B, minerales como calcio, fósforo y hierro, proteínas vegetales y fibra soluble. Incluso las semillas, ricas en ácidos grasos, son comestibles y aportan beneficios adicionales. También se destaca por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que la convierten en un ingrediente versátil en la cocina y un aliado para quienes buscan llevar una dieta equilibrada.
En este sentido la Clínica Cleveland de los Estados Unidos señala que “la fruta del dragón contiene prebióticos que favorecen el crecimiento de lactobacilos y bifidobacterias probióticos necesarios para cuidar la salud del colon”.
Gabriel Crincoli, licenciado en Nutrición y miembro del equipo de cirugía bariátrica y metabólica del Hospital Fundación Favaloro, le reveló a LN Bienestar que la fibra presente en la pitahaya colabora con la nivelación del colesterol malo (LDL) y la glucosa en sangre. “De esta forma se protege el sistema cardiovascular y se previene el desarrollo de enfermedades crónicas”, indica.
Gracias a su aporte de fibra colabora con una mejor salud digestiva al favorecer la regularidad en el tránsito intestinal y prevenir el estreñimiento. Y también brinda saciedad, lo que puede ayudar a quienes siguen planes alimenticios cuyo objetivo es el equilibrio del peso.