La comida que se presenta en películas y series no solo actúa como un elemento visual, sino que también desempeña un papel crucial en la narrativa y en la conexión emocional del espectador. Desde la famosa tarta de chocolate de Matilda hasta las gambas de Forrest Gump, cada plato está diseñado para despertar el apetito y enriquecer la historia. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es siempre comida auténtica?

Si bien algunas producciones recurren a alimentos ficticios o a técnicas de efectos especiales, muchos cineastas prefieren utilizar comida real para añadir autenticidad a sus escenas. Esta decisión, aunque efectiva, presenta desafíos significativos. La comida debe mantener su frescura y presentación a lo largo de múltiples tomas, lo que exige un enfoque meticuloso y la colaboración de asesores gastronómicos.

Carlos Brioso, tiktoker experto en cine y propietario de una productora, ha compartido sus conocimientos sobre lo que ocurre tras los fogones en producciones de renombre, como The Bear, una serie de Disney+ que ha revitalizado el interés en la cocina. Los asesores gastronómicos son responsables de desarrollar recetas que no solo se vean atractivas en pantalla, sino que también sean prácticas para el proceso de filmación.

Además, la representación de la comida en el cine puede tener un impacto cultural significativo, ya que platos emblemáticos pueden inspirar tendencias culinarias. Por ejemplo, el auge del ramen ha sido en parte impulsado por su aparición en diversas producciones.

En conclusión, la comida que se presenta en el cine no solo enriquece la trama, sino que también alimenta el interés del público por la gastronomía. Gracias al trabajo de expertos en gastronomía, los cineastas logran crear experiencias visuales y sensoriales que perduran en la memoria del espectador.