La nutrición tal y como la conocíamos está sufriendo cambios profundos y radicales. Siguiendo el auge de la sostenibilidad y la preocupación por el medio ambiente han comenzado a aparecer sustitutos de alimentos de origen animal que no requieren de compuestos animales, o nuevas formas de producir alimentos de manera que se optimiza la superficie de cultivo.
Una de las principales tendencias que surgen de la intersección entre tecnología y nutrición es el uso de wearables y otros dispositivos electrónicos que permiten la monitorización de una serie de parámetros de salud, como son la actividad física o la ingesta y quema de calorías.
También se están desarrollando aplicaciones móviles para controlar nuestros hábitos alimentarios. Para ello se realiza un análisis de los diferentes componentes de los alimentos que ingiere el individuo, captados a partir de diferentes fuentes de información, ya sea escaneando los códigos de barras o introduciendo el alimento en la plataforma manualmente. Tras este análisis, llevar a cabo recomendaciones.
Por último, también se puede personalizar la suministración de los alimentos ingeridos dependiendo de la genética del individuo. Esto se consigue a través de test de ADN que se pueden realizar en el propio domicilio. Tras la evaluación inicial, el individuo recibe recomendaciones genéricas en base al comportamiento de individuos con características similares.
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Es fascinante cómo la tecnología está revolucionando la nutrición y la forma en que entendemos la alimentación. La combinación de sostenibilidad, avances en la producción de alimentos y el uso de dispositivos para monitorizar nuestra salud ofrece una nueva era en la personalización de la nutrición. La posibilidad de adaptar dietas según la genética también abre puertas a un enfoque más individualizado y eficaz.
Es una noticia muy interesante ya que es un hecho que la nutrición está evolucionando rápidamente, impulsada por la sostenibilidad y el avance tecnológico. Además, la tecnología juega un papel clave en la personalización de nuestra dieta: se han desarrollado aplicaciones que monitorean nuestra actividad y salud, mientras que las aplicaciones móviles analizan lo que comemos para ofrecer recomendaciones. No sería extraño, que la nutrición siguiera evolucionando ya que la tecnología cada vez se va desarrollando con mayor rapidez en todos lo ámbitos de nuestro día a día.