La tortilla española, la lasaña italiana o la baguette francesa son algunos de los platos tradicionales que “están en peligro si no se rehabilita urgentemente la naturaleza”, alertaron cocineros de varios países europeos. El cambio climático ha puesto en peligro el patrimonio cultural gastronómico a tal punto que la dieta mediterránea podría desaparecer si no se toman medidas conjuntas.
El último informe científico del instituto de política medioambiental europea (IEEP por sus siglas en inglés), asegura que los efectos del cambio climático y las prácticas agrícolas insostenibles han afectado la producción de aceitunas, patatas y trigo en España, Italia, Polonia, Francia y Alemania. En 2022, el organismo ya había registrado “la cosecha de aceitunas más baja desde principios de siglo”.
Algunas de las medidas que propone el instituto son la plantación de setos y la creación de paisajes más diversos. También ha sugerido aumentar el número de depredadores naturales de las plagas y proporcionar buenos hábitats a los polinizadores de cultivos vitales.
El IEEP ha unido fuerzas junto a cocineros europeos y organizaciones ecologistas para incentivar estas medidas a partir de la Ley de restauración de la naturaleza. La normativa fue aprobada el pasado mes de febrero en el Parlamento Europeo, pero su votación final, requerida por el Consejo, ha sido pospuesta varias veces.
Espero que no sea verdad con lo que a mí me gusta la tortilla de patata, la bagguette y la lasaña italiana. Es verdad que hay muchos otros alimentos muy ricos y saludables, pero como la tortilla española habrán pocos, así que tenemos que ser un equipo y vencer al cambio climático para que no se extinga esa obra de arte.
Es preocupante como algunos de los platos más importantes de la gastronomía mediterránea puedan estar en riesgo de desaparecer. Sin embargo, considero que esto no sucederá, ya que valoramos mucho nuestras tradiciones y tenemos una gran capacidad para adaptarnos a las condiciones adversas. Además, como bien dice el artículo, el IEEP ya está proponiendo medidas para solucionar esto. No obstante, aunque se estén buscando, es fundamental que tomemos mayor conciencia del impacto del cambio climático y contribuyamos individualmente con acciones que eviten la necesidad de recurrir a medidas tan drásticas.
El cambio climático está poniendo en riesgo platos tradicionales como la tortilla española y la lasaña italiana.
Es urgente restaurar la naturaleza para asegurar la producción de alimentos esenciales.
La unión de cocineros, ecologistas y el IEEP es una muestra de cómo la colaboración entre sectores puede generar conciencia sobre la necesidad de preservar tanto la naturaleza como las tradiciones culinarias. Sin embargo, el retraso en la votación final de la Ley de Restauración de la Naturaleza plantea interrogantes sobre el compromiso real de las instituciones en un momento crítico para la sostenibilidad del patrimonio cultural y alimentario europeo.