De la misma manera que hay alimentos que promueven el nerviosismo o la ansiedad cuando se toman en grandes cantidades (café, ginseng, guaraná, alimentos muy azucarados, ultraprocesados…), también se puede hablar de alimentos antiestrés o relajantes. No obstante, tal y como aclara la dietista-nutricionista Laura Jorge, fundadora del Centro de Nutrición, Psicología y Salud Laura Jorge, “un alimento en sí mismo no nos puede relajar como tal”, ya que lo que realmente importa es el patrón dietético, así como otros factores relacionados.
Según refleja una revisión publicada en la revista Nutrición hospitalaria, “la dieta juega un papel fundamental en la prevención y/o el tratamiento del trastorno de ansiedad, a través del manejo de la inflamación y el estrés oxidativo, el mantenimiento de la integridad de las conexiones cerebrales y el efecto ansiolítico de algunos nutrientes”.
Nutrientes que favorecen la relajación
La experta destaca los siguientes nutrientes que pueden promover la relajación:
- El magnesio, que favorece la calma al reducir la excitación neuronal. Lo encontramos en frutos secos y semillas, el aguacate, en cereales integrales, algunas frutas como el plátano, en las legumbres y en los lácteos.
- El triptófano, que es un aminoácido que nuestro cuerpo convierte en serotonina (la conocida hormona de la felicidad) y melatonina (imprescindible para un correcto descanso). Lo podemos encontrar en los plátanos, los huevos o los lácteos, entre otros.
- Las vitaminas del grupo B, ya que favorecen el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Las podemos obtener de los cereales integrales, frutos secos, legumbres y huevos.
- Los antioxidantes, que reducen el estrés oxidativo, que puede estar relacionado con la ansiedad. Los contienen las frutas, verduras, cacao y té.
- Los ácidos grasos omega 3 ayudan a reducir la inflamación crónica de bajo grado, la cual se puede relacionar con el estrés. Los encontramos en las nueces, las semillas de lino y chía y en los pescados azules.
- Por último, también podemos destacar el poder de las infusiones para calmarnos. Debido a sus compuestos como la L-teaniana o los flavonoides, al tomarlos podemos sentir relajación. Algunos ejemplos son el té verde, la manzanilla, la tila o la valeriana.
Es interesante cómo ciertos nutrientes pueden contribuir a nuestra relajación y bienestar, aunque no existe un «alimento mágico». Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en magnesio, triptófano, omega 3, vitaminas del grupo B y antioxidantes puede ayudar a mantenernos más calmados. Además, las infusiones son una gran aliada para relajarnos naturalmente.
Me parece muy interesante la importancia que le da esta entrada a alimentos con ciertas propiedades relevantes, sobre todo porque en la sociedad en la que vivimos hoy en día los jovenes pienso que nos encontramos sobre una gran cantidad de extres constante. Aunque ya conocía las propiedades relajantes que tienen alimentos como las infusiones, me ha llamado mucho la atención que nutrientes y componentes encontrado en alimentos como frutas o incluso los huevos puedan llegar a beneficiarnos con cierta propiedades relajantes.
Me resulta fascinante cómo se vincula la nutrición con nuestro bienestar emocional en el tema de los alimentos antiestrés. La idea de que nutrientes como el magnesio y el triptófano pueden ayudarnos a sentirnos más tranquilos es realmente reveladora. Me entusiasma pensar que, al hacer pequeños ajustes en nuestra dieta, podemos mejorar nuestra salud mental. Además, el énfasis en que no se trata solo de un alimento específico, sino de un patrón dietético general, me invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar lo que comemos para sentirnos mejor cada día.