Información del artículo
- Autor,Laura Plitt
- Título del autor,BBC News Mundo
- 24 noviembre 2024
Figuran en la mayoría de las etiquetas de los comestibles y bebidas envasadas y aparecen incluso en algunos menús de restaurantes y bares: la información sobre la calorías está en todas partes.
Puedes saber cuántas gastas a diario mirando el cuentapasos de tu celular y, si vas al gimnasio, las verás titilando en el contador de la bicicleta fija o la cinta de caminar.
Pero es probable que aun sin ningún tipo de ayuda sepas que una ensalada de lechuga y tomate tiene menos calorías que una pizza y que correr te hará gastar más calorías que caminar.
Sin embargo, este cálculo que hoy nos parece una obviedad grande como una casa era hace más de un siglo una novedad absoluta.
La caloría como unidad de medida en el campo de la nutrición empezó a utilizarse a hacia fines del siglo XIX.
Pero fue recién en los años 20 del siglo pasado que saltó del campo de la ciencia al ámbito popular de la mano de Lulu Hunt Peters, una médica estadounidense que se graduó en la Universidad de California cuando apenas el 5% de los estudiantes de medicina eran mujeres.
Sus columnas publicadas en reconocidos medios del país, en las que documentaban su experiencia tratando de bajar de peso, contaban con miles de lectores, y su manual «Dieta y Salud: Con la clave de las calorías» (1918) se convirtió en el primer libro de dietas más vendido de la historia.
Y aunque hoy sabemos que contar calorías no es la mejor herramienta ni para llevar una dieta saludable ni para bajar de peso –estudios estiman que cerca del 80% de las personas que pierden gran cantidad de peso reduciendo su ingesta calórica vuelven a recuperarlo-, la obsesión por sumar y restar calorías sigue vigente.
Antes de indagar en por qué el modelo de Peters se impuso de la forma en que lo hizo y por qué muchos siguen contando calorías, empecemos por explicar cómo surgió la idea.
Lulu Hunt Peters introdujo el conteo de calorías como una herramienta popular para controlar el peso, pero hoy sabemos que reducir la dieta solo a calorías es limitado. La nutrición es más compleja y depende de la calidad de los alimentos, no solo de la cantidad de energía que aportan.