Su falta de conocimiento del origen de los alimentos que consumen y el estar rodeados anuncios, no ayuda en absoluto a que los más pequeños sepan como y de qué alimentarse.
Los datos de una encuesta realizada por un centro de innovación de Estados Unidos en 2017 revelaban que 16,4 millones de estadounidenses, alrededor del 7% de la población, creían que la leche con chocolate procedía de las vacas marrones. Como esa otra encuesta que venía a decir que uno de cada cinco consumidores desconocía que las hamburguesas se producen con carne de vacuno.
El grado de desconocimiento en los países más industrializados sobre el origen de los alimentos es tan considerable que hay pequeños que afirman que el pan, el vino o los macarrones se obtienen de los animales, en tanto que otros asumen que el queso se procesa a partir de plantas. Según un estudio elaborado por la Fundación Española de la Nutrición, muchos niños españoles consumen más del 50% de las calorías diarias a través de productos industriales.
Por ello, resultaría crucial sentar desde el inicio unas conductas apropiadas frente a lo que se come, teniendo en cuenta que las pautas alimentarias poco saludables se relacionan con un mayor predominio de afecciones en la edad adulta. Reparando en que a los pequeños les atrae explorar, conocer, tocar todo lo que esté a su alcance sirviéndose de sus cuerpos y los sentidos para descubrir el mundo, sería beneficioso enhebrar en la jerarquía de sus vivencias visitas a huertos y granjas, paseos y rutas por el campo para recoger hierbas o frutos silvestres, que, además de despertar sus emociones, contribuiría a formarlos.
También ayudaría aprender el funcionamiento de las cosas, averiguar qué se come en otras latitudes del planeta o cómo se elabora una receta. Recorrer los mercados de las ciudades que se visitan en busca de productos e incrementar las ocasiones en las que comer juntos en familia proveería de argumentos y conocimientos básicos sobre alimentación y nutrición a estos adultos del mañana. Los niños son el futuro. Podemos ser cómplices de su desdicha hipercalórica o llenar audazmente sus miradas de curiosidad y su dieta de colores, placer y cultura.
Fuente principal:https://elpais.com/gastronomia/2024-07-20/blanco-y-en-botella.html
Considero que esta entrada es muy interesante y a la vez necesaria, ya que hoy en día los más jóvenes no reciben una concienciación sobre la nutrición y es debido a esta realidad por lo que hay un porcentaje tan elevado de niños obesos. Además, hoy en día los padres con sus trabajos tienen menos tiempo, y por ello los niños consumen mayor cantidad de productos procesados poco nutritivos. Por esto, pienso que la educación enfocada a la nutrición es necesaria tanto en los niños como en sus padres.
Estoy de acuerdo con el contenido de esta noticia, es crucial educar a los niños en los temas de alimentación para que desde pequeños puedan desarrollar hábitos saludables y entiendan los peligros de algunos alimentos que se consumen. Por otra parte pienso que el problema principal de que los niños desconozcan tanto de la alimentación recae en los padres, es más importante que los progenitores tengan conocimiento sobre nutrición ya que al final son ellos los que compran los alimentos. Igualmente no sería una mala idea que hubiesen charlas con más frecuencia en las escuelas, si los niños son conscientes y se alimentan mejor, podrían prevenir muchas enfermedades en el futuro. Esto además es más importante en países como Estados Unidos donde la sanidad no es pública.
Es preocupante que cada vez más se encuentren estudios como este en blog, que reivindiquen la falta de educación en los niños sobre todo en el ámbito alimenticio, algo tan básico y a la vez tan importante para un correcto desarrollo de su cuerpo, es necesario mas contenido sobre este para concienciar a los padres que puedan poner en practica la educación en la nutrición. Para evitar tantos casos de obesidad infantil.
Creo que es un tema bastante interesante, y estoy de acuerdo en que debemos de inculcar a los niños desde pequeños la importancia de comer adecuadamente y de manera nutritiva. Este aprendizaje creo que puede hacerse en las escuelas de diferentes maneras como: charlas, talleres, trabajos en la escuela, visitar granjas, conocer que se come en otras culturas, conocer los alimentos y sus propiedades, entre otras cosas. Creo que en la actualidad se debería de prestar más atención a este tema ya que los alimentos ultra procesados cada vez están en mayor cantidad y al mayor alcance de los niños lo que puede acarrear problemas en el futuro.
El artículo destaca la alarmante falta de conocimiento de los niños sobre el origen de los alimentos, algo que se ve reflejado en la desconexión con la naturaleza de los productos que consumen. Este desconocimiento, sumado a la influencia de los anuncios y los productos que consumen. Es esencial fomentar la educación alimentaria desde una edad temprana, a través de experiencias directas como visitas a huertos o mercados, para que los niños desarrollen una relación más consciente y saludable con la comida.