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El vino argentino en el mundo: claves para entender su éxito en los mercados internacionales
El vino argentino ha trascendido las fronteras nacionales para posicionarse como un referente en los mercados internacionales. Este fenómeno no es casualidad; es el resultado de una combinación única de tradición, innovación, y un terroir excepcional que ha permitido a este país sudamericano competir con gigantes de la industria vinícola como Francia, Italia y España.
En este artículo exploraremos las razones que han llevado al vino argentino a brillar en el panorama global, analizando su historia, sus regiones más emblemáticas y los factores que lo han consolidado como un producto de excelencia en la industria de alimentos y bebidas.
Un legado histórico que enriquece el presente
La historia del vino en Argentina comienza en el siglo XVI, cuando las primeras vides llegaron de la mano de los colonizadores españoles, sin embargo, fue a partir del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes italianos y franceses, que la viticultura dio un salto cualitativo.
Estas comunidades trajeron consigo conocimientos avanzados en técnicas de cultivo y vinificación, además de variedades de uva que se adaptaron perfectamente a los suelos argentinos.
El desarrollo industrial del país a principios del siglo XX impulsó la expansión del consumo interno. Las provincias de Mendoza, San Juan y Salta se consolidaron como las principales regiones productoras, cada una con características propias.
Pero no fue hasta finales del siglo XX que Argentina empezó a mirar hacia el exterior, una fuerte reestructuración del sector vitivinícola, combinada con la incorporación de tecnología de punta, permitió mejorar la calidad de los vinos y posicionarlos como productos premium en mercados internacionales.
Un terroir incomparable
Uno de los mayores atributos del vino argentino es la diversidad de sus regiones vitivinícolas.
- Mendoza, la principal productora, concentra el 75% del vino nacional gracias a su clima seco, días soleados y suelos ricos en minerales.
- En Salta, los viñedos de altura, algunos ubicados a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar generan vinos intensos y aromáticos, mientras que la Patagonia ofrece opciones frescas y equilibradas que han captado la atención de los mercados premium.
El concepto de «terroir» es crucial para entender el éxito argentino. Este término francés describe la interacción entre suelo, clima y prácticas humanas que confieren a cada vino una personalidad única.
En el caso de Argentina, la variedad de microclimas y altitudes permite producir vinos con perfiles distintivos, que van desde robustos tintos hasta frescos blancos. Esto ha sido clave para atraer a consumidores que buscan autenticidad y calidad.
Malbec y Torrontés, variedades insignia
El Malbec | El Torrontés |
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Originario de Francia, encontró en los valles de Mendoza un lugar perfecto para prosperar. Los vinos de esta variedad se caracterizan por su color profundo, taninos sedosos y notas de frutas negras y especias. Más del 50% de las exportaciones de vino argentino corresponden al Malbec, un claro indicador de su importancia estratégica. | Destaca como una variedad autóctona que combina frescura y aromas florales. Su versatilidad para maridar con platos de la gastronomía argentina, como empanadas o pescados, lo convierte en una opción ideal tanto para el consumo local como para los mercados extranjeros. |
Factores clave del éxito internacional
El posicionamiento del vino argentino en el escenario global no se debe únicamente a la calidad de sus productos, sino también a estrategias bien diseñadas. Las bodegas han sabido identificar mercados clave y adaptar su oferta a las preferencias de los consumidores.
- Por ejemplo, en Estados Unidos, uno de los principales destinos de exportación, el Malbec se presenta como un vino accesible en precio, pero de alta calidad, lo que lo hace competitivo frente a opciones de otras regiones.
Otro factor determinante ha sido la certificación de calidad y las denominaciones de origen controlado (D.O.C.), que otorgan un sello de autenticidad y exclusividad a los vinos argentinos, regiones como Luján de Cuyo y Valle de Uco cuentan con estas certificaciones, lo que respalda su prestigio en el mercado internacional.
La narrativa detrás del vino también juega un papel crucial. Argentina ha construido un relato atractivo que combina tradición, paisajes icónicos y un enfoque sostenible en la producción. Este storytelling resuena particularmente bien en los consumidores modernos, quienes valoran no solo el producto en sí, sino también la historia que lo acompaña.
Innovación y sostenibilidad en la producción
La adopción de tecnologías avanzadas ha permitido a la industria vitivinícola argentina optimizar cada etapa del proceso de producción, desde la vendimia hasta la vinificación.
- Sistemas de riego por goteo, análisis de suelo y monitoreo climático son algunas de las herramientas que han elevado la eficiencia y la calidad en las bodegas.
Además, la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental, muchas bodegas están adoptando prácticas agrícolas regenerativas y produciendo vinos orgánicos, lo que no solo reduce el impacto ambiental, sino que también agrega valor para un consumidor cada vez más consciente.
Este enfoque sostenible es especialmente relevante en mercados europeos, donde las regulaciones y las preferencias tienden a favorecer productos responsables con el medio ambiente.
Desafíos y perspectivas futuras
Aunque el vino argentino goza de un reconocimiento global, enfrenta retos importantes. La competencia en el mercado internacional es feroz, con países como Chile, Sudáfrica y Australia compitiendo en segmentos similares.
Además, la fluctuación económica en Argentina puede impactar en los costos de producción y exportación, representando un desafío adicional.
A pesar de estas dificultades, el futuro del vino argentino es prometedor, la diversificación de mercados, como Asia y África, ofrece nuevas oportunidades de expansión. Asimismo, el desarrollo de nuevas regiones vitivinícolas y la experimentación con variedades menos conocidas podrían fortalecer la posición de Argentina como líder en innovación.
La rigurosa dieta de Vinícius que le ha ayudado a convertirse en uno de los mejores futbolistas del mundo
Madrid, 11 feb. (Mundo Deportivo) – Vinícius Jr., el delantero brasileño del Real Madrid, ha logrado destacar como uno de los futbolistas más impresionantes del panorama internacional en los últimos años. Pero detrás de su extraordinario rendimiento en el campo, hay una rigurosa disciplina alimentaria que juega un papel crucial en su éxito.
El futbolista ha revelado en varias entrevistas que su dieta está estrictamente controlada, diseñada para maximizar su rendimiento físico y mantener su salud. Según fuentes cercanas al jugador, la dieta de Vinícius incluye una combinación de alimentos ricos en nutrientes, proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables, además de un consumo reducido de alimentos procesados y azúcares.
Uno de los aspectos clave de su alimentación es el énfasis en las proteínas magras, como el pollo, el pescado y los huevos, que ayudan en la recuperación muscular y en el mantenimiento de la masa muscular. Además, se asegura de incluir una gran cantidad de vegetales y frutas frescas, fuentes importantes de vitaminas, minerales y antioxidantes que favorecen la regeneración celular y mejoran el sistema inmunológico.
Vinícius también sigue un plan específico de hidratación, con un enfoque en mantenerse siempre bien hidratado antes y después de los entrenamientos. Las bebidas deportivas y los jugos naturales son parte de su rutina, ayudando a reponer los electrolitos perdidos durante el ejercicio.
En cuanto a los carbohidratos, el delantero se asegura de consumir fuentes de bajo índice glucémico, como arroz integral, pasta de grano entero y batatas. Estos carbohidratos de absorción lenta proporcionan energía sostenida durante los partidos y entrenamientos intensos. Por otro lado, limita el consumo de carbohidratos simples, como los que se encuentran en dulces y refrescos.
La dieta de Vinícius también está acompañada por un programa de entrenamiento físico muy exigente, con sesiones de gimnasio, trabajo de resistencia y ejercicios de velocidad y agilidad. Su enfoque no solo está en mejorar su capacidad técnica, sino también en optimizar su físico para soportar la alta intensidad de los partidos.
La disciplina alimentaria de Vinícius ha sido clave para su éxito, y la combinación de una dieta equilibrada con un intenso régimen de entrenamiento ha sido fundamental para su impresionante evolución como uno de los jugadores más destacados del fútbol mundial.
Pablo Ojeda avisa sobre una señal que indica que la patata ya no es apta para el consumo
Madrid, 23 nov. (ABC) – El nutricionista y experto en seguridad alimentaria, Pablo Ojeda, ha alertado sobre una señal clave que indica que las patatas ya no son aptas para el consumo, lo que podría representar un riesgo para la salud. En su última intervención, Ojeda destacó que la presencia de brotes verdes en las patatas es una clara señal de que el tubérculo ya no debe ser consumido, ya que contiene una sustancia tóxica conocida como solanina.
La solanina es un alcaloide natural que se encuentra en las patatas y otros tubérculos de la familia de las solanáceas. Cuando las patatas se exponen a la luz durante un tiempo prolongado o se almacenan en condiciones inadecuadas, pueden desarrollar una concentración elevada de solanina, especialmente en los brotes y la piel verde. El consumo de altas dosis de solanina puede provocar síntomas de intoxicación, como náuseas, vómitos, diarrea, dolores abdominales y, en casos graves, daños en el sistema nervioso.
El experto subrayó que aunque la solanina no se distribuye de manera uniforme en toda la patata, la presencia de brotes verdes o manchas verdes en la piel es un indicativo de que la concentración de la sustancia tóxica ha aumentado. Para evitar cualquier riesgo, Ojeda recomienda eliminar los brotes y las partes verdes antes de cocinar las patatas, ya que la cocción no elimina la solanina.
Además, el nutricionista hizo hincapié en la importancia de almacenar las patatas correctamente, en un lugar fresco, oscuro y seco, para prevenir la formación de brotes y la acumulación de solanina. También es aconsejable no consumir patatas que ya hayan germinado, ya que, además de los brotes, la patata pierde propiedades nutricionales importantes.
Ojeda también indicó que, en general, es importante estar atentos a las señales que nos dan los alimentos para garantizar que estamos consumiendo productos en buen estado. En el caso de las patatas, una correcta conservación y la eliminación de partes dañadas o verdes son pasos esenciales para asegurar su seguridad y calidad.
Los beneficios de la alimentación intuitiva, explicados por la inteligencia artificial
Buenos Aires, 25 nov. (La Nación) – La alimentación intuitiva, un enfoque que promueve escuchar y respetar las señales del cuerpo en lugar de seguir dietas estrictas o contar calorías, ha ganado popularidad en los últimos años. Según explicaciones proporcionadas por la inteligencia artificial, este enfoque tiene diversos beneficios tanto para la salud física como emocional.
La alimentación intuitiva se basa en el principio de que las personas deberían aprender a confiar en su propio cuerpo para decidir cuándo, qué y cuánto comer, sin sentirse presionadas por normas externas o estándares de belleza. En lugar de seguir un plan alimenticio rígido, se enfoca en la conciencia plena de las necesidades individuales del organismo. La inteligencia artificial, que ha sido entrenada con vastos datos sobre nutrición y bienestar, describe la alimentación intuitiva como una práctica que puede ayudar a mejorar la relación con la comida y reducir la ansiedad relacionada con el comer.
Según los expertos en el tema, este enfoque tiene varios beneficios comprobados. Uno de los principales es la mejora en el bienestar emocional, ya que al dejar de lado las restricciones alimentarias y las dietas severas, las personas tienden a desarrollar una relación más saludable y equilibrada con la comida. Esto puede llevar a una disminución de los trastornos alimentarios y promover una mayor satisfacción con las elecciones alimenticias. Además, fomenta la escucha activa de las señales internas del cuerpo, lo que puede resultar en una mejor regulación del hambre y la saciedad.
Desde un punto de vista físico, se argumenta que la alimentación intuitiva puede ayudar a mantener un peso corporal saludable a largo plazo, ya que las personas tienden a comer en función de sus verdaderas necesidades, sin caer en excesos. También se asocia con un mayor disfrute de los alimentos, ya que se elimina la culpa y el estrés por comer, lo que mejora la digestión y el bienestar general.
La inteligencia artificial, en sus respuestas, subraya que este enfoque puede ser especialmente útil en un contexto en el que la sociedad está cada vez más expuesta a una gran cantidad de dietas restrictivas y mensajes sobre la imagen corporal. La AI también destaca que la alimentación intuitiva promueve la autoaceptación y fomenta una cultura de bienestar integral, más allá de los estándares estéticos impuestos por la sociedad.
En conclusión, la alimentación intuitiva se presenta como una alternativa a las dietas convencionales, centrada en el respeto por las señales del cuerpo y en la búsqueda de una relación más sana y equilibrada con la comida. Si bien no es una solución mágica, puede ser una opción efectiva para aquellos que buscan mejorar su salud mental y física, sin la presión de seguir regímenes alimentarios estrictos.
La CNMC pide ajustar la norma sobre alimentación saludable en los colegios
Madrid, 25 nov. (Ambientum) – La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha solicitado una revisión y ajuste de la normativa vigente sobre alimentación saludable en los colegios, argumentando que la regulación actual no es lo suficientemente flexible ni adecuada para cumplir con los objetivos de una dieta equilibrada en los centros educativos. La CNMC considera que los marcos normativos deben alinearse con los avances científicos en nutrición y, a la vez, garantizar la competencia en el mercado de productos alimentarios dirigidos a la comunidad escolar.
En un informe emitido recientemente, la CNMC destaca que la legislación en materia de alimentación escolar debe ser más precisa para equilibrar las necesidades nutricionales de los estudiantes con la posibilidad de que las instituciones educativas elijan productos adecuados sin que ello implique restricciones innecesarias para los proveedores. El organismo considera que algunos de los criterios actuales podrían estar limitando la oferta de alimentos saludables, lo que no favorece la libertad de elección de los centros y afecta a la diversidad nutricional de las opciones disponibles.
La normativa actual establece que los menús escolares deben cumplir con ciertos estándares nutricionales, promoviendo una dieta saludable basada en productos frescos y naturales, pero la CNMC argumenta que la falta de flexibilidad en los detalles técnicos puede generar una oferta limitada, especialmente para los centros que buscan opciones que se ajusten a las necesidades específicas de su alumnado. Este punto de vista se complementa con la observación de que los criterios sobre el etiquetado nutricional y las restricciones de ciertos ingredientes pueden no estar suficientemente actualizados, dado el dinamismo de la ciencia alimentaria.
Además, la CNMC propone que se dé mayor protagonismo a la educación nutricional en los colegios, no solo en la oferta de alimentos, sino también en la formación de los estudiantes, docentes y familias sobre hábitos alimentarios saludables. Este enfoque holístico podría tener un impacto significativo en la salud pública, no solo fomentando una mejor alimentación en el presente, sino también educando a las futuras generaciones sobre la importancia de la nutrición equilibrada.
Finalmente, el informe de la CNMC insta a una revisión de las políticas públicas relacionadas con la alimentación en los colegios para mejorar tanto la calidad de los alimentos como la competitividad del mercado, todo ello en el contexto de una sociedad cada vez más concienciada sobre los efectos de la alimentación en la salud. La propuesta de la CNMC apunta a que una normativa más flexible y actualizada podría contribuir significativamente a la mejora del bienestar de los estudiantes.
¿Por qué los astronautas informan que las comidas tienen un sabor diferente en el espacio?
Astronautas informan de que las comidas tienen un sabor diferente en el espacio
Madrid, 25 nov. (Europa Press) – Los astronautas que han estado en misiones espaciales han informado en diversas ocasiones que los alimentos tienen un sabor diferente en el espacio, algo que ha generado interés en la comunidad científica y alimentaria. Según los expertos, este fenómeno se debe a varios factores, como la microgravedad y los cambios en la percepción sensorial que se experimentan fuera de la Tierra.
En el espacio, la ausencia de gravedad afecta al sentido del gusto, ya que los líquidos en el cuerpo, como la sangre, tienden a desplazarse hacia la parte superior del cuerpo, lo que puede influir en cómo se perciben los sabores. Además, la atmósfera de la nave espacial, con una concentración más baja de oxígeno y la falta de humedad, puede alterar la forma en que se perciben los alimentos.
Los astronautas han señalado que los alimentos pueden parecer menos sabrosos y, por lo tanto, se han desarrollado métodos para potenciar su sabor. Para ello, los alimentos que se envían a la Estación Espacial Internacional (EEI) se someten a procesos de conservación, como la deshidratación, y se utilizan condimentos y especias en mayores cantidades. Incluso algunos astronautas han mencionado que el uso de alimentos picantes, como la salsa picante, les ayuda a mejorar la experiencia gastronómica en el espacio.
Los avances en la tecnología alimentaria también han permitido la creación de alimentos especiales para el espacio, que no solo son nutritivos, sino que también están diseñados para facilitar su consumo en condiciones de microgravedad. Por ejemplo, se utilizan envases especiales que evitan que los líquidos se derramen, y los alimentos están empacados de manera que se mantengan frescos y fáciles de preparar.
Este fenómeno de los cambios en el sabor de los alimentos en el espacio ha sido objeto de diversos estudios, y se espera que los avances en la investigación sobre la percepción del gusto en microgravedad puedan mejorar la calidad de vida de los astronautas durante las largas misiones espaciales, como las planeadas para la exploración de la Luna o Marte.
Libros sobre alimentación y buen comer
La nutrición y el buen comer en la literatura ha evolucionado desde manuales básicos hasta estudios científicos exhaustivos y obras narrativas que nos conectan con la importancia del buen comer. Estos textos no solo nos enseñan qué alimentos elegir o cómo prepararlos, sino que también abordan las implicaciones culturales, económicas y emocionales de nuestra dieta.
Comer de otra manera
Alimentación intuitiva, de Elyse Resch y Evelyn Tribole, es un libro esencial en nutrición que propone reconectar con las señales internas de hambre y saciedad, dejando de lado las dietas restrictivas. Las autoras abordan temas como superar trastornos alimentarios y el estigma del peso, ofreciendo herramientas prácticas para integrar la alimentación intuitiva en la vida diaria.
Por su parte, Alimentación consciente, de Suzanne Powell, da indicaciones para tener una correcta combinación de alimentos y la elección de opciones libres de tóxicos. El libro incluye dietas desintoxicantes, monodietas de frutas y la relación entre los hábitos alimenticios y el bienestar emocional.
Tu alimento es tu medicina
Los principios modernos de nutrición no están peleados con la sabiduría ancestral del yoga, como se lee en La alimentación como medicina. En sus páginas, Dharma Singh Khalsa ofrece un enfoque integral para la salud física, mental y espiritual con un programa práctico basado en la desintoxicación, el uso de productos naturales y recetas nutritivas y una dieta rica en frutas, jugos y proteínas vegetales que no solo alimenta, sino revitaliza el cuerpo y la mente.
A la par, el Manual de alimentación sana, de Rafael Lezaeta Pérez-Cotapos, combina principios de la medicina natural con estrategias prácticas para una dieta equilibrada, destacando el impacto de los hábitos alimenticios en la salud integral. Siguiendo el legado de su padre, Manuel Lezaeta Acharán, el autor ofrece recomendaciones dietéticas adaptadas a diversas etapas de la vida y condiciones específicas como diabetes o problemas hepáticos.
Libros sobre alimentación y buen comer
Bar de Jugos, de Sara Lewis, es un libro práctico que ofrece más de 80 recetas de jugos y bebidas saludables para revitalizar el cuerpo y la mente. Destacando ingredientes naturales como frutas frescas y vegetales, el libro propone combinaciones nutritivas que promueven el bienestar.
Y siguiendo la línea de los alimentos en estado líquido, recomendamos Superfood Smoothies. Batidos de superalimentos, de Julie Morris, es un libro que ofrece 100 recetas de batidos energizantes y nutritivos, centrados en los beneficios de los superalimentos. Incluye un sistema de iconos que permite identificar las propiedades específicas de cada receta, como el contenido de proteínas o calorías.
https://librotea.com/estanterias/nutricion-y-buen-comer-en-la-literatura
Zaragoza forma a un centenar de personas en Las Fuentes para promover la alimentación sostenible y saludable en el barrio
Se trata de un programa piloto que se ha desarrollado para trabajar en red y facilitar que accedan a una alimentación más saludable todo tipo de colectivos.
En la iniciativa, que se enmarca en la Estrategia municipal de Alimentación Sostenible y Saludable, han participado usuarios de centros de mayores y de servicios sociales, adolescentes o inquilinos de viviendas sociales.
Cerca de un centenar de personas del barrio de Las Fuentes se han formado a lo largo de los últimos meses sobre cómo afecta la alimentación a nuestra salud, qué dietas son más adecuadas y cómo acceder a alimentos saludables y sostenibles. A partir de ahora ellas promoverán en el barrio, entre sus vecinos y conocidos, la importancia de adoptar dietas más saludables.
La creación de esta escuela de agentes de salud alimentaria es un proyecto piloto que ha desarrollado el Ayuntamiento de Zaragoza con financiación de la Fundación Daniel y Nina Carasso y la colaboración de CERAI y forma parte de las acciones de la Estrategia Municipal de Alimentación Sostenible y Saludable.
La consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes ha explicado que con esta iniciativa ‘buscamos mejorar la salud de todas las personas, especialmente de los grupos sociales más vulnerables económicamente. Los estudios científicos nos indican que estas personas suelen tener hábitos de vida, de alimentación y de actividad física menos saludables y eso repercute en problemas de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares‘.
Las actividades de este programa piloto comenzaron el pasado mes de mayo y han concluido esta semana. A lo largo de estos meses se han desarrollado 26 talleres en los que se han formado unas 90 personas de diferentes grupos sociales. Se trata de jóvenes de 12 a 14 años de la ludoteca Cantalobos, usuarios del Centro Municipal de Servicios Sociales y del Centro de Mayores, miembros del grupo de Salud en Red de Las Fuentes y personas que viven en el edificio Ricardo Millán de Zaragoza Vivienda.
En estos talleres han recibido formación sobre qué es la alimentación saludable y sostenible y por qué es importante, qué enfermedades están relacionadas con una
alimentación poco adecuada y qué alimentos ayudan a tener una buena salud. Además se ha trabajado específicamente cómo acceder a una buena alimentación y cuánto cuesta, con visitas a los diferentes comercios del barrio. También se han realizado talleres prácticos para aprender a cocinar platos, almuerzos y postres saludables, sostenibles y económicos.
Gaudes ha destacado que el objetivo de esta escuela es ‘que ahora este centenar de personas actúe como agentes de salud alimentaria entre los colectivos a los que pertenecen y ayuden a otras personas del barrio en situación de vulnerabilidad para que puedan tener una alimentación más saludable y mejores hábitos de vida. Además, estarán contribuyendo a mitigar el cambio climático a través del consumo de alimentos sostenibles’.
La consejera ha puesto en valor que esta iniciativa ‘es fruto de la colaboración y el trabajo en red de diferentes servicios municipales, entidades y colectivos que ya venían desarrollando iniciativas de salud en Las Fuentes‘. Impulsada por la Oficina municipal de Medio Ambiente, Acción Climática y Salud Pública con la colaboración de los servicios sociales comunitarios del Ayuntamiento, el primer paso fue definir en qué barrio de la ciudad se iba a realizar y cómo ejecutarla.
La decisión fue implementarla en Las Fuentes y generar sinergias con otro proyecto que ya estaba en marcha en el barrio: Salud en red Las Fuente. Formado por entidades y profesionales del sector público y del tejido asociativo, trabaja para generar entornos saludables y mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional de los vecinos como parte de la iniciativa Salud en Red en los Barrios, impulsada por Salud Pública del Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza.
De esta forma, la mejora de la alimentación se ha integrado en ese trabajo como un elemento determinante de salud en el barrio.
Albergue municipal, escuelas infantiles y centros deportivos
Dentro de la Estrategia municipal de Alimentación Sostenible y Saludable, el Ayuntamiento de Zaragoza viene desarrollando también otras líneas de actuación. Así se ha trabajando con varios servicios municipales que realizan contrataciones alimentarias los criterios nutricionales, ambientales, sociales y educativos que pueden mejorar esas contrataciones. En este proceso, cofinanciado por la Fundación Daniel y Nina Carasso y con la colaboración de Mensa Cívica, han participado la Casa de Amparo, el Albergue Municipal, las Escuelas Infantiles Municipales, centros deportivos y los servicios de comida a domicilio.
Además, a lo largo de estos últimos meses, se han realizado diferentes acciones de sensibilización. Por un lado, se ha trabajado con las familias de las Escuelas Infantiles Municipales para que puedan completar en casa el menú saludable y sostenible que los menores reciben en la escuela.
Por otro, se han desarrollado acciones en las cafeterías de varios centros municipales deportivos, con degustaciones dinamizadas de alimentos saludables, como frutas y verduras de temporada y de cercanía. Estas iniciativas han ido dirigida por un lado a los adjudicatarios de las cafeterías, para conocer los costes de la materia prima, los márgenes comerciales y los posibles precios a los que se podría servir el producto, y por otro a los usuarios de los centros, para ver su respuesta a la oferta de ese tipo de platos.
Cómo la alimentación y la sobremesa marcaron la evolución humana: “Los Sapiens hemos creado una naturaleza nueva y distinta”
Lo que somos hoy es lo que comimos ayer. Las carnes para las que entrenamos nuestras muelas, las verduras que cocinamos al fuego y los ahumados que preparamos para conservar la comida han jugado un papel clave en la evolución del ser humano, así como otras actividades más sociales, como contar anécdotas en torno a un fuego domesticado. O lo que es lo mismo: hace 100.000 años, los Homo Sapiens ya se reunían en una especie de sobremesa, una costumbre que gustosamente hemos heredado de nuestros antepasados.
Pese a que en sí misma y como un elemento aislado la nutrición no explica la evolución humana, también es cierto que esta no se entiende sin la otra. Los paleoantropólogos descubren cada día nuevos hallazgos que desmontan teorías hasta entonces sostenidas sobre ladiferencia entre los Sapiens y las otras especiescon las que coexistieron en un intervalo de entre hace 300.000 y 50.000 años. Si había disparidades en la alimentación de Sapiens y neandertales, es todavía hoy un objeto de estudio en abierto.
Hasta ahora, varios autores sostenían que, mientras los neandertales eran cazadores de grandes animales (bisontes, renos, rinocerontes e incluso elefantes), los humanos anatómicamente modernos tenían un espectro alimenticio bastante amplio. A medida que vamos profundizando en los estudios, se ha descubierto que las diferencias se van difuminando. “Hoy sabemos que los neandertales también cazaban animales pequeños, entonces ya no existe esa gran diferencia”, explica a Infobae España Antonio Rosas, profesor de investigación del CSIC y director del Grupo de Paleoantropología en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
Para el paleoantropólogo, cuestionarnos hasta qué punto ha podido influir la alimentación en el éxito de la supervivencia de nuestra especie es la “pregunta del millón”, pues aunque reconoce su papel, no deja de entenderla como “un elemento que se inserta en un sistema social”. “Nosotros, como especie, tenemos una singularidad clara, y es que tenemos un cerebro muy grande que necesita mucha energía, especialmente en las mujeres encinta para el desarrollo de los fetos y los niños en periodo de lactancia”, aclara Rosas.
La sobremesa, una tradición prehistórica
Donde hay comida, hay sobremesa. El tiempo compartido tras un almuerzo, la conversación lenta y la pausa antes de volver a las obligaciones están tan presentes hoy como hace medio millón de años. No es baladí este rato de sobremesa en la Prehistoria, pues es alrededor del fuego donde se produce este intercambio de ideas, el famoso “fuego de campamento”. “La capacidad de estar un tiempo parados charlando propicia una red de interacciones sociales y probablemente una tradición oral. La luz y el calor permite ese tiempo porque alarga el periodo de actividad diaria”.
La realidad de los Homo Sapiens se conforma así por una red social, cultural y biológica imposible de separar, cuyas implicaciones también se ven expresadas en términos alimenticios. “Hemos inventado una manera de existir en la que lo biológico y lo social están íntimamente unidos: una naturaleza nueva y distinta”, concluye Rosas.
Alimentos de proximidad, más sostenibles y con valor añadido
Cuidar del planeta no es solo responsabilidad de los gobiernos. Cada ciudadano debe tomar consciencia de la necesidad de protegerlo para contribuir, a su vez, a garantizar la salud de cada una de las personas que viven en él.
En esta línea, la Organización Mundial de la Salud ha aprovechado la celebración del Día Mundial de la Salud para instar a los particulares a pasar a la acción y adoptar actitudes e iniciativas que repercutan en la salud de los seres humanos y el planeta.
Además de animarlos a alzar su voz y exigir acciones climáticas que repercutan en la protección de su salud, la OMS propone optar por el transporte público y la energía renovable; no malgastar en calefacción y apagar las luces cuando no sean necesarias; evitar el tabaco, consumir menos plástico y optar por bolsas reciclables; evitar los alimentos y bebidas altamente procesados y comprar alimentos frescos a productores locales.
El 47% de los consumidores afirman que la sostenibilidad tiene algún impacto en sus hábitos alimenticios
Una opción, la de optar por alimentos locales, que está ganando peso entre los ciudadanos europeos según una encuesta realizada en 2019 por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) junto a otras organizaciones miembro de BEUC, la Organización Europea de Asociaciones de Consumidores.
De los datos del sondeo se extrae que el 47% de los consumidores afirman que la sostenibilidad tiene algún impacto en sus hábitos alimenticios y el 24% que tiene mucho impacto. Un concepto, el de sostenible, que asocian a un bajo impacto ambiental, el no uso de pesticidas y transgénicos y a las cadenas de suministros locales.
De los datos obtenidos en la encuesta también se extrae que dos de cada tres consumidores están abiertos a cambiar sus hábitos alimentarios por razones ambientales, que el 62% compraría principalmente frutas y verduras de temporada y que un 43% está decidido a consumir más alimentos de origen vegetal.
Beneficios y distintivos
Los alimentos de proximidad se asocian a un menor impacto medioambiental debido a las bajas emisiones asociadas a su transporte y, habitualmente, a un menor uso de embalajes con plásticos al no tener que protegerse para transportarse.
Además, repercuten directamente en la economía local, están más ligados al territorio y los consumidores los relacionan con un mayor valor nutricional y organoléptico (olor, color y sabor), y, por tanto, con una mayor calidad.
A pesar del interés que despiertan, este tipo de alimentos no dispone actualmente de una certificación legal que los acredite, como sí ocurre con otras categorías, como los alimentos ecológicos, lo que puede crear confusión a la hora de identificarlos. De hecho, una de las peticiones detectadas en la encuesta de la OCU es que los consumidores demandan que la información de sostenibilidad sea obligatoria en las etiquetas de los alimentos.
El consumo de alimentos de proximidad contribuye a disminuir el desperdicio alimentario asociado al transporte y al almacenamiento
En Catalunya, un decreto aprobado en 2013 y ampliado en 2019 permite a los productores acceder a una acreditación de venta de proximidad basada en el número de intermediarios que intervienen en la comercialización de un producto (puede ser venta directa o circuito corto), lo que permite a los consumidores identificarlos en el punto de venta o en los restaurantes que elaboran sus platos con productos de proximidad.
Entre otros beneficios, este distintivo supone:
- Asegurarse de que los productos provienen de los productores del territorio.
- Poner en valor el trabajo de los productores al comprar en origen.
- Ahorrar en transporte y contribuir a reducir la huella ecológica.
- Consumir productos de temporada más frescos y nutritivos.
- Contribuir a mantener las variedades autóctonas y a la diversidad.
- Promover la economía local y el desarrollo socieconómico del territorio.
- Cocinar con productos que forman parte de la cultura gastronómica local.
- Garantizar que el territorio se mantenga vivo con los productores como protagonistas.
- Contribuir a que el productor reciba un precio justo y razonable.
- Consumir de forma responsable teniendo en cuenta valores medioambientales, éticos y sociales con los que están hechos los productos.
Respeto por el ecosistema y compromiso con los productores
Desde hace años, uno de los principales impulsores del consumo de productos de proximidad es la asociación ecogastronómica internacional Slow Food, que apuesta por una “nueva gastronomía” que respeta las tradiciones gastronómicas locales desde un enfoque multidisciplinar y “defiende el placer vinculado al alimento, reflexiona sobre la educación del gusto y el derecho al disfrute con un nuevo sentido de responsabilidad, teniendo en cuenta el equilibrio con el ecosistema, la defensa de la biodiversidad agroalimentaria y el compromiso ético con los productores”.
La asociación establece una serie de requisitos para que un plato se considere Km0 (kilómetro cero) y un restaurante sea certificado como Slow Food:
• Para que un plato sea considerado Km0, un 40% de los ingredientes deben ser de procedencia local, incluyendo el principal. Además, el 60% de los ingredientes restantes deberán pertenecer al Arca del Gusto, el Baluarte, o el Tutelado Slow Food, tres iniciativas impulsadas por la organización, o tener certificación ecológica, y no podrá contener alimentos transgénicos o animales que hayan sido alimentados con transgénicos.
• Para que un restaurante se incluya en la guía Slow Food de restaurantes km0 deberá tener, como mínimo, cinco platos Km0 durante todo el año; comprar y usar, como mínimo, cinco productos del Arca del Gusto de Slow Food; y comprar a cinco productores de tipología diferente, que estén establecidos a menos de 100 km del restaurante (como mínimo, uno de éstos deberá producir verduras).