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Competencia autoriza con compromisos la compra del 50% de Cacaolat por parte de ColaCao
Idilia Foods se convierte en líder del mercado de batidos en España
Idilia Foods, la empresa española que agrupa marcas icónicas como ColaCao, Nocilla, Paladín y Okey, ha dado un paso estratégico clave en su expansión. Tras la reciente autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), ha finalizado la adquisición del 50% de Cacaolat, hasta ahora propiedad de Damm. Esta operación posiciona a Idilia Foods como el mayor grupo de batidos de España.
Los términos de la operación
La CNMC aprobó la transacción el 21 de noviembre en primera fase, estableciendo ciertos compromisos que no han sido detallados públicamente. Este acuerdo incorpora a la cartera de Idilia Foods las marcas más reconocidas de Cacaolat: Cacaolat, Letona y Laccao, así como las líneas de batidos ColaCao Energy, ColaCao Shake y Okey, reforzando su liderazgo en el sector.
A nivel operativo, la producción de Cacaolat continuará en su planta de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona), bajo la dirección de Josep Barbena y su equipo. Aunque seguirá operando como una unidad independiente, el acuerdo busca potenciar el crecimiento de ambas empresas en el mercado nacional e internacional de batidos lácteos.
Cacaolat: historia y expansión
Fundada en Barcelona en 1933, Cacaolat se ha consolidado como la marca líder de batidos lácteos en España. En 2023, alcanzó una facturación de 82 millones de euros, con un incremento del 12,8% respecto al año anterior, y empleó a 225 personas. La empresa lleva adelante un plan de transformación desde 2019, centrado en la internacionalización, la sostenibilidad, la digitalización y la excelencia comercial.
Por su parte, Idilia Foods facturó 194 millones de euros en 2023, demostrando su fortaleza en el mercado alimenticio español. Con esta adquisición, busca consolidar su liderazgo en el sector y expandir la presencia de sus marcas en nuevos mercados.
Perspectivas del acuerdo
La unión de estas dos empresas emblemáticas no solo amplía el portafolio de productos de Idilia Foods, sino que promete reforzar la innovación y el crecimiento del mercado de batidos en España y más allá. La planta de Cacaolat, con su rica historia y capacidad de producción, seguirá siendo un pilar clave en esta nueva etapa de expansión conjunta.
Cómo la alimentación y la sobremesa marcaron la evolución humana: “Los Sapiens hemos creado una naturaleza nueva y distinta”
Lo que somos hoy es lo que comimos ayer. Las carnes para las que entrenamos nuestras muelas, las verduras que cocinamos al fuego y los ahumados que preparamos para conservar la comida han jugado un papel clave en la evolución del ser humano, así como otras actividades más sociales, como contar anécdotas en torno a un fuego domesticado. O lo que es lo mismo: hace 100.000 años, los Homo Sapiens ya se reunían en una especie de sobremesa, una costumbre que gustosamente hemos heredado de nuestros antepasados.
Pese a que en sí misma y como un elemento aislado la nutrición no explica la evolución humana, también es cierto que esta no se entiende sin la otra. Los paleoantropólogos descubren cada día nuevos hallazgos que desmontan teorías hasta entonces sostenidas sobre la diferencia entre los Sapiens y las otras especies con las que coexistieron en un intervalo de entre hace 300.000 y 50.000 años. Si había disparidades en la alimentación de Sapiens y neandertales, es todavía hoy un objeto de estudio en abierto.
Hasta ahora, varios autores sostenían que, mientras los neandertales eran cazadores de grandes animales (bisontes, renos, rinocerontes e incluso elefantes), los humanos anatómicamente modernos tenían un espectro alimenticio bastante amplio. A medida que vamos profundizando en los estudios, se ha descubierto que las diferencias se van difuminando. “Hoy sabemos que los neandertales también cazaban animales pequeños, entonces ya no existe esa gran diferencia”, explica aInfobae España Antonio Rosas, profesor de investigación del CSIC y director del Grupo de Paleoantropología en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
Las investigaciones en Atapuerca le granjearon a Rosas y su equipo el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997, y desde 2003 es el responsable de los estudios antropológicos de los neandertales de El Sidrón. Dicho trabajo le ha catapultado a participar en el proyecto del Genoma Neandertal, un plan para la secuenciación del ADN de este homínido. Junto con Marina Mosquera, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez Castro, Eudald Carbonell e Ignacio Martínez, Rosas es el descubridor de la especie Homo Antecessor, el homínido más antiguo de Europa.
Para el paleoantropólogo, cuestionarnos hasta qué punto ha podido influir la alimentación en el éxito de la supervivencia de nuestra especie es la “pregunta del millón”, pues aunque reconoce su papel, no deja de entenderla como “un elemento que se inserta en un sistema social”. “Nosotros, como especie, tenemos una singularidad clara, y es que tenemos un cerebro muy grande que necesita mucha energía, especialmente en las mujeres encinta para el desarrollo de los fetos y los niños en periodo de lactancia”, aclara Rosas.
Para el mantenimiento y la supervivencia de las poblaciones humanas, era necesario llevar una dieta rica en ciertas vitaminas o ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, los conocidos omegas que nuestro cuerpo no son capaces de sintetizar y necesitamos adquirir con la dieta. Sin embargo, esto no nos explica, sino “la sofisticación cultural, la capacidad muy acentuada que tenemos las poblaciones de Homo Sapiens para comunicarnos con símbolos y la habilidad para construir grupos y redes sociales intensas”. Al fin y al cabo, lo simbólico no deja de ser la abstracción de un concepto.
En ocasiones, erramos en pretender explicar la evolución del Sapiens al poner el foco en las diferencias o similitudes de la dieta con otras especies de homínidos. Por ejemplo, “la dieta de los esquimales no tiene nada que ver con la dieta de la gente que vive en el Sahara y ambos grupos son humanos. Por tanto, efectivamente hay elementos básicos que hay que adquirir desde fuera de la dieta porque no los sintetizamos, pero cada grupo culturalmente se apaña como puede con lo que tiene”. En materia de nutrición, tampoco podemos obviar la capacidad de conservar alimentos, que permitía a las poblaciones tener acceso a la comida en épocas de carestía. Esto se lograba con técnicas de ahumado o salazón que aseguraban la disponibilidad de víveres cuando la cosecha silvestre era deficiente.
El dominio del fuego
Para hablar de la evolución de nuestra especie y el vínculo con la alimentación, hay que hacerlo en torno a una hoguera, un fuego domesticado que permitió la cocción de los alimentos. No obstante, es importante tener en cuenta que este dominio del fuego no es exclusivo de los Sapiens, pues los registros arqueológicos lo sitúan hace 400.000 años en Europa por obra de los antepasados directos de los neandertales. Algunas teorías recientes ubican la domesticación del fuego hace más de medio millón de años en el continente africano.
Comer carne y verduras cocinadas tiene varias implicaciones: “La dieta se hace más blanda y mucho más nutritiva porque el cocinado permite una predigestión. Además, consigue que algunos alimentos vegetales puedan ser consumidos porque se les quita el factor de toxicidad”. A ello se le suma la utilidad de proporcionar luz y calor, permitiendo vivir en ecosistemas muy fríos y ahuyentando a las fieras.
El paleoantropólogo da un paso más allá y asocia el fuego a unas transformaciones morfológicas también decisivas en nuestra evolución. “La dureza de la dieta es la que explica el tamaño de los dientes o de la mandíbula. Hay otros factores implicados porque la cara, la mandíbula y los dientes están insertos en el crecimiento de toda la cabeza, que es un sistema muy complicado en el que interacciona el posicionamiento de los ojos, los oídos, el cerebro, las vías respiratorias…”
La sobremesa, una tradición prehistórica
Donde hay comida, hay sobremesa. El tiempo compartido tras un almuerzo, la conversación lenta y la pausa antes de volver a las obligaciones están tan presentes hoy como hace medio millón de años. No es baladí este rato de sobremesa en la Prehistoria, pues es alrededor del fuego donde se produce este intercambio de ideas, el famoso “fuego de campamento”. “La capacidad de estar un tiempo parados charlando propicia una red de interacciones sociales y probablemente una tradición oral. La luz y el calor permite ese tiempo porque alarga el periodo de actividad diaria”.
La realidad de los Homo Sapiens se conforma así por una red social, cultural y biológica imposible de separar, cuyas implicaciones también se ven expresadas en términos alimenticios. “Hemos inventado una manera de existir en la que lo biológico y lo social están íntimamente unidos: una naturaleza nueva y distinta”, concluye Rosas.
El vino argentino en el mundo: claves para entender su éxito en los mercados internacionales
El vino argentino ha trascendido las fronteras nacionales para posicionarse como un referente en los mercados internacionales. Este fenómeno no es casualidad; es el resultado de una combinación única de tradición, innovación, y un terroir excepcional que ha permitido a este país sudamericano competir con gigantes de la industria vinícola como Francia, Italia y España.
En este artículo exploraremos las razones que han llevado al vino argentino a brillar en el panorama global, analizando su historia, sus regiones más emblemáticas y los factores que lo han consolidado como un producto de excelencia en la industria de alimentos y bebidas.
Un legado histórico que enriquece el presente
La historia del vino en Argentina comienza en el siglo XVI, cuando las primeras vides llegaron de la mano de los colonizadores españoles, sin embargo, fue a partir del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes italianos y franceses, que la viticultura dio un salto cualitativo.
Estas comunidades trajeron consigo conocimientos avanzados en técnicas de cultivo y vinificación, además de variedades de uva que se adaptaron perfectamente a los suelos argentinos.
El desarrollo industrial del país a principios del siglo XX impulsó la expansión del consumo interno. Las provincias de Mendoza, San Juan y Salta se consolidaron como las principales regiones productoras, cada una con características propias.
Pero no fue hasta finales del siglo XX que Argentina empezó a mirar hacia el exterior, una fuerte reestructuración del sector vitivinícola, combinada con la incorporación de tecnología de punta, permitió mejorar la calidad de los vinos y posicionarlos como productos premium en mercados internacionales.
Un terroir incomparable
Uno de los mayores atributos del vino argentino es la diversidad de sus regiones vitivinícolas.
- Mendoza, la principal productora, concentra el 75% del vino nacional gracias a su clima seco, días soleados y suelos ricos en minerales.
- En Salta, los viñedos de altura, algunos ubicados a más de 3,000 metros sobre el nivel del mar generan vinos intensos y aromáticos, mientras que la Patagonia ofrece opciones frescas y equilibradas que han captado la atención de los mercados premium.
El concepto de «terroir» es crucial para entender el éxito argentino. Este término francés describe la interacción entre suelo, clima y prácticas humanas que confieren a cada vino una personalidad única.
En el caso de Argentina, la variedad de microclimas y altitudes permite producir vinos con perfiles distintivos, que van desde robustos tintos hasta frescos blancos. Esto ha sido clave para atraer a consumidores que buscan autenticidad y calidad.
Malbec y Torrontés, variedades insignia
El Malbec | El Torrontés |
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Originario de Francia, encontró en los valles de Mendoza un lugar perfecto para prosperar. Los vinos de esta variedad se caracterizan por su color profundo, taninos sedosos y notas de frutas negras y especias. Más del 50% de las exportaciones de vino argentino corresponden al Malbec, un claro indicador de su importancia estratégica. | Destaca como una variedad autóctona que combina frescura y aromas florales. Su versatilidad para maridar con platos de la gastronomía argentina, como empanadas o pescados, lo convierte en una opción ideal tanto para el consumo local como para los mercados extranjeros. |
Factores clave del éxito internacional
El posicionamiento del vino argentino en el escenario global no se debe únicamente a la calidad de sus productos, sino también a estrategias bien diseñadas. Las bodegas han sabido identificar mercados clave y adaptar su oferta a las preferencias de los consumidores.
- Por ejemplo, en Estados Unidos, uno de los principales destinos de exportación, el Malbec se presenta como un vino accesible en precio, pero de alta calidad, lo que lo hace competitivo frente a opciones de otras regiones.
Otro factor determinante ha sido la certificación de calidad y las denominaciones de origen controlado (D.O.C.), que otorgan un sello de autenticidad y exclusividad a los vinos argentinos, regiones como Luján de Cuyo y Valle de Uco cuentan con estas certificaciones, lo que respalda su prestigio en el mercado internacional.
La narrativa detrás del vino también juega un papel crucial. Argentina ha construido un relato atractivo que combina tradición, paisajes icónicos y un enfoque sostenible en la producción. Este storytelling resuena particularmente bien en los consumidores modernos, quienes valoran no solo el producto en sí, sino también la historia que lo acompaña.
Innovación y sostenibilidad en la producción
La adopción de tecnologías avanzadas ha permitido a la industria vitivinícola argentina optimizar cada etapa del proceso de producción, desde la vendimia hasta la vinificación.
- Sistemas de riego por goteo, análisis de suelo y monitoreo climático son algunas de las herramientas que han elevado la eficiencia y la calidad en las bodegas.
Además, la sostenibilidad se ha convertido en un pilar fundamental, muchas bodegas están adoptando prácticas agrícolas regenerativas y produciendo vinos orgánicos, lo que no solo reduce el impacto ambiental, sino que también agrega valor para un consumidor cada vez más consciente.
Este enfoque sostenible es especialmente relevante en mercados europeos, donde las regulaciones y las preferencias tienden a favorecer productos responsables con el medio ambiente.
Desafíos y perspectivas futuras
Aunque el vino argentino goza de un reconocimiento global, enfrenta retos importantes. La competencia en el mercado internacional es feroz, con países como Chile, Sudáfrica y Australia compitiendo en segmentos similares.
Además, la fluctuación económica en Argentina puede impactar en los costos de producción y exportación, representando un desafío adicional.
A pesar de estas dificultades, el futuro del vino argentino es prometedor, la diversificación de mercados, como Asia y África, ofrece nuevas oportunidades de expansión. Asimismo, el desarrollo de nuevas regiones vitivinícolas y la experimentación con variedades menos conocidas podrían fortalecer la posición de Argentina como líder en innovación.
Dificultades en el sistema de aprobación de nuevos alimentos en la Unión Europea
Las dificultades en el sistema de aprobación de nuevos alimentos en la Unión Europea limitan su eficiencia y adaptabilidad en un mercado alimentario que está en continua innovación. Existen barreras como la lentitud de los procedimientos, la exposición a la competencia desleal a causa de los requisitos de transparencia, así como la incapacidad para adaptarse al creciente volumen de solicitudes que están relacionadas con tecnologías emergentes.
El sistema de aprobación de nuevos alimentos en la Unión Europea es un marco regulatorio implementado para garantizar la seguridad y la innovación alimentaria, que actualmente se enfrenta importantes desafíos que limitan su eficiencia y adaptabilidad. Desde su creación en el año 1997, este sistema ha evolucionado para responder a las necesidades de la industria agroalimentaria que está en constante innovación, pero con dificultades que generan críticas por parte de la industria y de los expertos en seguridad alimentaria.
Inicialmente el sistema fue diseñado con un alcance limitado, recibiendo pocas solicitudes en sus primeros años, sin embargo, a medida que la innovación y la demanda crecían, se introducían actualizaciones para hacer frente a ese aumento de las solicitudes que actualmente ascienden a unas 40 anuales. El procedimiento incluye verificar si un alimento es efectivamente “nuevo”, la preparación de un expediente técnico exhaustivo y garantizar que los alimentos sean seguros, no engañosos y sin desventajas nutricionales.
Sin embargo, el proceso sigue siendo lento y complicado, con algunas barreras que afectan tanto a las empresas alimentarias como a los consumidores.
Un punto que se destaca de la actual regulación es la atención que se presta a los alimentos tradicionales de terceros países, que cuentan con un historial de consumo seguro fuera de la Unión Europea. La legislación de 2018 introdujo un procedimiento simplificado para estos productos, lo que permite su aprobación mediante una simple notificación en lugar de un expediente completo, siempre que no existan objeciones de seguridad.
De este modo se ha permitido la entrada de alimentos como el fonio (cereal antiguo) o las bayas de haskap, productos que podrían enriquecer la diversidad gastronómica europea y fomentar la innovación alimentaria. Sin embargo, estos procedimientos simplificados no están exentos de críticas, ya que algunos consideran que deberían aplicarse evaluaciones de seguridad más exhaustivas para garantizar la salud pública, y es que en realidad las reglas deberían aplicarse por igual y no favorecer a terceros países.
Hay que añadir que la detección y regulación de los alimentos que entran al mercado comunitario sin aprobación previa, es un tema que sigue siendo un desafío. Algunos estudios recientes han identificado decenas de productos no evaluados que se comercializan en la Unión Europea, lo que pone en entredicho la capacidad de las autoridades comunitarias para hacer cumplir las normativas.
No hay duda de que el reglamento sobre nuevos alimentos ha sido un paso importante para garantizar la seguridad alimentaria y fomentar la innovación en Europa. En un mercado dinámico y globalizado es necesario que las normativas sean lo suficientemente flexibles para adaptarse a los cambios que se producen de forma constante, pero también deben ser lo suficientemente rigurosas para proteger a los consumidores y garantizar una competencia justa.
Dificultades en el sistema de aprobación de nuevos alimentos en la Unión Europea | Gastronomía & Cía
Los beneficios de la alimentación intuitiva, explicados por la inteligencia artificial
Buenos Aires, 25 nov. (La Nación) – La alimentación intuitiva, un enfoque que promueve escuchar y respetar las señales del cuerpo en lugar de seguir dietas estrictas o contar calorías, ha ganado popularidad en los últimos años. Según explicaciones proporcionadas por la inteligencia artificial, este enfoque tiene diversos beneficios tanto para la salud física como emocional.
La alimentación intuitiva se basa en el principio de que las personas deberían aprender a confiar en su propio cuerpo para decidir cuándo, qué y cuánto comer, sin sentirse presionadas por normas externas o estándares de belleza. En lugar de seguir un plan alimenticio rígido, se enfoca en la conciencia plena de las necesidades individuales del organismo. La inteligencia artificial, que ha sido entrenada con vastos datos sobre nutrición y bienestar, describe la alimentación intuitiva como una práctica que puede ayudar a mejorar la relación con la comida y reducir la ansiedad relacionada con el comer.
Según los expertos en el tema, este enfoque tiene varios beneficios comprobados. Uno de los principales es la mejora en el bienestar emocional, ya que al dejar de lado las restricciones alimentarias y las dietas severas, las personas tienden a desarrollar una relación más saludable y equilibrada con la comida. Esto puede llevar a una disminución de los trastornos alimentarios y promover una mayor satisfacción con las elecciones alimenticias. Además, fomenta la escucha activa de las señales internas del cuerpo, lo que puede resultar en una mejor regulación del hambre y la saciedad.
Desde un punto de vista físico, se argumenta que la alimentación intuitiva puede ayudar a mantener un peso corporal saludable a largo plazo, ya que las personas tienden a comer en función de sus verdaderas necesidades, sin caer en excesos. También se asocia con un mayor disfrute de los alimentos, ya que se elimina la culpa y el estrés por comer, lo que mejora la digestión y el bienestar general.
La inteligencia artificial, en sus respuestas, subraya que este enfoque puede ser especialmente útil en un contexto en el que la sociedad está cada vez más expuesta a una gran cantidad de dietas restrictivas y mensajes sobre la imagen corporal. La AI también destaca que la alimentación intuitiva promueve la autoaceptación y fomenta una cultura de bienestar integral, más allá de los estándares estéticos impuestos por la sociedad.
En conclusión, la alimentación intuitiva se presenta como una alternativa a las dietas convencionales, centrada en el respeto por las señales del cuerpo y en la búsqueda de una relación más sana y equilibrada con la comida. Si bien no es una solución mágica, puede ser una opción efectiva para aquellos que buscan mejorar su salud mental y física, sin la presión de seguir regímenes alimentarios estrictos.
La CNMC pide ajustar la norma sobre alimentación saludable en los colegios
Madrid, 25 nov. (Ambientum) – La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha solicitado una revisión y ajuste de la normativa vigente sobre alimentación saludable en los colegios, argumentando que la regulación actual no es lo suficientemente flexible ni adecuada para cumplir con los objetivos de una dieta equilibrada en los centros educativos. La CNMC considera que los marcos normativos deben alinearse con los avances científicos en nutrición y, a la vez, garantizar la competencia en el mercado de productos alimentarios dirigidos a la comunidad escolar.
En un informe emitido recientemente, la CNMC destaca que la legislación en materia de alimentación escolar debe ser más precisa para equilibrar las necesidades nutricionales de los estudiantes con la posibilidad de que las instituciones educativas elijan productos adecuados sin que ello implique restricciones innecesarias para los proveedores. El organismo considera que algunos de los criterios actuales podrían estar limitando la oferta de alimentos saludables, lo que no favorece la libertad de elección de los centros y afecta a la diversidad nutricional de las opciones disponibles.
La normativa actual establece que los menús escolares deben cumplir con ciertos estándares nutricionales, promoviendo una dieta saludable basada en productos frescos y naturales, pero la CNMC argumenta que la falta de flexibilidad en los detalles técnicos puede generar una oferta limitada, especialmente para los centros que buscan opciones que se ajusten a las necesidades específicas de su alumnado. Este punto de vista se complementa con la observación de que los criterios sobre el etiquetado nutricional y las restricciones de ciertos ingredientes pueden no estar suficientemente actualizados, dado el dinamismo de la ciencia alimentaria.
Además, la CNMC propone que se dé mayor protagonismo a la educación nutricional en los colegios, no solo en la oferta de alimentos, sino también en la formación de los estudiantes, docentes y familias sobre hábitos alimentarios saludables. Este enfoque holístico podría tener un impacto significativo en la salud pública, no solo fomentando una mejor alimentación en el presente, sino también educando a las futuras generaciones sobre la importancia de la nutrición equilibrada.
Finalmente, el informe de la CNMC insta a una revisión de las políticas públicas relacionadas con la alimentación en los colegios para mejorar tanto la calidad de los alimentos como la competitividad del mercado, todo ello en el contexto de una sociedad cada vez más concienciada sobre los efectos de la alimentación en la salud. La propuesta de la CNMC apunta a que una normativa más flexible y actualizada podría contribuir significativamente a la mejora del bienestar de los estudiantes.
TODA LA VERDAD SOBRE LA DIETA ANTIINFLAMATORIA: ¿MODA O CIENCIA?
Hoy en dia, la inflamación es un gran enemigo, es por ello por lo que la dieta antiinflamatoria, se vende como un recurso para acabar con la inflamación, ¿pero acaso la inflamación es un problema?
La inflamación es necesaria, siempre que no sea considerada como una enfermedad crónica, ya que es un sistema de defensas que tiene el cuerpo, que nos protege de infecciones, repara tejidos y sirve de barrera física, entre otras mas.
¿QUE DICE LA CIENCIA?
Tras una revision sistematica, sugieren que las dietas antiinflamatorias, especialmente la dieta mediterránea, pueden reducir varios marcadores de inflamación y mejorar los resultados de enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación.
En realidad, resaltan las propiedades antioxidantes de nuestra dieta mediterránea. No hay una dieta antiinflamatoria descrita como tal por la ciencia.
Por tanto quizás con la vida que llevamos de prisas, poca cocina y comida a domicilio, se nos haya olvidado en qué consistía una alimentación saludable, y en concreto la dieta mediterránea, que resalta la revisión sistemática.
Antes de dejarnos llevar por modas, y pensar qué dieta es mejor para dejar de ser mortales y alejarnos de la inflamación, el antienvejecimiento o demás circunstancias que van con la propia vida, habría que revisar como es nuestra alimentación de base. Si es necesario hacer cambios, bienvenidos sean, pero hacer por hacer, no siempre es una buena idea.
La industria alimentaria, atrapada entre la marca blanca y la regulación europea, sostiene Antonio Hernández (Ebro Foods)
Antonio Hernández Callejas, presidente de Ebro Foods, luce sus últimas cifras de los nueve primeros meses del año (21% más de beneficio que el año anterior), con reducción de deuda e importantes dividendos y presencia actualmente en 27 países. Sin embargo, asegura que la industria alimentaria se ve «atrapada» entre la marca blanca y la regulación europea.
«Nosotros tenemos que vender a la distribución y la distribución quiere que su consumidor tenga los precios más baratos posibles. Y cuando la Unión Europea concede exenciones arancelarias a la mayor parte de los países o desmonta todos los sistemas de protección, entonces es lo mismo producir, digamos, en Valencia o en Carmona, que en Argentina o en Camboya. Los agricultores están protestando, con razón, pero los industriales nos vemos atrapados en medio de un sándwich», asegura Hernández Callejas en una entrevista al diario El Mundo.
Preguntado precisamente por el avance de la marca blanca, el presidente de Ebro Foods apunta que las marcas de esta firma «son muy relevantes y son marcas que aportan un diferencial». A este respecto, recuerda que los populares vasitos microondas «no los ha creado la marca blanca, los ha creado Brillante». «La innovación cuesta dinero y copiar es fácil, por eso ahora estamos trabajando en esas líneas: innovación y diferenciación«, subraya.
Sobre las tensiones que se han vivido en los últimos meses entre las marcas de fabricante y la distribución con la retirada de algunos productos de los lineales, Antonio Hernández señala que la distribución «puede hacer con sus lineales lo que estime», pero deja claro que «el modelo de marca blanca pura pasó a la historia porque es muy poco sexi en un supermercado no encontrar nada más que lo que ha querido el distribuidor, sin dar ninguna otra opción». «Los distribuidores potencian ahora productos parecidos a precios más baratos, jugando con el margen. No es normal que, por ejemplo, como pasa en algunos países del norte de Europa, la distribución gane el 50% con nuestros productos y que a los suyos se les aplique un margen del 10%», precisa.
LOS ESTRAGOS DE LA DANA
La catástrofe producida por la dana en Valencia también ha afectado a Ebro Foods, en concreto, en su planta de arroz SOS ubicada en Algemesí. «Tuvimos muchísimas entradas de agua y nos está costando reanudar la actividad. Afortunadamente, no hemos tenido víctimas mortales, pero la mayor parte de nuestros empleados ha tenido alguna afección: quien no ha perdido un coche, ha perdido la moto y aproximadamente 15 de nuestros trabajadores han tenido también serios desperfectos en sus domicilios», explica Hernández Calleja.
Asimismo, señala que la compañía no está recibiendo ayuda de las instituciones. «Lo está haciendo absolutamente todo Ebro con sus propios medios. Nos estamos apoyando en otras plantas del grupo, tanto en España como fuera de España», indica.
«De esta catástrofe hemos sacado algunas conclusiones que posiblemente podamos implementar próximamente, como puede ser el refuerzo de muros para que, si se volviera a repetir, que esperemos que no, sea muy difícil que el agua entre dentro de lo que es el recinto fabril. Procuraremos también tener una capacidad de respuesta más rápida y tener instalaciones que puedan hacer los mismos productos en distintos sitios. Por ejemplo, SOS tiene un paquete muy particular, que es un paquete de papel absolutamente ecológico, y que en este momento solamente lo hacemos en la planta de Algemesí. Otros paquetes pueden hacerse en distintas plantas, pero el paquete de SOS, que es icónico y que lleva toda la vida, solamente lo producimos en Algemesí. Igual ahora debemos replantearnos que se haga en más de un sitio y que su producción no se vea parada ante un problema así», añade.
PRODUCIR EN LA UNIÓN EUROPEA
Cuestionado sobre las exigencias de Europa con los productores, el presidente de Ebro Foods recuerda que España siempre ha tenido buenas productividades, «pero la Unión Europea es un entorno caro de producción, por miles de requisitos medioambientales, por miles de incidencias de costes de producto, y competir en libre mercado con otras zonas es muy complejo. Por eso, algunas veces se hace el planteamiento de para qué vamos a gastar el dinero en traer agua y poner trigo en Córdoba, por ejemplo, si es más barato traerlo de Ucrania o de Argentina».
Por otra parte, respecto al regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, Antonio Hernández incide en que Ebro Foods mantiene en este país una cuota de mercado del 23% y siete plantas: «Producimos allí, por lo que las medidas proteccionistas no nos afectan negativamente, aunque en este momento estamos mandando muchos productos de microondas de España a Estados Unidos, fundamentalmente hasta que se termine una ampliación que estamos haciendo en la planta de Memphis. En cuanto a políticas fiscales, si Trump baja los impuestos al grupo Ebro le viene mejor y a España le viene mejor porque lo que ganamos en Estados Unidos viene de dividendo a España. En este momento estamos estudiando un dividendo que estará en el orden de los 200 millones, por lo tanto, el tener más dinero disponible en Estados Unidos acaba revirtiendo al dinero que acaba en España y probablemente remunerando a nuestros accionistas. Es decir, que esa bajada de impuestos en Estados Unidos acaba beneficiando al accionista español de Ebro».
https://www.foodretail.es/fabricantes/industria-alimentaria-atrapada-marca-blanca_0_2000006109.html
Innovación biotecnológica en la valorización de subproductos orgánicos como ingredientes de alto valor para las industrias de suplementación nutricional y cosmética
Celina Kolanovic, técnica de Proyectos del Área de Biotecnología de ITENE; Javier Buchó, técnico de Proyectos del Área de Biotecnología de ITENE; Ana Mencher, jefa de Proyectos del Área de Biotecnología de ITENE; y Rosa Doménech, gerente del Área de Biotecnología de ITENE
La valorización de biorresiduos y subproductos agroindustriales es clave para reducir el desperdicio alimentario y fomentar la economía circular. Cada año, se generan 59 millones de toneladas de residuos alimentarios en la Unión Europea (UE) que pueden ser transformados en compuestos de alto valor. En este contexto, el centro tecnológico ITENE, en el marco del proyecto ESENCIAL 2024, financiado por la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo mediante ayudas a los institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana para proyectos de innovación en colaboración con empresas en el marco de la especialización inteligente S3, emplea diversos procesos biotecnológicos para aprovechar estos subproductos, obteniendo ingredientes como probióticos, compuestos postbióticos, ácidos hialurónicos microbianos y extractos antioxidantes de origen vegetal. Estos ingredientes tienen aplicaciones en cosmética, suplementos nutricionales y detergentes, utilizando métodos sostenibles y económicos. Estas iniciativas no solo minimizan el impacto ambiental, sino que también refuerzan la competitividad de la industria alineando a España y la UE con los objetivos de residuo cero.
La gestión y tratamiento de biorresiduos y subproductos representan un reto crucial para las industrias agroalimentarias especialmente en un mundo donde la sostenibilidad se ha vuelto una prioridad. Según un informe de 2024 de Eurostat, cada año se desperdician en la Unión Europea 59 millones de toneladas de alimentos, un 30% de los cuales se pierde durante los procesos de cultivo y transformación. Este desperdicio se traduce en una variedad de mermas, residuos y subproductos, como biomasa vegetal postcosecha, pulpas, cáscaras y estiércol. Muchos de estos materiales, gracias a su composición y características, poseen un gran potencial para ser transformados en compuestos de alto valor industrial.
Mientras, la Unión Europea ha implementado diversas directivas y planes de acción, destacándose la Directiva sobre Residuos (Directiva (UE) 2018/851) y el Plan de Acción para la Economía Circular. Estas iniciativas buscan reducir la cantidad de residuos enviados a vertederos y fomentar la reutilización de materiales orgánicos, en línea con la estrategia ‘De la Granja a la Mesa’, la cual tiene como meta mejorar la sostenibilidad del sistema alimentario europeo.
En España, la reciente Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular refuerza este enfoque al promover la valorización de subproductos agroindustriales mediante tecnologías limpias como la biotecnología. Este nuevo marco no solo brinda beneficios ambientales y económicos, sino que también permite la producción de productos de alto valor añadido, como azúcares libres y polisacáridos hidrolizables, a través de fermentación microbiana. Además, abre la puerta a nuevas oportunidades económicas para diversos sectores industriales que puedan beneficiarse de estos subproductos agroalimentarios.
Las innovaciones en procesos biológicos, como la sacarificación y la extracción sostenible de moléculas activas, están asociadas a tecnologías que destacan por su bajo coste, reducido consumo energético y mínima generación de aguas residuales.
El centro tecnológico ITENE trabaja en línea con los modelos de economía circular, logrando importantes avances en la valorización de residuos, subproductos y coproductos agroalimentarios. Varias de las principales líneas de desarrollo e innovación se centran en la obtención de compuestos de alto valor añadido dirigidos a la industria cosmética, suplementos alimenticios y detergentes.
En el marco de la valorización de subproductos orgánicos, un enfoque integral que promueve la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) se evidencia a través de diversos proyectos orientados a caracterizar la composición de estos subproductos y evaluar su idoneidad en diferentes bioprocesos. Se busca así optimizar las condiciones de conversión en medios de cultivo microbianos de alta calidad y también fomentar el crecimiento de microorganismos que producen ácidos orgánicos valiosos, como el hialurónico. Asimismo, ITENE trabaja en la extracción sostenible de moléculas bioactivas antioxidantes mediante el uso de solventes verdes, llevando a cabo estudios de escalado para examinar la viabilidad técnica e industrial de estos procesos, y optimizando la purificación de distintos compuestos activos.
El objetivo es doble: reducir el impacto medioambiental de los residuos agroalimentarios y, al mismo tiempo, mejorar la competitividad de la industria valenciana a través de la promoción productos con etiqueta verde.
En esta línea, el proyecto ESENCIAL 2024, financiado por la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo mediante ayudas a los institutos tecnológicos de la Comunitat Valenciana para proyectos de innovación en colaboración con empresas en el marco de la especialización inteligente S3, se centra en el desarrollo y escalado de procesos biotecnológicos para la obtención de compuestos de alto valor industrial a partir de subproductos agroindustriales, cuyo potencial se manifiesta en aplicaciones dentro de las industrias cosmética, de suplementos alimenticios y/o detergencia.
Este innovador proyecto ha logrado optimizar a escala piloto diferentes procesos que incluyen el acondicionamiento y sacarificación de los subproductos seleccionados como alcachofa, kiwi, pomelo, papaya, albaricoque, nectarina, uva y granada. Además, se llevan a cabo fermentaciones microbianas para la producción de probióticos del género Lactobacillus, así como la generación de compuestos postbióticos, la producción de ácidos hialurónicos microbianos (AHMs), y la extracción de compuestos fenólicos y antioxidantes de origen vegetal.
En cuanto a los resultados obtenidos en ESENCIAL 2024, el subproducto de kiwi destaca por su alto contenido en azúcares libres (62 g/L) mientras que subproductos de pomelo y alcachofa presentan altas concentraciones de fenoles totales (2 g/L y 1 g/L, respectivamente), demostrando buenas propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Además, la alcachofa, aunque baja en azúcares libres, ofrece un 28% de holocelulosa, liberando azúcares fermentables tras un proceso hidrolítico intensivo con enzimas (Figura 1). Sin embargo, en términos generales, los pretratamientos térmicos para estabilizar los subproductos resultaron eficaces para extraer azúcares sin procesos alcalinos o enzimáticos adicionales, reduciendo costes del proceso.
Estos resultados destacan el significativo potencial de valorización de los subproductos de frutas azucaradas como el kiwi para la obtención de azúcares fermentables de segunda generación (2G). Por otro lado, los subproductos de alcachofa presentan un mayor valor en la extracción de biomoléculas activas, las cuales tienen amplia aplicación en diversas industrias. Esta diferenciación en el uso de los subproductos subraya la importancia de optimizar su aprovechamiento dentro de un enfoque sostenible y eficiente en la industria agroalimentaria.
Por otra parte, el proyecto ESENCIAL 2024 ha avanzado en la creación de medios de cultivo innovadores, utilizando subproductos de frutas azucaradas hidrolizadas para fomentar el crecimiento de probióticos del género Lactobacillus llegando a alcanzar concentraciones superiores a 109 UFC/mL sin necesidad de suplementar con medios comerciales. La producción de probióticos se ha escalado satisfactoriamente a 2,5 L, manteniendo excelentes niveles de crecimiento.
Además de su potencial probiótico, se han obtenido fracciones postbióticas de estos microorganismos, ricas en compuestos valiosos como el ácido láctico, ácidos volátiles y fragmentos de debris celulares, ricos en ácidos teicoicos, peptidoglucano y exopolisacáridos. Estos productos adicionales presentan oportunidades significativas en la industria de suplementos nutricionales.
El proyecto ESENCIAL 2024 también se ha centrado en la extracción de antioxidantes a partir de subproductos de alcachofa y pomelo, utilizando un baño ultrasónico y agua como único disolvente. A escala piloto (50 L), se ha maximizado la recuperación de compuestos fenólicos, validando su capacidad antioxidante y destacando su potencial en cosmética y como suplementos nutricionales. Entre los fenoles aislados (quercetina, ácido cafeico y naringina), la naringina ha mostrado una concentración notable en pomelo (>14 g/kg), siendo purificada mediante técnicas cromatográficas para futuras aplicaciones en productos cosméticos.
Una de las iniciativas más destacadas en ESENCIAL 2024 ha sido la mejora de cepas para la producción microbiana de ácidos hialurónicos (AHMs) mediante presión selectiva. Este enfoque ha buscado adaptar microorganismos productores de AHM en caldos hidrolizados de subproductos agroalimentarios, con planes de escalado a 100 L (Figura 3) del proceso fermentativo para la obtención de estos AHM utilizando dichos azúcares 2G. Estos AHM son altamente valorados en cosmética por sus propiedades humectantes, antiinflamatorias, inmunoestimulantes, cicatrizantes y antiacneicas, además de estar etiquetados como cosmética verde.
Finalmente, se han llevado a cabo validaciones de bioactividad y seguridad toxicológica de los productos obtenidos, así como un análisis técnico-económico para evaluar la viabilidad industrial de los procesos desarrollados en ESENCIAL 2024. A través de la optimización de procesos como acondicionamiento, hidrólisis, fermentación y purificación, se han generado caldos enriquecidos en azúcares 2G, probióticos y compuestos antioxidantes de alta calidad como naringina, ácido cafeico y quercetina.
De este modo, este proyecto no solo ha promovido la valorización de subproductos en el sector agroindustrial valenciano, sino que también contribuye a la economía circular, reduce costos en la gestión de biorresiduos y ofrece alternativas naturales a ingredientes sintéticos, marcando un paso significativo hacia la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental.
Alimentos cell-based: innovación y oportunidades en la industria alimentaria
Para las empresas de tecnología alimentaria fabricar productos lácteos alternativos es el futuro
Los alimentos «cell-based» están transformando el panorama de la industria alimentaria, ofreciendo una alternativa sostenible y ética a la producción convencional de alimentos de origen animal. Esta nueva manera de hacer alimentos «basados en células» implica el cultivo de células aisladas de animales para desarrollar productos como carne, aves, productos acuáticos, lácteos y huevos.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), actualmente, muchas empresas de todo el mundo están desarrollando una amplia gama de alimentos a base de células utilizando diversos métodos de producción diferentes.
Así, datos de Statista indican que el tamaño de mercado de la carne cultivada a nivel mundial rebasó los 6.5 millones de dólares estadounidenses en 2023. Por esa razón, las previsiones a corto y medio plazo se presentan optimistas y revelan un crecimiento paulatino del sector.
Los avances en la tecnología de cultivo celular están permitiendo a los desarrolladores de alimentos utilizar células animales obtenidas de ganado, aves y mariscos en la producción de alimentos, y se espera que estos productos estén listos para el mercado estadounidense en un futuro próximo.
Por su parte, la US. Food and Drug Administration (FDA) tiene como objetivo apoyar la innovación en tecnologías alimentarias manteniendo siempre como primera prioridad la seguridad de los alimentos disponibles para los consumidores estadounidenses. El organismo tiene una amplia experiencia en la evaluación de la seguridad alimentaria en una amplia gama de tecnologías de producción de alimentos, incluido el uso de sistemas biológicos y biotecnología. La agencia está evaluando nuevas sustancias todo el tiempo a medida que evolucionan las prácticas de la industria para satisfacer las demandas y preferencias de los consumidores.
Y es que los alimentos elaborados con células animales cultivadas deben cumplir los mismos requisitos estrictos, incluidos los requisitos de seguridad que siguen todos los demás alimentos regulados por la entidad. Los desafíos tecnológicos subsiguientes dependerán en buena medida del tipo de carne o producto cárnico que se produce, intentando alcanzar retos que permitan imitar mejor la carne fresca.
Medioambientalmente este tipo de carne también tiene parece que tiene ventajas. Así, por ejemplo, si se comparan los tipos de gases emitidos por la agricultura animal y la producción de carne cultivada, las opciones cultivadas puede que tengan un impacto más significativo con el tiempo, ya que el efecto de las emisiones de gases es acumulativo.
Finalmente, destacar que el reto general al que se enfrenta esta industria, además de un entorno normativo favorable, es la aceptación por parte de los consumidores y la producción rentable. Pues ambas cuestiones necesitarán inversión en procesos y tecnología de comercialización y producción.