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La horchata y los fartons: Dulces embajadores de la cultura valenciana.
La horchata y los fartons son mucho más que simples delicias gastronómicas , forman parte de la cultura valenciana. Ahora explicare como han evolucionado a lo largo de la historia y su impacto en la sociedad valenciana .

Orígenes ancestrales
La historia de la horchata se remonta a tiempos antiguos. El cultivo de la chufa, ingrediente principal de esta refrescante bebida, tiene sus raíces en el Antiguo Egipto, donde ya se apreciaban sus propiedades nutritivas y medicinales. Sin embargo, fue durante la época de la conquista árabe de la Península Ibérica cuando la chufa encontró su hogar definitivo en las fértiles tierras valencianas3.
El nacimiento de una tradición
La elaboración de la horchata como la conocemos hoy en día se consolidó en la región valenciana, especialmente en Alboraya, que se convirtió en el epicentro de su producción. Este pequeño municipio, cuyo nombre proviene del árabe «Al-buraig» (torrecita), fue donado por el rey Jaime I al obispo de Huesca tras la Reconquista de Valencia .
Los fartons: El complemento perfecto
Aunque la horchata ya era popular por sí sola, no fue hasta mediados del siglo XX cuando surgió su inseparable compañero: el fartón. Este bollo dulce, alargado y esponjoso, fue creado específicamente para ser mojado en la horchata, elevando la experiencia gustativa a nuevas alturas.
Impacto cultural y literario
La combinación de horchata y fartons ha trascendido lo meramente gastronómico para convertirse en un fenómeno cultural: Estos productos se han convertido en embajadores de la cultura valenciana, siendo reconocidos tanto a nivel nacional como internacional. La horchata y los fartons son ahora un atractivo turístico, con horchaterías tradicionales que se han convertido en paradas obligatorias para los visitante. Han inspirado a artistas locales, como demuestra la colaboración entre Pepina Pastel y Pils Ferrer, que crearon una caja que «rezuma Valencia por los cuatro costados», representando icónicamente la horchata y los fartons. Chefs y mixólogos están incorporando estos sabores tradicionales en creaciones modernas, como el cóctel Terreta del restaurante Mamma Pazo, que utiliza horchata en su elaboración.
Preservación de la tradición
A pesar de la globalización gastronómica, la horchata y los fartons han mantenido su autenticidad. Horchaterías centenarias como Horchatería Daniel (fundada en 1949), Panach (desde 1971) y Santa Catalina (establecida en 1835) continúan elaborando estos productos de manera artesanal, preservando así el sabor y las técnicas tradicionales.
La horchata y los fartons no son solo una merienda refrescante; son un testimonio vivo de la rica historia y cultura valenciana. Su evolución a lo largo de los siglos y su capacidad para adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia los convierten en verdaderos tesoros gastronómicos. https://www.levante-emv.com/horta/2023/06/07/origen-mojar-horchata-fartones-88415268.html
Almudena Villegas presenta en Córdoba su nuevo libro «La amenaza de la alimentación»
«La gran revolución de nuestra época es volver a cocinar», afirma la historiadora, que estará esta tarde a las 20 horas en el Mercado Victoria.

Este miércoles 16 de octubre, la historiadora y escritora Almudena Villegas presentará su nuevo libro La amenaza de la alimentación en el Mercado Victoria de Córdoba. La obra, publicada por la editorial Almuzara, recopila y amplía una serie de artículos de prensa «que han sido muy bien acogidos por el público», explica a La Voz de Córdoba. En este ensayo, Villegas explora los retos actuales en torno a la alimentación y el impacto de la industria alimentaria en nuestras elecciones cotidianas.
Villegas expresa su preocupación por cómo «el acto simple de comer se ha convertido en una decisión compleja», debido a la influencia de grandes empresas que promueven un estilo de vida y alimentación alejados de nuestras raíces. «Nos enfrentamos muchas veces a un auténtico problema moral a la hora de elegir», sostiene la escritora, quien aboga por un retorno a una alimentación más conectada con la naturaleza y los valores tradicionales.
Con más de 40 libros publicados, se ha consolidado como una de las autoras más prolíficas en el ámbito de la historia y la gastronomía. Entre sus obras destacan títulos como Grandes Maestros de la Historia de la Gastronomía, que ha alcanzado una segunda edición. En esta nueva entrega, La amenaza de la alimentación, la autora pretende alertar sobre los peligros del sistema alimentario actual y fomentar un cambio: «La gran revolución de nuestra época es volver a cocinar», afirma con contundencia.
El eventopresenta lo que sin duda alguna es una obra clave para los interesados en la alimentación, la gastronomía y la reflexión crítica sobre el estilo de vida contemporáneo. Almudena Villegas estará acompañada en el acto por el doctor Antonio Escribano, especialista en nutrición; Soledad Serrano, Presidente de la asociación ‘Sabores de Córdoba’, y Antonio Cuesta, director editorial de Almuzara.
La agricultura en la literatura y el arte
Desde los albores de la civilización, la agricultura ha sido un pilar fundamental de la vida humana. Esta actividad no solo ha alimentado nuestros cuerpos, sino que también ha nutrido nuestras mentes y almas, dejando una huella indeleble en la cultura, la literatura y el arte a lo largo de la historia.
Con su ciclo constante de siembra y cosecha, ha proporcionado una rica metáfora para explorar la vida, la muerte, la renovación y la conexión con la tierra. Escritores, poetas y filósofos han tejido analogías agrícolas en sus obras para transmitir lecciones profundas sobre la existencia humana.
En la identidad de México ha dejado una marca profunda, hablemos del maíz, que es mucho más que un cultivo; es un símbolo de vida y fertilidad arraigado en la cultura ancestral. Los pueblos indígenas, como los aztecas y los mayas lo representaban en sus obras. Uno de los textos más importantes de la literatura maya, el “Popol Vuh,” narra la creación del hombre a partir de este cereal. Esta epopeya mitológica demuestra cómo la agricultura estaba entrelazada con la narrativa de la creación humana.
Ahora recordemos a Diego Rivera, uno de los muralistas más célebres de México, pintó murales que representan la lucha de los campesinos y su papel en la Revolución Mexicana. Sus obras, como “Man at the Crossroads,” son testimonios visuales de la importancia de la agricultura en la historia política y social de México. O bien, Rufino Tamayo, que utilizó su obra para explorar la conexión entre la naturaleza y el ser humano. Sus pinturas reflejan la vida rural y los elementos agrícolas, como las mazorcas de maíz, en un estilo realista y simbólico.
Estos son solo algunos ejemplos de la influencia del sector agro en nuestra cultura, sin embargo, el arte de cultivar la tierra trasciende por todo el mundo: en la antigua Mesopotamia, el “Poema de Gilgamesh” menciona la importancia de la agricultura al describir el jardín divino de los dioses. En la Grecia clásica, Hesíodo dedicó su obra “Los Trabajos y los Días” a la agricultura como fuente de virtud y sabiduría.
Otro ejemplo fue durante la revolución industrial, la literatura reflejó los desafíos de los agricultores. “Tess, la de los D’Urbervilles” de Thomas Hardy presenta un retrato conmovedor de la lucha de una joven en el campo inglés. Por otra parte ,John Steinbecke scribió “Las Uvas de la Ira,” que revela la difícil vida de los agricultores estadounidenses en la década de 1930.
La agricultura no es solo una actividad económica, es parte de la esencia misma del mundo. Ha inspirado a escritores y artistas a través de los siglos, permitiéndoles contar historias, crear obras que celebran la vida rural y la profunda conexión con la tierra.
Agricultura Moderna :: La agricultura en la literatura y el arte (hablemosdelcampo.com)
Gastronomía y literatura: de Cervantes a Valle Inclán, los escritores que hicieron un hueco al arte culinario en sus obras
Fernando Villaverde Landa en su libro ‘La cocina española’ (Editorial Arzalia) hace un repaso por todos aquellos autores que, a pesar de haber vivido en diferentes épocas, en su legado artístico han dejado una fotografía de la gastronomía del momento.
En un libro de más de 1.000 páginas donde descubrimos los derechos y los reveses de la historia de la gastronomía en España encontramos fragmentos de obras de los escritores más importantes de la historia de la literatura España. Hacemos un repaso por algunos de estos clásicos de la literatura y su amor por la cocina.

Edad Media: Arcipreste de Hita y Jorge Manrique
De entre los autores más populares de la Edad Media en cuyos textos podemos descubrir referencias gastronómicas está El Arcipreste de Hita, como en El Libro de Buen Amor, donde podemos encontrar infinidad de referencias en cantares como Las especias, Tres caballeros, Tres ricos o Tres ladrones.
Pedro López de Ayala en Gula y tragonía, Jorge Manrique en Cebollas albarracanas y cabezuelas de ranas, o Juan de Mena en Malvada glotonía, son otros de los autores de la Edad Media que hacen referencia a la comida en sus obras y a los pecados derivados de ella.
Edad Moderna: Calderón de la Barca y Cervantes
Además de clásicos anónimos como El Lazarillo de Tormes, donde encontramos infinidad de pasajes relacionados con la comida (y la falta de ella), también descubrimos autores de renombre que han hecho un hueco a este arte en sus libros.
Un ejemplo de ello es Pedro Calderón de la Barca, con La pugna de los guisados (Mojiganga de los guisados), tal y como recoge Fernando Villaverde en su libro, Alonso de Castillo Solórzano, en Hambre y pasteles (Aventuras del Bachiller), o Miguel de Cervantes en El Quijote con pasajes como Sin milindres ni respetos, Bacalao, camarones y cangrejos, Cena en una venta o Conejo empanado con tocino.
Cabe destacar también en esta época a Luis de Góngora en Bizcochos como piedras (Érase en Cuenca lo que nunca fuera), Lope de Vega en El príncipe inocente, Francisco de Quevedo en Historia de la vida del Buscón, Santa Teresa de Jesús en El Libro de las Fundaciones, o Tirso de Molina en El Condenado.
Edad Contemporánea: de Bécquer a Lorca
De esta época destacamos autores como Gustavo Adolfo Bécquer quien Desde mi celda o en Memorias de un pavo hace referencia a la gastronomía y al gusto de comer, como también lo hizo, por ejemplo José de Espronceda en De Gibraltar a Lisboa en su Un volcán en el estómago.
Federico García Lorca dedicó a un capítulo a los mesones de Castilla en Impresiones y paisajes, Mariano José de Larra a los convites en El castellano viejo y a las fondas en La fonda nueva.
Antonio Machado también hace un repaso a la tradición culinaria en Coma usted con los dedos, de Una y no más, de la misma manera que Emilia Pardo Bazán en La Tribuna, entre otras muchas de sus obras.
Benito Pérez Galdós es otro de los escritores que más referencias culinarias tiene en su obra, donde podemos encontrar hasta 14 pasajes en sus diferentes obras dedicados a la comida, de la misma manera de Valle-Inclán trata este tema tanto en El primitivo, La corte de los milagros y Divinas palabras.
De esta manera el autor del libro hace un pequeño gran homenaje a la historia de la literatura y a cómo la gastronomía ha conquistado a todos los autores. Sean de la época que sean.
Este festival combina lo mejor de la literatura y la gastronomía en un solo lugar: cuándo y dónde se podrá disfrutar
- Food trucks con opciones veganas, sin TACC y gourmet a precios accesibles, junto a presentaciones de reconocidos escritores y chefs.
- Entrada libre y gratuita con actividades para toda la familia.

El festival Leer y Comer regresa este año con una propuesta única que combina literatura, arte y gastronomía en un solo espacio. Con entrada libre y gratuita, el evento celebra su 17ª edición.
Para los amantes de la lectura, esta feria se consolidó como una de las citas culturales más importantes del año en Buenos Aires, donde la cultura y los sabores se encuentran para ofrecer una experiencia inolvidable.
Festival Leer y Comer: itinerario e invitados de lujo
En Leer y Comer vas a encontrar una gran variedad de food trucks que ofrecen una amplia gama de opciones gastronómicas. Desde comida vegana, vegetariana, sin TACC, hasta especialidades gourmet.
Además de la oferta culinaria, el festival contará con las tradicionales charlas temáticas, presentaciones de libros, música en vivo, talleres y actividades para los más chicos. Todo esto dentro de un ambiente familiar y relajado.
Invitados de lujo en Leer y Comer
Este año, el festival contará con la presencia de importantes personalidades del ámbito cultural y gastronómico. Entre los invitados se encuentran:
Descubrí las charlas temáticas y presentaciones de libros de este año. Foto: Instagram @leerycomer.
- Luis Brandoni.
- Luis Novaresio.
- Cuándo: 5 y 6 de octubre
- A qué hora: desde las 12.
- Dónde: Concepción Arenal y Warnes, Chacarita, CABA.
He encontrado la información en :
Diez libros de gastronomía que todo ‘foodie’ inquieto necesita
“Un libro es como un viaje, comienza con la inquietud y se acaba con melancolía”, escribe Javier Zafra al comienzo de Gastrosimbología. Descifrando las claves ocultas en la gastronomía judía(editado por Red de Juderías de España-Caminos de Sefarad). El libro se podría decir que es la continuación de su anterior publicación, Sabores de Sefarad. Los secretos de la gastronomía judeoespañola, donde el autor nos adentraba en las tradiciones culinarias del mundo judío con el fin de entender una parte de nuestra propia historia. “La cocina judía, aunque pueda parecer humilde en sus ingredientes, es riquísima en narrativa histórica, en bromatología, iconografía y religiosidad, además de ser realmente endiamantada (sabrosa)”, añade el autor.
Hablando de historia de la gastronomía, se acaba de publicar Cultura de la gastronomía en España (editorial Aconcagua Libros), de Ángel de Quinta Garrobo y Carmen Fernández Albéndiz, un manual para estudiosos, una invitación a viajar en el tiempo siguiéndole la pista a las maneras de relacionarnos con la comida a lo largo de los tiempos: de los crudités prehistóricos, al primer guiso de la historia. De la cocina antes de la Conquista, al nuevo recetario creado con los productos traídos de América. Sin duda, la mejor opción para quienes buscan libros con profundidad y criterio.Más información
En relación con esos productos que llegaron de América, el Hematocrítico (seudónimo que utilizaba el escritor Miguel Ángel López González) preguntaba en su libro La cocina es tuya. Pequeña escuela de la vida con el Hematocrítico (editorial Reservoir Books): ¿Qué historia hay detrás de una patata? Algo aparentemente tan sencillo, sirvió al autor para abrirle los ojos a los más pequeños, para que aprendieran a mirar con conocimiento los productos del mercado o de la alacena de la casa. “¿Qué es, de dónde viene y cómo se come el atún? ¿Qué historia hay detrás de una naranja? ¿Cuál es la tradición de comer cordero?”, se pregunta. “En mi libro espero poder enseñarte a ver los alimentos como nunca los habías visto antes y te enseñará a apreciar y valorar las cosas bonitas”, dejó escrito López González. Un ejemplar indispensable para los curiosos gourmets de la casa.
Los libros de nutrición proliferan cada año en las librerías. De los bloggers con supuestas fórmulas mágicas, a los doctores intentando explicar con un lenguaje sencillo los principios básicos de la nutrición. Entre tanto, siempre surgen las dudas: “¿La hidratación es parte de la nutrición? ¿Seguro que la cafeína no es buena para mí?”. Estas y otras muchas cuestiones nos las encontraremos en La ciencia de la nutrición, de Rhiannon Lambert (editorial DK). Un libro ilustrado muy apropiado para quienes se interesan sobre la alimentación. Quizá, junto con este ejemplar, habría que adquirir durante los días de Feria del Libro de Madrid lo último de Dra. Marián García, más conocida como Boticaria García: Tu cerebro tiene hambre (Planeta). “Todos sabemos que mantener un peso saludable es algo mucho más fácil de decir que de hacer”, escribe la autora, y se cuestiona: “¿Por dónde empezamos? Tan importante como entrenar los músculos es entrenar el cerebro”, concluye. En este ensayo, la doctora no solo nos desvela, por ejemplo, las cinco razones por las que la inflamación influye en el sobrepeso, o nos invita a reflexionar sobre los tests de intolerancias, sino que, además, nos sugiere algunas tablas de ejercicios para ponernos en forma a nuestro ritmo. Un libro pensado para desterrar mitos y prejuicios sobre el sobrepeso y la obesidad.
La comida se mira, se huele, se toca, se degusta y se escucha. El oído se activa en el acto de comer, proporcionándonos un estímulo más con el fin de llegar a algo fundamental: el placer. De ahí, que el crujir de, por ejemplo, una corteza de cerdo o de una tortillita de camarones forman parte de ese deleite del comer. Así es y así lo transmite el chef Jordi Parés i Mozo en Cruje. Los crujientes de la cocina (Ediciones Invisibles). El libro es una fuente de inspiración para los que buscan ideas nuevas y tentadoras para sus menús: Teja de kikos, Cestita de calçotada, Salmonete con escamas crujientes… El ejemplar tiene unas limpias e ilustrativas fotografías de Roberto Rodríguez. Todo suma.
Crujiente también es el pan. Y aromático. Y delicioso en tacto. Esto no lo duda Edu Lavandeira, autor del exitoso libro Planeta Pan, que ahora vuelve a las librerías con un homenaje a su tierra con Pan Gallego. Recetas e historias del mejor pan del mundo (Oberon). El libro, en tapa blanda y con fotografías paso a paso, es no solo un recetario de los panes más populares de Galicia, sino que es un excelente manual de la tradición panadera de la región.
¿Qué sería de la cocina sin la literatura, y viceversa? La literatura es un reflejo de las maneras de vivir y relacionarse, y la cocina, también. Con esa sinergia nació el interesantísimo libro Cocina de autor. Recetas para los amantes de la lectura, de Berta Vias y Antón Casariego (editorial Ladera Norte). Un recetario singular y valiosísimo que nos mete en las cocinas de Mario Vargas Llosa, Gustave Flaubert, James Joyce o Carmen Laforet, entre otros.
La editorial Chai acaba de traducir al español Sweet Bean Paste como Dorayaki, de Durian Sukegawa. Una novela maravillosa, llevada al cine en 2015 con el nombre de Una pastelería en Tokio (dirigida por Naomi Kawase). Narra la historia entre un aprendiz y una veterana cocinera de dorayakis (pasteles típicos japoneses). Un delicioso relato que muestra la relación entre ambas generaciones, la cultura e historia de cada una de ellas y su manera de relacionarse. Y ya que este libro nos lleva al país del sol naciente, vamos a quedarnos allí para descubrirlo, dejándonos guiar por otra de las novedades del año: Maravillas y delicias de Japón, de Kailene Falls (Editorial Tomodomo). La ilustradora, “una americana en Japón” —como se presenta—, es la autora de este bello libro donde, de un solo vistazo, nos provoca las ganas de conocer Japón de la misma manera que ella: comiendo y disfrutando. El libro perfecto para los foodies a los que les gusta el arte, comer y viajar.
FUENTE: https://elpais.com/gastronomia/2024-06-02/diez-libros-de-gastronomia-que-todo-foodie-inquieto.html
Los alimentos que aparecen en las novelas y obras de teatro
Los alimentos que aparecen en las novelas y obras de teatro suponen una curiosidad, pero también es una señal de determinadas épocas, contextos y ambientes. También un estrato social en el que se sumerja la obra. Cuando subrayaba los libros una marca ha sido para señalar este asunto, que a medida que llene el blog irán apareciendo.
En «Confesiones» de San Agustín: “Ninguno debe juzgar a su prójimo por la especie de manjar o bebida que toma… Aquel que come de todo no haga desprecio del que no come lo que él, y el que no come de todo no juzgue ni condene al otro que usa todo manjar indiferentemente.” “Las riendas del apetito de comer y beber se han de gobernar de modo, que ni se aflojen mucho ni se tiren demasiado.” “¿Quién será aquel que nunca exceda los límites de la necesidad?”
Cuando comencé a escribir este asunto, al mismo tiempo también inicié la lectura de «Sefarad«, de Antonio Muñoz Molina, donde aparecen en sus primeras páginas diversas referencias a los alimentos, como eje del recuerdo y como referencia de una época. Me ha parecido curioso. Las comidas de los antiguos sefarditas, los judíos expulsados de España, que rememora quien escribe como personaje literario son: Morcilla con arroz (y no de cebolla). «La morcilla gran señora / digna de veneración». Gazpacho (que no se parece nada al que llaman «andaluz). Magdalenas. Hornazos de Viernes Santo, que llevan huevo duro en el centro. Butifarra y chorizos de la matanza, que hacen añorar Madrid. Pan al horno. Magdalenas. Gachas de trigo, frijoles con cerdo y arroz. Frijoles solos. Un daiquiri, café.
En la obra «En busca del tiempo perdido» de Marcel Proust también hay referencias significativas, además de la famosa descripción del sabor y la sensación táctil en la lengua al degustar la magdalena mojada en té, como fuente de recuerdo y evocación que le lleva a aquel tiempo de su infancia en el que comienza a narrar la historia:
«Un día de invierno mi madre me propuso que tomara una taza de té»; «Mandó mi madre a por unos bollos cortos y abultados que llaman magdalenas»; «Me llevé a los labios cucharada de té en el que había echado u trozo de magdalena. Pero en el mismo instante en que aquel trago, con las migas del bollo, tocó mi paladar me estremecí, fijé mi atención en algo que ocurría en mi interior». «Sentí una alegría, unida al sabor del té y del bollo. Un segundo trago… lo que busco no está en la historia sino en mí». «Dejo la taza y vuelvo hacia mi alma… Que beba el té en hoy… y de pronto el recuerdo surge. Ese sabor es el que tenía el pedazo de magdalena que mi tía Leoncia me ofrecía, después de mojada en la infusión de té o de tila los domingos por la mañana en Combray. Ver la magdalena no me había recordado nada antes de que la probara». «El sabor y olor perduran más, recuerdan y aguardan sobre las ruinas de todo. Todo eso, pueblo y jardines, que han tomado forma y consistencia, sale de mi taza de té». (El nombre de «magdalena» parece ser se le da a este bollo «corto y abultado» porque parece una lágrima y se alude así al dicho «lloras como una Magdalena).
Comer rico, sano y sin hacer dieta: lecturas para aprender a hacerlo
Está claro que la alimentación es clave para mantener una vida saludable, muchas personas asocian la buena alimentación con comidas insípidas y desagradables. Nos limitamos a conocer 3 tipos de alimentos o platos saludables que no tienen la mejor de las pintas. E este artículo veremos diferentes libros donde podremos descubrir que alimentarse de una forma saludable no es igual a dejar de comer alimentos deliciosos.
“Dejar el estómago lleno al 80% significa dejar de comer antes de sentir que uno va a explotar, algo que beneficiará su cintura y su bienestar”. Así comienza el libro Cocina Asiática. 100 recetas Itsu bajas en calorías para una vida sana y feliz. El libro, editado por Omega, tiene ya unos años en nuestras librerías, pero es uno de los mejores recetarios para aquellos que quieren comenzar a tomarse en serio eso de comer bien y bajar un poquito de peso después de las vacaciones. Los autores, Julian Metcalfe y Blanche Vaughan, son los propietarios del primer local Eat Beautiful de la cadena de comida rápida y sana del mundo Pret a Manger. El recetario ha contado con la colaboración de una nutricionista, Ángela Dowden, que se ha encargado de medir las cantidades para poder asegurar que “cada receta tiene menos de 300 calorías por ración”. Algunas de sus ideas son el potsu de pollo a la parrilla con fideos y caldo vietnamita, los barquitos de ensalada de filete teriyaki o la ensalada de vieiras con pimiento picante, cebolleta y ajo, por ejemplo.

En esta línea, la de entender el acto de comer como una filosofía, una manera de adquirir energía y vitalidad, late en una de las últimas novedades que ha llegado a la librería: Alimenta tu vitalidad, de Gemma Hortet. Un ensayo, reflexivo y analítico, que busca demostrar que sentirse joven a cualquier edad es una cuestión de buena nutrición. “La principal herramienta que uso para elevar la vitalidad de las personas a las que ayudo en consulta es la nutrición energética. Se trata de una disciplina muy completa y holística que toca todos los planos del ser humano y que huye de las tendencias dietéticas y de la idea de los superalimentos, entre otras cosas”, escribe la autora, a lo que añade con rotundidad: “No somos lo que comemos, sino lo que digerimos”.

Comer bien sin perder la cabeza es quizá el grito de guerra de la periodista inglesa Diana Henry en su libro El Arte de Comer Bien. Cuando lo delicioso se encuentra con lo sano (editado por Salamandra Fun&food). “No soy una fanática de la nutrición. Pensar en los alimentos sólo en términos de salud —por lo que aportan y no por lo deliciosos que son— es una fuente de ansiedad para todos, y nos impulsa a comprar cosas que no necesitamos”, escribe la autora al comienzo de este libro que traza un recetario para las cuatro estaciones del año cuyo fin es comer sano y rico, disfrutar de comer y borrar eso de “comer bien es igual a comida aburrida”. Como la autora indica “para tener buena salud lo principal es preparar la comida en casa, restringir el consumo de cualquier alimento procesado, limitar la cantidad de carbohidratos refinados (sobre todo el azúcar), consumir cereales integrales y aumentar la ingesta de verduras”. Cada receta está estructurada en una introducción siempre repleta de tips, consejos y curiosidades sobre el plato, y unas sencillas e ilustrativas fotografías.

Por esta línea va también el libro de la escritora francesa, Noémie Combremont. Acaba de traducir la editorial Laurosse El libro de las antidietas. Alimentación intuitiva, es un recopilatorio de 65 recetas que, a primera vista, podría rechinar a quien está buscando libros de cocina sana, pero, como defiende la autora: ”Muchas dietas no funcionan e, incluso, algunas provocan el efecto contrario al deseado: frustración, baja autoestima, remordimientos e, incluso, a veces, unos kilos de más. La alimentación intuitiva pretende instaurar una relación positiva con la comida, recuperar las sensaciones que las dietas han pervertido y crear nuevos hábitos alimentarios sanos sin centrarse en la pérdida de peso”. El libro se estructura en una primera parte donde la autora intenta explicar qué son las dietas y cuáles sus mecanismos. Después, “trata de desmitificar el peso” y precisar el papel de la alimentación; y, por último, se encuentran recetas dividas en los diferentes momentos del día: del desayuno a la cena, sin olvidarse de panes y postres. “Somos las víctimas consentidoras de una sociedad que define la delgadez como el único criterio de belleza aceptable, y que promete la pérdida de peso como el mejor medio para mejorar la situación personal y el estatus social”.

En resumen, comer saludable no significa no poder comer platos deliciosos, con estos libros se puede aprender mucho sobre alimentación. Además, comer «rico» y sano es la mejor combinación para mantener un estado físico y mental equilibrados.
¿Qué se cocinaba en España durante la guerra civil y la posguerra? Así comían nuestros abuelos
Durante la Guerra Civil y la posguerra en España, predominaba la escasez y las cartillas de racionamiento, lo que obligaba a las personas a ser creativas en la cocina para alimentarse. En este contexto, la periodista Berta Álvarez Acal ha publicado un libro llamado «Recetas de Guerra», que revela cómo se cocinaba y se comía en ese período histórico. El libro abarca el período desde 1931 hasta el fin de las cartillas de racionamiento en 1952, presentando recetas y testimonios que ilustran la difícil situación que muchas familias enfrentaron.
En los años previos a la guerra, España estaba en un proceso de modernización gastronómica, con libros y revistas de cocina ganando popularidad. Sin embargo, la guerra trajo consigo la escasez y la necesidad de adaptarse a una dieta limitada. Durante estos tiempos difíciles, surgió la inventiva culinaria de los abuelos, quienes crearon recetas como las tortillas de patatas sin huevos o sin patatas para sobrevivir.
La posguerra fue un período de reconstrucción en el que aquellos con acceso a tierras pudieron obtener alimentos frescos, mientras que quienes vivían en las ciudades enfrentaban mayores dificultades. A medida que se acercaba el fin de las cartillas de racionamiento en 1952, se retomaron libros de cocina antiguos y se publicaron nuevas obras, reflejando una sociedad que buscaba recuperarse de la guerra y la escasez.
«Recetas de Guerra» no solo ofrece una mirada a la cocina de nuestros abuelos, sino también a la historia y la cultura de España durante un período crucial. A través de recetas y testimonios, el libro nos invita a comprender cómo la comida y la alimentación fueron parte integral de la vida diaria de las personas durante aquellos años difíciles. Es una lectura recomendada para aquellos interesados en explorar la conexión entre la cocina y la historia, y en comprender cómo las experiencias pasadas moldearon la sociedad actual.

El libro más deseado de la gastronomía española: se editó en 1993 y se cotiza a más de 3.700 euros

El libro más deseado de la gastronomía española es «Sabor Mediterráneo», editado en 1993 y valioso por más de 3. 700 euros. Esta obra fue la primera del famoso elBulli, convirtiéndose en un referente para chefs y amantes de la comida española. Publicado por Empúries, inicialmente pasó desapercibido pero ahora es codiciado por su valor histórico. Incluye recetas del restaurante y un análisis de la revolución gastronómica iniciada en Cala Montjoi en los años 80. Fue el primer libro de alta cocina española que influyó en generaciones posteriores.
El autor, Ferran Adrià, destaca que este libro marcó una señal al codificar la cocina desde un enfoque teórico, abriendo nuevas posibilidades. A pesar de numerosas obras escritas sobre el restaurante, «Sabor del Mediterráneo» se ha convertido en un objeto de colección, alcanzando precios elevados en el mercado de segunda mano. Las recetas y conceptos presentados en sus 224 páginas reflejan la época más radical del restaurante en los 90. Desde platos innovadores como el nido de judías verdes con bogavante hasta el salmonete Gaudí en homenaje al arquitecto catalán, el libro destaca el espíritu creativo que definió elBulli.
Adrià lamenta la falta de reconocimiento generalizado a la innovación de la gastronomía española en esos años, comparando la obra con la nouvelle cuisine. Para aquellos que no pueden costear «Sabor del Mediterráneo», recomienda el «Catálogo General de elBulli 1983-1993», más accesible a 130 euros. Este libro más completo abarca los primeros años del restaurante, marcando la evolución hacia un estilo más contemporáneo a partir de 1994. Con 608 páginas, recopila 226 platos y la historia culinaria del restaurante hasta mediados de la década de los 90.
«Sabor del Mediterráneo» es un tesoro gastronómico que captura la esencia creativa y revolucionaria de elBulli en sus años formativos. Su singularidad y valor histórico lo convierten en un objeto de deseo para coleccionistas y amantes de la cocina de vanguardia española. A través de sus recetas y reflexiones teóricas, este libro sigue inspirando a chefs y aficionados a descubrir y apreciar la riqueza culinaria que marcó una era en la gastronomía española.