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Aumenta la seguridad alimentaria gracias a las tecnologías.
La innovación tecnológica busca ser menos invasiva en la industria alimentaria. Por ejemplo, la empresa de San Francisco Impact Vision está desarrollando una tecnología que podría sustituir las pruebas tradicionales de alimentos mediante imágenes no invasivas que capturan la longitud de onda que emiten los materiales. El propósito es utilizar estas imágenes, junto con el aprendizaje automático, para evaluar la frescura, el contenido de grasas, la humedad y las proteínas de los alimentos sin abrir los envases.
Además, esta tecnología podría identificar fraudes en productos como el pescado descongelado, impidiendo que se venda como fresco. A largo plazo, el objetivo es que los consumidores puedan utilizar aplicaciones móviles para realizar estas comprobaciones.
En cuanto a la acuicultura, los avances tecnológicos permiten que las granjas de salmón se ubiquen en aguas más profundas debido a la falta de espacio en la costa. Empresas como la noruega Bakkafrost han logrado aumentar el peso de los salmones jóvenes en piscinas, lo que reduce su mortalidad y permite reciclar el 99,7% del agua utilizada durante el proceso.
https://blog.selfbank.es/tecnologia-en-el-sector-de-la-alimentacion/
La biotecnología como arma contra la hambruna mundial
Unos 281,6 millones de personas sufrieron hambre aguda en 2023, según el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias, estudio conjunto de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). El documento identifica tres detonantes principales de las crisis de hambre: los conflictos, que asolan una veintena de países en los que el hambre afecta a más de 135 millones de personas; los eventos climáticos extremos, responsables del hambre de alrededor de 57 millones de personas; y los embates económicos, que causan el hambre de 75 millones de personas. Estas cifras sitúan al 2023 como el quinto año consecutivo de avance de la inseguridad alimentaria, por lo que desde las organizaciones autoras del informe se solicitan respuestas urgentes que permitan transformar los sistemas alimentarios y abordar las causas subyacentes de la seguridad alimentaria y la malnutrición.
El camino hacia una industria alimentaria más sostenible no es una tarea sencilla debido a factores como la falta de voluntad política o los temores existentes en el propio sector ante la transformación. Es necesario un cambio de rumbo ante la evidencia de que la cadena de valor no es sostenible y el sector agroalimentario no cuenta con capacidad suficiente para responder a la demanda global. Es aquí donde entra en juego la biotecnología.
La biotecnología está desempeñando un papel crucial en la lucha contra el hambre a través de diversas estrategias y tecnologías avanzadas, con el objetivo de mejorar la productividad agrícola, aumentar la resistencia de los cultivos a las enfermedades y a las condiciones climáticas adversas; así como para desarrollar alimentos más nutritivos. Hoy, con motivo del Día Mundial del Hambre, analizamos algunas de estas a través del trabajo de dos de nuestros socios: AINIA y Tebrio.
Agricultura de precisión o robótica agrícola, algunas de las principales soluciones
«La agricultura de precisión es una práctica agrícola que utiliza tecnologías avanzadas para optimizar tanto la eficiencia de los insumos como la productividad de los cultivos y la gestión del ganado”, señalan desde AINIA, centro tecnológico privado con más de 35 años de experiencia en I+D+i. El uso de tecnologías como la robótica, la teledetección, la fotónica, o la inteligencia artificial posibilita la recopilación de datos detallados y en tiempo real sobre las condiciones del suelo, el estado de los cultivos, el clima y otros factores ambientales que influyen en la producción agrícola.
Gracias a la agricultura de precisión los agricultores pueden aplicar la cantidad exacta de agua, fertilizantes y pesticidas necesarios, reduciendo así el desperdicio y los costos de producción. “Esto no solo mejora la eficiencia económica, sino que también reduce la contaminación ambiental y mejora la sostenibilidad de las prácticas agrícolas”, detallan desde AINIA.
“Al aumentar la productividad y eficiencia de los recursos agrícolas, la agricultura de precisión puede contribuir significativamente a alimentar una población mundial creciente. Mejorar los rendimientos de los cultivos en las áreas existentes de producción puede ayudar a satisfacer la demanda de alimentos sin la necesidad de expandir las áreas de cultivo, preservando así los recursos naturales”, añaden poniendo en valor los avances que están desarrollando en este campo.
“En AINIA hemos desarrollado plataformas de software propias que capturan, analizan y procesan en tiempo real datos e imágenes generados por sensores de imagen visible, espectral y láser. Este análisis permite a los agricultores tomar decisiones más informadas sobre cuándo y cómo irrigar, fertilizar, detectar la presencia de plagas o enfermedades y gestionar sus cultivos, lo cual es crucial para prevenir el desperdicio debido a sobreproducción o mal manejo de los recursos naturales”.
Un trabajo que complementan con la producción de biofertilizantes y bioplaguicidas como parte de la estrategia ‘Farm to Fork’ del Pacto Verde Europeo. “Estos productos naturales mejoran la salud y la productividad de las plantas sin los efectos nocivos de los químicos convencionales, contribuyendo a un sistema alimentario más sostenible y reduciendo la cantidad de alimentos no aptos para el consumo debido a residuos químicos”.
Desde AINIA destacan otras áreas de trabajo como el uso de sensores inteligentes y la robótica agrícola que permiten una gestión agrícola más eficiente y precisa. Unas tecnologías que permiten monitorizar las condiciones de los cultivos y responder en tiempo real a sus necesidades. La robótica colaborativa o la visión artificial también se están empleando en la compañía biotecnológica para actividades como la recolección autónoma de frutas caídas.
La biotecnología sienta las bases del futuro de la lucha contra el hambre
“La biotecnología es una piedra angular para la industria agroalimentaria. Siempre han ido de la mano. La diferencia es que ahora ya no se trata sólo de producir más, que también es importante, sino de producir mejor, de ser más eficientes para no hipotecar el futuro de la propia industria agroalimentaria. Lo queramos o no, nuestras actividades han de ser sostenibles”, expone Adriana Casillas, CEO y cofundadora de Tebrio, compañía biotecnológica dedicada a la cría y transformación industrial del insecto Tenebrio Molitor.
Casillas incide en que la biotecnología es una de las herramientas “más versátiles y poderosas que tenemos en la industria agroalimentaria”, ya que puede ayudarnos de múltiples maneras: “No me refiero sólo a la ingeniería genética para mejorar la resistencia y la adaptabilidad de nuestros cultivos. Estoy hablando del desarrollo de nuevos alimentos, como la proteína de insecto, la carne cultivada o todo lo que nos ofrece la fermentación. De la producción de ingredientes específicos para conservar mejor nuestros alimentos y hacerlos más funcionales. Tiene aplicaciones para detectar patógenos y alérgenos. Puede ayudarnos a mejorar la trazabilidad, a aumentar la seguridad, a incrementar nuestra productividad respetando los mayores estándares de calidad. Es innovación y, como tal, debería ayudarnos a construir el futuro”. En este sentido el trabajo de Tebrio juega un papel determinante.
El gusano de la harina, nombre con el que se conoce comúnmente al Tenebrio Molitor, tiene numerosas aplicaciones que van desde la alimentación animal a la nutrición vegetal, pasando por novedosos usos bioindustriales. En junio de 2021 la Comisión Europea daba luz verde a su utilización en alimentación humana tras el dictamen positivo de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), que concluía que el Tenebrio Molitor no sólo era un alimento muy nutritivo, sino también seguro.
https://asebio.com/actualidad/noticias/lbiotecnologia-innovacion-lucha-hambre
Los 15 principales avances en tecnología alimentaria
El proyecto europeo RECAPT identifica las 15 nuevas tecnologías de elaboración de alimentos, que van de la etiqueta RFID a los envases inteligentes, entre otros.
Desde el año 2011 y hasta 2014, el proyecto RECAPT (Retailer and consumer acceptance of promising novel technologies and collaborative innovation management), financiado por la Unión Europea, trabaja en la creación de una plataforma que apoye y refuerce la colaboración entre investigadores en el campo de la alimentación y la industria alimentaria y otros implicados del sector. En lo que lleva de andadura, el proyecto ha identificado las 15 principales tecnologías desarrolladas en el ámbito de la alimentación. El artículo detalla cuáles son estas principales aportaciones.
Las nuevas tecnologías juegan un papel importante en el ámbito de la alimentación ya que permiten producir alimentos y bebidas que se adaptan a las demandas de los consumidores de manera segura. A través de las innovaciones tecnológicas, se desarrollan nuevos productos y tecnologías que persiguen la calidad y seguridad alimentarias. En este ámbito, el proyecto RECAPT apoya la colaboración entre científicos de los alimentos, la industria alimentaria y otros implicados y fomenta el desarrollo de productos innovadores. El objetivo es desarrollar nuevos productos alimenticios que cuenten con el apoyo de la ciencia y que se adapten a la demanda de los consumidores.
Los 15 principales avances científicos en alimentación
A través del proyecto RECAPT se han identificado 15 avances científicos en el campo de la alimentación claves para el sector:
- Envases activos. Estos envases proporcionan un ambiente interno modificado que protege el alimento contra cualquier efecto no deseado que afecte la calidad o seguridad. Este tipo de envases interactúan con su contenido para aumentar el tiempo de conservación o mantener la calidad durante el almacenamiento.
- Películas biodegradables. Ofrecen una barrera entre el alimento y su entorno y crea una protección contra los efectos no deseados como microorganismos. Este tipo de películas tienen capacidad para descomponerse a través de la acción de los organismos vivos, y se perciben como más respetuosos con el medio ambiente.
- Plasma frío. Mediante esta tecnología se consigue eliminar patógenos del aire y de las superficies en contacto con los alimentos. De creciente interés para su incorporación en las líneas de procesado.
- Recubrimientos comestibles. Se aplican a muchos productos alimenticios para controlar la transferencia de humedad para mejorar la seguridad y preservar la calidad nutricional y sensorial. También se usan para mejorar el aspecto, olor y sabor y vida útil. Una de las principales particularidades es que son aptos para el consumo.
- Irradiación a través de haz electrones. Es una forma de energía ionizante de baja intensidad útil sobre todo en productos envasados.
- Homogeneización de alta presión. A través de este proceso mecánico se somete un producto líquido a alta presión.
- Alta presión. Las altas presiones se usan con otras técnicas para lograr la desinfección y conservación de alimentos con un procesado mínimo que no afecta al contenido nutricional. La combinación de las altas presiones con otro tratamiento térmico permite que la temperatura aplicada sea menor.
- Presión hidrodinámica. Este proceso suele utilizarse para ablandar la carne tras el sacrificio. Consiste en aplicar ondas de presión a través de la conversión de energía eléctrica en mecánica.
- Envases inteligentes. Una serie de sensores proporcionan información sobre el estado de un alimento o sobre las condiciones en las que se ha almacenado y que están vinculadas a ciertas características de seguridad.
- Calentamiento por infrarrojos. Destaca su capacidad para calentar alimentos sin necesidad de que entren en contacto directo con la fuente de calor. Se ha utilizado para calentar, dorar, descongelar y tostar, así como otros tipos de cocción.
- Calentamiento óhmico. Los alimentos se calientan al pasar electricidad. La energía eléctrica se disipa en calor, lo que se traduce en un calentamiento rápido y uniforme. Una de las particularidades de este sistema es que el calentamiento se produce en el interior del alimento.
- Campos eléctricos pulsados. No se produce un calentamiento de los alimentos sino que busca inactivar grandes cantidades de microorganismos, lo que implica una reducción de la actividad biológica en el producto.
- RFID. La identificación por radiofrecuencia puede considerarse como una forma de código de barras inteligente. A diferencia del código de barras, los datos almacenados en etiquetas RFID se pueden cambiar y actualizar.
- Extracción supercrítica de fluido. Un material soluble se extrae de un material alimenticio a través de un disolvente (la sacarosa de la remolacha o el café de los granos).
- Corte por ultrasonidos. La aplicación de ultrasonidos mejora la calidad de la superficie del corte en el alimento. A diferencia de otras máquinas de corte, los ultrasonidos pueden cortar materiales blandos, producen bajos niveles de calor y una mínima distorsión.
Información encontrada en:
La presión como herramienta para transformar procesos alimentarios
La alta presión hidroestática (APH) es una tecnología emergente en la industria alimentaria, que permite inactivar microorganismos en los productos acabados sin alterar significativamente las características nutricionales y organolépticas del alimento.
La ciencia de los alimentos perfila una tendencia futura hacia el desarrollo de tecnologías que aseguren la máxima calidad de los alimentos con el mínimo coste y utilizando técnicas más respetuosas con el medio ambiente. En este ámbito, los efectos de la presión, como variable termodinámica, sobre la estructura y movilidad de los distintos componentes de los alimentos (proteínas, grasas…) abre un amplio abanico de nuevas posibilidades:
– Cambios conformacionales en las proteínas de la pared celular y su efecto directo en la inactivación microbiológica.
– Control de variables de proceso en sistemas cerrados (temperaturas de ebullición, presencia de oxígeno …) como la fritura a presión reducida.
– Modificación de la variable temperatura para procesos de cocción de alimentos mediante vapor saturado a presión controlada.
La alta presión hidrostática (APH) o High Pressure Processing (HPP) es un tratamiento no térmico para la conservación de alimentos, que permite mejorar la seguridad microbiana de los productos sin que se produzca la pérdida de nutrientes, se generen compuestos potencialmente nocivos o se alteren las características organolépticas del alimento.
El tratamiento HPP consiste en someter al alimento, previamente sellado en su envase final flexible, a altos niveles de presión de forma homogénea durante unos segundos a minutos. Las muestras se introducen en una cámara de acero, que se rellena con un fluido de proceso, en la que se aumenta la presión mediante el bombeo del fluido de proceso con bombas e intensificadores de presión. Una vez alcanzada la presión deseada, se mantiene la cámara presurizada el tiempo necesario para realizar el tratamiento y posteriormente se vacía la cámara para extraer los alimentos tratados.
Presiones superiores a 400 MPa / 58,000 psi a temperaturas de refrigeración (+ 4ºC to 10ºC) o ambiente, inactivan la flora vegetativa (bacterias, virus, mohos, levaduras y parásitos) presente en el producto, aumentando su vida útil y garantizando su seguridad.
Esta tecnología hece posible conseguir productos con características diferenciadas y/o mejoradas, por ejemplo una vida útil más larga sin necesidad de aditivos, especialmente en alimentos que no permiten o son sensibles a los tratamientos de conservación térmicos o químicos.
El procesado por HPP está reconocido como válido para tratar productos de alto riesgo de Listeria, E. coli, y Salmonella en mercados internacionales con requisitos exigentes de seguridad alimentaria, como EEUU, Japón, Canadá o la UE.
Nuevos grados plásticos biodegradables y compostables para alimentación
El consumo de plástico ha aumentado significativamente en los últimos años, superando las 400 TM a nivel global en 2022. En Europa se producen 54 MT, de las cuales el 39% de se destinan a aplicaciones de envase según datos de Plastics Europe. Esto se traduce en un gran aumento de la acumulación de residuos plásticos y, por tanto, de desechos de envases en los vertederos. Para frenar esta tendencia se han investigado diferentes estrategias como el desarrollo de soluciones compostables en línea también con las estrategias europeas para los plásticos.
Itene ha trabajado en el desarrollo y validación de diferentes materiales compostables ad-hoc compostables industriales o domésticos para aplicaciones de envase alimentario flexible y rígido en el proyecto COMPOLIST, financiado por IVACE+i. El objetivo fue optimizar las formulaciones determinando las combinaciones más compatibles y maximizando el grado de mezcla mediante el diseño de husillos a medida. De este modo, se han alcanzado las propiedades adecuadas para mantener o alargar la vida útil del producto envasado, evitando el desperdicio alimentario. En concreto, se han obtenido dos tipos de envases: flexibles para ensalada fresca cortada y, rígidos, para productos listos para el consumo.
En el caso de los envases flexibles, los dos films desarrollados se han utilizado para la fabricación de bolsas para envasar ensalada cortada y se ha monitorizado su vida útil. Tras analizar el comportamiento del producto, se ha concluido que ambos materiales son adecuados para envasar ensaladas frescas y que permiten alcanzar una vida útil de los productos envasados de 14 días.
Para la obtención del material flexible se han diseñado distintas formulaciones combinando diferentes biopolímeros con aditivos orgánicos e inorgánicos, con una configuración de husillos a medida. Estas se han procesado obteniéndose film mediante extrusión soplado en un equipo industrial, al que se le ha aplicado un recubrimiento barrera mediante huecograbado, obteniendo las referencias Flex. 1 y Flex. 2.
Con los films obtenidos se han conformado bolsas en las que se ha envasado ensalada fresca cortada. La vida útil de este producto ha sido monitorizada mediante la evaluación de los siguientes parámetros: evolución de atmósfera, pérdida de peso, análisis microbiológico y análisis sensorial.
La evolución de la atmósfera ha seguido una tendencia similar en ambos casos, manteniéndose más constante en la referencia Flex. 2. Sin embargo, esta misma referencia ha presentado una mayor pérdida de peso, alcanzando el 1,4%, mientras que Flex.1 no ha llegado al 1%.
Los ensayos microbiológicos han mostrado un incremento gradual de la carga microbiológica durante el tiempo de ensayo en todas las referencias evaluadas, siendo ligeramente menor en la referencia Flex. 1. Por último, el análisis sensorial indica una aceptación general por parte de los consumidores, con una valoración muy positiva para ambas muestras, especialmente para la Flex.1.
Los ensayos realizados indican que el producto es apto para el consumo de acuerdo con la legislación hasta el día 14, una semana después del fin de la vida útil indicada en el envase original. Asimismo, las ensaladas presentan una calidad sensorial adecuada en el día 12, dos días después del final de la vida útil indicada en el envase original. Comparando ambos materiales, se puede concluir que el film Flex.1 es el que ha demostrado un mejor comportamiento, considerándose el más adecuado para la conservación de productos de IV gama.
Imagen química para el control de la calidad y seguridad alimentaria
La imagen química permite obtener del producto que se está procesando un mapa de composición (humedad, grasa, proteína…) en tiempo real. Es una tecnología revolucionaria basada en la visión espectral que permite ir más allá de las limitaciones que tienen los sistemas de inspección convencionales. Las imágenes muestran las concentraciones de los parámetros de interés en cada punto del producto, lo que proporciona mayor información y más rigurosa.
Debido a la capacidad de identificar la composición química, esta tecnología permite diferenciar entre producto correcto y materias extrañas que puedan aparecer en la línea de producción. Sus aplicaciones son muchas y variadas: control de procesos analíticos, detección de cuerpos extraños en frutos secos, control de calidad de la materia priva en preparados de pescado, productos cárnicos, platos preparados…
También puede conocer lo que están haciendo otras empresas como SADA Andalucía o Multiscan en esta línea de trabajo, o profundizar en los campos de aplicación de esta tecnología aplicada en la industria de alimentos
Mejorar la calidad y seguridad en el control de procesos de producción es clave para una empresa alimentaria. La detección de contaminantes o materias extrañas en productos es una de las preocupaciones en el sector. Los avances en tecnologías de inspección y las soluciones que plantea la imagen química pueden ser la respuesta.
La imagen química permite obtener un mapa de composición en tiempo real del producto que se está procesando. Una tecnología revolucionaria basada en la visión espectral que permite ir más allá de las limitaciones que tienen los sistemas de inspección convencionales.
Ventajas y capacidades de la imagen química:
- Rápida y fiable: La imagen química es capaz de proporcionar la medida de la composición química en tiempo real de los productos que analiza, por lo que proporciona mayor información que los sistemas de inspección actuales
- Generación mapas de composición: Esta tecnología de inspección permite generar mapas de composición (humedad, grasa, proteína, etc.) de los productos inspeccionados, es decir, imágenes que muestran las concentraciones de los parámetros de interés en cada punto del producto
- Diferenciación entre producto correcto y materias extrañas en la producción: Debido a la capacidad de identificar la composición química, esta tecnología permite diferenciar entre producto correcto y materias extrañas que puedan aparecer en la línea de producción.
- Detección de materias con densidades altas y densidades cercanas al producto: Como se basa en la composición química, puede detectar tanto materias con densidades tanto altas como con densidades cercanas al producto, lo que no puede hacerse con ningún otro sistema de inspección. Y todo esto, en tiempo real y sobre en el 100% de la producción
- Gran aplicabilidad a diferentes procesos de control: Debido a su potencialidad, las aplicaciones son muchas y variadas:
– Detección de cuerpos extraños en frutos secos
– Control de procesos analíticos en el sector farmacéutico
– Control de la calidad de la materia prima en preparados de pescado, productos cárnicos y platos preparados
- Adaptable a cualquier producto: Con esta tecnología se puede trabajar en el visible y en el infrarrojo cercano, con diferentes velocidades de inspección y anchos de inspección, por lo que puede ser adaptada prácticamente a cualquier producto
Pese a que es una tecnología creciente, en ainia tenemos más de 8 años de experiencia en sistemas de inspección y control de productos alimenticios. Trabajamos tanto en el visible como en el infrarrojo cercano y, además en tiempo real y a diferentes velocidades y anchos de inspección. Esto nos permite aplicar esta tecnología prácticamente a cualquier producto reduciendo costes de inspección y producción en la empresa y mejorando así la eficiencia.
Si quiere que estudiemos la aplicabilidad de la imagen química a sus productos y procesos contacte con nosotros.
Ecógrafo de alimentos
Desarrollan un nuevo sistema ultrasónico no invasivo para la industria alimentaria que permite analizar la textura de productos derivados de cereales, sin tocarlos, y en tiempo real.
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), pertenecientes al Departamento de Tecnología de los Alimentos, han desarrollado un nuevo sistema ultrasónico no invasivo para la industria alimentaria que permite analizar la textura de productos derivados de cereales, como galletas, pan, snacks y pasta, entre otros muchos, sin tocarlos, y en tiempo real. Su uso permitiría clasificar productos o rechazarlos si se alejan del estándar de calidad óptimo o adaptar los procesos de elaboración cuando se identifica que las propiedades del alimento no son correctas. El sistema ha sido patentado por la UPV en colaboración con el CSIC e I+dea, Centro de Innovación Aplicada de Cerealto Siro Foods.
La textura es una propiedad de calidad muy relevante en la industria alimentaria, que se ve influenciada por muchos factores, como la materia prima del producto o el proceso de elaboración. Por ejemplo, en el caso de una galleta, un horneado demasiado intenso puede hacer que la galleta sea muy dura (o quebradiza) y un horneado deficiente puede llevar a texturas excesivamente blandas. Por otro lado, la variación de textura también puede deberse a pequeños cambios de composición, por ejemplo, humedad, o a otros factores.
“Con este sistema es posible evaluar y conocer las propiedades de calidad del alimento de forma instantánea en la línea de producción, sin tocarlo en ningún momento. Sería como hacer una ecografía del producto pero sin contacto con el sensor”, explica José V. García-Perez, investigador del Grupo de Análisis y Simulación de Procesos Agroalimentarios (ASPA) del departamento de Tecnología de los Alimentos de la UPV.
“En la línea de producción, los productos circulan a una velocidad elevada y, dada la naturaleza del producto, es imposible emplear técnicas convencionales de ultrasonido con acoplamiento por líquidos o geles. Además, como la superficie de los productos es muy irregular, es difícil lograr una adecuada transmisión del ultrasonido”, explica el investigador del CSIC Tomás Gómez, del Instituto de Tecnologías Físicas Leonardo Torres Quevedo (ITEFI). La tecnología desarrollada por Gómez y el testo del equipo del ITEFI logra superar esos problemas gracias a un conjunto de emisores y receptores de gran sensibilidad y ancho de banda, combinados con un procedimiento de toma de medidas y procesado de señal que permite determinar la textura del producto.
El sensor patentado por la UPV, en colaboración con el CSIC e I+dea, destaca también por su bajo coste y su sencilla implementación en las líneas de proceso.
https://www.upv.es/noticias-upv/noticia-13733-ecografo-de-al-es.html
Un estudio del CSIC confirma la capacidad de los gusanos marinos para producir omega 3
Los gusanos poliquetos poseen las herramientas moleculares necesarias para producir ácidos grasos de omega 3 de alto valor nutricional. Así lo explica en una publicación científica el Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (IATS), centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las investigaciones han hallado una enzima única en una de sus especies, que cumple un papel fundamental en su visión. Estos gusanos poliquetos son gusanos biodiversos, son uno de los invertebrados más abundantes del planeta, y la mayoría de las especies son marinas.
El estudio liderado por Oscar Monroig, del equipo de Especies Auxiliares en Acuicultura, Larvicultura y Ecotoxicología del IATS-CSIC, investigó la presencia de unas enzimas cruciales para la producción de estos ácidos grasos, llamadas elongasas. “Mientras que existen omega 3 de cadena corta con escaso valor nutricional y que pueden encontrarse en muchos alimentos que consumimos, los de cadena larga son los que aportan beneficios para nuestra salud y se incluyen en nuestra dieta por el consumo de productos marinos. Las elongasas son las encargadas de su producción”, declara el investigador.
Los ácidos grasos omega 3 de cadena larga desempeñan funciones importantes en la salud humana , explica el experto, resultando en un componente vital para la prevención y tratamiento de muchas de las aflicciones relacionadas con la edad.
Potenciales candidatos para la acuicultura
Su alimentación a base de detritos o materia orgánica en descomposición, junto a la posibilidad de cría intensiva, convierten a los gusanos poliquetos en candidatos ideales para la producción sostenible de harinas ricas en estos ácidos para piensos de acuicultura. “Podemos ahora confirmar que los poliquetos tienen equipos enzimáticos complementarios que les capacitan para poder realizar las reacciones bioquímicas necesarias para la producción de omega 3 de alto valor nutricional”, afirma Juan Carlos Navarro, investigador del IATS-CSIC.
La producción a nivel global de estos compuestos es limitada, y a raíz de la expansión de la acuicultura, existe una creciente demanda en nuevas fuentes ricas en omega 3. Las estimaciones para la producción acuícola hasta 2050 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) esperan que esta se duplique con creces para esa fecha.
Los resultados de este estudio, que cuentan con la colaboración de Florian Raible y su equipo de la Universidad de Viena, demuestran que los poliquetos marinos representan fuentes alternativas de omega 3. En concreto, la especie Platynereis dumerilii utilizada en este estudio, “ofrece muchas ventajas, ya que dispone de herramientas metodológicas que nos permiten estudiar los mecanismos básicos en los que participan los omega 3, asegurando la salud y el correcto desarrollo”, justifica Marc Ramos, investigador del CSIC en el IATS y colaborador en el estudio.
https://www.rtve.es/noticias/20240620/csic-ciencia-y-tecnologia-acuicultura-salud/16155391.shtml
ABRO DEBATE: tomarías un suplemento de omega 3 hecho a partir de este gusano marino, sabiendo que su crianza es mucho más sostenible que la de otras fuentes similares como el salmón?
Beneficios de la luz pulsada en la industria de alimentos
Ofrecer alimentos inocuos de manera sostenible y eficiente sigue siendo prioridad de la industria que se apoya de tecnologías como la Luz Pulsada (PL).
Este tipo de tecnología se ha obtenido para presenciar bacterias o múltiples patógenos dañinos que podrían contaminar alimentos causando problemas en la salud de los consumidores o la calidad del producto.
Ofrecer alimentos inocuos de manera sostenible y eficiente sigue siendo prioridad de la industria que se apoya de tecnologías como la Luz Pulsada (PL).
Este tipo de tecnología se ha obtenido para presenciar bacterias o múltiples patógenos dañinos que podrían contaminar alimentos causando problemas en la salud de los consumidores o la calidad del producto.
¿Qué hace la tecnología de luz pulsada en alimentos?
La luz pulsada es una tecnología no térmica de procesado que consiste en la aplicación de pulsos lumínicos de alta energía sobre alimentos o superficies alimentarias con objeto de disminuir su carga microbiana.
Según publica AgTechDaily, esta técnica de desinfección de alimentos basada en la luz pulsada eliminó con éxito múltiples patógenos dañinos como:
- E. coli.
- Salmonella Typhimurium
- Listeria monocytogenes
- Bacillus cereus
- Esporas de Aspergillus niger
- Esporas de Penicillium roqueforti.
Esta inocuidad de alimentos produce descargas controladas de pulsos eléctricos de alta intensidad (1-5 kV) y corta duración (100-400µs) en una o varias lámparas de gas Xenón instaladas en un reactor donde se sitúa el producto a tratar.
Ofrecer alimentos inocuos de manera sostenible y eficiente sigue siendo prioridad de la industria que se apoya de tecnologías como la Luz Pulsada (PL).
Este tipo de tecnología se ha obtenido para presenciar bacterias o múltiples patógenos dañinos que podrían contaminar alimentos causando problemas en la salud de los consumidores o la calidad del producto.
¿Qué hace la tecnología de luz pulsada en alimentos?
La luz pulsada es una tecnología no térmica de procesado que consiste en la aplicación de pulsos lumínicos de alta energía sobre alimentos o superficies alimentarias con objeto de disminuir su carga microbiana.
Según publica AgTechDaily, esta técnica de desinfección de alimentos basada en la luz pulsada eliminó con éxito múltiples patógenos dañinos como:
- E. coli.
- Salmonella Typhimurium
- Listeria monocytogenes
- Bacillus cereus
- Esporas de Aspergillus niger
- Esporas de Penicillium roqueforti.
Esta inocuidad de alimentos produce descargas controladas de pulsos eléctricos de alta intensidad (1-5 kV) y corta duración (100-400µs) en una o varias lámparas de gas Xenón instaladas en un reactor donde se sitúa el producto a tratar.
Alimentos que se benefician con la luz pulsada
La ionización del gas que se emplea provoca un flash o pulso lumínico de alta intensidad y ancho espectro de emisión, desde los 200 nm (UV) hasta los 1.000 nm.
Esta luz pulsada hasta el momento funciona en:
- frutas
- semillas y granos
- queso y leche
- zumo
- múltiples productos avícolas.
Pero los estudios que se han hecho hasta ahora también han analizado alimentos como el huevo, utilizando un transportador diseñado para probar el proceso en un entorno industrial, y prevenir datos de gripe aviar.
La región ultravioleta, en particular, es la de más corta longitud de onda, siendo la responsable principal de la eficacia antimicrobiana de estos tratamientos, señaló AgTechDaily.
La industria se apoya de la luz pulsada para la inocuidad de alimentos
A pesar de que el efecto antimicrobiano de esta tecnología se conoce desde antes de los años 70, la tecnología actual permite que el mecanismo específico que causa la inactivación microbiana este mejor definido.
Estos avances permitirían aplicaciones en la industria alimentaria es la descontaminación superficial de alimentos sólidos, como vegetales, huevos o los productos cárnicos y pesqueros.
De acuerdo con los estudios esto aumentaría su vida útil sin afectar negativamente sus propiedades organolépticas, considerando que en cuanto más liso y homogéneo sea el producto, mayor es el nivel de descontaminación.
Otros objetivos de la luz pulsada en la industria de alimentos
El estudio informó que también se ha planteado el uso de esta tecnología como alternativa a los tratamientos térmicos para pasteurizar o esterilizar productos líquidos.
Otra de sus funciones sería en la descontaminación de envases alimentarios, para el tratamiento de envases y tapones alimentarios, teniendo como ventaja un sistema con eficiencia energética y que no utiliza agua ni sustancias químicas.
En conclusión, la tecnología de la luz pulsada puede mejorar el panorama de la industria de alimentos no sólo para la inocuidad de productos, también para mejorar procesos como la pasteurización o limpieza de envases.
La nueva «súper-lechuga» creada por investigadores españoles
El Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC – UPV) desarrolla una técnica que multiplica hasta 30 veces los niveles de betacaroteno en las hojas.
Investigadores españoles han creado una ‘super lechuga’ que multiplica hasta 30 veces los niveles de betacaroteno en las hojas sin afectar la fotosíntesis. La lechuga pierde su color verde característico por uno dorado intenso. El betacaroteno es un carotenoide con propiedades antioxidantes, inmunoestimulantes y beneficiosas para la cognición, además de ser el precursor de la vitamina A.
Investigadores del IBMCP han desarrollado un método innovador utilizando plantas de tabaco y lechuga para aumentar los niveles de betacaroteno de forma más accesible. Este avance permitiría mejorar la nutrición mediante la biofortificación de verduras como la lechuga, la acelga y las espinacas, sin comprometer su sabor y aroma característicos.
Un estudio publicado en ‘Plant Journal’ muestra que se ha logrado almacenar altos niveles de betacaroteno en plastoglóbulos y vesículas de almacenamiento de grasa en los cloroplastos de las hojas de lechuga. Estas vesículas no participan en la fotosíntesis y generalmente no acumulan carotenoides. Según Luca Morelli, autor del estudio, estimular la formación de plastoglóbulos con técnicas moleculares y luz intensa aumenta la acumulación y la facilidad de extracción de betacaroteno, mejorando su bioaccesibilidad en nuestro sistema digestivo.
El estudio muestra que la síntesis de betacaroteno en plastoglóbulos puede combinarse con su producción fuera de los cloroplastos mediante técnicas biotecnológicas. El betacaroteno se acumula en vesículas similares a los plastoglóbulos pero ubicadas en el citosol, la sustancia acuosa que rodea los orgánulos y el núcleo celular.
WEB: https://www.diariodesevilla.es/salud/investigadores-espanoles-crean-super-lechuga_0_2002422163.html.