El Proyecto «Sabor y Ciencia» y su Enfoque en Reducir el Desperdicio Alimentario

Recientemente, la iniciativa «Sabor y Ciencia», un proyecto colaborativo entre la Universidad de Barcelona y varios chefs locales, ha sido noticia por su enfoque innovador en la lucha contra el desperdicio alimentario. Esta propuesta, que combina la investigación científica con la creatividad gastronómica, busca transformar productos alimenticios que normalmente serían desechados en deliciosos y sostenibles platos, a la vez que promueve el conocimiento sobre la relación entre la ciencia, la gastronomía y la sostenibilidad.

El proyecto se basa en la idea de reutilizar ingredientes que comúnmente no se aprovechan, como las cáscaras de frutas, tallos de verduras o partes de los animales menos populares, y transformarlos en productos culinarios de alta calidad. A través de técnicas avanzadas de cocina y la colaboración con científicos, los chefs logran desarrollar menús que no solo son sabrosos y nutritivos, sino que también contribuyen a reducir el impacto ambiental de la industria alimentaria.

Uno de los aspectos más destacables de «Sabor y Ciencia» es su compromiso con la educación. Durante las jornadas del proyecto, tanto los chefs como los investigadores comparten sus conocimientos con el público y los profesionales de la gastronomía, mostrando cómo los avances científicos pueden ser aplicados para transformar la manera en que entendemos y preparamos los alimentos.

Este tipo de iniciativas resalta la creciente importancia de la gastronomía como motor de cambio en la sociedad, impulsando no solo un consumo más consciente, sino también una cultura culinaria que valore la sostenibilidad. «Sabor y Ciencia» es un ejemplo claro de cómo la colaboración entre ciencia y gastronomía puede ser un vehículo eficaz para promover prácticas más responsables en la industria alimentaria, abriendo el camino hacia un futuro más sostenible y menos desperdiciado.

Gastronomía y cine, una ¿apetitosa? simbiosis

Desde que en 1895 Louis Lumière rodase Le repas de bébé hasta la última entrega de Chef’s Table en Netflix, la comida o su escasez han estado presentes en el cine. Hitchcock la relacionó con la muerte, Buñuel la usó para criticar a la sociedad burguesa. Más allá de los golosos banquetes de un buen puñado de películas, tras la entrega de los Goya y ante la próxima gala de los Oscar repasamos una simbiosis que puede abrir o quitar el apetito. 

Siempre ha habido distintas formas de ver el valor de la comida en la vida. Desde el inicio del cine, la comida se simbolizó no por su presencia sino por su falta. Siempre ha mostrado la diferencia de clases sociales como en las películas de Luis Buñuel. Destaca, por ejemplo, Alfred Hitchcock. Ninguna de sus películas abre el apetito. «Normalmente si los personajes comen, mueren, o se juntan a comer para matar. Utilizó la comida como reclamo publicitario». Los platos que aparecen en Frenesí resultan poco agradables a la vista, ya que quiso ironizar con la alta cocina francesa. Fue capaz de convertir una pata de cordero en un arma mortal y hacer que un arcón en el que han escondido un cadáver sirviera de mesa para cenar en La soga. «Es el director que más ha relacionado comida y muerte».

Más tarde aparecería la corriente de directores italoamericanos que introducirían la comida y la cocina como un acto de comunidad y unión en el que las familias se juntan a disfrutar de la comida juntos. Aquí destacan Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, que en El padrino explica el secreto de la salsa de tomate para los spaghetti.

Por otra parte, la comida también puede ser el epicentro de la película desarrollando el placer hedonista como en Julie and JuliaChocolat, Ratatouille; Comer, Beber, Amar o El festín de Babette.

https://www.7canibales.com/opinion/gastronomia-cine-una-apetitosa-simbiosis/

Los niños nacidos bajo el racionamiento de azúcar de la Segunda Guerra Mundial fueron adultos más sanos

Un estudio muestra que quienes nacieron durante las restricciones tuvieron un 35% menos de diabetes y un 20% menos de hipertensión

Las recomendaciones dietéticas dicen que los bebés, desde su concepción hasta cumplir dos años, no deben consumir azúcares añadidos. Sin embargo, las embarazadas suelen doblar el porcentaje de consumo de azúcar recomendado y la mayoría de los bebés consumen algún tipo de comida o bebida edulcorada a diario. Algunos críticos afirman que este tipo de recomendaciones se basan en estudios de poca calidad o demasiado breves. Para superar esas limitaciones, un equipo liderado por Tadeja Gracner, de la Universidad del Sur de California, ha utilizado la información generada por un experimento natural sucedido poco después de la Segunda Guerra Mundial, cuando, desde el final del conflicto hasta 1953, el racionamiento eliminó el azúcar de la dieta de los británicos, incluidos niños y embarazadas.

El equipo utilizó datos de un biobanco de 60.183 individuos nacidos entre octubre de 1951 y marzo de 1956, comparando la evolución de la salud de los concebidos antes y después del fin del racionamiento de azúcar en 1953. Durante el racionamiento, los adultos podían consumir hasta 40 gramos, la mitad que el consumo medio actual, y los menores de dos años no recibían nada. En un estudio que se publica hoy en la revista Science, observaron que, con el paso de los años, la restricción de azúcar durante los primeros 1.000 días de vida redujo el riesgo de desarrollar diabetes e hipertensión durante la vida en aproximadamente un 35% y un 20%, respectivamente, y retrasó el inicio de estas enfermedades en unos 4 y 2 años. El efecto protector fue más intenso para los que vieron restringida su exposición al azúcar tanto en el útero como en los meses posteriores al nacimiento. Los autores calculan que el 30% de la reducción de riesgo de enfermedad se debe atribuir a la exposición o no durante la gestación.

Aunque el trabajo no demuestra una causalidad entre el consumo de azúcar durante los primeros meses de vida y la protección frente a enfermedades, la observación del vínculo fortalece las razones para recomendar limitar el consumo de esta sustancia. Los autores del estudio ofrecen posibles explicaciones a sus resultados. Por un lado, tal y como se sugiere en la hipótesis del origen fetal de las enfermedades adultas, el consumo o no de azúcar de la madre puede cambiar la programación fisiológica del bebé desde el útero. “Nuestros hallazgos sobre el efecto del azúcar en el útero coinciden con los resultados de estudios en animales, que demuestran que las dietas con mucho azúcar durante el embarazo incrementan los factores de riesgo de diabetes tipo 2 e hipertensión […] o los estudios en humanos que demuestran una asociación entre una dieta rica en azúcar durante el embarazo y la lactancia y el riesgo de obesidad del niño”, escriben Gracner y sus colegas. Una segunda posibilidad es que saborear el azúcar al principio de la vida condicione para siempre nuestro gusto por lo dulce, como proponen algunos estudios. Si esto fuera así, se debería reflexionar sobre los efectos de que alrededor del 70% de productos para niños tengan azúcares añadidos, ya sean bebidas, leche de fórmula u otros alimentos.

Una ración de las que recibían los británicos durante la Segunda Guerra Mundial.

Una de las dificultades para obtener conclusiones definitivas respecto a los efectos de medidas dietéticas aisladas es que no se puede tener a cientos o miles de humanos dentro de un entorno controlado durante décadas en las que se les da de comer solo lo que los experimentadores desean. Por eso, se utilizan métodos para aproximarse a la realidad, comparando los resultados de estudios observacionales en humanos con otros más controlados en animales. En este sentido, el efecto de consumir menos azúcar en los primeros meses de vida fue mayor en la reducción del riesgo de diabetes tipo 2 en mujeres que en hombres, una diferencia por sexos que ha aparecido también en varios estudios con animales. Además, el racionamiento de azúcar redujo el riesgo de obesidad, que incrementa el riesgo de enfermedades del corazón y metabólicas y sugiere una posible explicación biológica a los problemas producidos por el azúcar.

Gracner considera que “a medida que se intensifican las conversaciones sobre políticas como el impuesto al azúcar o a las bebidas azucaradas, o la regulación de los azúcares añadidos en los alimentos para lactantes o niños pequeños y su comercialización, comprender la relación directa entre el consumo de azúcar en etapas tempranas de la vida y las enfermedades crónicas es fundamental”. “Nuestros resultados contribuyen a este debate al vincular el azúcar con la salud y subrayar la importancia de la dieta en los primeros años para gestionar el riesgo de enfermedades metabólicas a largo plazo”, concluye.

El experimento natural del racionamiento tras la Segunda Guerra Mundial tiene similitudes con otro que tuvo lugar en Cuba entre 1991 y 1995. Entonces, durante el conocido como Periodo Especial, la falta de asistencia soviética tras la caída del imperio rojo dejó a la isla caribeña en una profunda crisis. Se cuenta que las bañeras de La Habana se utilizaban para criar cerdos, para ocultarlos. De consumir 3.000 calorías diarias por persona, los cubanos pasaron a tomar unas 2.200. Contra su voluntad, comenzaron a caminar más o utilizar la bicicleta porque no había combustible para propulsar los automóviles. Los habitantes de la isla recuerdan aquel periodo con el mismo cariño que los británicos la posguerra, pero, según un estudio que se publicó en la revista British Medical Journal, aquel plan radical de dieta y ejercicio mejoró la salud de los cubanos y su esperanza de vida.

Aquel resultado mostró que los cambios importantes en los hábitos que tienen mayores efectos sobre la salud no pueden ser una suma de decisiones individuales correctas. “Debe producirse en el entorno, que no tenga que tomar yo la decisión de elegir entre un alimento con mucha sal y uno con poca cada vez que voy a comer, porque eso no va a funcionar”, explicaba entonces Manuel Franco, autor del estudio. Algunos epidemiólogos como Franco plantean que es necesario que haya políticas que hagan, al menos hasta cierto punto, que estas decisiones, como sucedió con el racionamiento del azúcar, estén tomadas. Otro dilema es si, igual que se nos prohíbe consumir heroína o conducir a 200 y sin cinturón, es legítimo que el Estado nos obligue a comer sano.

Cómo Nutrigenomix Revoluciona el Rendimiento de los Atletas

Recientemente, la empresa Nutrigenomix, especializada en genética nutricional, ha lanzado un servicio innovador que promete transformar la forma en que los deportistas abordan la suplementación: el análisis genético personalizado para optimizar el rendimiento deportivo a través de la dieta y los suplementos. Este servicio, denominado “Nutrigenomix Sport”, utiliza pruebas genéticas para ofrecer recomendaciones sobre la suplementación más adecuada para cada individuo según su perfil genético, lo que representa un avance significativo en la nutrición deportiva personalizada.

El análisis genético tiene en cuenta factores como la predisposición a deficiencias de nutrientes, la capacidad de metabolizar ciertos suplementos y la respuesta genética al ejercicio físico. A partir de estos datos, los atletas reciben recomendaciones precisas sobre qué suplementos tomar y en qué cantidades para maximizar su rendimiento, acelerar la recuperación y prevenir lesiones. Esta personalización promete no solo mejorar la efectividad de los suplementos, sino también hacer más eficiente la inversión en productos que realmente se alineen con las necesidades biológicas de cada persona.

El enfoque innovador de Nutrigenomix Sport resalta una tendencia creciente dentro del ámbito deportivo, que busca integrar la ciencia de la genética con la nutrición para crear estrategias dietéticas más efectivas. A través de esta tecnología, los deportistas pueden obtener un entendimiento más profundo de cómo su genética influye en su metabolismo y en su respuesta a diferentes nutrientes y suplementos. Esto va más allá de las recomendaciones estándar de nutrición, ofreciendo una experiencia mucho más individualizada y ajustada a las características biológicas de cada persona.

Este avance también subraya cómo la ciencia de la nutrición deportiva está evolucionando hacia una mayor personalización, permitiendo a los atletas de todos los niveles optimizar su dieta de manera más precisa y eficiente. A medida que la investigación en genética y nutrición deportiva avanza, podríamos estar presenciando el inicio de una nueva era en la que la tecnología y la biología se combinan para maximizar el potencial humano en el deporte.

En conclusión, la llegada de los análisis genéticos para la personalización de la nutrición y suplementación deportiva marca un hito en el campo de la nutrición aplicada al deporte. Esta tendencia, que fusiona genética, nutrición y tecnología, no solo tiene el potencial de mejorar el rendimiento físico de los atletas, sino también de cambiar la forma en que entendemos y gestionamos la relación entre la alimentación y el ejercicio.

La Comida como Elemento Cultural en la Literatura Contemporánea

En el mundo literario contemporáneo, la relación entre la comida y la narrativa ha cobrado una importancia creciente, con la cocina como un elemento central en la construcción de personajes, culturas y tradiciones. Recientemente, la escritora Diana Awerbuck, autora sudafricana conocida por su enfoque en las complejidades culturales, publicó un ensayo titulado «El arte de la comida: Sabores, significados y memorias» donde reflexiona sobre cómo los alimentos no solo alimentan el cuerpo, sino que también son vehículos de identidad y memoria en la literatura.

El ensayo de Awerbuck resalta cómo, en novelas contemporáneas, los momentos de preparación y consumo de alimentos son utilizados para explorar las dinámicas sociales y culturales de las sociedades. A menudo, la cocina se presenta como un espacio donde convergen diversas generaciones, donde se tejen relaciones y se reafirman o cuestionan tradiciones. La comida se convierte así en un símbolo de pertenencia, pero también de ruptura, dependiendo de las tensiones culturales, políticas y personales que se desarrollan a lo largo de la trama.

Un ejemplo claro de esta tendencia se encuentra en la obra «La fiesta ajena» de la escritora mexicana Liliana Heker, donde los actos culinarios se convierten en momentos de revelación de los conflictos internos de los personajes. La comida en este contexto no solo cumple una función descriptiva, sino que está intrínsecamente relacionada con la construcción de la identidad cultural y la transformación de los protagonistas.

Este fenómeno no es exclusivo de la literatura contemporánea, sino que ha sido una constante en la narrativa desde tiempos inmemoriales. Desde los festines descritos en «Don Quijote de la Mancha» de Cervantes hasta las cenas familiares en «La casa de los espíritus» de Isabel Allende, la comida ha jugado un papel fundamental para ilustrar las tensiones sociales, económicas y familiares. En este sentido, los alimentos trascienden su función nutritiva para convertirse en símbolos de lo que una sociedad valora, teme o ansía.

En conclusión, la relación entre alimentación y literatura no solo refleja aspectos culturales y sociales, sino que también subraya la importancia de la comida como elemento de unión y diferenciación dentro de las narrativas. La inclusión de la comida en los relatos contemporáneos demuestra que, a través de los sabores y los gestos culinarios, los escritores pueden explorar las complejidades de la identidad humana en un contexto globalizado.

Literatura y gastronomía: maridaje entre libros y comida

La alimentación es una de las necesidades básicas del ser humano. Desde el momento mismo en el que surgió la escritura encontramos textos que aluden a alimentos y comida, a su almacenaje y su comercio que se han convertido en lo que podemos entender como la prehistoria de la literatura gastronómica. A partir de ahí, se ha visto como el alimento ha sido utilizado en todos los géneros al largo de la historia desde distintos puntos de vista.

La gastronomía en la literatura a lo largo de la historia

En la Ilíada de Homero, por ejemplo, ya se explican los banquetes a base de cerdos y carneros asados al espeto que disfrutaban los soldados. Aunque quizás el primero texto en el que la literatura tenga la gastronomía como su tema principal sea el Calendario de Ananio, un texto poético del S.VI a.C., que en versos yámbicos describe un calendario gastronómico en el que no faltan alusiones a recetas como la gamba en hoja de higuera, los pescados en salsa de ajo y a ingredientes muy valorados en aquel entonces como el atún, la cabra o el buey cebado.

Será también en época romana cuando nos encontremos con un uso extendido de lo gastronómico como un elemento de descripción, como una caracterización de los personajes, lugares o pueblos descritos. Dentro de una cultura que contraponía lo civilizado a lo bárbaro, la descripción de los pueblos del norte de la Península Ibérica, recién conquistados por los romanos, es un buen ejemplo de metáforas culinarias en la literatura.

También encontramos en El Quijote como elemento descriptivo lo gastronómico dentro de la literatura española, de cuyo protagonista se explica, ya en la primera página, que «una olla de algo más de vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda».

Es ahora, también, cuando la coctelería gana carta de naturaleza en la literatura moderna, con ejemplos como el mint julep de El Gran Gatsby o las abundantes referencias al whisky con soda, al daiquiri o al martini, combinado que terminaría por ser relacionado fundamentalmente con otro personaje literario, el James Bond de Ian Fleming, en la obra de Hemingway.

https://www.bonviveur.es/preguntas/literatura-y-gastronomia

Un Avance en la Creación de Menús Personalizados

Recientemente, se ha anunciado un avance significativo en la intersección de la alimentación y la tecnología: el desarrollo de plataformas basadas en inteligencia artificial (IA) que crean menús personalizados según las necesidades dietéticas y las preferencias individuales. Empresas como Tability AI están utilizando algoritmos avanzados para diseñar planes de alimentación adaptados a factores como el estado de salud, las metas nutricionales, las alergias y hasta el nivel de actividad física de cada usuario.

Este tipo de tecnología promete transformar el modo en que entendemos la nutrición personal. Tradicionalmente, los menús y las dietas eran generalizados, pero ahora, con la ayuda de la IA, las recomendaciones son mucho más precisas y ajustadas a las características particulares de cada persona. Además, plataformas como estas no solo buscan optimizar la salud del consumidor, sino también reducir el desperdicio alimentario, sugiriendo recetas con ingredientes disponibles y accesibles, y ayudando a minimizar la compra excesiva.

Uno de los principales beneficios de este avance es que la inteligencia artificial puede analizar una gran cantidad de datos en tiempo real para predecir las necesidades nutricionales de los individuos, lo que podría tener un impacto positivo en la prevención de enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión. En un contexto más amplio, este tipo de tecnologías podría facilitar una mayor democratización del acceso a dietas personalizadas, llevando a una mejor salud pública global.

Si bien las implicaciones son prometedoras, también surgen preguntas sobre la privacidad de los datos y el potencial de dependencia de estas tecnologías para tomar decisiones sobre nuestra salud. No obstante, la integración de la inteligencia artificial en la alimentación subraya cómo las innovaciones tecnológicas están reconfigurando nuestra relación con la comida, haciendo que la nutrición sea más personalizada, eficiente y accesible que nunca.

Este es solo el principio de una era donde la tecnología no solo se ocupa de la producción de alimentos, sino también de cómo los consumimos y los integramos en nuestras vidas cotidianas, con un enfoque cada vez más centrado en el bienestar individual.

The Champions Burger regresa a Málaga a finales de noviembre con el primer campeonato de smash burgers de España

The Champions Burger regresará a Málaga a finales de este mes de noviembre. El campeonato más importante de hamburguesas de España que da la vuelta a todo el país durante meses en busca de las mejores creaciones de las hamburgueserías españolas aterrizará de nuevo en Málaga el próximo 28 de noviembre, aunque lo hará con una fórmula especial, única y primeriza. The Champions Burger estará en Málaga del 28 de noviembre al 9 de diciembre con una ‘Smash Edition’, una campeonato exprés desligado del torneo de burgers en curso y que tendrá un ganador tras esas dos semanas. Posteriormente tendrá lugar la final europea donde se decidirá el ganador.

Las smash burgers es la tendencia actualmente en el mundillo de las hamburguesas así como añadiendo este tipo de hamburguesas en las ya clásicas hamburgueserías gourmet. La diferencia entre las burgers normales y la smash es la elaboración, ya que estas últimas son aplastadas para darle un bocado más crujiente, pero también para sacar todo el jugo de una carne de alta calidad.

https://www.malagahoy.es/la-farola/the-champions-burger-malaga-smash-espana_0_2002772230.html

¿La parte verde de las patatas es tóxica? Lo que debes saber

La solanina es un compuesto fungicida tóxico que se encuentra en las patatas. Su ingesta puede provocar una intoxicación en el ser humano y graves problemas de salud.

Muchas personas se preguntan si la parte verde de las patatas es tóxica. Incluso hay quien desecha este alimento cuando presenta muchas zonas de este color en su superficie. Sin embargo, vamos a contarte qué dice la ciencia al respecto y las medidas que has de tomar en el caso de encontrarte un tubérculo con estas características.

Ten en cuenta que la introducción de compuestos tóxicos en el organismo puede generar problemas intestinales y hepáticos. 

¿Por qué las patatas se vuelven verdes?

En ocasiones, podemos observar una zona verde en la superficie de las patatas. Esto se debe a la presencia de solanina, un compuesto que actúa como pesticida natural, evitando que los patógenos la colonicen.

Hay que tener en cuenta que la solanina es una sustancia tóxica que se encuentra fundamentalmente en la piel, por lo que al retirarla, el consumo de la patata es seguro. Existen varios modelos realizados en animales que afirman que la solanina puede generar un incremento de la apoptosis celular, lo que se traduce en una destrucción de ciertos tejidos.

El cocinado de la patata inactiva la sustancia, por lo que al freírla se reduce el riesgo de forma completa. Sin embargo, la cocción con agua o al microondas no consiguen generar el mismo efecto, siendo necesario, en este caso, evitar el consumo de la piel en caso de dudas.

Por otra parte, la buena conservación de las patatas, en un lugar oscuro y fresco, evita que el contenido del tóxico aumente de forma diaria.

¿Cuáles son los efectos de las patatas verdes en el cuerpo?

Si se consumen patatas verdes con elevadas cantidades de solanina (con piel y sin ser fritas) se pueden experimentar una serie de efectos adversos. Estos suelen tener un carácter gastrointestinal o neurológico.

Destacan sobre todo las náuseas, los vómitos y los mareos. Una ingesta elevada del tóxico podría ocasionar la muerte, aunque para ello es precios consumir 2 kilogramos de patatas con elevado contenido en solanina.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Frontiers in Microbiology, el peligro surge cuando la concentración en solanina de las patatas excede los 200 miligramos por kilogramo. En este caso, la salud se pone en riesgo, por lo que se aconseja cumplir las buenas prácticas de conservación con este alimento.

¿Cómo reducir el contenido en solanina de las patatas?

Al desechar la piel de las patatas se reduce la cantidad de solanina de las mismas en un 80 %, por lo que ya no representarían un riesgo elevado para la salud. También debemos retirar las partes verdes de las patatas, ya que estas son las que cuentan con una mayor cantidad del compuesto tóxico.

Al mismo tiempo, es preciso guardar las patatas en un lugar con poca humedad. De lo contrario, podría proliferar este fungicida.

Ya hemos comentado que la fritura inactiva la solanina de las partes verdes de las patatas. En este caso, no has de preocuparte en absoluto. Sin embargo, si las preparas cocidas lo mejor es retirar siempre la piel para minimizar riesgos. Al horno también se consigue una inactivación eficaz, sobre todo cuando se vierte un chorro de aceite por encima.

Como curiosidad, es preciso destacar que en la actualidad se investiga el potencial de la propia solanina para evitar el crecimiento de las células tumorales de los cánceres de colon. Se han demostrado ciertos efectos positivos en modelos in vitro, aunque hacen falta ensayos más ambiciosos antes de comenzar con su uso rutinario. De ninguna manera constituye una primera línea de abordaje en oncología

¿La parte verde de las patatas es tóxica? Lo que debes saber

Tomado de : Mejor con Salud – Revista sobre buenos hábitos y cuidados para tu salud

Se supone que el cuerpo de los deportistas es un templo. ¿Por qué, entonces, tantos consumen alimentos ultraprocesados ?

Incluso el aficionado al deporte más casual habrá visto a los atletas bebiendo bebidas deportivas después de una competición o incluso comiendo algo como una bola de proteínas o un gel energético durante un descanso.

Hay una razón por la que hacen esto. Los atletas tienen requisitos nutricionales especiales para maximizar su rendimiento. Necesitan carbohidratos , proteínas , líquidos y otros nutrientes como electrolitos en las cantidades adecuadas y en el momento adecuado para lograr sus objetivos de entrenamiento, rendimiento y recuperación.

Los dietistas deportivos promueven un enfoque que prioriza la alimentación , que se centra en utilizar alimentos cotidianos para satisfacer las necesidades energéticas y de nutrientes de los atletas antes de considerar los alimentos deportivos.

Sin embargo, los alimentos deportivos son alternativas convenientes a los alimentos cotidianos para mejorar el rendimiento. Sin embargo, su consumo tiene algunas posibles desventajas.

¿Qué son los alimentos deportivos?

Los alimentos deportivos están fabricados especialmente para deportistas con el fin de proporcionarles los nutrientes que puedan necesitar durante el entrenamiento o el rendimiento.

Incluyen productos como bebidas deportivas, suplementos proteicos, geles energéticos y barritas proteicas. Están pensados ​​para un uso específico en el deporte, no para sustituir la dieta diaria.

¿Por qué los deportistas los consumen?

Los alimentos deportivos pueden ser más convenientes para los atletas en comparación con los alimentos cotidianos: son más fáciles de transportar o requieren menos tiempo para prepararlos.

También pueden proporcionar alternativas seguras donde existen intolerancias o alergias alimentarias.

Pros y contras

Existe una sólida evidencia científica de que los alimentos deportivos pueden mejorar el rendimiento al proporcionar una fuente de energía y nutrientes fácilmente disponible. No hay evidencia de que tengan un efecto perjudicial sobre el rendimiento.

Sin embargo, debido a la naturaleza de su producción y formulación, pueden tener efectos perjudiciales para la salud. Los alimentos deportivos se consideran alimentos ultraprocesados ​​(UPF) según el sistema NOVA .

El sistema NOVA clasifica los alimentos en cuatro grupos según el grado de su procesamiento: alimentos no procesados ​​o mínimamente procesados; ingredientes culinarios procesados; alimentos procesados ​​o alimentos ultraprocesados.

Nuestra investigación con atletas australianos

Preguntamos a 140 atletas australianos adultos con qué frecuencia entrenaron y con qué frecuencia consumieron alimentos deportivos ultraprocesados ​​durante el año pasado a través de una encuesta anónima en línea.

También preguntamos a los atletas por qué elegían utilizar alimentos deportivos (o no), qué alternativas consumían y si les preocupaban los alimentos ultraprocesados.

La mayoría de los deportistas (95%) habían consumido alimentos deportivos durante el último año. Las bebidas deportivas fueron las más populares (73%), mientras que los suplementos proteicos fueron los más utilizados, ya que el 40% de los deportistas los consumían al menos una vez por semana.

Los atletas nos dijeron que los alimentos cotidianos eran más asequibles, tenían mejor sabor y había menos riesgo de que contuvieran sustancias prohibidas , pero muchos los consideraban menos cómodos de preparar y llevar durante el entrenamiento y con mayor riesgo de deterioro que los alimentos deportivos.

A continuación, preguntamos a los deportistas qué alimentos de uso diario consumen en lugar de los ultraprocesados. Más de la mitad de las opciones que enumeraron (54 %) como alimentos de uso diario seguían estando clasificadas como alimentos ultraprocesados, como caramelos y barritas de muesli.

¿Sabemos si esto afecta la salud o el rendimiento?

Un estudio pequeño demostró que una ingesta elevada de alimentos ultraprocesados ​​en comparación con una ingesta baja en deportistas no produjo diferencias en el rendimiento. Sin embargo, una ingesta elevada de alimentos ultraprocesados ​​afectó negativamente a su microbioma.

Una revisión general de todos los estudios que analizaron el consumo de alimentos ultraprocesados ​​ha demostrado que un mayor consumo de estos alimentos aumenta el riesgo de muerte, enfermedades cardíacas, diabetes y peor salud mental.

Algunos consejos para deportistas

  1. Prepara tus propias comidas
  2. Consulta con tus compañeros de entrenamiento qué comen durante los entrenamientos y las competiciones, y mira qué hay disponible en las tiendas de alimentación de tu localidad.
  3. Si necesitas tomarlos para entrenar, limita la cantidad de alimentos ultraprocesados ​​que consumes durante el resto del día.
  4. Comer una variedad de verduras, frutas, cereales integrales, carnes magras y alternativas, y productos lácteos y alternativas todos los días.

FUENTE: Forsyth, A., & Mantzioris, E. (s. f.). Athletes’ bodies are supposedly temples. So why do so many consume ultra-processed foods? The Conversation. https://theconversation.com/athletes-bodies-are-supposedly-temples-so-why-do-so-many-consume-ultra-processed-foods-234916