Por qué es mejor que no te comas la comida quemada o demasiado tostada.
¿A quién no le gusta un alimento crujiente? Unas patatas fritas crujientes o ese borde tostado de una pizza? Puede ser de lo más tentador, pero lo que no siempre sabemos es que esos alimentos que tanto nos gustan pueden ser perjudiciales para nuestro organismo cuando los consumimos en exceso.
Cuando cocinamos los alimentos y los exponemos a temperaturas elevadas o los dejamos cocinar demasiado hasta que se quemen o queden muy oscuros como resultado aparecen compuestos químicos potencialmente peligrosos. Uno de los más conocidos es la acrilamida, que es una sustancia que se forma cuando los alimentos ricos en almidón, como el pan, las patatas o los cereales, se exponen a temperaturas elevadas (superiores a los 120 ºC), en métodos de cocinado como freír, hornear o asar.
La acrilamida ha sido clasificada por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) como «probablemente carcinógena» para los humanos. Te preguntarás: ¿qué significa esto? Aunque no existe suficiente evidencia científica, existen indicios que indican que el consumo prolongado y en altas cantidades puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer.
Además de la acrilamida, también debemos destacar otros compuestos peligrosos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y las aminas heterocíclicas que se forman cuando cocinamos carnes a la parrilla o cuando freímos a temperaturas muy altas. Estos compuestos también se asocian a la aparición de enfermedades crónicas, especialmente aquellas relacionadas con el aparato digestivo.

Estos componentes se forman cuando cocinamos los alimentos a temperaturas elevadas como ocurre cuando freímos o hacemos una barbacoa. Siendo los alimentos ricos en hidratos de carbono especialmente susceptibles de que se forme la acrilamida cuando se exponen a más de 120ºC y en el caso de las carnes, cuando son cocinadas a la sartén o a la parrilla generando hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas heterocíclicas que también son perjudiciales par la salud.
La responsable de ese color dorado, olor y sabor tan característico de los alimentos tostados es la reacción de Maillard, que ocurre ciado los azúcares y aminoácidos de calientan juntos, aportando esa textura crujiente y tan característica, como por ejemplo la del pan tostado. Pero si esta reacción se prolonga en el tiempo, es cuando pueden aparecer compuestos peligrosos como son las acrilamidas.

Un consumo esporádico de alimentos excesivamente tostados no va a tener un impacto grave sobre nuestra salud, sin embargo, un consumo prolongado de los mismos se relaciona con un mayor riesgo de cáncer, especialmente en el aparato digestivo e inflamación crónica que contribuye a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2 y alteraciones del sistema nervioso.
Así pues, la forma en la que conocimos los alimentos es importante también para mantener la salud. Controlar las temperaturas, elegir alimentos tostados pero no quemados y evitar cocciones a muy alta temperatura son claves para evitar que se formen estas sustancias peligrosas y además mantener las propiedades de los alimentos.
No se trata de demonizar técnicas de cocción pero si de elegir hasta qué punto está un alimento bien hecho o nos hemos pasado de cocción. La mejor opción será siempre dorado, no tostado.
https://www.abc.es/bienestar/alimentacion/mejor-comas-comida-quemada-tostada-20240926161349-nt.html
Expertos revelan cuáles son los grupos de alimentos más dañinos para el corazón
La Escuela de Salud Pública de Harvard publicó un estudio en la revista The Lancet asocio ciertos alimentos ultraprocesados con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. El equipo de investigación analizó los hábitos alimenticios de más de 200.000 personas a lo largo de varios años, descubriendo que la ingesta de ciertos alimentos procesados estaba estrechamente relacionada con un aumento en los casos de enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
CARNES PROCESADAS
Uno de los principales descubrimientos del estudio de Harvard es el riesgo que representan las carnes procesadas para la salud cardiovascular. Alimentos como las salchichas, el jamón, el tocino y otros embutidos son habituales en muchas dietas, pero sus efectos sobre el corazón pueden ser devastadores, ya que tienen un alto contenido en sodio y grasas saturadas.

El consumo excesivo de sodio eleva la presión arterial , lo que puede llevar a problemas graves como la hipertensión, un factor de riesgo clave para las enfermedades cardíacas. Además, las grasas saturadas contribuyen a elevar los niveles de colesterol LDL (el “colesterol malo”), lo que aumenta la probabilidad de desarrollar arteriosclerosis y otros trastornos cardiovasculares.
BEBIDAS AZUCARADAS
El estudio también destacó el impacto negativo de las bebidas azucaradas en la salud cardiovascular. Refrescos, jugos industrializados y otras bebidas endulzadas son muy frecuentes en millones de personas, pero su consumo excesivo contribuye de manera significativa al aumento de la obesidad y al desarrollo de diabetes tipo 2, dos condiciones que incrementan directamente el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Además, el exceso de glucosa en el cuerpo puede generar resistencia a la insulina, lo que agrava los problemas metabólicos y cardiovasculares.
Por lo tanto, reducir el consumo de estas bebidas es crucial para prevenir enfermedades cardíacas. Para ello se recomienda reemplazar estos productos por opciones más saludables como el agua o zumos naturales sin endulzar.
ALIMENTOS ULTRAPROCESADOS
Además el estudio de Harvard también evaluó otros alimentos ultraprocesados, como el pan, los cereales, los snacks y los postres industriales. Si bien algunos de estos alimentos se asociaron con un riesgo menor para ciertas enfermedades, el estudio dejó claro que, en general, los ultraprocesados presentan un peligro significativo para la salud cardiovascular, por su alto contenido de sodio, grasas saturadas y azúcares añadidos.

Su consumo habitual puede derivar en un aumento de la presión arterial, niveles elevados de colesterol y aumento de peso, lo que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas. Aunque algunos panes o cereales pueden ofrecer beneficios, especialmente si son integrales, hay que evitar aquellos que contienen grandes cantidades de aditivos y azúcares.
RECOMENDACIONES
Los autores del estudio recomiendan a los consumidores reducir su ingesta de estos productos y optar por alternativas más naturales que proporcionen nutrientes esenciales sin los efectos nocivos de los ingredientes añadidos, ya que estos alimentos realmente aumentan la probabilidad de sufrir enfermedades del corazón y acortan la esperanza de vida. Además recomiendan la ingesta de alimentos como ciruelas pasas, frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras.
¿Cómo influye la cultura en los hábitos alimentarios saludables?
¿Alguna vez te has preguntado por qué personas de diferentes culturas tienen hábitos alimentarios tan únicos? La respuesta está en la fascinante influencia de la cultura en nuestras elecciones cuando se trata de alimentos saludables. La cultura da forma a nuestras perspectivas, creencias y tradiciones, y juega un papel importante a la hora de determinar lo que consideramos saludable y nutritivo. En este artículo, profundizaremos en el fascinante tema de cómo la cultura influye en los hábitos alimentarios saludables y exploraremos los diversos factores que contribuyen a este fenómeno.
La comida no es sólo sustento; es un reflejo de nuestra identidad y herencia. Las normas y tradiciones culturales influyen en gran medida en los tipos de alimentos que consumimos y la forma en que los preparamos. Ya sean las especias y sabores utilizados en la cocina india, el énfasis en los ingredientes frescos en las dietas mediterráneas o el enfoque en el equilibrio y la armonía en las comidas japonesas, nuestros antecedentes culturales dan forma a nuestras preferencias gustativas y elecciones dietéticas. Comprender cómo la cultura influye en los hábitos alimentarios saludables es crucial para promover la diversidad y la inclusión en el ámbito de la nutrición. Entonces, embarquémonos en este viaje esclarecedor y descubramos las fascinantes formas en que la cultura impacta nuestra relación con la comida.
La cultura desempeña un papel importante en la configuración de nuestros hábitos alimentarios, incluidos los relacionados con la salud. Las diferentes culturas tienen tradiciones y preferencias dietéticas únicas, que pueden afectar los tipos de alimentos que consumen las personas. Por ejemplo, algunas culturas dan prioridad a las dietas basadas en plantas, mientras que otras enfatizan la carne y los productos lácteos. Las normas y creencias culturales también influyen en los métodos de preparación de alimentos y el tamaño de las porciones. Además, las celebraciones culturales y las reuniones sociales a menudo giran en torno a alimentos específicos, lo que puede influir aún más en los hábitos alimentarios saludables. Es importante comprender y apreciar la diversidad cultural al promover hábitos alimentarios saludables.
Varios factores que influyen en nuestras elecciones de alimentos. Estos factores pueden variar entre diferentes etnias, regiones y comunidades, lo que da lugar a patrones dietéticos diversos en todo el mundo. A continuación se presentan algunos factores culturales que desempeñan un papel importante en la configuración de los hábitos alimentarios:
1. Geografía y Clima
La geografía y el clima tienen un profundo impacto en la disponibilidad de ciertos alimentos y los tipos de cultivos que se pueden cultivar. Por ejemplo, las comunidades costeras tienen fácil acceso a los mariscos, mientras que las regiones con suelos fértiles pueden depender en gran medida de alimentos de origen vegetal. Estos factores geográficos y climáticos contribuyen al desarrollo de hábitos alimentarios y tradiciones culinarias específicas.
2. Religión y Creencias
La religión a menudo dicta restricciones y preferencias dietéticas. Por ejemplo, en el hinduismo el consumo de carne de res está prohibido, mientras que en el Islam la carne de cerdo se considera haram. Las prácticas religiosas como el ayuno o los banquetes durante períodos específicos también influyen en los hábitos alimentarios y los horarios de las comidas.
3. Estado socioeconómico
El estatus socioeconómico puede influir en la asequibilidad y accesibilidad de ciertos alimentos. Las comunidades de bajos ingresos pueden tener un acceso limitado a productos frescos y proteínas magras, lo que lleva a un mayor consumo de alimentos procesados y no saludables. Por otro lado, las personas de mayores ingresos pueden tener más recursos para priorizar una alimentación saludable y tener acceso a una variedad más amplia de opciones nutritivas.
4. Tradiciones y festivales culturales
Las tradiciones culturales y los festivales a menudo giran en torno a la comida. Estas ocasiones brindan la oportunidad de mostrar recetas y prácticas culinarias tradicionales. Las comidas festivas suelen ser indulgentes y ricas en sabores, reflejan valores culturales y simbolizan abundancia y celebración.
Conclusiones clave: cómo la cultura influye en los hábitos alimentarios saludables
- La cultura juega un papel importante en la configuración de nuestras elecciones y hábitos alimentarios.
- Las prácticas y creencias culturales tradicionales influyen en los tipos de alimentos que consumimos.
- Las celebraciones y festivales culturales suelen incluir platos tradicionales específicos.
- Las preferencias alimentarias se transmiten de generación en generación, influenciadas por normas culturales.
- La diversidad cultural puede dar lugar a una variedad de opciones de alimentos saludables y tradiciones culinarias.
El snack que recomiendan los expertos para proteger el corazón
Uno de los pecados más comunes que nos alejan de unos hábitos constantes de alimentación, son los antojos entre comidas. Ese gusanillo imparable nos hace coger lo primero que pillamos en la despensa, sin darle muchas vueltas a los efectos contraproducentes que puede conllevar nuestra elección.
La solución, en ese caso, no tiene por qué ser renunciar a un aperitivo y esperar hambrientos hasta la hora de la comida. Picar no es malo, el dilema es qué picamos. Elegir un buen ‘snack’ no es tarea fácil: debe ser algo tan saciante como saludable, y sin que resulte un exceso que no nos permita disfrutar de la cena o la comida.
El ‘snack’ definitivo
Se trata de un puñado de cacahuetes, uno de los alimentos preferidos de los cardiólogos. Y no es para menos, ya que estos pequeños frutos secos tienen una gran proporción de grasas saludables y de fibra. Sus muchos beneficios los convierten en grandes aliados para mejorar la función cerebral, hidratar la piel y, sobre todo, reducir el riesgo de enfermedades del corazón.

La cara B de los cacahuetes
Asimismo, esto no significa que podamos atiborrarnos de cacahuetes: el consumo debe de ser moderado. De hecho, la Fundación Española del Corazón (FEC) recomienda raciones de entre 20 y 30 gramos de frutos secos, equivalente a un puñado, que pueden repetirse entre tres y siete veces a la semana.
Por otro lado, también es importante tener en cuenta que, aunque los cacahuetes son altamente nutritivos y ofrecen beneficios para la salud, algunas personas pueden ser alérgicas a ellos. De hecho, es una alergia bastante común, siendo fundamental prestar atención a las necesidades y restricciones alimentarias individuales antes de incluirlos en la dieta.
https://www.elperiodico.com/es/vida-y-estilo/20240921/snack-saludable-entre-horas-dv-106759548
¿Somos lo que comemos? El documental de Netflix que arrasa es «una chapuza científica»
Una serie de éxito muestra un experimento científico que trata de enfrentar la dieta vegana y la omnívora para promocionar la primera, pero su diseño tiene demasiados defectos
Entre los contenidos más vistos de Netflix, se ha colado recientemente la serie documental Somos lo que comemos: un experimento con gemelos. A estas alturas ya no sorprende el éxito de programas relacionados con la cocina o la alimentación: cada vez estamos más interesados en lo que nos llevamos a la boca y cómo es de saludable. Sin embargo, las dietas y la nutrición —con todas sus implicaciones económicas, sociales y políticas— no están exentas de controversia y, en este caso, el planteamiento y las conclusiones de este nuevo producto audiovisual han desatado las críticas de muchos científicos.
La idea es realizar un sugerente experimento que se vende como novedoso: varias parejas de gemelos idénticos de EEUU (22 en total, aunque la serie solo pone el foco en algunas) cambian su alimentación durante ocho semanas para ver qué impacto tiene la comida en sus vidas. Uno de los miembros se hace vegano durante ese periodo, mientras que su hermano o hermana mantiene una dieta omnívora, pero controlada por los investigadores. Al tener los mismos genes, podrán averiguar cuáles son las verdaderas diferencias, según explican. Sin embargo, el documental no esconde sus cartas ni pretende ser neutral: a lo largo de los cuatro episodios va desgajando una crítica feroz a la industria de la alimentación (incluyendo carne, lácteos, procesados o piscifactorías) y relacionando el consumo de productos animales con enfermedades.
El resultado, como cabía esperar desde el principio, es un alegato a favor de la comida vegana. Los gemelos que se han pasado a la dieta vegetal bajan de peso y hasta mejoran su microbiota intestinal. Aparentemente, el espectador ha sido testigo de un experimento científico único y riguroso, avalado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, que hizo públicos los resultados antes del estreno en Netflix, pero los expertos cuestionan la metodología y la validez del resultado. Mientras, por el camino, a lo largo de casi cuatro horas, la serie deja argumentos medioambientales contra la actual producción de alimentos y numerosas afirmaciones sobre la relación entre alimentación y salud que dejan al espectador pasmado. Algunas de ellas se apoyan en evidencias científicas; otras, según los expertos, son engañosas o carecen de fundamento.
Los fallos del experimento
Lo que ofrece Netflix, más que una gran novedad científica, es un producto de entretenimiento. “Normalmente, hay que coger estas cosas con pinzas, sobre todo si tratan de mostrar presuntos resultados científicos a partir de experimentos de andar por casa, en los que el diseño experimental y la metodología científica suelen ser obviadas o maltratadas en favor del sensacionalismo, los resultados llamativos y el espectáculo”, comenta Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y divulgador científico.
Aitor Sánchez, nutricionista y divulgador científico conocido como Mi dieta cojea en varias plataformas, ha realizado un análisis exhaustivo de la serie en YouTube. Aunque encuentra aspectos positivos y negativos, considera que el experimento que sirve de hilo conductor es una “chapuza”. El principal fallo estaría en su diseño, con una mezcla de variables que tiene muy poco de científica: “Nos dicen que quieren darles dos dietas igual de saludables, que solo difieran en si es omnívora o vegana, pero luego vemos diferencias en todo: en la cantidad de proteínas, en la cantidad de calorías o en la frecuencia de consumo”, explica en declaraciones a El Confidencial.
Para colmo, a distintas parejas de gemelos se le plantean distintos objetivos a través del ejercicio, como reducir grasa visceral o aumentar masa muscular. Sin uniformidad, es difícil extraer conclusiones más allá de casos particulares. “Si pretenden hacer un estudio epidemiológico o dietético, no tiene ni pies ni cabeza”, asegura el científico Juan Pascual, veterinario y autor del libro Razones para ser omnívoro. “El número de participantes es muy pequeño y no sabemos sus antecedentes, si tienen enfermedades o cuáles son sus hábitos de vida”, añade.
Además, la pretensión del experimento es detectar cambios en un tiempo muy corto, incluso en la edad biológica de los participantes, y sin apenas supervisar variables importantes. “En las primeras cuatro semanas les dan la comida, pero en las siguientes cuatro se cocinan ellos en casa, sin ningún control de lo que echan”, comenta. «No hay por dónde agarrarlo, como estudio su valor es cero”, afirma. De hecho, ni siquiera los resultados finales son especialmente concluyentes. “Es verdad que en el grupo vegano baja el colesterol; pero suben los triglicéridos, pierden masa muscular, tienen menos vitamina B12 y no se mide el hierro, que hubiera tenido un parámetro interesante”, apunta. “No valdría ni para una tesina de universidad”, asegura Pascual.
A pesar de todo, el estudio, que salió publicado en una revista científica en noviembre, “sí que nos muestra algo de información interesante, que las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana tienen mejores marcadores de salud; otra cosa es que sea estrictamente por la dieta o no”, apunta Aitor Sánchez. En ese sentido, este experto echa de menos matices importantes. Por ejemplo, que incluir más frutas, verduras y legumbres podría mejorar esos mismos indicadores de salud sin necesidad de apostar por una alimentación completamente vegana.
De hecho, «hay varios temas interesantes en el documental que, además, están bien sintetizados», apunta Aitor Sánchez,en explicaciones de unos pocos minutos que ayudan a comprender mejor algunos aspectos de la salud, pero sobre todo el mercado de la alimentación. El impacto ambiental de la ganadería y de la pesca, la restauración vegana, el desarrollo de nuevos productos de origen vegetal,la presión de la publicidad en el mundo de la comida o el funcionamiento de los comedores escolares son algunos de los bloques de mayor interés,según este experto. Mostrarlas como «factor de riesgo» de cáncer colorrectal y de otras enfermedades cardiovasculares concuerda con la información que recoge la OMS. Sin embargo, el documental entra «en un campo más amarillista y alarmista».
Por ejemplo, parece vincular claramente el cáncer y la carne. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer sitúa la carne procesada en el grupo 1, como «carcinógeno para el ser humano», una categoría en la que también se incluye el tabaco. Por otra parte, los expertos también advierten de que la serie está grabada en EEUU y que muchos de los datos sobre peligros de contaminación y toxicidad corresponden a ese contexto. « Si el pescado y la carne fueran tan peligrosos como dice el documental, tendríamos más alertas sanitarias».
¿Quién está detrás?
Por eso, Pascual considera que el objetivo es «denigrar a la ganadería»,tanto con respecto a la salud como en el resto de temas que toca de forma más superficial, como los datos de emisiones . Además, Christopher Gardner, profesor de la Universidad de Stanford que dirige el estudio,desarrolla un proyecto denominado Stanford Plant-Based Diet Initiative ,que están financiado por Beyond Meat, empresa que comercializa comida vegana. De hecho, en su opinión, «las medidas verdades son peores que las mentiras directas» y este documental es un «arma de desinformación masiva».
El sobrepeso y la obesidad infantil bajan en España, pero crece la brecha entre familias ricas y pobres
La obesidad infantil es, cada vez más, una cuestión de clase social. Los escolares españoles de seis a nueve años mejoran ligeramente sus datos de peso respecto a los de hace cuatro años; sin embargo, la brecha no deja de aumentar entre niños de familias de rentas altas y aquellos con menos dinero. Así lo muestran los datos preliminares del estudio Aladino 2023 que elabora el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 y que se han presentado este miércoles. Uno de los factores que más influyen es el de la publicidad: los niños de familias pobres ven el doble de anuncios de alimentos insanos que los de ricas. El Gobierno tiene preparado un decreto para regular estos anuncios desde 2021, pero ha sido incapaz de aprobarlo por tensiones entre ministerios.

España lleva décadas manteniendo unas preocupantes tasas de exceso de peso (que engloba sobrepeso y obesidad), que desde 2011 superaban el 40% de los menores en esta franja de edad. Los nuevos datos, recolectados en 2023 a partir de más de 12.000 escolares de más de 300 colegios, muestran que por primera vez esa cifra baja al 36%, algo que ha valorado el ministro, Pablo Bustinduy: “Quiero celebrar los buenos datos que nos presenta este estudio. La proporción de escolares con exceso de peso se ha reducido un 4,5% en cuatro años, algo que es una buenísima noticia”.
Sin embargo, ahí acaban las buenas noticias. “[Esas cifras] no pueden hacer que caigamos en la complacencia, porque es reducción no se ha dado por igual en todos los niveles socioeconómicos de la población. Las prevalencias de exceso de peso son mucho mayores en rentas bajas que en rentas altas, y de ello cada vez hay más evidencia científica”, ha añadido el titular de Consumo.
El estudio divide a las familias en tres grupos: con rentas familiares inferiores a 18.000 euros, de 18.000 a 30.000, y por encima de esta última cifra. Así, la prevalencia de la obesidad —el peso más problemático— en los pequeños en los hogares más ricos ha pasado del 11,9% en 2019 —anterior edición— al 10,9% en 2023; en el mismo periodo, ese peso problemático ha pasado del 23,2% al 23,6% en los hogares más pobres. La brecha, por tanto, pasa de 11,3 puntos a 12,7.
El ministerio se muestra alarmado por este problema. “El determinante de la renta es uno de los principales riesgos para situaciones de sobrepeso, por la diferencia de hábitos que se producen entre familias de distinta renta: en familias de menor renta se registra con menos frecuencia el consumo diario de frutas y verduras; se tienden con mayor frecuencia a un desayuno incompleto y suelen consumir más refrescos con azúcar”, ha apuntado Andrés Barragán, secretario general de Consumo y Juego del ministerio.
Cristina Recuero, secretaria del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), destaca que los niños que crecen en hogares de rentas bajas tienen, en general, peores hábitos alimentarios y de actividad física, lo que redunda en problemas de peso: “Por ejemplo, el 7,8% de niños en familias con menos renta toman refrescos con azúcar más de tres días a la semana, mientras que en los de mayor renta son un 0,9%; un 41,4% de los primeros ve pantallas más de dos horas al día, mientras que en el otro extremo son solo el 22%; en cuanto a ejercicio físico, hay 20 puntos de diferencia entre menor y mayor renta”.
Diferentes estudios han constatado que los niños españoles reciben al menos 4.000 impactos publicitarios de alimentos insanos al año, que les incitan a comer ultraprocesados y les dificultan aprender a alimentarse de forma saludable. Los niños cuyas familias tienen rentas bajas ven el doble de anuncios de productos no saludables que los de más nivel adquisitivo, y eso se traduce en unas mayores tasas de obesidad. Sin embargo, el Gobierno sigue sin aprobar el decreto para regular esta publicidad.
El ministro ha reiterado que hacen falta “nuevas medidas” para mejorar la alimentación de los escolares, y en este sentido ha reiterado que su departamento está preparando un decreto para regular los comedores escolares. Nos dice: “Menos de la mitad de los niños comen fruta a diario, y menos de una cuarta parte comen verdura a diario. El comedor escolar debe jugar un papel fundamental para educar en una dieta sana y equilibrada, deben ser espacios de igualdad de oportunidad. Por eso estamos tramitando el decreto de comedores saludables y sostenibles, que busca que al menos cinco comidas a la semana sean saludables y sostenibles”.
Cierre de Danone en Cataluña: Astérix se repliega ante el empuje de Hacendado
La multinacional francesa fue el rey del lineal en los supermercados de España, pero ahora la marca blanca le ha arrebatado su trono y eso está provocando una crisis industrial
Esa oferta de cuatro yogures Danone a un euro que arrancó en 2023estaba envenenada en clave industrial. Danone ha anunciado el cierre de su planta en Parets del Vallès, cerca de Barcelona. La causa radica en el empuje de la marca blanca, según explican fuentes del sector de la alimentación. Ni Danone, el rey del lineal, ha podido con el dominio de las enseñas genéricas. Las multinacionales tienen países y la muy francesa Danone ha preferido dar la espalda a sus orígenes y sacrificar las factorías españolas en aras de mantener el empleo nacional. Astérix se repliega en la Galia ante el empuje del imperio Hacendado, la marca blanca de Mercadona.
No es un ERE más, por mucho que afecte a 157 puestos de trabajo. Danone es la única multinacional cuyo proyecto de mayor éxito fue un producto catalán, el yogur Danone. Tanto, que la multinacional francesa BSN acabó cambiando el nombre y denominándose Danone en 1994. En ese momento, era como si VW, tras haber adquirido Seat, hubiese pasado a llamarse Ibiza. Los vínculos entre Danone y Cataluña siempre fueron muy estrechos, por mucho que la última de las familias fundadoras —los Botton, Carasso y Portabella— se desvinculase de la multinacional en 2016. La globalización mata algo más que el tejido industrial local, mata la memoria.
Danone España no cambió su sede en el procés, que sigue en Barcelona, pero ahora cierra sus fábricas. Cuando se culmine el final de la planta de Parets, la presencia industrial de Danone en Cataluña se limitará al agua Font Vella. La fusión de las diversas divisiones en un negocio integrado ha convertido el agua en el nuevo maná para el grupo en España.
Parets se abandona por una caída de ventas sin precedentes. Danone España facturaba en 2010 un total de 1.317 millones. Acabó el año 2022 con un volumen de negocio de 842,9 millones. Los ingresos se han derrumbado en casi un 36% en los últimos doce años, por lo que hay que recortar gastos. Ya lo hicieron con su cierre en Asturias en 2022. Parets solo ha sido la siguiente pieza en el dominó de la reestructuración de la multinacional.
«Lo único que tenemos claro es que Parets se cierra», declaró Jordi Barragán, del comité de empresa, cuando salió de la primera reunión con la empresa esta semana. Con la legislación en la mano, hay seis meses de preaviso, en los que Danone buscará —asesorado por la firma Lee Hecht Harrison— la venta de la planta, que cuenta con unas instalaciones modernas, para que al menos se mantenga una parte del empleo.
«La compañía tiene el compromiso de promover la reindustrialización«, aseguró Danone en su comunicado de cierre. La venta de la fábrica y su precio dependerá de cómo se asumen y en qué condiciones pasa la actual plantilla de Danone en Parets a un nuevo propietario. De si, por ejemplo, asume o no la antigüedad de la actual plantilla. En caso de que se mantuviesen las actuales condiciones y el mismo número de trabajadores, por ejemplo, el precio para el nuevo propietario sería casi gratis.
Con la cuota de mercado de los productos Danone a la baja, la multinacional apuesta por esta retirada para salvaguardar los puestos de trabajo en Francia, objetivo no declarado pero muy real. En España, en 2010, Danone mantenía una cuota de mercado en derivados lácteos de más del 54%. Ahora roza el 35%. Un problema estructural que ya no justifica mantener pesados activos fijos de finalidad industrial.
En España, la marca blanca ya copa en yogures el 70% del mercado. La otrora reina del lineal de los súper, Danone, perdió su trono hace más de una década y ahora queda gestionar los restos del imperio.
https://www.elconfidencial.com/empresas/2024-01-20/cierre-danone-cataluna-asterix-hacendado_3813651
El nuevo barrio almorzador de Valencia
Una nueva apertura y las colas en tres lugares coinciden en una zona humilde de la ciudad
Ya es imposible negar que el almuerzo valenciano es algo tan global como fenómeno de masas. ‘L’esmorzaret’ no se vende a etiquetas, distinciones, famas ni intereses, ya que para almorzar bien en Valencia sólo se necesita un local en el que el pan y el relleno sean de cierta calidad. Es por ello que al boom de bocadillo se le han sumado decenas de nuevos establecimientos que ven un filón en rellenar barras de pan a media mañana. Los templos siguen siendo los templos, pero hay alguna que otra aldea gala que resiste con una buena plancha a pleno rendimiento. Hay una zona humilde de Valencia que en un abrir y cerrar de ojos se ha convertir en un barrio almorzador. En 23.600 metros cuadrados se encuentra un templo, dos aspirantes y una reciente apertura. Oficialmente, tres en Campanar y uno en Benicalap. Para gustos, colores y bocadillos.
Mesón Canela
«Al César lo que es del César», como diría el refrán. Mesón Canela está situado en la calle Conchita Piquer, 9. Fue una marisquería pero ahora es uno de esos lugares a los que hay que ir a almorzar, al menos, una vez en la vida. En cierta manera, su fama se ha disparado con un bocadillo como referencia, el ‘Braskeitor‘, una revisión de la tradicional Brascada que sale de cocina varias veces en poco espacio de tiempo. Hasta hacen paellas y arroces.
Barrexat Bar
Sin alardes, Barrexat Bar puede ser una de las aperturas más consolidadas de los últimos años, dentro de los bares almorzadores. Lo conoce buena parte del público que busca llenar el estómago a media mañana, pero tampoco ha llegado al punto abrumador. Es decir, que en un fin de semana es difícil de encontrar hueco. Hay que ir con tiempo. La tortilla de patata es una perfección dentro del pan, pero tampoco hay que pasar por alto el Chivito.
The Ceramic
Está prácticamente pegado al Mesón Canela, pero con vistas a un parque y al edificio de Tesorería General de la Seguridad Social. The Ceramic Gastro Bar es el ejemplo perfecto para esos locales nuevos que llegan con propuestas muy sorprendentes. Lo que sirven está bueno, sin necesidad de piruetas ni estridencias. Que si un bocadillo de pulled pork, que si otro con oreja adobada de cerdo, otro de pollo con salsa de mostaza y miel o uno de chistorra, pero sin olvidarse de los clásicos Chivito, Almussafes, Brascada o Calamares. Por si fuera poco, han abierto un local nuevo en Ciutat Vella, entre la plaza Vicente Iborra y Guillem de Castro.
https://www.lasprovincias.es/gastronomia/nuevo-barrio-almorzador-valencia-20240926191918-nt.html
Plátanos modificados genéticamente para luchar contra la ceguera infantil en África.
El desarrollo de plátanos modificados genéticamente por científicos australianos de la Universidad de Tecnología de Queensland (QUT) representa un avance importante en la lucha contra la deficiencia de vitamina A, que afecta a millones de personas, especialmente niños, en África. Este proyecto busca combatir las graves consecuencias de esta deficiencia, como la ceguera infantil, proporcionando una fuente accesible de betacaroteno, precursor de la vitamina A.

El plátano es un alimento básico en el Este de África, donde una gran parte de la población depende de esta fruta para su sustento diario. Sin embargo, los niveles de nutrientes esenciales como la pro-vitamina A son bajos en las variedades convencionales. La introducción de plátanos enriquecidos genéticamente podría marcar una diferencia significativa en la salud pública de regiones como Uganda, donde el 30% de los niños menores de cinco años sufren deficiencia clínica de esta vitamina.
Este esfuerzo biotecnológico no solo mejora la nutrición, sino que también promueve una agricultura sostenible. Además de Uganda, el objetivo es expandir el uso de estos plátanos modificados a otros países de África, como Ruanda, Kenia y Tanzania. Este tipo de soluciones puede ser clave para abordar problemas nutricionales en áreas con recursos limitados.
Para saber más sobre esta biotecnología:
http://fundacion-antama.org/platanos-gm-para-disminuir-la-deficiencia-de-vitamina-a/
Así será la alimentación para 2050, según una investigación de Nestlé España con jóvenes
El Big data permitirá diseñar nuevos productos en función de los gustos de los consumidores

De acuerdo con el X Observatorio Nestlé de Hábitos Nutricionales y Estilo de Vida de las Familias, elaborado por Nestlé España, más de la mitad de los jóvenes españoles de entre 18 y 35 años ya utiliza en su día a día aplicaciones y dispositivos tecnológicos para comparar alimentos, organizar su alimentación o controlar el sueño.
Basados en esta realidad, la compañía les preguntó cómo creen que será la alimentación en 2050 y qué cambios esperan tras la irrupción de la inteligencia artificial (IA), el Metaverso o el big data.
De manera concreta, el Observatorio Nestlé revela que 4 de cada 10 jóvenes en España piensa que la IA pondrá a su alcance la nutrición de precisión o personalizada. Y que el chat GPT será quien creará las dietas a medida y organice el menú semanal en los hogares españoles.
Según la investigación, muchos jóvenes planifican la lista de la compra mediante las nuevas tecnologías, cocinan lo que ven en una app, lo que se les sugiere en las redes. O en su defecto, optan por herramientas digitales para diseñar el menú semanal.
Uso de la tecnología para la planificación de su alimentación
Por otro lado, el 22 % de los encuestados proyecta que el Big data se usará para diseñar nuevos ingredientes y/o productos basados a las preferencias de los consumidores. Y a los atributos sensoriales de los alimentos para personalizar así la oferta gastronómica.
Además, 4 de cada 10 encuestados cree que la realidad virtual hará que las compras se realicen de manera diferente.
El 45 % de los jóvenes en España visualiza que los supermercados estarán presentes en el mundo virtual. Y que, desde casa y a través de un avatar, se podrá recorrer la tienda virtual y hacer la compra.
Además, podrán acceder a los datos del producto que sea de interés para el consumidor como, por ejemplo, el perfil nutricional, el listado de ingredientes o el origen, entre otros.
En ese sentido, 3 de cada 10 jóvenes pronostica que los drones serán quienes comprarán siguiendo las indicaciones y preferencias de los consumidores. Y los que después entreguen los pedidos en casa.
“Estas herramientas como Menú Planner o Nestlé Cocina son, sin duda, una gran ayuda y una orientación. Ahora bien, para elaborar una dieta personalizada siempre se recomienda acudir a un nutricionista para asegurar que la dieta cubre realmente todas las necesidades nutricionales de cada consumidor», comenta Laura González, responsable de Nutrición de Nestlé España.
Una nueva era para la industria alimentaria
Independientemente de las nuevas tecnologías, los jóvenes españoles creen que, además, incorporaremos nuevos alimentos en la alimentación.
De forma concreta, el 41 % considera que se introducirán y normalizarán alimentos propios de otras culturas para 2050.
Según los datos del estudio, hasta el 36 % de los encuestados proyecta que los alimentos cultivados en un laboratorio como, las hamburguesas in vitro estarán también más presentes en la cocina española
En el ranking de los alimentos que vendrán según los jóvenes, destaca que el 26 % incluye un mayor consumo de vegetales y plantas. Un dato muy relevante que va en línea a las recomendaciones para llevar una alimentación más saludable y sostenible.
“Además, el mismo porcentaje cree que los alimentos deshidratados o en forma de concentrados (25 %) ganarán terreno y hasta el 16 % prevé de que los insectos estarán presentes en diferentes formatos en la mesa de los hogares españoles», concluye González.