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Los mejores alimentos para tener memoria de elefante
La memoria de este animal se caracteriza por ser amplia, precisa y duradera
¿Quién no ha oído alguna vez la frase ‘tener memoria de elefante’? Se usa comúnmente para describir una memoria excepcionalmente fuerte y precisa, similar a la atribuida a estos majestuosos paquidermos. Esta expresión popular suele utilizarse para describir la capacidad de una persona para recordar detalles específicos o acontecimientos lejanos, incluso después de un largo período de tiempo.
La frase proviene de la creencia de que los elefantes tienen una memoria excepcionalmente amplia y precisa, y está respaldada por observaciones de diversos comportamientos de los elefantes, como su capacidad para recordar fuentes de agua lejanas o rutas migratorias complejas de larga distancia. Al parecer, estos animales también son conocidos por su capacidad para recordar a sus congéneres fallecidos y expresar una profunda tristeza, lo que refuerza la idea de memoria elefante. Los estudios científicos han demostrado que los elefantes pueden recordar determinados lugares, miembros de su manada y situaciones concretas durante varios años. Su memoria les permite adaptarse a su entorno cambiante y tomar decisiones.
En este sentido, centrándonos en la alimentación, se sabe que consumir diversos alimentos sirven para mejorar la memoria y la concentración. Estos son algunos de ellos que ayudarán a tener la memoria de un elefante:
1. Pescados grasos
Como el salmón, las sardinas, el atún… Los pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3 ya que son esenciales para el funcionamiento del cerebro y se han asociado con mejoras en la memoria y la prevención del deterioro cognitivo. «Lo ideal sería consumir 2-3 porciones a la semana (aproximadamente 100-150 gramos por porción)», indica la dietista- nutricionista Ana Colomer.
2. Nueces
Son ricas en antioxidantes, grasas saludables y vitamina E, que protege las membranas celulares del cerebro y previene el envejecimiento prematuro de las neuronas. Se recomienda un puñado al día (aproximadamente 30 gramos).
3. Arándanos
Los arándanos tienen una sustancia llamada antocianinas las cuales ayuda a favorecer la conexión que hay entre las células cerebrales y reducen mucho la oxidación de las mismas. Recomendado por Ana Colomer, lo ideal sería consumir una ración al día, que equivale a 150 gramos.
4. Brócoli
El brócoli es la verdura más rica en vitamina K, además de contener antioxidantes y compuestos antiinflamatorias que ayudan a la función cognitiva y la salud del cerebro. Lo ideal es consumirlo unas 3-4 veces por semana en nuestras comidas o cenas.
5. Espinacas
Esta verdura es muy rica en vitamina K, luteína, folato y beta-caroteno que mejoran las habilidades cognitivas y protegen contra el deterioro mental. «Lo ‘malo’ es que para obtener estos beneficios necesitamos al menos 75 gramos al día», advierte la dietista-nutricionista Ana Colomer.
6. Cúrcuma
La cúrcuma, al contener curcumina, tiene una acción antioxidante muy muy fuerte que ayuda a mejorar la memoria y aumenta la secreción de hormonas como la serotonina o dopamina. Lo ideal es tomar ½ cucharadita al día, podemos utilizarla como especia o ingrediente en nuestras preparaciones culinarias.
7. Huevos
Ricos en colina, que es un nutriente que ayuda en la producción de un neurotransmisor (acetilcolina) responsable de la memoria y el aprendizaje. Las nuevas guías de nutrición actualizadas nos recomiendan entre 1 y 2 huevos al día.
8. Semillas de calabaza
Las pipas de calabaza son muy ricas en minerales como el zinc, hierro, magnesio y cobre, los cuales tienen un papel muy importante en la salud cerebral, la memoria y la función cognitiva. Se aconseja consumir unos 30 gramos de semillas al día.
9. Chocolate negro
El chocolate negro (mínimo 85% cacao) es muy rico en flavonoides, los cuales ayudan al flujo sanguíneo al cerebro, favoreciendo la memoria, y también es una buena fuente de antioxidantes que combaten el envejecimiento celular. 1-2 onzas de chocolate al día sería suficiente.
10. Té verde
«Contiene catequinas y L-teanina, que mejoran la conectividad cerebral y favorecen la atención, concentración y memoria a largo plazo. Con 1 o 2 tazas al día conseguiríamos el objetivo, aunque hay que tener cuidado ya que contiene teína que es un activador muy potente (más que la cafeína)», advierte Ana Colomer.
11. Aceite de oliva virgen extra
Por sus grasas monoinsaturadas, al igual que el aguacate, y por ser rico en antioxidantes, los cuales ayudan a proteger el cerebro del deterioro cognitivo y mejora la memoria.
Recordemos que unos buenos hábitos, alimentación saludable y actividad, será el punto más importante para mantener una buena salud en todos los niveles.
Fuente: Los mejores alimentos para tener memoria de elefante – ABC.es
¿Es sostenible las «carnes falsas»?
Las carnes falsas se denominan a carnes que no son producidas por los animales si no gracias a la ciencia, a partir de células madre extraídas de músculos de animales. Esto con tal de reducción la sobreexplotación de la ganadería y la deforestación
En los últimos años, hemos escuchado cada vez más sobre la posibilidad de reemplazar la carne de origen animal por alternativas vegetales, impulsados por estudios que señalan que la ganadería es responsable del 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, tanto de manera directa como indirecta. Sin embargo, la pregunta que debemos hacernos es: ¿son las carnes vegetales realmente tan sostenibles como se afirma?
Durante los últimos años, diversas investigaciones han demostrado el impacto ambiental significativo de la ganadería, lo que ha llevado a la creación de carnes a base de vegetales como la soja, guisantes y patatas en algunos laboratorios. Estas nuevas alternativas prometen ser más saludables y menos contaminantes. No obstante, la información sobre las emisiones que generan sigue siendo limitada. Un ejemplo destacado es la marca Impossible Foods, cuya hamburguesa de origen vegetal produce solo un 11% de las emisiones que generaría una hamburguesa de carne de res, debido a procesos más eficientes que requieren menos agua y recursos. A pesar de estos beneficios, algunas carnes vegetales también contribuyen a la deforestación, como ocurre en el Amazonas. Por lo tanto, es necesario preguntarnos si una sustitución total de la carne animal por alternativas vegetales es realmente la solución más adecuada.
Más información:
https://elpais.com/ciencia/2023-09-25/como-de-sostenibles-son-las-carnes-falsas.html?event_log=go
El fenómeno del ‘baby-led weaning’: las incógnitas científicas sobre la alimentación dirigida por el bebé
Los defensores de la introducción de alimentos a trozos, en lugar de en puré, destacan que mejora el control de la saciedad pero sus detractores alertan del riesgo de asfixia. La investigación de sus beneficios y riesgos sigue siendo limitada.
Lo llaman los 1.000 días de oro del bebé: los primeros dos años de vida donde todo lo que le ocurra, resultará clave para su desarrollo posterior. Y uno de esos momentos trascendentales es a los seis meses, cuando se da el salto de la lactancia materna a la introducción de la alimentación complementaria: en esa etapa, el bebé empieza a entrar en contacto con alimentos y experimenta con nuevos sabores y texturas.
Tradicionalmente, la comida se le daba en forma de purés donde se mezclaban distintos alimentos, pero en la última década se ha expandido un nuevo método, que es la alimentación dirigida por el bebé (o baby-led weaning), donde el niño ingiere a placer y por sí mismo trozos sólidos de comida. El bebé dirige la ingesta: sentado a la mesa, de cara a los alimentos, coge y se lleva a la boca lo que quiere y en la cantidad que desea. Come a su ritmo, sin forzar. El debate entre el método tradicional y la nueva tendencia está en la calle, pero también entre los científicos: la evidencia sobre las partes buenas y malas es muy limitada y poco concluyente.
“Esta moda se inicia en 2002, cuando la OMS empieza a recomendar la alimentación complementaria a los seis meses. Hay mucha controversia con el tema y muchos profesionales se agarran al método tradicional. Nosotros sí recomendamos el baby-led weaning, pero es importante individualizar cada caso”, expone Lina Makhmalji, nutricionista-dietista del servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. A propósito de sus beneficios, destaca que, con este método, la alimentación del niño se basa en sus señales de hambre y saciedad: “El niño sabe regularlo, igual que la lactancia. Y además, fomentamos que conozca el sabor y la textura de los alimentos antes. Con el triturado, no sabemos si esa comida le gusta por el sabor de un alimento o de otro”. Los defensores de esta técnica defienden que así se favorece la aceptación de distintos alimentos.
Entre los peligros que más preocupan a médicos y familias está el riesgo de atragantamiento y las carencias nutricionales. Sobre lo primero, los investigadores italianos plantean que “a los seis meses, es posible que el bebé aún no haya desarrollado las habilidades motoras orales necesarias, como masticar y tragar, para ingerir alimentos enteros de manera segura”. Y también puede haber “una discrepancia entre la capacidad aparente del bebé para alimentarse por sí solo y la capacidad real para hacerlo”, pues no todos los pequeños de esa edad están preparados para alimentarse con sólidos.
Lo que sí puede haber, son arcadas, pero eso no es un episodio de asfixia. “Si les da una arcada, el alimento regresa a la parte anterior de la boca y lo vuelven a aplastar hasta que ya pueden tragarlo”, apunta la organización científica. A esas edades, la mayoría de los bebés ya son capaces de mantenerse sentados, coger objetos con la mano, llevárselos a la boca y aplastarlos con los labios y las encías si son alimentos blandos.
Makhmalji recuerda que los alimentos tienen que adaptarse a sus capacidades: “Hay que ofrecer trozos de comida que puedan aguantar con el puño y comerse la puntita que sobresale. Y que se puedan chafar o aplastar con la lengua. Hay que evitar sólidos con riesgo de asfixia, como los frutos secos, las aceitunas o la manzana entre otros”. Recuerda también que los niños deben estar acompañados mientras comen.
Sobre las carencias alimentarias, los expertos también han planteado si los bebés que practican el baby-led weaning tienen una ingesta inadecuada de nutrientes. A priori, a partir de los seis meses, la lactancia materna no aporta suficiente hierro al lactante para satisfacer sus necesidades y se requiere un refuerzo; pero los alimentos que habitualmente se emplean en esta técnica —que son aquellos más fáciles de agarrar, como frutas y verduras al vapor—, son más bajos en este mineral. Con todo, para paliar ese potencial déficit y los riesgos de asfixia, ya se ha desarrollado una versión modificada del baby-led weaning conocida como BLISS (siglas en inglés de introducción a los sólidos dirigida por el bebé), en la que se plantea incorporar en cada comida principal alimentos ricos en hierro, energéticos y adaptados para evitar el atragantamiento.
Makhmalji defiende también que la alimentación dirigida por el bebé “favorece la preferencia a medio y largo plazo por una dieta sana”, aunque admite que esto también “depende de la oferta y la dieta familiar que se realice”. De hecho, la evidencia científica sobre si el baby-led weaning protege contra la obesidad es poco concluyente: un ensayo clínico neozelandés publicado en 2017 en JAMA Pediatrics, en el que se probó el método BLISS, no logró un índice de masa corporal más apropiado que el que se consigue con la alimentación tradicional con cuchara. “No parece dar lugar a un crecimiento más saludable ni a una reducción del riesgo de sobrepeso en comparación con las prácticas de alimentación tradicionales”, concluyeron los autores.
El efecto que produce el consumo excesivo de café en nuestro cuerpo
Debida a la energía que nos aporta una taza de café, hemos asociado esta bebida como nuestra arma para combatir las largas rutinas laborales de nuestro día a día, haciendo que cada vez existen más personas que se reconocen así mismas como adictas al café. Pero como siempre, todo en exceso es malo, y es que el consumo excesivo de café puede tener varios efectos adversos en el cuerpo debido a su alto contenido de cafeína, un potente estimulante del sistema nervioso central. Aquí algunos ejemplos de esos efectos:
1. Insomnio y Ansiedad: El exceso de cafeína puede provocar insomnio debido a que bloquea los receptores de adenosina, una sustancia química que induce el sueño, lo que aumenta la vigilia y dificulta el sueño profundo. Además, el consumo excesivo de cafeína puede causar síntomas como palpitaciones, nerviosismo y taquicardias, contribuyendo a la ansiedad. Estos efectos son dosis-dependientes y pueden ser más pronunciados si la cafeína se consume en grandes cantidades o en momentos inadecuados del día.
2. Problemas Digestivos: La cafeína estimula la producción de ácido en el estómago, lo que puede irritar la mucosa gástrica y agravar condiciones como la gastritis y el reflujo gástrico. Además, su efecto laxante puede provocar diarrea y dolor abdominal, afectando a personas con enfermedades inflamatorias del intestino o síndrome del intestino irritable. También puede irritar directamente el revestimiento intestinal, provocando inflamación y malestar gastrointestinal.
3. Aumento de la Presión Arterial: Consumir grandes cantidades de cafeína puede aumentar la presión arterial al bloquear los receptores de adenosina en el cerebro, lo que incrementa la liberación de adrenalina y angiotensina II, elevando así la presión arterial sistólica y media. Consumir más de 500 mg de cafeína al día, equivalente a aproximadamente dos tazas de café espresso, puede elevar la presión arterial. Además, se ha observado que la cafeína aumenta la rigidez arterial y la resistencia vascular periférica, contribuyendo a este efecto. Sin embargo, el impacto varía según la tolerancia individual y el hábito de consumo.
4. Adicción y Síntomas de Abstinencia: El uso regular de cafeína puede llevar a desarrollar una dependencia debido a su capacidad para aumentar temporalmente los niveles de dopamina y bloquear la adenosina, lo que genera una sensación de bienestar y energía. Esta dependencia puede resultar en síntomas de abstinencia al reducir o cesar su consumo, tales como dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad, dificultad para concentrarse y depresión leve. Estos síntomas suelen comenzar entre 12 y 24 horas después del último consumo y pueden durar varios días.
5. Fatiga: Un gran consumo de cafeína puede provocar fatiga debido a la tolerancia que desarrolla el cuerpo. La cafeína bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, retrasando la sensación de cansancio. Sin embargo, con el tiempo, el cerebro produce más receptores de adenosina, lo que requiere más cafeína para obtener el mismo efecto estimulante. Al reducir o eliminar el consumo de cafeína, la adenosina se adhiere a estos receptores adicionales, provocando fatiga y somnolencia. Además, el consumo excesivo de cafeína puede fragmentar el sueño nocturno, contribuyendo a la somnolencia diurna.
https://adsalutem.es/como-afecta-la-cafeina-a-la-calidad-del-sueno/
https://elpais.com/buenavida/salud/2020-11-23/cafe-y-ansiedad-es-por-ti-o-la-cafeina-es-la-culpable.html
“Super Size Me”, El documental que mostraba los efectos en la salud del consumo de comida rápida.
El director y productor estadounidense Morgan Spurlock dirigió y protagonizó Super Size Me, un documental que muestra cómo vivió durante un mes entero alimentándose en McDonald’s, para evaluar el impacto que la comida rápida tiene en la salud.
El cineasta promocionó el filme frente a una sucursal de McDonald’s durante el Festival de Cine de Sundance de 2004. Desencadenó un gran debate y le valió una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Documental.
Spurlock fue la estrella de Super Size Me, filmándose a sí mismo durante un mes mientras comía docenas de hamburguesas y nuggets de pollo, acompañados por litros de gaseosas.
El cineasta aumentó su peso en 11 kilos y los médicos le dijeron que su salud estaba en riesgo si no terminaba su experimento de 30 días.
La audiencia vio a Spurlock contar que se sentía enfermo y con poca energía, en medio de las alertas médicas sobre su presión arterial y colesterol.
La película también planteó preguntas sobre la industria alimentaria estadounidense y sugirió que, con voluntad política, podrían crearse alternativas más saludables.
El lanzamiento de Super Size Me llevó a McDonald’s a publicar un comunicado en el que defendió el menú que ofrecía y denunció que el documental de Spurlock era «poco realista».
Además, la empresa publicó anuncios en los que decía que sus alimentos debían consumirse como «parte de una dieta equilibrada«.
Sin embargo, la compañía dejó de ofrecer en su menú ese año la modalidad de máxima porción o “super size”.
¿PERO QUÉ COME CRISTIANO RONALDO PARA MANTENERSE EN ESA FORMA?
Seguro que muchos aficionados/as se han preguntado qué come Cristiano Ronaldo para mantenerse en esa envidiable buena forma a sus 38 años. El secreto es mucha disciplina. En este post te contamos sus rutinas de alimentación y descanso.
CR7 ha conquistado cinco Balones de Oro y sigue haciendo historia en los terrenos de juego, acercándose ya a los 900 goles marcados a lo largo de su ya extensa carrera.
Pero no solo es apreciado por su juego: su disciplina para entrenar, comer y dormir para alcanzar el máximo rendimiento deportivo profesional es un ejemplo para los que persiguen el objetivo de estar en forma. ¿Quieres saber cuales son sus rutinas? ¡¡Aquí las tienes!!
Su rutina diaria es una mezcla equilibrada de comidas estratégicas y sueño calculado, que demuestran que la disciplina y la dedicación son claves para su éxito tanto dentro como fuera del campo.
1. Qué come Cristiano Ronaldo en el desayuno: combustible para el día
Cristiano Ronaldo inicia sus días con una combinación de sabores y nutrientes. Un plato de jamón, queso y yogur le proporciona proteínas y grasas saludables, mientras que el jamón añade un toque de sabor salado.
Este comienzo lleno de energía es solo el inicio de su compromiso con la alimentación consciente y estratégica.
2. Y ¿lo largo del día?: energía sostenida
El desayuno es solo el primer paso de su enfoque alimenticio. A medida que avanza el día, CR7 se asegura de mantener su energía con selecciones inteligentes de alimentos.
Un refrigerio a media mañana, como el pan tostado con aguacate, lo mantiene en marcha y proporciona grasas saludables y fibra.
Además, no se detiene en un solo almuerzo, sino que incluye dos. El primero, que consiste en pollo y ensalada, le brinda proteínas magras y vegetales ricos en nutrientes.
El segundo almuerzo, con opciones como pescado, ensalada, huevos y aceitunas, sigue impulsando su energía y proporciona una variedad de nutrientes esenciales.
3. ¿Qué come Cristiano Ronaldo para cerrar el día?
La noche es otro momento en el que Ronaldo aprovecha la oportunidad para nutrir su cuerpo. Opta por pescado, como el pez espada o el atún, o incluso carnes magras como el estofado de bacalao.
Estas elecciones le brindan proteínas esenciales y grasas saludables para mantener su rendimiento al día siguiente. Sorprendentemente, CR7 divide su cena en dos partes, lo que le permite nutrir su cuerpo de manera constante a lo largo de la noche.
Fuente: https://www.forumsport.com/es-es/blogs/futbol/que-come-cristiano-ronaldo-mantenerse-forma/
Estas son las sustancias químicas peligrosas que contienen los envases de alimentos y que entran a tu cuerpo.
Una gran cantidad de sustancias químicas que se encuentran en los envases de alimentos contaminan la comida y encuentran su camino al interior del cuerpo humano.
La industria alimentaria esta experimentando la búsqueda de productos más prácticos, duraderos y atractivos para el consumidor. Sin embargo, esta búsqueda esta atrayendo consigo mismo un aumento en el uso de sustancias químicas en los envases de alimentos. Estas sustancias químicas se están relacionando con una gran cantidad de problemas de salud.
La gran mayoría de estas sustancias químicas se encuentran en los contenedores de plástico, cartón y poliestireno que contaminan con tintas y otros químicos no aptos que luego entran en el cuerpo humano.
Una reciente investigación publicada en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology señala que la sangre, la orina e incluso la leche materna de una gran cantidad de población tiene hasta 3.600 de las 14.000 sustancias presentes en envases y otros utensilios de cocina.
Por este motivo, la comunidad científica resalta que usar materiales más seguros es una necesidad actual si se quiere proteger a los consumidores de éstas sustancias químicas ( bisfenoles, los ftalatos y los compuestos perfluorados, entre otros,..) y evitar así los problemas de salud que traen estas sustancias químicas como: problemas reproductivos, el desarrollo del cáncer, trastornos hormonales, entre otros problemas de salud.
El aceite de palma es el «último demonio de la alimentación», pero no es el único
Gráfica 1: Contenido de grasas saturadas en productos de supermercado
Si mira en su despensa, no lo verá a primera vista, pero es muy probable que el aceite de palma esté ahí, en gran parte de los alimentos que almacena. Haga la prueba y revise la etiqueta de sus galletas, aperitivos, untables, chocolates, bollería, sopas instantáneas, pizzas o helados. El ingrediente, que a veces aparece camuflado bajo otras denominaciones, como aceite de palmiste, estearina de palma o incluso el nombre de la especie de la que procede, Elaeis guineensis, es el rey de los productos ultraprocesados, la grasa estrella para la industria alimentaria.
En las últimas semanas, está en boca de todos. La polémica sobre su uso ha alcanzado tales dimensiones que varias cadenas de supermercados han anunciado su intención de prescindir del aceite de palma en sus productos de marca blanca e incluso el Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición no de ley que, entre otras disposiciones, insta al Gobierno a restringir el acceso a los productos con aceite de palma por parte de la población infantil. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) también ha recordado en un comunicado que «se está trabajando con la industria alimentaria y otros agentes implicados en la reformulación o mejora de la composición de los alimentos», lo que incluye la sustitución de las grasas empleadas «por otras vegetales más saludables».
Pero, ¿qué efectos tiene sobre la salud?, ¿por qué se ha convertido en el último demonio de la alimentación?
En primer lugar, el aceite de palma es muy rico en grasas saturadas, por lo que «no es recomendable en un contexto de dieta saludable, ya que eleva el colesterol y puede favorecer la aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares», señala la AECOSAN, que recuerda que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconsejan reducir la ingesta de estas grasas y limitar su consumo a menos del 10% de las calorías totales de la dieta (un máximo de 20-22 gramos de grasa saturada al día para un régimen aproximado de 2.000 kcal).
Al igual que la agencia, muchas voces, como la Asociación Española de Pediatría, se han manifestado en las últimas semanas asemejando el perfil de este aceite con el de otros productos ricos en grasas saturadas y señalando que al margen de la recomendación general de limitar el consumo de estas grasas «no existen datos específicos concluyentes sobre el consumo de aceite de palma, sobre todo cuando se estudia en el contexto de una dieta equilibrada».
Sin embargo, otros especialistas, como Aitor Sánchez, dietista-nutricionista, tecnólogo alimentario y divulgador científico, consideran que este argumento «supone una simplificación enorme porque hace tiempo que sabemos que no todas las grasas saturadas son iguales».
El perfil de estas grasas, explica, depende mucho de sus características. «Y resulta que el aceite de palma está compuesto principalmente por ácido palmítico, que se ha demostrado como uno de los menos saludables dentro de los saturados, tanto a nivel cardiovascular como en la relación que tiene con la aparición de diferentes patologías, como el cáncer».
Lo más preocupante, subraya, es que para su empleo en la industria, el aceite se somete a un proceso de refinado en el que se forman ciertas sustancias, como el glicidol, sus ésteres y los MCPD (monocloropropanodiol). Estas moléculas que aparecen al calentar la grasa a altas temperaturas (superiores a 200 grados) se han asociado con un mayor riesgo de problemas como el cáncer. La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado recientemente un informe en el que precisamente advierte sobre la excesiva exposición de los consumidores ante estos compuestos, que no sólo se forman en el proceso de obtención de aceite de palma para uso industrial sino también, en mayor o menor medida, en otros aceites vegetales que se refinan.
Un uso rentable
Este refinado es fundamental para aportar al aceite algunas de sus propiedades más apreciadas por la industria, como su sabor neutro. «Además confiere una buena textura, permite que el producto se mantenga sólido a temperatura ambiente y se deshaga en la boca, le da estabilidad… También es muy barato, por lo que su uso es realmente rentable para las compañías», añade Miguel Ángel Martínez, catedrático de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Navarra y uno de los principales investigadores sobre la dieta mediterránea en nuestro país, quien recuerda que un tercio del consumo mundial del aceite vegetal procede del aceite de palma pese a que su empleo masivo no sólo tiene consecuencias para la salud, sino también éticas y medioambientales.
Su método de producción ha sido muy criticado porque ha contribuido a deforestar hectáreas de selva tropical (se cultiva principalmente en países como Indonesia o Malasia, que han perdido gran parte de sus áreas boscosas) y se han denunciado en múltiples ocasiones las precarias condiciones laborales que tienen las personas que trabajan en su obtención, así como la expulsión de comunidades indígenas que se produce a medida que aumentan las zonas de explotación (se emplea también para la industria cosmética y la obtención de biodiésel).
Por todos estos motivos, no es la primera vez que el aceite de palma se pone en la picota pública. Sin embargo, hasta hace apenas tres años, su uso permanecía en gran medida velado para el gran público ya que la legislación permitía ocultar su empleo bajo la denominación genérica de «aceites vegetales». Desde que, en 2014, entró en vigor el Reglamento Europeo 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor, es obligatorio especificar el origen de la grasa que emplea un producto (no es lo mismo usar aceite de oliva, rico en ácidos grasos monoinsaturados, cuyas propiedades se han demostrado beneficiosas para la salud, que otras grasas), aunque no hay obligación de mencionar el porcentaje real empleado, algo que reclaman muchos especialistas. «En muchos se puede inferir evaluando la cantidad de grasas saturadas que tiene, pero debería detallarse», asegura Carlos Ríos, dietista-nutricionista y miembro del colectivo Dietética sin patrocinadores.
La información nutricional que aparece en el etiquetado es muy mejorable, coinciden en señalar los expertos consultados. «Ahora ha saltado la preocupación por el aceite de palma, pero hay situaciones más escandalosas, como por ejemplo que no sea obligatorio mencionar la presencia de ácidos grasos trans, cuyos efectos para la salud son mucho más perjudiciales», subraya Miguel Ángel Martínez.
No sólo es legal no detallar la presencia de este ingrediente en los productos -puede aparecer bajo la denominación de «grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas»-, sino que el porcentaje que se emplea puede integrarse dentro del porcentaje general de grasas saturadas declaradas pese a que sus efectos para la salud son mucho más nocivos.
En el año 2006, un metaanálisis publicado en la revista médica The New England Journal of Medicine demostró que un aumento del 2% de la energía diaria a través de la ingesta de ácidos grasos trans se relaciona con un incremento del 23% en el riesgo de desarrollar una enfermedad coronaria.
La evidencia científica contra las trans llevó a que algunos países, como Dinamarca, limitaran duramente su uso en la cadena alimentaria, aunque en la mayoría de las naciones no se ha elaborado una legislación al respecto de su uso, sino que la regulación se ha limitado a una serie de recomendaciones para reducir su empleo a menos de un 2% de la grasa total del producto.
Según explica el investigador, las trans -que se elaboran mediante un proceso de hidrogenación de aceites vegetales- nacieron precisamente para ocupar el lugar de grasas saturadas de origen animal en los productos procesados, después de que varios estudios asociaran su uso con un aumento del riesgo cardiovascular sin saber que su perfil era aún peor que el de sus predecesoras. Posteriormente, el uso del aceite de palma también se potenció como sustituto de las trans, aunque, nuevamente, no parece la alternativa óptima para la salud de los consumidores.
La polémica en torno al aceite de palma ha hecho que mucha gente haya empezado a buscar productos que en su composición no contengan este ingrediente, sustituyéndolos por otros que emplean otros tipos de grasa. Sin embargo, para los expertos en nutrición, esa «no es la solución del problema».
«Un ultraprocesado que no contenga aceite de palma no es por ello más saludable. Contendrá muy probablemente otras grasas de mala calidad, grandes cantidades de azúcares, sal y harinas refinadas, cuyo perfil nutricional tampoco es recomendable», apunta Miguel Ángel Lurueña, especialista en Tecnología de los Alimentos y consultor científico-tecnológico independiente para empresas alimentarias.
«Se está demonizando el aceite de palma, como también ha pasado con el azúcar, pero esa no es la cuestión principal. Hay que fijarse en el alimento en su conjunto. Y si lo que te preocupa es la salud, lo que tienes que hacer es dejar de comer comida ultraprocesada en general, no uno de sus componentes en concreto», añade.
«No comemos nutrientes, sino alimentos», subraya en la misma línea Carlos Ríos, que explica que es fundamental tener en cuenta la «matriz alimentaria», las interacciones entre todos los componentes de un producto y nuestro organismo. La «comida real», la que no pasa por un proceso largo de elaboración industrial, puede ser rica en componentes como los ácidos grasos saturados, pero, en su conjunto, también posee otros elementos beneficiosos que, compensan, al menos en parte, los perjuicios asociados a un determinado nutriente, explica.
Coinciden con su punto de vista Martínez y Sánchez: «La mejor garantía es apostar por los alimentos en los que no es necesario mirar la etiqueta, porque no la tienen. Hay que basar la dieta en alimentos frescos o mínimamente manipulados, en frutas, verduras, legumbres, carnes no procesadas, porque esos son saludables al 100%», remarcan.
«Muchas empresas han reaccionado a polémicas como la del aceite de palma retirando el componente en cuestión, pero reformulando los productos de forma que contengan ingredientes poco saludables, lo que en definitiva es una estrategia de márketing que no aporta nada», reflexiona Lurueña, que también critica que las autoridades reaccionen a golpe de polémicas y sólo pongan parches que no abordan el problema de la alimentación en su conjunto.
«La dieta de los españoles, a día de hoy, no es la mediterránea, sino la ultraprocesada y eso tiene una relación directa con el hecho de que las enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer sean las principales causas de mortalidad en nuestro país», coincide Ríos. «Si queremos que se reduzca el consumo de estos productos procesados insanos, ¿por qué no utilizar las mismas estrategias que se utilizaron en la lucha contra el tabaco y fueron efectivas?», expone.
No se trata de demonizar periódicamente un ingrediente, añade, sino que «la lógica y el sentido común nos dicen que deberíamos conjugar estrategias como los impuestos, campañas de concienciación y sensibilización, prohibición de publicidad, etiquetado del envase, etc. La industria está ejerciendo su poder, pero necesitamos urgentemente medidas políticas que regulen la situación y que aumenten la percepción del riesgo entre la población», concluye.
Fuente: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2017/05/02/5907764046163fc6018b467b.html
Beneficios de la luz pulsada en la industria de alimentos
Ofrecer alimentos inocuos de manera sostenible y eficiente sigue siendo prioridad de la industria que se apoya de tecnologías como la Luz Pulsada (PL).
Este tipo de tecnología se ha obtenido para presenciar bacterias o múltiples patógenos dañinos que podrían contaminar alimentos causando problemas en la salud de los consumidores o la calidad del producto.
Ofrecer alimentos inocuos de manera sostenible y eficiente sigue siendo prioridad de la industria que se apoya de tecnologías como la Luz Pulsada (PL).
Este tipo de tecnología se ha obtenido para presenciar bacterias o múltiples patógenos dañinos que podrían contaminar alimentos causando problemas en la salud de los consumidores o la calidad del producto.
¿Qué hace la tecnología de luz pulsada en alimentos?
La luz pulsada es una tecnología no térmica de procesado que consiste en la aplicación de pulsos lumínicos de alta energía sobre alimentos o superficies alimentarias con objeto de disminuir su carga microbiana.
Según publica AgTechDaily, esta técnica de desinfección de alimentos basada en la luz pulsada eliminó con éxito múltiples patógenos dañinos como:
- E. coli.
- Salmonella Typhimurium
- Listeria monocytogenes
- Bacillus cereus
- Esporas de Aspergillus niger
- Esporas de Penicillium roqueforti.
Esta inocuidad de alimentos produce descargas controladas de pulsos eléctricos de alta intensidad (1-5 kV) y corta duración (100-400µs) en una o varias lámparas de gas Xenón instaladas en un reactor donde se sitúa el producto a tratar.
Ofrecer alimentos inocuos de manera sostenible y eficiente sigue siendo prioridad de la industria que se apoya de tecnologías como la Luz Pulsada (PL).
Este tipo de tecnología se ha obtenido para presenciar bacterias o múltiples patógenos dañinos que podrían contaminar alimentos causando problemas en la salud de los consumidores o la calidad del producto.
¿Qué hace la tecnología de luz pulsada en alimentos?
La luz pulsada es una tecnología no térmica de procesado que consiste en la aplicación de pulsos lumínicos de alta energía sobre alimentos o superficies alimentarias con objeto de disminuir su carga microbiana.
Según publica AgTechDaily, esta técnica de desinfección de alimentos basada en la luz pulsada eliminó con éxito múltiples patógenos dañinos como:
- E. coli.
- Salmonella Typhimurium
- Listeria monocytogenes
- Bacillus cereus
- Esporas de Aspergillus niger
- Esporas de Penicillium roqueforti.
Esta inocuidad de alimentos produce descargas controladas de pulsos eléctricos de alta intensidad (1-5 kV) y corta duración (100-400µs) en una o varias lámparas de gas Xenón instaladas en un reactor donde se sitúa el producto a tratar.
Alimentos que se benefician con la luz pulsada
La ionización del gas que se emplea provoca un flash o pulso lumínico de alta intensidad y ancho espectro de emisión, desde los 200 nm (UV) hasta los 1.000 nm.
Esta luz pulsada hasta el momento funciona en:
- frutas
- semillas y granos
- queso y leche
- zumo
- múltiples productos avícolas.
Pero los estudios que se han hecho hasta ahora también han analizado alimentos como el huevo, utilizando un transportador diseñado para probar el proceso en un entorno industrial, y prevenir datos de gripe aviar.
La región ultravioleta, en particular, es la de más corta longitud de onda, siendo la responsable principal de la eficacia antimicrobiana de estos tratamientos, señaló AgTechDaily.
La industria se apoya de la luz pulsada para la inocuidad de alimentos
A pesar de que el efecto antimicrobiano de esta tecnología se conoce desde antes de los años 70, la tecnología actual permite que el mecanismo específico que causa la inactivación microbiana este mejor definido.
Estos avances permitirían aplicaciones en la industria alimentaria es la descontaminación superficial de alimentos sólidos, como vegetales, huevos o los productos cárnicos y pesqueros.
De acuerdo con los estudios esto aumentaría su vida útil sin afectar negativamente sus propiedades organolépticas, considerando que en cuanto más liso y homogéneo sea el producto, mayor es el nivel de descontaminación.
Otros objetivos de la luz pulsada en la industria de alimentos
El estudio informó que también se ha planteado el uso de esta tecnología como alternativa a los tratamientos térmicos para pasteurizar o esterilizar productos líquidos.
Otra de sus funciones sería en la descontaminación de envases alimentarios, para el tratamiento de envases y tapones alimentarios, teniendo como ventaja un sistema con eficiencia energética y que no utiliza agua ni sustancias químicas.
En conclusión, la tecnología de la luz pulsada puede mejorar el panorama de la industria de alimentos no sólo para la inocuidad de productos, también para mejorar procesos como la pasteurización o limpieza de envases.
Aquí tienes la lista de los alimentos y bebidas que te pueden ayudar a controlar las migrañas
¿Qué alimentos alivian el dolor de cabeza?
Para prevenir los desencadenantes de la migraña el medio en cuestión menciona cuáles son los alimentos que alivian el dolor de cabeza de este tipo, principalmente aquellos que contienen minerales, ácidos grasos y vitaminas.
Los dolores de cabeza son una afección común que las personas experimentan en cualquier momento, pero debe tener cuidado porque hay otro tipo de dolencia que puede ser peor como el caso de la migraña.
“La migraña es un dolor de cabeza que puede causar un dolor pulsátil intenso o una sensación pulsante generalmente de un solo lado”, explica Clínica Mayo.
De acuerdo a los datos que maneja la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña afecta más a las mujeres que a los hombres por razones hormonales, se presenta desde la pubertad y es la primera causa de discapacidad en las mujeres entre los 35 y 45 años.
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¿Qué hacer ante un dolor de cabeza crónico que no cede con facilidad?
En algunos casos se pueden experimentar otros síntomas como náuseas y debilidad, pero será su proveedor de atención quien haga una evaluación para determinar las causas y el tratamiento a seguir que por lo general incluye medicamentos.
Sin embargo, algunas investigaciones sugieren que para controlar la migraña se deben hacer ajustes en los hábitos alimenticios como medida de prevención o para reducir su frecuencia, como cita Healthline.
Estas son las cuatro ubicaciones del dolor de cabeza más comunes y su significado
¿Qué alimentos alivian el dolor de cabeza?
Para prevenir los desencadenantes de la migraña el medio en cuestión menciona cuáles son los alimentos que alivian el dolor de cabeza de este tipo, principalmente aquellos que contienen minerales, ácidos grasos y vitaminas.
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Alimentos con ácidos grasos omega-3
Legumbres, semillas y los pescados como el salmón y la caballa tienen un alto contenido de ácidos grasos omega-3.
Alimentos con fibra
Granos integrales, frijoles, papas, verduras y frutas que contengan fibra dietética pueden disminuir la frecuencia de los dolores de cabeza.
Ricos en magnesio
Healthline cita un estudio del 2021 en el que se sugiere que el magnesio tiene un efecto positivo para aliviar la migraña. Así que puede considerar verduras de hojas verdes, plátanos y atún entre las opciones.
Otras sugerencias en cuanto a la alimentación apunta hacia los alimentos integrales sin procesar, mantenerse bien hidratado con agua y evitar alimentos como los embutidos, que contengan edulcorantes artificiales, alimentos fermentados, que contengan gluten y bebidas con cafeína.