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Así se relaciona el cortisol con tu alimentación
Historia de Vicky Vera
La conversación sobre el cortisol, conocido como la hormona del estrés, es fundamental en una sociedad continuamente estresada. Comprender cómo el cortisol y la alimentación están relacionados es clave para controlar sus niveles y mantener la salud.
¿QUÉ ES EL CORTISOL?
El cortisol es una hormona esteroidea producida por las glándulas suprarrenales que se eleva en situaciones de estrés y desempeña funciones esenciales, como regular los niveles de energía. Aunque es necesario para la salud, niveles crónicamente altos pueden causar problemas como cansancio, aumento de peso, insomnio o debilitamiento del sistema inmunológico.
RELACIÓN ENTRE EL CORTISOL Y LA ALIMENTACIÓN
Ciertos alimentos y hábitos dietéticos influyen en los niveles de cortisol. Además, niveles altos de esta hormona pueden aumentar el apetito por alimentos ricos en grasas y azúcares. Esto ocurre porque el cuerpo percibe el estrés como una señal para almacenar energía.
Consecuencias del cortisol elevado:
- Resistencia a la insulina: Puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.
- Acumulación de grasa abdominal: Relacionada con problemas metabólicos.
- Metabolismo más lento: Favorece el aumento de peso.
ALIMENTOS QUE AUMENTAN EL CORTISOL.
Se recomienda evitar:
- Azúcares refinados y carbohidratos simples: Dulces, refrescos, pan blanco.
- Cafeína en exceso: Café, té negro, bebidas energéticas.
- Alcohol: Su consumo excesivo eleva temporalmente el cortisol.
- Grasas saturadas y trans: Productos fritos, ultraprocesados.
- Exceso de sal: Embutidos, comidas rápidas y precocinadas.
ALIMENTOS QUE AYUDAN A REDUCIR EL CORTISOL
Una dieta equilibrada, rica en antioxidantes, omega-3 y carbohidratos complejos, ayuda a mantener los niveles de cortisol bajo control. Algunos alimentos recomendados:
- Vitamina C: Naranjas, fresas, kiwi, brócoli.
- Magnesio: Almendras, espinacas, aguacates.
- Omega-3: Salmón, nueces, semillas de chía.
- Té verde: Contiene L-teanina, que reduce el estrés.
- Chocolate oscuro (mínimo 70%): Mejora el estado de ánimo.
- Probióticos: Yogur natural, kéfir, chucrut.
- Alimentos integrales: Avena, quinoa, arroz integral.
Mantener una hidratación adecuada también es esencial, ya que la deshidratación puede elevar los niveles de cortisol.
Las hamburguesas poco hechas: ¿Delicia culinaria o riesgo para la salud?
¡Qué tal, amantes de la buena comida! Hoy vamos a hablar de un tema que seguro te interesa si eres fan de las hamburguesas jugosas: los riesgos de comerlas poco hechas. Sí, ya sé que probablemente estés pensando «¡Pero si están más ricas así!», y no te lo voy a negar. Sin embargo, es importante que conozcas los posibles peligros para tu salud.
¿Por qué puede ser peligroso?
Cuando comes una hamburguesa poco hecha, estás consumiendo carne que no ha alcanzado una temperatura lo suficientemente alta como para eliminar todas las bacterias. Y no, no estamos hablando de esas bacterias inofensivas que te ayudan a digerir. Nos referimos a patógenos como la E. coli o la Salmonella, que pueden causarte desde una indigestión hasta una intoxicación alimentaria seria.
¿Qué puede pasarte?
Si tienes mala suerte y la carne está contaminada, podrías experimentar:
·Dolor de estómago (y no del bueno que da cuando comes demasiado)
·Diarrea
·Vómitos
·Fiebre
En casos más graves, especialmente si tienes un sistema inmunológico débil, las consecuencias pueden ser aún peores.
¿Significa esto que tengo que comer mis hamburguesas al punto o muy hechas?
¡Para nada! La clave está en el término medio (literalmente). Una hamburguesa bien cocinada puede ser igualmente jugosa y deliciosa. El truco está en alcanzar una temperatura interna de al menos 71°C (160°F). A esta temperatura, la carne estará segura para comer, pero aún conservará su jugosidad.
Consejos para disfrutar de tus hamburguesas de forma segura
- Usa un termómetro de cocina para asegurarte de que la carne alcance la temperatura adecuada.
- Si estás en un restaurante, no temas pedir tu hamburguesa bien hecha.
- Si realmente no puedes resistirte a una hamburguesa poco hecha, considera comprar carne de alta calidad de fuentes confiables.
Recuerda, cuidar tu salud no significa renunciar al placer de una buena comida. Con un poco de precaución, puedes seguir disfrutando de tus hamburguesas favoritas sin preocupaciones. ¡Buen provecho!
Por qué aumentan las alergias alimentarias: “Hemos alterado la composición de la comida sin ser conscientes de que cambiábamos sus propiedades”
Factores genéticos, ambientales y cambios en los alimentos explican el aumento de los casos de alergias alimentarias.
Se sabe que las alergias alimentarias se han incrementado en las últimas décadas, pero no es fácil hacer una estimación adecuada, ni una prevalencia de este problema de salud. Se requiere un diagnóstico clínico, se contabilizan los casos de ingreso en UCI por anafilaxia, pero no es sencillo obtener una cifra.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura cifraba la población mundial en 8,6 billones de personas de la que unos 900 millones sufren reaccionen adversas a alimentos, casi en su totalidad habitan en los países industrializados.
Pero ¿qué es lo que causa este aumento de las reacciones adversas por alimentos? No hay una única respuesta, pero sí un resumen claro: “Hemos alterado la composición de la comida de tal manera que sus propiedades de digestión, entre otras, las hemos cambiado sin ser conscientes”, afirma este miércoles la Dra. María Gasset, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Hay publicaciones científicas de 1951 que ya avisaban de que la acción humana estaba impactando en muchos aspectos ambientales sin que fuéramos conscientes de esos cambios.
La mayoría de los alérgenos son proteínas de origen vegetal y animal. Se han aislado y caracterizado más de 1.000 alérgenos que pertenecen a 40 familias de proteínas, cuando existen más de 12.200 descritas. El 90% de las alergias alimentarias están causadas por proteínas de nueve alimentos: leche, huevo, pescado, marisco, cacahuete, frutos secos, soja, trigo y sésamo. Los cambios que la mano humana ha ido produciendo sobre ellas han podido tener mucho que ver en todo el aumento de las reacciones adversas a alimentos.
La experta señala como causas de las alergias la aberración en la colonización microbiana temprana, la erradicación de infecciones protectoras frente a alérgenos y la inmadurez de la inmunidad de las mucosas que facilitan el acceso de los alérgenos. Al factor genético que puede influir en el desarrollo de estas alergias y que tiene que ver con la integridad epitelial de la persona y al sistema inmune que tengamos, se unen la exposición temprana y los cambios en el entorno, incluidos los cambios en la comida, que pueden influir.
El diagnóstico actualmente siempre viene como consecuencia de una exposición, tal y como ha indicado la Dra. Gasset, por lo que “averiguar qué hace que una proteína se convierta en alérgeno permitiría avanzar en la calidad de diagnóstico”. Respecto a las terapias, hasta hace pocos años, la recomendación era evitar el alimento que provocaba reacciones adversas. Ahora hay estrategias de desensibilización, que suelen ser lentas, y terapias inmunológicas que suelen aplicarse en combinación con la desensibilización. Pero queda un largo camino que recorrer, con investigaciones y algunos estudios con vacunas o con intervenciones en el microbioma.
La comida francesa a través del tiempo
1. Introducción a la gastronomía francesa
La gastronomía francesa es reconocida mundialmente por su calidad y diversidad, formando parte del patrimonio cultural de la UNESCO. Es una de las señas de identidad de Francia, junto con su cultura y patrimonio, destacando platos icónicos como croissants, baguettes, quiches y quesos. Este artículo explora los orígenes y características de esta tradición culinaria.
2. Orígenes de la cocina francesa
La cocina francesa tiene sus raíces en la Edad Media, marcada por banquetes opulentos, el surgimiento de la repostería y el uso de especias. Para evitar la monotonía de los ingredientes, se servían entre tres y doce platos simultáneamente, consumidos con las manos. Este estilo se centraba en carnes con salsas y un postre conocido como «issue de table». París, hogar de chefs que atendían a la realeza, fue el epicentro de esta evolución. Con el tiempo, la cocina francesa se transformó influenciada por movimientos sociales, políticos y artísticos.
3. Características de la gastronomía francesa
La cocina francesa destaca por su refinamiento y la variedad de platos, reflejo de la diversidad regional del país. Su evolución constante se debe al uso de productos locales de alta calidad y a la creatividad de sus profesionales. La combinación de comida y vino, junto con la estética de los platos, ha consolidado su prestigio global, siendo incluida en 2010 en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
4. Curiosidades de la gastronomía francesa
La gastronomía francesa cuenta con cuatro estilos principales: clásica, alta cocina, nouvelle cuisine y cocina rústica (cuisine du terroir). Su orden único de comidas incluye un aperitivo, una entrada ligera, un plato principal, queso, postre y café o licor al final. Además, Francia dispone de una amplia variedad de establecimientos culinarios, como bistrós, restaurantes y cafés, adaptados a diferentes horarios y ocasiones.
5. Aportaciones a la gastronomía mundial
La cocina francesa ha influido enormemente en la gastronomía global, con innovaciones técnicas como el glaseado, el baño maría y el flambeado, además de creaciones como el puré, el paté y la mousse. Por ello, se considera «la madre de todas las cocinas», ya que muchas técnicas y bases culinarias modernas provienen de esta tradición, haciendo de Francia un referente indiscutible en el mundo gastronómico.
https://www.institutfrancais.es/aprender-frances/blog/gastronomia-francesa-cocina-y-patrimonio/
¿Qué se comía en Galicia realmente en la época medieval?
El medievo regresa a Galicia en verano. Más allá de la de Ribadavia, las ferias medievales son desde hace unos años una de las atracciones que amenizan la temporada estival en muchos pueblos de toda la comunidad. Y como toda fiesta que se precie no fuede faltar la comida. No es nada raro encontrar una zona de food trucks donde hartarse de helados, crepes, kebabs o todo tipo de bocadillos como un noble caballero. Pero ninguno de esos productos responde a la realidad de lo que podía encontrarse en las ferias de la Edad Media en Galicia. Desde luego el que eligió el menú de estos eventos no echó la vista atrás.
Pero, ¿qué se comía entonces en la época medieval? Realmente la alimentación en esos años era muy distinta a la que estamos acostumbrados a día de hoy. De hecho, solo se hacían dos comidas al día: un almuerzo y una merienda ligera. Las cenas a altas horas de la noche no estaban del todo bien vistas ya que podían incitar a comportamientos indecentes e indecorosos.
El pan era uno de los grandes protagonistas de la alimentación medieval. Se estima que era uno de los comestibles más comunes entre todas las clases sociales, de hecho, el pan podía llegar a ser el 70 % de la ración alimentaria del día para muchas personas.
Las frutas y vegetales también tenían gran importancia en la dieta medieval. Coles, remolachas, cebollas, ajos y zanahorias eran materias primarias en cuanto a vegetales, mientras que las frutas más consumidas eran los limones, las naranjas amargas, los pomelos, el membrillo o las uvas. La fruta se servía fresca, seca o en conserva y en muchas ocasiones se utilizaba para edulcorar otros alimentos. Como dato importante, no se consumían alimentos como las patatas, el tomate, las judías, el cacao, las fresas o el maíz, que llegaron muy posteriormente.
La proteína animal se obtenía de un gran número de especies como por ejemplo el cerdo. La ternera y el buey se consumían de forma muy residual, ya que estos animales eran más valiosos como animales de trabajo que como alimento. Los animales salvajes procedentes de la caza también se utilizaban como fuente de proteína, incluidos erizos o ardillas. Las aves eran igualmente un alimento bastante consumido: el pollo, el cisne, la codorniz, la perdiz, la alondra o incluso la cigüeña eran platos muy habituales en la gastronomía medieval.
El pescado también era un alimento bastante común en la época. Se consumía sobre todo en épocas de ayuno religioso en las que comer carne no estaba permitido. Varias especies formaban parte de la dieta y se consumían en distintas presentaciones. Fresco, ahumado, en escabeche o en salazón. Estas técnicas permitían la conservación de estos alimentos a lo largo de los días. Según la cercanía con zonas acuáticas, las variedades de pescado que se consumían eran distintas. En las zonas bañadas por el Mar Báltico y el Atlántico el arenque o el bacalao eran los pescados estrella, mientras que en la zona mediterránea se consumía también una amplia variedad de moluscos. Las ballenas y las marsopas eran consideradas como pescados, lo mismo pasaba con el castor, un animal que al pasar gran parte del día en el agua se le consideraba un pescado más.
Las especias, aunque eran consideradas un lujo, se utilizaban de forma habitual en la edad media. La pimienta negra, la canela, el comino, el jengibre o los clavos se utilizaban para dar sabor a los alimentos y para disimular el sabor de la carne pasada. También era muy frecuente el uso de hierbas aromáticas que crecían de forma local como el perejil, la salvia, la mostaza o el eneldo que eran condimentos muy populares.
Cerveza, Vino, Sidra o Hidromiel, las bebidas más habituales
A la hora de beber, el consumo de agua era poco frecuente ya que las condiciones higiénicas no permitían tomar agua de forma segura. Para acompañar a las comidas, se bebía cerveza, vino, hidromiel o sidra. La cerveza se consumía en cantidades industriales. Se calcula que el pueblo llano podía llegar a consumir hasta seis litros de cerveza al día, una bebida que, probablemente, tenía un nivel de alcohol muy inferior al que estamos acostumbrados en la actualidad.
Los países mediterráneos eran consumidores de vino, especialmente entre las clases nobles, quienes podían producir sus propios caldos. El vino estaba muy presente en la comida medieval y se tomaba bien solo, mezclado con agua o aromatizado con hierbas o especias. Se estima que al final de la Edad Media, el consumo por persona rondaba el litro al día. La hidromiel – una fermentación de agua con miel- y la sidra también eran bebidas bastante populares en la Edad Media.
La leche pura no solía ser consumida por los adultos, excepto por aquellos que eran muy pobres o estaban enfermos. Normalmente era un alimento reservado a bebés o personas mayores. La leche fresca y otros productos lácteos no eran muy comunes en esa época debido, principalmente, a la falta de técnicas para su correcta conservación. Los alimentos lácteos más comunes eran la mantequilla y algunos quesos.
Las castañas y las gachas, alimentos comunes
En nuestro país, las castañas eran consideradas como alimento esencial, ya que en muchos lugares donde no tenían un acceso fácil a muchos cereales, estos eran sustituidos por las castañas como fuente de carbohidratos.
Otro de los platos más consumidos en el medievo eran las gachas. Estas papillas espesas se elaboraban con cereales cocidos en agua, leche o una mezcla de ambos productos. Las gachas eran consideradas en muchas ocasiones como un medicamento, ya que se consideraba que eran buenas para aligerar la digestión. Se solían cocinar en un recipiente metálico con carbón, aunque en los estratos más bajos de la sociedad se cocinaban en recipientes de barro y se calentaban con piedras calientes, lo que aminoraba su coste considerablemente.
Platos tradicionales navideños polacos
Sopa de almendras
Es un plato típico de la cena de Nochebuena, conocido principalmente en las regiones orientales de Polonia. Esta agradable y ligeramente dulce sopa se sirve con trigo cocido o arroz. Tradicionalmente, se utilizaban tanto almendras amargas como dulces en su preparación. Dependiendo de la región, se cocina en agua o en leche. También es un plato navideño en las mesas de Silesia, donde a menudo se consume como alternativa a la siemieniotka, una sopa navideña de semillas de cáñamo cocidas y trituradas con cebolla, sal, azúcar y roux.
Sopa de pescado
Es un plato muy popular en la región de Pomerania. Los casubios tienen excelentes recetas de sopas de pescado sabrosas y aromáticas. Sin embargo, la sopa de pescado más popular de la cena de Nochebuena es la que se prepara con arenque. Los filetes de arenque se remojan primero en agua y luego en leche con cebolla y crema. La sopa se sirve acompañada de puré de patatas cocidas en agua con un toque de leche. Otra opción deliciosa es la sopa de carpa con nuez moscada y albahaca.
Compota de frutas secas
No puede faltar en ninguna mesa de Nochebuena. Ayuda a la digestión y previene los efectos negativos del exceso de comida. Dependiendo de la tradición familiar, se usan distintas frutas y especias. Los ingredientes básicos son ciruelas y manzanas secas, y para añadir dulzura se incorporan albaricoques y canela. En la región de Podlasia, es común encontrar compota de tallos de frambuesas silvestres con abundante miel.
Sopa de frutas
Al igual que la compota, se prepara a base de frutas secas cocidas hasta que estén tiernas. Las frutas más utilizadas son ciruelas, manzanas y peras. La sopa se sirve sola, con pasta de huevo o con crema dulce. En Casubia, una versión popular es la sopa de peras secas acompañada de bizcocho. Una variante interesante es la pampuła de la región de Małopolska, una especie de sopa agria de ciruelas servida con cebolla dorada y patatas.
Sopa de pan de jengibre
Es una sopa inusual que se encuentra en las mesas navideñas de Silesia, también llamada «Moczka». Con frutos secos, no solo tiene un sabor delicioso, sino también un aroma cautivador. Además de pan de jengibre, se le agrega compota de frutas, cerveza oscura, clavo, canela y una variedad de nueces y frutas secas. En algunas recetas, se añade chocolate oscuro, que equilibra el sabor y le da un color profundo.
Carpa
El pescado es símbolo de Jesús y siempre debe estar presente en la mesa de Nochebuena. La carpa es un clásico entre los pescados navideños, aunque no necesariamente debe cortarse en filetes y empanarse. Un filete de carpa pasado por harina y dorado en sartén tiene un sabor delicioso. En Pomerania, se disfruta con salsa de ajo, mientras que en Lublin se consume ahumada o en albóndigas en gelatina. En Wielkopolska, las madres y abuelas preparan la carpa en salsa de pan de jengibre. Además de la carpa, en las mesas navideñas polacas también se sirve amur, arenque, lucioperca, platija y coregono.
Col con setas
Es esencial en Nochebuena y conocida en toda Polonia, con infinitas maneras de servirla. Puede ofrecerse sola o con guisantes, y combina maravillosamente con los guisantes «malinka». También es un relleno perfecto para pierogi, uszka y croquetas. En Baja Silesia, se prepara como una sopa con guisantes o frijoles.
Kutia, makówka y śliszki
Como en cualquier comida festiva, la cena de Nochebuena termina con un delicioso postre dulce. En toda Polonia predominan las recetas con semillas de amapola, trigo, pan dulce, miel y frutos secos. Son dulces y saludables a la vez. Recientemente, la kutia y los fideos con amapola han ganado popularidad. También se prepara cada vez más la makówka, que se diferencia de la kutia por la adición de crema y el uso de pan dulce en lugar de trigo cocido. En Baja Silesia, se puede disfrutar de las makiełki de pan duro y świszcz, hecho con cebada, ciruelas secas y miel. Las śliszki son unos bollos tiernos rellenos de semillas de amapola y cubiertos con pan de jengibre. En Podlasia, en lugar de postres con amapola, se sirven buñuelos con frutas secas.
La cocina polaca está llena de recetas excepcionales y combinaciones únicas que conquistan por su sabor y merecen ser recordadas. Probar platos de diferentes regiones puede ser una atracción adicional durante las fiestas familiares.
Ultrasonidos para comprobar el estado de los alimentos sin tocarlos
Un sistema de medida ultrasónico no invasivo evalúa la calidad de alimentos derivados de cereales en la línea de producción y en tiempo real
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en colaboración con la Universitat Politècnica de València (UPV) han desarrollado un nuevo sistema ultrasónico no invasivo para la industria alimentaria que permite analizar la textura de productos derivados de cereales, como galletas, pan, snacks y pasta, entre otros muchos, sin tocarlos, y en tiempo real. Su uso permitiría clasificar productos o rechazarlos si se alejan del estándar de calidad óptimo o adaptar los procesos de elaboración cuando se identifica que las propiedades del alimento no son correctas. El sistema, bajo coste y sencilla implementación en las líneas de proceso, ha sido patentado de forma conjunta por el CSIC, la UPV y el Centro de Innovación Aplicada de Cerealto Siro Foods.
La textura es una propiedad de calidad muy relevante en la industria alimentaria, que se ve influenciada por muchos factores, como la materia prima del producto o el proceso de elaboración. Por ejemplo, en el caso de una galleta, un horneado demasiado intenso puede hacer que la galleta sea muy dura y un horneado deficiente puede llevar a texturas excesivamente blandas. Por otro lado, la variación de textura también puede deberse a pequeños cambios de composición, por ejemplo, humedad, o a otros factores.
“Con este sistema es posible evaluar y conocer las propiedades de calidad del alimento de forma instantánea en la línea de producción, sin tocarlo en ningún momento. Sería como hacer una ecografía del producto, pero sin contacto con el sensor”, explica José V. García-Perez, investigador del Grupo de Análisis y Simulación de Procesos Agroalimentarios del departamento de Tecnología de los Alimentos de la UPV.
“En la línea de producción, los productos circulan a una velocidad elevada y, dada la naturaleza del producto, es imposible emplear técnicas convencionales de ultrasonido con acoplamiento por líquidos o geles. Además, como la superficie de los productos es muy irregular, es difícil lograr una adecuada transmisión del ultrasonido”, explica el investigador del CSIC Tomás Gómez, del Instituto de Tecnologías Físicas Leonardo Torres Quevedo (ITEFI).
La tecnología desarrollada por Gómez y el testo del equipo del ITEFI logra superar esos problemas gracias a un conjunto de emisores y receptores de gran sensibilidad y ancho de banda, combinados con un procedimiento de toma de medidas y procesado de señal que permite determinar la textura del producto.
Cómo funciona
La medida consiste en generar una onda ultrasónica que viaja a través del aire, penetra en el alimento, se propaga en su interior y, de nuevo, a través del aire, se recoge en el receptor para su análisis. Las propiedades mecánicas del alimento, de las que depende la textura, modifican la velocidad y atenuación de la onda ultrasónica, de las que se pueden inferir las propiedades texturales de interés, y así identificar productos que no cumplan con el estándar de calidad. Su implementación en la línea de producción permite analizar el 100% de la producción.
¿PUEDE UNA DIETA VEGETARIANA SER PELIGROSA?
Las dietas vegetarianas son cada vez más populares, tanto por motivos de salud e ideológicos, como por preocupaciones éticas. Las dietas vegetarianas son las mismas que la mayoría de las otras dietas, pero excluyen la carne y el pescado. Algunos vegetarianos también excluirán los productos lácteos y los huevos, mientras que otros los incluyen en su dieta.
Algunos de los beneficios dietéticos del vegetarianismo incluyen:
- Un alto contenido en fibra.
- Un alto contenido de ácido fólico.
- Una mayor cantidad de vitaminas C y E
- Una mayor cantidad de potasio, magnesio y muchos fitoquímicos.
- Un contenido bajo en grasa, que consiste en grasas en su mayoría insaturadas.
Estos beneficios se incrementan aún más en el caso de las dietas veganas, cuando todos los productos animales se eliminan de la dieta, que también incluye la miel. Como resultado de estas diferencias en la dieta, los vegetarianos tienen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, obesidad y diabetes tipo 2.
Hay varios estudios y revisiones que investigan las afirmaciones de que las dietas vegetarianas reducen el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Se ha encontrado evidencia convincente que sugiere que la carne roja y la carne procesada aumentan las tasas de cáncer colorrectal, esofágico, pulmonar, pancreático, endometrial, pulmonar, de estómago y de próstata. Sin embargo, se necesita más investigación para consolidar los vínculos entre el consumo de carne y los riesgos elevados de cáncer, y no hay resultados claros al vincular el vegetarianismo y la protección contra cánceres específicos.
En base a la evidencia, se pensó que era posible que la incidencia de cáncer colorrectal se redujera, que la diabetes tipo 2 y la osteoporosis se redujeran, y que existe una prueba convincente de que el riesgo de enfermedad cardiovascular se reduce.
Deficiencia de calcio
Se encontró que las mujeres posmenopáusicas en poblaciones asiáticas vegetarianas tienen una densidad mineral ósea (DMO) significativamente más baja en la columna vertebral y la cadera, aparentemente debido a la baja ingesta de proteínas y calcio y baja vitamina D, que en general se ha relacionado con una mayor pérdida ósea y fracturas en los ancianos. Sin embargo, los resultados de los estudios de población transversales y longitudinales no muestran diferencias en la DMO entre los vegetarianos ovo-lacto y los omnívoros.
Además, se encontró que el riesgo de fractura ósea es similar en los vegetarianos y omnívoros. Es probable que la ingesta de calcio sea inadecuada solo con una dieta vegana.
Por lo tanto, el riesgo de fracturas es mayor en los veganos, pero esto podría revertirse al de los omnívoros mediante la adición de 525 mg de calcio al día. Esto se explica por el impacto positivo de una dieta abundante en frutas y verduras, que proporciona grandes cantidades de potasio y magnesio.
Esto crea un medio alcalino que inhibe la resorción ósea, aumenta la DMO e inhibe las fracturas óseas. La vitamina K, que también beneficia la salud ósea, se encuentra en abundancia en una dieta vegetariana.
Deficiencia de vitamina D
La deficiencia crónica de vitamina D conduce a concentraciones bajas de su metabolito 25-hidroxi vitamina D y hormona paratiroidea excesivamente alta, especialmente en altitudes altas y en climas fríos, lo que a su vez causa disminuciones en la DMO. Un estudio muestra que estos resultados anormales persisten durante todo el año en los veganos en comparación con los omnívoros.
Ácidos grasos
En ausencia de pescado, huevos y algas, los ácidos grasos de cadena larga de la familia omega-3 son generalmente deficientes en la dieta, en particular, ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA). Estos aportan importantes beneficios para la salud para la salud cardiovascular y visual, así como para el funcionamiento del cerebro.
La fuente principal de estos ácidos omega-3 es el ácido alfa-linolénico (ALA) de los ácidos grasos omega-3, que es un ácido graso de origen vegetal. Debido al bajo porcentaje de conversión de esto a EPA y DHA, sus concentraciones en suero son más bajas en vegetarianos. Las ingestas dietéticas de referencia son 1,6 y 1,1 g ALA / d para hombres y mujeres, respectivamente.
Por lo tanto, se recomienda la fortificación de alimentos vegetales y especialmente el consumo de microalgas en forma de suplementos para asegurar concentraciones adecuadas de estos ácidos grasos, ya que esto proporcionará DHA que puede convertirse en EPA dentro del cuerpo.
Hierro
Otro elemento de preocupación es el hierro, ya que el hierro hemo de los alimentos de origen animal tiene una biodisponibilidad significativamente mayor que la forma no hemo que se encuentra en los alimentos vegetales. Sin embargo, esto no suele traducirse clínicamente en anemia secundaria a la deficiencia de hierro, debido a la acción sinérgica de la vitamina C, que es rica en dietas vegetarianas.
Vitamina B12
La concentración de vitamina B12 es menor en los veganos que en los lactoovovegetarianos. Esto se asocia con una mayor incidencia de deficiencia de B12, que puede precipitar las manifestaciones neuropsiquiátricas y la anemia macrocítica, así como, en los niños, el fracaso del crecimiento. Los niveles de homocisteína en plasma también aumentan, lo que puede ser un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares y fracturas óseas debido a la osteoporosis.
Un punto importante es que una dieta vegetariana por sí misma no necesariamente reduce el riesgo de enfermedad cardíaca en comparación con una dieta omnívora. Esto se debe a que la harina y el azúcar refinados, así como las papas, se asocian con un balance energético positivo y con la obesidad, así como con la dislipidemia, que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Por lo tanto, una dieta vegetariana saludable debe incluir altos niveles de granos enteros, frutas y verduras, así como aceites y grasas saludables, incluyendo nueces y semillas con moderación.
Conclusión
Se recomiendan las siguientes pautas para evitar posibles carencias de nutrientes en las dietas vegetarianas:
Alimentos fortificados con vitamina B12, como bebidas fortificadas de soya y arroz, cereales para el desayuno, levadura nutricional o suplementos. No es suficiente aumentar el consumo de soya fermentada y verduras de hoja verde, o algas, por sí mismas.
La fortificación con calcio también es un paso esencial para garantizar una DMO adecuada y puede incluir los alimentos mencionados anteriormente, así como los jugos de frutas enteras (naranja o manzana) que contienen malato de citrato de calcio, una forma de calcio altamente biodisponible. La leche de soya fortificada contiene fosfato tricálcico en lugar de una biodisponibilidad algo inferior en comparación con la leche de vaca.
La fortificación con vitamina D es necesaria para prevenir la deficiencia, especialmente en el invierno. Si no está disponible, se recomiendan suplementos diarios, especialmente en veganos mayores.
Las fuentes veganas de ALA incluyen las nueces, la soya, las bebidas a base de cáñamo y la linaza, que deben formar parte de la dieta diaria. También se recomiendan alimentos fortificados. Los suplementos de DHA se recomiendan para mujeres embarazadas y lactantes que necesitan ingestas más altas.
La deficiencia de zinc rara vez se observa clínicamente en los veganos, pero se recomienda ingerir granos enteros y legumbres o alimentos fortificados para evitar la posibilidad de un déficit.
FUENTE: https://www.sochob.cl/web/puede-una-dieta-vegetariana-ser-peligrosa-2/
Movimiento Slow food: Significado y diferencias con el fast food
El movimiento slow food promueve una alimentación consciente, calmada y respetuosa con el medio ambiente, en contraposición a la rapidez y la producción en masa del fast food. Este movimiento se centra en valorar la calidad de los ingredientes, su origen, y la producción sostenible, priorizando los alimentos locales, de kilómetro cero, y los métodos de producción artesanales y ecológicos.
Los beneficios del slow food incluyen una dieta más equilibrada y saludable, la reducción del impacto ambiental asociado con la agricultura industrial, y el apoyo a la economía local. Además, fomenta una relación más consciente con los alimentos, la preservación de tradiciones culinarias y la biodiversidad, y promueve el bienestar animal a través de métodos de cría éticos.
El movimiento surgió en 1986 en Italia, como respuesta a la apertura de un restaurante de comida rápida en Roma. Fundado por Carlo Petrini, slow food se expandió mundialmente con el objetivo de garantizar el acceso a alimentos buenos, limpios y justos, defendiendo la conservación de las tradiciones alimentarias locales.
La principal diferencia entre slow food y fast food radica en la filosofía detrás de cada uno. Mientras el slow food se enfoca en la calidad, sostenibilidad y disfrute de los alimentos, el fast food prioriza la rapidez, sacrificando la calidad y el origen de los ingredientes.
Para llevar una dieta de comida lenta, se recomienda elegir ingredientes frescos y locales, cocinar en casa, evitar los productos procesados y dedicar tiempo a comer sin distracciones, favoreciendo una conexión más profunda con lo que se consume.
Día Mundial de la Tortilla de Patatas
El día 9 de marzo se celebra el Día Mundial de la Tortilla de Patatas.
Para los amantes de este suculento plato o tapa existe una variedad enorme de recetas para su preparación. Con cebolla, chorizo, trufada y otras opciones gourmet, son una auténtica exquisitez para el paladar más refinado: sola, como tapa o servida como acompañante o guarnición en las comidas.
¿Sabías que algunas afirmaciones sugieren que la tortilla de patata se inventó en el año 1.604? Gracias a un cocinero belga (Lancelot de Casteau).Otros estudios señalan que se originó en Extremadura (España), por un invento del Marqués de Robledo.
Pues debido a esta maravillosa receta, la tortilla de patata es considerada uno de los platos fundamentales de la gastronomía española, y ampliamente degustada en varios países del mundo.
El secreto de una buena tortilla radica en la cantidad correcta de huevos y patatas que se utiliza en su preparación.También procura reservar un sartén solo para hacer tortillas, agregando aceite bien caliente.
Independientemente como se prepare este plato, la tortilla de patatas es considerada la comida favorita en España, muy por encima de la paella, el gazpacho y otros platos típicos de este país ¡Viva la Tortilla de Patatas!
https://www.diainternacionalde.com/dias-raros/dia-mundial-tortilla-patata