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Científicos estudian hongo que puede transformar desperdicios de alimentos en nuevos productos.
Científicos estudian un hongo que podría transformar desperdicios de alimentos en nuevos productos, tras el aumento de las consecuencias negativas del cambio climático.
El panorama sobre los alimentos en un futuro es bastante incierto. De aquí al 2050 la producción mundial de estos productos tendrá que aumentar un 70% para atender a una gran demanda, según cálculos de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa).
Otros análisis poco alentadores y que coincide con el anterior, es que en menos de una década, la humanidad podría enfrentarse a una crisis alimentaria, todo esto en medio de los devastadores efectos del cambio climático, la sequía y el desperdicio de alimentos.
Con tal panorama, durante la cumbre ambiental COP29, el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, se refirió a la crisis que podría existir en un futuro y las ayudas que se deben buscar.
“Tenemos que producir más comida con menos naturaleza, reconociendo los nuevos retos que la agricultura enfrenta, y para superarlos es clave aprovechar la ciencia, la tecnología y la innovación, y facilitar su acceso a los agricultores familiares”, aseguró.
Para enfrentar y contribuir a solucionar esta realidad, recientemente un equipo multidisciplinario de científicos, chefs, ingenieros y expertos en ciencias de los alimentos, realizó una investigación que fue publicada en Nature Microbiology.
Este estudio aborda la caracterización de un hongo que podría ayudar a reducir los desechos y, al mismo tiempo, producir nuevos alimentos que sean sabrosos y nutritivos.
Hablamos de Neurospora intermedia, un hongo de color naranja que se multiplica y crece al cultivarse en desechos de la industria alimentaria, como la pulpa de soya y la borra de café.
Al ser utilizado en el proceso de fermentación, es posible que transforme positivamente las materias primas, lo que da lugar a la valorización de subproductos de la industria agroalimentaria, siendo también energéticamente compatible con el desarrollo sustentable al reutilizar los recursos disponibles.
Este hallazgo sugiere que el hongo podría contribuir a la creación de alimentos más nutritivos, de fácil digestión y con mejores atributos sensoriales.
Los platos tradicionales que podrían desaparecer a causa del cambio climático
La tortilla española, la lasaña italiana o la baguette francesa son algunos de los platos tradicionales que “están en peligro si no se rehabilita urgentemente la naturaleza”, alertaron cocineros de varios países europeos. El cambio climático ha puesto en peligro el patrimonio cultural gastronómico a tal punto que la dieta mediterránea podría desaparecer si no se toman medidas conjuntas.
El último informe científico del instituto de política medioambiental europea (IEEP por sus siglas en inglés), asegura que los efectos del cambio climático y las prácticas agrícolas insostenibles han afectado la producción de aceitunas, patatas y trigo en España, Italia, Polonia, Francia y Alemania. En 2022, el organismo ya había registrado “la cosecha de aceitunas más baja desde principios de siglo”.
Algunas de las medidas que propone el instituto son la plantación de setos y la creación de paisajes más diversos. También ha sugerido aumentar el número de depredadores naturales de las plagas y proporcionar buenos hábitats a los polinizadores de cultivos vitales.
El IEEP ha unido fuerzas junto a cocineros europeos y organizaciones ecologistas para incentivar estas medidas a partir de la Ley de restauración de la naturaleza. La normativa fue aprobada el pasado mes de febrero en el Parlamento Europeo, pero su votación final, requerida por el Consejo, ha sido pospuesta varias veces.
La alimentación afecta al cambio climático
Para realizar la investigación los investigadores redujeron la cantidad de carne roja y procesada a la vez que duplicaron el consumo de frutas y verduras. Su conclusión: las dietas más sanas podrían contribuir a reducir hasta en un 17% las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos.
«Somos lo que comemos», reza un conocido dicho popular según el cual la dieta que seguimos tiene consecuencias directas en nuestra salud. Pero seguir una dieta sana es, además, una forma eficaz de cuidar el medio ambiente, al reducir la huella hídrica y de carbono causada no solo por la producción de alimentos, sino también por la reducción de los gastos sanitarios derivados de su consumo inadecuado.
Investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara analizaron los potenciales efectos que una dieta sana tiene no solo para la salud de los estadounidenses, sino también para la del planeta. Según datos del estudio, en Estados Unidos el sector alimentario es responsable de aproximadamente un 30% del total de emisiones de gases de efecto invernadero del país. La causa es la alta proporción de alimentos de origen animal presentes en la dieta media de los estadounidenses, quienes suelen consumir gran cantidad de carne roja y productos procesados en detrimento de frutas y verduras. Una alimentación poco saludable que se calcula es responsable del repunte de enfermedades cardiovasculares y del alto índice de los casos de obesidad y diabetes, enfermedades que causan al país un gasto anual 3 billones de dólares (unos 2,8 billones de euros), o lo que es lo mismo, el 30% de todo el gasto sanitario del país.Menos carne roja y más frutas y verduras
Los científicos modificaron la dieta media de un grupo de estadounidenses (de unas 2.000 kilocalorías al día), reduciendo la cantidad de carne roja y procesada y duplicando el consumo de frutas y verduras. A través de modelos matemáticos, cuantificaron los beneficios que tenían para la salud y el medio ambiente. La conclusión: una alimentación sana reducía entre un 20 y un 40% de infartos de miocardio, cáncer colorrectal y diabetes de tipo 2, lo cual se traducía en una reducción de los costes sanitarios de 77.000 a 93.000 millones al año y en una disminución de entre 222 y 826 kilogramos de gases contaminantes por persona y año.
«Cambiando únicamente la mitad de la dieta comprobamos los efectos para la salud y para los costes sanitarios», afirma Cleveland. En términos de políticas medioambientales, según el investigador, las dietas más sanas podrían contribuir a reducir hasta en un 17% las emisiones de gases de efecto invernadero en Estados Unidos . El investigador concluye que la importancia del estudio estriba en la demostración de la importancia de la alimentación en los programas de mitigación del cambio climático y la necesidad de tener en cuenta los factores medioambientales en la regulación del sector alimentario.
La cerveza y el whisky, amenazados por el cambio climático: así se pueden salvar
os conocimientos genéticos acumulados desde hace un siglo podrían ayudar a los cereales como la cebada a soportar el cambio climático
Gracias a un experimento iniciado antes de la Gran Depresión, los investigadores han identificado los genes que subyacen a la extraordinaria adaptabilidad de la cebada, ingrediente clave de la cerveza y el whisky. Estos conocimientos podrían garantizar la supervivencia del cultivo en medio del rápido cambio climático.
Cultivada desde Asia y Egipto hasta Noruega y los Andes sudamericanos, la cebada es uno de los cereales más importantes del mundo desde hace al menos 12.000 años. A medida que se ha ido extendiendo por el planeta, cambios aleatorios en su ADN le han permitido sobrevivir en cada nuevo lugar.
Es fundamental identificar los genes que cambiaron para predecir qué variedades prosperarán en lugares que ahora luchan contra temperaturas cada vez más cálidas, sequías más prolongadas y tormentas más dramáticas.
«Hace tiempo que los fitomejoradores comprendieron la necesidad de desarrollar cultivos que se adaptaran bien a su entorno local. Así que, hace un siglo, comenzaron este experimento en Davis, California, con variedades de cebada de todo el mundo con el objetivo de identificar variedades adaptadas localmente», dijo Dan Koenig, genetista de la UC Riverside.
Los genes que harán sobrevivir a la cebada
«Los científicos que iniciaron el experimento no tenían la capacidad de precisar qué genes hacen que la cebada tenga éxito y un alto rendimiento en un entorno concreto, pero ahora podemos estudiar decenas de millones de cambios genéticos en un solo experimento en mi laboratorio», dijo Koenig.
En un nuevo estudio publicado en la revista Science se describen docenas de genes que contribuyen a la adaptabilidad de la cebada. Koenig, autor principal del estudio, explicó que algunos de los genes identificados ayudan a la cebada a programar sus procesos reproductivos en las épocas más óptimas de la temporada de cría.
«Florecer demasiado pronto o demasiado tarde significa que la planta no podrá producir semillas», explica Koenig. «Para que los cultivos produzcan la máxima cantidad de semillas, deben florecer en una ventana muy estrecha».
En California, los cultivos deben terminar de florecer antes de que empiece la larga estación seca, o no habrá agua suficiente para producir semillas. Pero si las plantas florecen demasiado pronto, podrían quedar expuestas a las heladas. Los investigadores identificaron cómo la genética permite la floración exactamente en el momento adecuado, con varios genes que promueven la floración temprana y otros que reducen la floración tardía.
Identificar estos genes no fue un proceso fácil. «Uno de los retos a la hora de comprender las adaptaciones genéticas es que se pueden tardar décadas en verlas, ya que sólo se puede cultivar una generación de cebada al año», explica Koenig.
Afortunadamente, Koenig y sus colegas tienen acceso al experimento Barley Composite Cross II, fundado en Davis (California) en 1929 ¾ uno de los experimentos biológicos más antiguos del mundo. Se inició para descubrir nuevas variedades de cebada para el mercado californiano. Durante décadas, los criadores de Davis hicieron competir entre sí miles de tipos de cebada genéticamente distintos. La cebada que crecía mejor en el clima caluroso y seco de California superaba a sus vecinas y se hacía más frecuente con el tiempo.
La máquina del tiempo de las semillas
El grupo de Koenig se dio cuenta de que las semillas de este experimento podían utilizarse como una máquina del tiempo para observar directamente el proceso de adaptación e identificar los genes que permitían la supervivencia.
Durante estas 58 temporadas de cultivo, el campo pasó de 15.000 plantas individuales genéticamente distintas a un único linaje vegetal que dominaba el 60% de la población ¾ sin selección alguna por parte del ser humano.
«Nos sorprendió la cantidad de cambios que se produjeron en un corto periodo de tiempo evolutivo», afirma Koenig. «La selección natural remodeló por completo la diversidad genética de todo el genoma en sólo la vida de un ser humano».
El equipo de investigación está planeando estudios adicionales para examinar los datos experimentales a largo plazo de diferentes climas, para entender cómo el momento de la floración puede sintonizarse de manera diferente.
Además, al equipo le gustaría comprender mejor algo curioso que observaron. Durante el experimento de Davis, la población de plantas contenía variedades de muchos lugares. Al adaptarse al norte de California, las plantas aumentaron de forma natural su rendimiento casi el doble. Sin embargo, este aumento sigue siendo inferior al que obtienen los mejoradores con una estrategia de selección manual.
«El rendimiento puede competir con otros rasgos, como el crecimiento rápido o la altura», explica Koenig. «Los cultivadores quieren plantas que sean vecinas amistosas, pero ser amistosas podría limitar la adaptación al entorno».
Dado que la cebada es genéticamente similar al trigo, el arroz y el maíz, los conocimientos sobre cómo sobrevive en entornos tan diversos podrían servir para ayudar a estos otros cereales a adaptarse a condiciones climáticas extremas.
Utilizando tecnologías modernas como la ingeniería genómica y CRISPR, los investigadores podrían intentar diseñar otros cultivos que florecieran en momentos específicos más ventajosos.
«La capacidad de adaptación de la cebada ha sido la piedra angular del desarrollo de la civilización. Comprenderla es importante no sólo para seguir fabricando bebidas alcohólicas, sino también para nuestra capacidad de desarrollar los cultivos del futuro y mejorar su capacidad de adaptación a medida que cambia el mundo», afirmó Koenig.
REFERENCIA
Natural selection drives emergent genetic homogeneity in a century-scale experiment with barley
El chocolate puede alcanzar precios nunca vistos y este es el motivo
El cambio climático y la aparición de plagas en los cultivos africanos está diezmando la producción y encareciendo el producto hasta máximos históricos
El cacao está contra las cuerdas y el chocolate puede terminar siendo un artículo de lujo. Sus precios están subiendo como no se había visto en muchas décadas y la culpa la tiene el calentamiento global, que afecta a los cultivos africanos, así como enfermedades de este cultivo y otros efectos que están provocando un cóctel ideal para su progresivo encarecimiento.
Ghana, que durante mucho tiempo fue la potencia mundial indiscutible del cacao, con más del 60% del suministro mundial, y su vecino de África Occidental, Costa de Marfil, se enfrentan esta temporada a cosechas catastróficas.
Las expectativas de escasez de cacao en grano -materia prima del chocolate- han hecho que los precios se hayan más que duplicado sólo este año. Casi a diario han alcanzado nuevos máximos históricos, en una tendencia sin precedentes que apenas muestra signos de remitir.
Para hacerse una idea de cuánto ha crecido el precio del cacao últimamente, basta tomar como ejemplo la cotización del 27 de febrero de 2024 en el mercado de futuros de Londres, que es el referente en este producto.
Ese día, la cotización de la tonelada de cacao superó las 5.800 libras esterlinas (unos 6.800 euros). El mismo día del año anterior, estaba por debajo de las 2.000 libras (unos 2.300 euros). Es una cotización récord, pues nunca antes los futuros del cacao habían alcanzado semejante nivel. Habría que remontarse a la década de los 70 para encontrar un repunte similar.
Una ‘tormenta perfecta’
¿Por qué sucede esto? Más de 20 agricultores, expertos y expertos del sector declararon a la agencia Reuters que la culpa la tiene una tormenta perfecta de extracción ilegal de oro desenfrenada, cambio climático, mala gestión del sector y enfermedades que se propagan rápidamente.
Según los datos recopilados desde 2018, la junta de comercialización de cacao de Ghana, Cocobod, estima que 590.000 hectáreas de plantaciones han sido infectadas por el brote hinchado, un virus que acabará matándolas.
En la actualidad, Ghana cuenta con unos 1,38 millones de hectáreas dedicadas al cultivo de cacao, una cifra que, según Cocobod, incluye también árboles infectados que siguen produciendo cacao.
«La producción está en declive a largo plazo», afirma Steve Wateridge, experto en cacao de Tropical Research Services. «No tendríamos la cosecha más baja de los últimos 20 años en Ghana y la más baja de los últimos ocho años en Costa de Marfil si no hubiéramos llegado a un punto de inflexión».
Se trata de un atolladero sin fácil solución que ha conmocionado a los mercados y podría significar el principio del fin de la supremacía del cacao en África Occidental, aunque ello podría abrir la puerta a productores ascendentes, sobre todo en América Latina.
Dado que los fabricantes de chocolate tienden a cubrir las compras de cacao con meses de antelación, los analistas afirman que las desastrosas cosechas en África Occidental no afectarán realmente a los consumidores hasta finales de este año.
«El tipo de tableta de chocolate que estamos acostumbrados a comer se va a convertir en un lujo», afirma Tedd George, experto en materias primas africanas de Kleos Advisory. «Estará disponible, pero será el doble de cara».
Menos cacao y más oro
Las raíces de la implosión de esta temporada están a la vista en Samreboi, la comunidad del corazón del cacao del oeste de Ghana.
Hace sólo tres años, Samreboi contaba con unas 38.000 hectáreas de cacao plantado, según la oficina local de Cocobod. Hoy sólo hay 15.400.
Los mineros ilegales empezaron a aparecer en la zona hace unos años, cuenta Janet Gyamfi, una agricultora de la zona. Ella se había resistido a sus amenazadoras demandas de venderles su plantación cuando, un día del pasado junio, llegó y la encontró acordonada. Guardias armados le impidieron la entrada.
Las excavadoras arrancaron sus árboles de cacao. Los mineros invadieron la propiedad. En seis meses, el oro se había agotado y el lugar quedó abandonado, dejando a Gyamfi con una tierra inutilizable contaminada con productos químicos tóxicos, un préstamo que ya no puede devolver y cuatro hijos que mantener.
En toda Ghana, las plantaciones de cacao están cediendo terreno a los mineros del oro, conocidos localmente como galamsey.
Cocobod declaró que no disponía de datos actualizados sobre la magnitud de la destrucción. Y aunque un estudio que realizó hace cuatro años reveló que se habían perdido 20.000 hectáreas de cacao a causa de la galamsey, varios expertos confirman que la minería se ha expandido rápidamente en los últimos años.
Y tú, ¿Sabías que el cacao cotiza en bolsa?