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Comer sin hambre

Judson Brewer psiquiatra y autor del bestseller Deshacer la ansiedad , nos propone un plan comprobado científicamente para sanar nuestra relación con la comida y nuestros cuerpos .

La idea de que la ansiedad es una emoción que sentimos está muy arraigada, no obstante, creemos que deberíamos ser capaces de resistirnos a la atracción de la comida; al fin y al cabo, tenemos que comer. Sin embargo, acabamos en una lucha constante contra la comida, sentimos que no tenemos el control y nos avergüenza no poder cambiar nuestros hábitos.

En Comer sin hambre, el neurocientífico Judson Brewer nos propone un plan de 21 días en el que aprenderemos a entender nuestro cerebro y a ser más conscientes para cambiar así nuestra relación con la comida. Además, descubriremos las claves para desbloquear los patrones de pensamiento, deshacernos del bucle de malos hábitos que nos conducen a la ansiedad y superar los sentimientos de culpa y frustración que despierta.

«Este libro enseña a los lectores cómo ser más conscientes y autocompasivos con lo que están viviendo y, a la vez, aprender hábitos nuevos y más saludables. Una contribución muy significativa para poder contrarrestar los atracones de comida.» —Kristin Neff, autora de Autocompasión fiera y Sé amable contigo mismo

Con un estilo accesible y compasivo, y a partir de los estudios en neurociencia más pioneros y de décadas de estudio y práctica psiquiátrica del autor, Comer sin hambre es un manual con el que estableceremos hábitos saludables a largo plazo y con el que conseguiremos escapar de la cárcel que supone la ansiedad por la comida.

No se trata del típico libro de dietas ni pretende serlo: no se habla de fuerza de voluntad, no se cuentan calorías y no se restringen alimentos. Brewer quiere implementar un manual para establecer hábitos saludables a largo plazo que se creen desde la consciencia.

No se trata del típico libro de dietas ni pretende serlo: no se habla de fuerza de voluntad, no se cuentan calorías y no se restringen alimentos. Brewer quiere implementar un manual para establecer hábitos saludables a largo plazo que se creen desde la consciencia..https://www.planetadelibros.com/libro-comer-sin-hambre/396805

Que le pasará a nuestro cuerpo si no comemos

El cuerpo humano tiene una sorprendente capacidad para sobrevivir sin alimentos durante varios días, pero hacerlo conlleva graves riesgos para la salud. Aunque el tiempo exacto varía según factores individuales, generalmente se considera que una persona puede sobrevivir entre 3 y 4 semanas sin comer, siempre y cuando tenga acceso a agua.

Efectos del ayuno prolongado

En las primeras 6 horas el cuerpo utiliza el glucógeno almacenado como fuente de energía. No se experimentan efectos negativos significativos.6-72 horas: Primeramente el organismo comienza a utilizar las reservas de grasa. Después aparecen los primeros signos de hambre e irritabilidad. Y por último se pueden experimentar cambios de humor y disminución de la función cognitiva.

Después de varios días la energía y el estado de ánimo se estancan. Y pueden surgir síntomas como disminución de la libido y desequilibrio hormonal.

De 1-2 semanas ,el sistema inmunológico se debilita debido a la falta de vitaminas y minerales. Y por ello, los órganos vitales, especialmente el corazón, comienzan a debilitarse.

Riesgos para la salud

Dejar de comer por períodos prolongados puede tener consecuencias graves: daño neuronal, en algunos casos irreversible, aumento del riesgo de obesidad, hipertensión y diabetes, desarrollo de gastritis, pérdida de masa muscular y el debilitamiento del sistema inmunológico

Es importante destacar que la muerte por inanición puede ocurrir aproximadamente después de tres semanas sin alimentos, dependiendo de la hidratación y las reservas corporales individuales.

Aunque el cuerpo humano puede sobrevivir varios días sin comer, hacerlo de manera voluntaria y prolongada es extremadamente peligroso y puede tener consecuencias fatales. Una alimentación regular y equilibrada es fundamental para mantener una buena salud y el funcionamiento adecuado del organismo.https://okdiario.com/curiosidades/comer-que-sucede-si-dejas-474803

Nueva Zelanda: Científicos avanzan en el desarrollo de frutas sin la necesidad de arbustos o árboles, sólo utilizando células

Frutas creadas con células se une a la innovación de productos, el desarrollo permite crear con tecnología frutas sin la necesidad de recursos ambientales.
Cultivan células vegetales para producir frutas sin la necesidad de árboles o arbustos, con el fin de utilizar menos recursos ambientales y mejorar el impacto de la producción de alimentos a través de la ciencia.

El desarrollo está a cargo de científicos de Nueva Zelanda que han hecho pruebas en arándanos, manzanas, cerezas, fresas, duraznos, nectarinas y uvas, motivados por la carne y marisco a base de células que está pronta a salir al mercado.

El Dr. Ben Schon, científico y líder del programa Food by Design de Plant and Food Research, comentó que con los desarrollos de carne cultivada existe un interés y un desarrollo generalizado en los sistemas celulares de producción de alimentos. La agricultura celular es una de las que más está sonando, sin embargo, también está la horticultura celular, en donde se pueden desarrollar procesos interesantes en biología vegetal y ciencia de los alimentos para explorar.

El programa Food by Design a pesar de tener 18 meses, está siendo financiado por Growing Futures de Plant and Food Research del MBIE Strategic Science Investment Fund, como un inversor y acelerador de tecnología agroalimentaria.

Retos de la alimentación con células

Los alimentos basados en células trabajan en crear la misma textura, sabor y valor nutricional que las variantes convencionales, por ejemplo, la impresión 3D ha sido un aliado al crear texturas de fibra que simulan la textura convencional.

Para crear un alimento a partir de células se necesita algo más que una simple colección de células, también desarrollan un enfoque que brinde una experiencia de estar comiendo alimentos frescos.

Un laboratorio moderno donde se cultivan frutas a partir de células vegetales. Científicos en batas blancas observan cultivos en pequeños recipientes transparentes llenos de soluciones nutritivas. En el centro, se ven frutos como manzanas, fresas y uvas en etapas de desarrollo. Equipos avanzados como microscopios, impresoras 3D y pantallas tecnológicas muestran datos de investigación. La iluminación es blanca y limpia, con un ambiente futurista que refleja la innovación científica en la producción alimentaria. Las frutas tienen un aspecto fresco y atractivo, destacando el avance tecnológico.

Foto generada por IA

Aceptación de consumidores

El objetivo se centra en que el consumidor todo el tiempo sienta que está consumiendo una fruta recién cortada de un árbol, pero los especialistas también destacan que “no es intentar replicar completamente una fruta cultivada de forma tradicional, sino crear un nuevo alimento con propiedades igualmente atractivas».

Al explorar la agricultura y horticultura celular como una herramienta futura para la producción de alimentos, también se analiza como se proporciona una mejor comprensión del comportamiento de las células de la fruta.

Con este desarrollo sin duda se da un paso grande a una alimentación de alimentos cultivados en laboratorio con mejores resultados, abriendo la puerta a crear próximos desarrollos celulares.

Imágenes de Gente comiendo frutas libres de derechos | Depositphotos

https://www.simfruit.cl/nueva-zelanda-cientificos-avanzan-en-el-desarrollo-de-frutas-sin-la-necesidad-de-arbustos-o-arboles-solo-utilizando-celulas-2/

Telemadrid estrena ‘¡Qué comemos!’, serie documental presentada por Nico Abad, que analiza la importancia de una buena alimentación

Telemadrid estrena el 6 de marzo, a las 22.40h, el primer capítulo de ‘¿Qué comemos?’, una serie documental presentada por Nico Abad, que incluirá los episodios ‘Comer es salud’, ‘El precio de la comida’, ‘Desperdicio’ y ‘Dietas’. Producida por CATORCE Producciones.

¡Qué comemos! pone el foco en que el aumento de la esperanza de vida en el siglo XX tiene que ver con qué comemos y cómo lo comemos, pero señalan que en el siglo XXI la alimentación está detrás de muchos de los problemas de salud pública: diabetes, hipertensión, infartos o cáncer. La forma en la que gestionamos la comida y sus excedentes, las modas a la hora de alimentarnos o una población infantil en la que aumenta la obesidad, debe llevarnos a una reflexión profunda sobre cómo nos alimentamos.

El primer episodio, ‘Comer es salud’, recuerda que el plato de la Universidad de Harvard es la referencia más aceptada de alimentación saludable y fácil de entender: medio plato de fruta y verdura, un cuarto de cereales integrales y el cuarto restante de proteínas de alto valor con grasas saludables. Más allá de esta fórmula, comer afecta directamente a nuestra salud y, lo que es más importante, a nuestra enfermedad. La obesidad es la pandemia de las sociedades occidentales y avanzadas, tanto en adultos como en niños. A ella se unen otras afecciones relacionadas con el colesterol, la hipertensión, intolerancias o alergias.

El segundo capítulo, ‘El precio de la comida’, abordará la elevada inflación que ha encarecido los alimentos de manera que compromete el equilibro de la cesta de la compra. Los artículos clave como el aceite de oliva, la leche, la fruta y la verdura han aumentado notoriamente sus precios lo que supone un factor determinante para decidir qué llevamos a nuestras casas. ¿Podemos aspirar a mantener una dieta equilibrada si los precios siguen escalando?

En la tercera entrega, ‘Desperdicio’, se intentará poner remedio al desperdicio de alimentos buscando, desde la administración, medidas que fomenten actuaciones para evitar la pérdida de alimentos en toda la cadena alimentaria. Así han surgido infinidad de iniciativas privadas y ONG´s que intentan aprovechar los alimentos antes de que se conviertan en basura: ofertas de última hora, comedores sociales, etc.

El cuarto episodio, ‘Dietas’, se adentrará en esta jungla para diferenciar entre ciencia y publicidad, entre resultados fiables y promesas incumplidas, entre realidad y engaños. Participarán expertos y protagonistas que vieron sus sueños hacerse realidad y otros a los que dejaron en la estacada con los mismos kilos de antes y algo menos de dinero en la cuenta corriente.

Esto es lo que cuesta alimentarse bien y no, comer sano no es tan caro como creías

Basándose en los precios medios para la población española según la encuesta de consumo alimentario 2023, la especialista de CODiNuCoVa ha realizado un cálculo de lo que supone comer sano y equilibrado a la semana. Así, el gasto semanal es de 23 euros por persona, si bien no incluye alimentos del desayuno, solo los de comidas y cenas. Por ese dinero, la lista de la compra incluye:  

  • Legumbre: tres raciones de 60 gramos a la semana. 
     
  • Arroz integral: una ración de 60 gramos y una guarnición (20 gramos) a la semana. 
     
  • Pasta integral: dos raciones de 60 gramos a la semana. 
     
  • Patata: dos raciones 60 gramos y una guarnición (20 gramos) a la semana. 
     
  • Verduras cocinadas: siete raciones de 200 gramos a la semana. 
     
  • Ensalada: siete raciones de 200 gramos a la semana. 
     
  • Huevo: tres semanales. 
     
  • Pollo/gallina: tres raciones de 125 gramosa la semana. 
     
  • Bacaladilla: una ración de 125 gramosa la semana. 
     
  • Caballa: una ración de 125 gramos a la semana. 
     
  • Calamar: una ración de 125 gramos a la semana. 
     
  • Fruta: una diaria. 
     
  • Harina integral: una ración a la semana. 
     
  • Pan integral: dos raciones de 40 gramos al día. 
     
  • Yogur natural: uno diario de 125 gramos. 
     
  • AOVE: dos raciones de 15 gramos al día. 
     
  • Almendras: una ración a la semana. 
     
  • Nueces: una ración a la semana.

¿Qué puedo hacer para comer bien con poco dinero?

La nutricionista expone algunos consejos con los que economizar en la cesta de la compra manteniendo el consumo de alimentos sanos: 

  • Planificar el menú de la semana. De esta manera, es posible realizar una buena planificación de compra y evitar la improvisación y las tentaciones de alimentos no saludables. Se puede hacer una elaboración de soporte un día, lo que se conoce como batch cooking, y cocinar para el resto de la semana.  
    Tomar alimentos de temporada y de cercanía. “Esto va a salir mucho más económico que recurrir a procesados envasados, que generalmente vienen de sitios lejanos y el transporte incrementa el precio final del producto. Y además de más económicas, las frutas y verduras de temporada tienen más nutrientes”, comenta Congil. 
     
  • Controlar las raciones. Tomar las cantidades adecuadas en cada comida. Por ejemplo, “de carne debemos tomar unos 120 gramos y de pescado es suficiente con 140 gramos”. Además, la especialista explica que ciñéndonos a estas cantidades podemos optar por comprar carne de calidad que suele venir de animales de bienestar animal. “Si disminuyes la cantidad, compras 100-120 gramos de carne de bienestar animal que te costará igual o lo mismo que 200 gramos de la otra carne”. Entonces, debes “buscar que en la etiqueta ponga carne de bienestar animal o comprarla en carnicerías cercanas, que sabes que el matadero está cerquita”.  
     
  • Optar por alimentos saciantes. “Pensamos que la almendra es un producto supercaro, que lo es comparado con una fruta, pero si se come un buen puñado te quedas saciado. Si se opta por bollería industrial, a la media hora vuelves a tener hambre”. 
     
  • Comprar productos de pronta caducidad. Así no solo se come sano, sino que se evita el desperdicio de alimentos. 
     
  • Consumir mayor cantidad de proteína vegetal. “Comer tres o cuatro veces a la semana al mediodía un plato de legumbres nos evita consumir otro tipo de proteína animal, como carne o pescado, que siempre nos va a encarecer más la cesta de la compra. Así se dejaría la ingesta de carne o pescado para la cena únicamente”. 
     
  • Evitar la compra de productos exóticos. La especialista pone el ejemplo de las bayas de goji: “Son muy buenas para la salud y las pagamos a 20 euros el kilo, cuando realmente comiendo un par de ciruelas conseguimos el mismo efecto beneficioso para el organismo. No hay que dejarse llevar por las modas”. 
     
  • Comprar en el mercado cercano a casa. “Porque es producto fresco de cercanía y nos va a salir más económico que en los supermercados”. 
     
  • Consumir a granel. “Permite comprar la cantidad de fruta que necesitamos para la semana y así evitamos que se estropee, algo que puede suceder si se compra en paquetes o envases. Si se ha planificado tomar dos frutas al día, pues comprar diez frutas”. 
     
  • Comprar los alimentos en oferta.  
     
  • Adquirir verduras congeladas. “Porque generalmente la verdura ultracongelada se congela una vez recogida, es decir, que no está mucho tiempo el producto sin congelar y suele preservar muy bien las características nutricionales”. En cambio, la nutricionista no recomienda en general el pescado congelado porque merma mucho cuando se descongela, lo que se conoce como glaseo. “El pescado congelado tiene gran cantidad de glaseo, entre un 20 y un 30% de su peso. Igual un filete de 100 gramos se queda en 70 gramos y lo estás pagando al precio de 100 gramos”. Por tanto, recomienda comprar el pescado fresco de temporada.

https://cuidateplus.marca.com/alimentacion/nutricion/2024/10/29/cuesta-alimentarse-comer-sano-caro-creias-182336.html

Mindful Eating: Entender lo que comemos

¿Qué sabes del Mindful Eating?

El mindful eating consiste en tomar decisiones alimentarias conscientes, desarrollar una conciencia entre el hambre física y psicológica y de la saciedad. Se trata de comer saludablemente en respuestas a esas señales; para ello hay que ser consciente del momento presente en el que uno está comiendo, prestando atención plena al efecto de la comida en nuestros sentidos y observando las sensaciones físicas y emocionales en respuesta al acto de alimentarnos. Técnicas como el mindful eating pueden ayudar a cambiar comportamientos alimenticios no adecuados, obteniendo cambios positivos en dichos hábitos.

En la actualidad, muchas veces comemos durante el día guiados por diferentes estímulos, como el estrés, la ansiedad, el aburrimiento, ver la televisión o coger el móvil, entre otros. Esto provoca que dejemos de centrarnos en la necesidad de alimentarnos y lo que busquemos es saciar nuestras emociones, no nuestro hambre real.

Características y actitudes del Mindful Eating

Veamos a continuación una serie de actitudes relacionadas con la alimentación consciente:

Dejar ir: comer conscientemente implica dejar atrás las experiencias pasadas. Dejar ir cualquier cosa a la que nos hayamos apegado, nos permite tener nuevas experiencias en el presente sin juicio basado en experiencias pasadas.

Ser consciente de nuestros juicios: en el momento de empezar el proceso de comer, debemos dejar de lado toda nuestra experiencia pasada con la comida.

Paciencia: hay que ser paciente para comer con atención. Se necesita tiempo para estar presente en el momento y ser consciente del mismo.

Observa la experiencia detenidamente: probar, mirar, sentir, tocar y oler el alimento… permitiendo experimentarlo de nuevo como si fuera la primera vez, y estar abierto a lo que significa en el “aquí y ahora”.

Con plena conciencia de nuestra propia experiencia y su aceptación, desarrollamos más confianza en nosotros mismos. La experiencia es nuestra y única.

No requiere de esfuerzo: debido a que no se están midiendo resultados. Está en contraste con la mentalidad de una dieta de pérdida de peso. La persona está presente y aprecia plenamente la experiencia. No requiere de ningún esfuerzo para hacer que algo suceda y no hay una expectativa de un resultado en particular.

Aceptación:  Podría significar aceptar el increíble sabor de la comida, o nuestros propios juicios sobre ella. Es simplemente una aceptación de lo que ocurra en el momento.

Beneficios del Mindful Eating

El mindful eating y los enfoques basados en la atención plena, pueden ayudar a cambiar comportamientos alimentarios. Veamos a continuación algunos de sus beneficios:

  • Efectividad del mindful eating en personas que sufren de atracones y trastornos alimentarios.
  • Ayuda a reducir la alimentación emocional, disminuyendo el consumo de alimentos en respuesta a señales externas.
  • Los enfoques basados en la atención plena pueden prevenir el aumento de peso.
  • Se han visto cambios positivos en los hábitos alimentarios y en las cantidades de alimentos consumidos en personas que practican mindful eating.

Mindful Eating: Entender lo que comemos