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Crudiveganos: alimentos y beneficios de la dieta crudivegana

¿Qué es el crudiveganismo?

El crudiveganismo podemos considerarlo una versión del veganismo más restrictiva. Pues, en este caso, además de comer solo alimentos de origen vegetal, deben de comerse sin cocinarlos con calor. Esto excluye, por tanto, a muchas preparaciones de cereales y legumbres.

En algunas de sus variantes, sí que existen recetas crudiveganas en las que se puede superar el alimento sin que supere los 42 grados. Puede que te preguntes: ¿por qué 42? Pues porque se considera una temperatura ambiental y, teniendo en cuenta los últimos veranos, está claro que cada vez lo es de forma más habitual.

En la dieta crudivegana sí se admiten preparaciones en las que los alimentos se han deshidratado por técnicas equiparables al calor del sol o la acción del aire caliente. En cualquier caso, en la mayoría de comida crudivegana lo que encontramos son alimentos de origen vegetal totalmente crudos.

Es cierto que consumir vegetales crudos presenta algunas ventajas, como te contaré enseguida, pero basar nuestra dieta exclusivamente en este tipo de alimentos, tiene varios riesgos. La principal razón de esto es la gran cantidad de alimentos que quedan excluidos en el crudiveganismo.

Orígenes

Se sabe que algunos grupos religiosos, a lo largo de la historia, han abrazado el crudiveganismo como parte de su doctrina. Por ejemplo, los esenios, considerados una secta judía desde el siglo II a.c.

Otras religiones dentro de las que existen grupos crudiveganos son el budismo y el hinduismo, aunque en ellas está mucho más extendido el veganismo y el vegetarianismo.

En épocas más recientes, el crudiveganismo se difundió gracias a la teoría higienista de finales del siglo XIX, que tuvo especial importancia en Alemania. Aunque en un principio esta teoría denunciaba las malas condiciones higiénicas de las ciudades en aquel momento, pronto desarrolló toda una filosofía de vida que incluía la importancia de cuidar la alimentación.

En esta teoría, se pone mucho hincapié en las ventajas para la salud de consumir vegetales crudos, al tiempo que se dan argumentos éticos, respecto al respeto de la vida de los animales, y también medioambientales.

Existen creencias de que el crudiveganismo era la forma natural de alimentarse del ser humano, aunque las investigaciones actuales lo desmienten.

Lo cierto es que ya los homínidos anteriores al ser humano “moderno”, incluían alimentos de origen animal en su alimentación, y cocinaban al fuego todo tipo de alimentos, como hacían el Homo erectus y el Homo habilis.

Comida crudivegana: ¿Qué come un crudivegano?

Un crudivegano debe prescindir de varias opciones vegetales que en crudo resultan muy indigestas y dañarían al sistema digestivo, como las legumbres o los cereales. Sin embargo, hay un abanico relativamente amplio de opciones que sí se pueden consumir en la dieta crudivegana:

  • Frutas
  • Hortalizas
  • Setas
  • Verduras
  • Frutos secos
  • Semillas
  • Algas
  • Cereales y legumbres germinadas
  • Aceites prensados en frío

Existen platos de comida crudivegana muy conocidos y que gustan a muchísima gente. Entre ellos, las ensaladas, el gazpacho, el guacamole o los untables de frutos secos, cada vez más de moda. De estos últimos, encontramos ejemplos como el riquísimo tahini, de sésamo crudo, o la crema de almendras. Como ves, hay más alternativas de las que podría parecer en un inicio.

Con los años, la comunidad crudivegana ha diseñado además una enorme diversidad de recetas crudiveganas elaboradas, para las que se han ido seleccionando variedades de vegetales más suaves y digestivos. De forma que no sea necesario cocinarlos para poder consumirlos.

Beneficios de la dieta crudivegana

Es cierto que ser crudivegano, es decir, consumir vegetales crudos, presenta algunas ventajas, como ayudarnos con la pérdida de peso. Esto es porque, en crudo, sus fibras quedan intactas, más duras, y eso aumenta la sensación de saciedad.

Por otro lado, hay varias vitaminas, enzimas y antioxidantes que se degradan con el calor, y esto se evita por completo con la dieta crudivegana. Nos referimos, por ejemplo, a las vitaminas C y B6, ambas muy importantes para nuestro sistema inmune.

Riesgos

Entre los riesgos del crudiveganismo, encontramos que, en muchos vegetales, existen sustancias denominadas antinutrientes, que se destruyen con el calor. Los antinutrientes dificultan la absorción de los nutrientes, y además pueden ser perjudiciales para la salud, especialmente a nivel digestivo.

Un ejemplo de antinutrientes, aunque hay muchos más, son los oxalatos. Estos están presentes en verduras de hoja verde como las espinacas, y dificultan la absorción de minerales: magnesio, hierro, calcio… Por si fuera poco, los oxalatos también favorecen la formación de piedras en el riñon.

Los estudios de la dieta crudivegana, nos indican además que da lugar a un elevado riesgo de baja ingesta de proteínas, mayor riesgo de fracturas óseas por osteoporosis y también de pérdida de menstruación en las mujeres.

Esto último se debe a la baja ingesta calórica y de grasas que suele llevar aparejada, tal como nos indica la investigación que te adjunto, sobre el efecto de la alimentación en crudo en el peso y la menstruación, del Instituto de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Giessen de Alemania.

Actualmente, las recomendaciones para el conjunto de la población, nos animan a que la mitad de lo que consumamos en nuestras dos ingestas principales sean vegetales, y preferiblemente cerca de la mitad de esa cantidad sea en crudo. Lo que podemos lograr consumiendo frutas frescas y/o una ensalada diaria.

https://blog.aegon.es/alimentacion/crudiveganismo/