Inicio » Entradas etiquetadas como «España» (Página 5)
Archivos de la etiqueta: España
Una española advierte de los cinco alimentos que no debes consumir en EEUU: «Prohibidísimos»
En el listado, cabe destacar algunos como el pollo o la leche
Nury Calvo advierte a sus seguidores de los productos que no deberían consumir en Estados Unidos. Fuente: @NuryCalvosn
En Estados Unidos hay un gran variedad de alimentos que no existen en Europa. De hecho, hay algunas marcas que solo lanzan ediciones limitadas en este país, lo que inevitablemente conlleva que muchos turistas ‘gasten’ un día de su estancia en acudir a los diversos comercios o supermercados para probarlos.
Ante este panorama, la influencer @NuryCalvosn ha advertido a sus seguidores de los cinco alimentos que, si vienes de España -o Europa en general- deberían evitarse:
– Pollo. En este país, es común que el pollo sea lavado con agua clorada en las granjas, lo que significa que pueden incluir inyecciones hormonales para ser más grandes. Aunque está permitido en este lugar, la práctica no está autorizada, por motivos de seguridad, en otros países.
– Leche. Pese a que las naturales no presentan ningún riesgo, algunas contienen la hormona rBST, la cual se administra a las vacas lecheras para aumentar la producción de leche.
– Coca-Cola. La marca usa aceite vegetal bromado para la fabricación del refresco. Esto hace que sea más perjudicial para el organismo. La creadora de contenido se refiere a esta bebida como «prohibidísima».
– Productos de color naranja. Por ejemplo, los Doritos. Estos contienen colorantes amarillos 5 y 6, que pueden causar hinchazón, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales o urticaria, entre otras cosas.
– Carne de cerdo. Los animales son inyectados con ractopamina, una hormona prohibida en más de 160 países y utilizada para aumentar el crecimiento de los animales.
El vídeo, como era de esperar, se ha viralizado en cuestión de días. De hecho, ha superado las dos millones de visualizaciones y ha obtenido más de 4.500 comentarios, algunos a favor de las recomendaciones y otros en contra. Como siempre.
Fuente: Una española advierte de los cinco alimentos que no debes consumir en EEUU – El Economista.es
De Madrid a Vigo: el pan de muerto mexicano conquista a los obradores españoles
Cocineros y reposteros mexicanos contribuyen a la expansión de este dulce tradicional de masa similar al roscón de reyes y que cada vez se comercializa en más establecimientos de España.
“Es redondo porque su forma representa el ciclo de la vida y los huesos se ponen en cruz, señalando los puntos cardinales”, explica Sandy Zamarripa, repostera en Doble Uve, en Madrid. En el pan de muerto nada se deja al azar y así lo refleja el trabajo de esta mexicana, que bolea las “cabezas” de los panes, mientras Paloma Silvestrin, una de las socias del obrador, las coloca cuidadosamente en el centro del bollo, para después aplastarlos ligeramente en un intento de que se caigan durante el horneado. “Si no lleva cráneo, no es pan de muerto”, añade Zamarripa. Ella es la culpable de que este establecimiento haya adoptado esta tradición mexicana vinculada al Día de los Muertos y que también es cada vez más habitual en los obradores y pastelerías españolas. “Hemos llegado a despachar 120 en un día”, añade.
Este dulce, de masa brioche y exterior goloso gracias al rebozado en mantequilla y azúcar, se consume principalmente en México el 1 de noviembre, el Día de Muertos. Es entonces cuando no solo forma parte de las mesas familiares, sino también de los altares de ofrendas a los difuntos. “El agua de azahar que lleva la masa representa el aroma floral que queremos ofrecerles para que vengan a visitarnos”, cuenta Zamarripa, sobre su costumbre favorita. “Festejamos la vida de los que ya no están con nosotros”, añade. Cuando ella comenzó a elaborarlo en España, hace ya algunos años, “nadie vendía pan de muerto” y aún recuerda que cuando los promocionó en sus redes sociales “fue la locura”. En Doble Uve, donde los venden a 3,50 euros, comenzaron el año pasado a ofrecerlos y aunque al principio tenían tirón mayormente entre clientes mexicanos, ahora con cada vez más los españoles que los compran. Los elaboran a diario con masa de fermentación lenta hecha con mantequilla, leche, huevos frescos, sal, azúcar, ralladura naranja y agua de azahar y, una vez horneados, se finalizan pintándolos con mantequilla algo derretida y rebozándolos en azúcar blanco con canela.
Aunque con sutiles variaciones, la técnica utilizada varía de un obrador a otro. En la cadena de Pastelería Mallorca, por ejemplo, los huesos y el cráneo son de una masa diferente a la del bollo en sí, “una masa más dura, menos enriquecida con mantequilla”. Así lo explica Pablo Moreno, uno de los responsables de la marca, que cuenta con 9 locales en Madrid, uno en Tokio y otro en Ciudad de México. Fue durante la apertura de este último, cuando aprendieron hacerlo y decidieron introducirlo en sus locales en España, aromatizándolo en este caso con anís, además de con agua de azahar. “Hemos ido ampliando la campaña porque tiene mucha aceptación. Empezamos vendiéndolo solo el Día de Muertos y ahora se vende durante todo octubre. La clientela latina ha proliferado mucho y tienen mucho tirón”, comenta Moreno, que puntualiza que se envían a toda España. Su precio es de 4 euros y en su realización se invierten un total de tres días desde que se hace la masa, que fermenta en primer lugar durante 24 horas y luego se bolea y se forma, hasta que se cuece, el último día, a 165 grados durante aproximadamente 16 minutos. “El año pasado fue nuestro récord de ventas, hicimos 20.000 unidades”, asegura el repostero. Detrás del crecimiento del pan de muerto en España está la comunidad mexicana, y el deseo de conservar y divulgar las costumbres de su país.
La influencia mexicana también está detrás de que en Bēkari, en Vigo, comenzaran a hacer panes de muertos. “Nuestro pastelero es de allí, nos encantó y decidimos hacerlo. Tiene muy buena acogida”, explica José Manuel Fernández, el maestro panadero. En el establecimiento los aromatizan, además de con agua de azahar y canela, con nuez moscada. Estos bollos, que recuerdan en parte al roscón de reyes, han llegado incluso a Gran Canaria. Allí, en la panadería artesanal El Triguero los ofrecen junto con otros dulces tradicionales de la época como los huesos de santo o los buñuelos.
Los helados en España: del postre de Felipe II al Frigo Pie de los ochenta
Un repaso a la historia de uno de los bocados que forma parte de la memoria sentimental de un país, y cuyo rastro lleva a la China del año 2000 a.C
La mayoría de nuestros recuerdos van asociados a sabores de la infancia. La memoria y, por extensión, la vida entera, se construye a partir de sabores y momentos. Perderlos equivale a borrar nuestra identidad y buena parte de los anclajes con la realidad. Por eso, la historia del helado en España es un recorrido sentimental por aquellos instantes brevísimos en los que fuimos felices, a la par que una narración sobre el desarrollo tecnológico de un país que soltó el botijo para abrazar un Frigo Dedo.
El helado, un postre que hoy disfrutamos con tanta naturalidad, tiene una fascinante historia en España que se remonta siglos atrás. Aunque sus orígenes se remontan a la antigua China hace 2000 a.C., su camino hacia la popularidad en tierras españolas fue largo y gradual.
Durante siglos solo para una élite
En sus inicios, el helado era un lujo reservado para la realeza y la nobleza. La dificultad para obtener y conservar el hielo, junto con el alto costo de ingredientes como el azúcar y las especias, lo convertían en un manjar exclusivo. Para preservar el hielo, se construyeron estructuras especiales como el Pozo del Frío en Almería o la Gran Cava en Alicante.
El siglo XIX vio la aparición de los primeros heladeros ambulantes en las ciudades españolas. Estos vendían una versión primitiva del polo, raspando barras de hielo y añadiendo siropes de diversos sabores. Esta práctica perduró hasta mediados del siglo XX.
La llegada del frío industrial
La verdadera revolución llegó con la industrialización del frío en el siglo XX. En 1952, coincidiendo con el fin del racionamiento en España, se generalizó el uso de neveras domésticas y el frío industrial en la restauración. Este avance, junto con el auge del turismo de playa, popularizó enormemente el consumo de helados.
Del Frigo Pie al Twister y el Calippo: El Marketing y la Publicidad que convirtieron a estos Helados en Top Ventas e Iconos del Verano / PuroMarketing
Los años 70 y 80 marcaron una época dorada para los helados industriales en España. Aparecieron productos que se volvieron icónicos como el Frigo Dedo, el Frigo Pie, el Calippo y el Twister. Estos helados se convirtieron en parte fundamental de los recuerdos de infancia de toda una generación.
Hoy en día, el helado no es solo un postre refrescante, sino un símbolo de momentos felices y despreocupados. Su evolución en España refleja no solo el desarrollo tecnológico del país, sino también los cambios en las costumbres y la creación de recuerdos colectivos. El helado se ha convertido en una «porción de felicidad congelada en el tiempo», un testigo dulce de la historia y la cultura española.
FUENTE: Butrón, I., Butrón, I., & Butrón, I. (2024, 25 julio). Los helados en España: del postre de Felipe II al Frigo Pie de los ochenta. El País. https://elpais.com/gastronomia/2024-07-25/los-helados-en-espana-del-postre-de-felipe-ii-al-frigo-pie-de-los-ochenta.html
El ‘boom’ de la Kombucha, la bebida ancestral convertida en el probiótico de moda
No hay más que escribir el hashtag #kombucha en Instagram para darse cuenta de la dimensión que ha alcanzado el consumo de esta bebida en los últimos tiempos. ¡Más de dos millones de publicaciones! Influencers y amantes de la vida sana se han volcado en ensalzar sus virtudes como alternativa a los refrescos, los zumos azucarados o el alcohol. Resulta chocante teniendo en cuenta que se trata de una bebida milenaria, y puede que incluso algunos lleven años tomándola en casa de la mano de sus abuelas sin haberla bautizado con este nombre.
En efecto, aunque no está del todo claro, los orígenes de la kombucha, combinación de té, azúcar y bacterias, suelen situarse en hacia el año 220 a.C. en la región china de Manchuria, donde era considerada como el elixir de la inmortalidad por algunas etnias de la zona. Asimismo, se piensa que llegó a Europa a principios del siglo XX a través de Rusia. Poco a poco, el consumo de esta bebida se fue extendiendo por todo el mundo, y es en Estados Unidos donde se hizo realmente popular.
De allí es Kendra Sepúlveda, que empezó fermentando kombucha en 1995 para tratar de paliar un dolor que tenía en las manos a causa de la artritis. Después de pasar por cocinas de la talla de Les Cols, restaurante de Fina Puigdevall en Olot (Girona) con dos estrellas Michelin, la chef y nutricionista aplica ahora sus conocimientos en La Casa de la Kombucha (www.casadelakombucha.es) con su socio, Seth Colchester, procedente de un familia con una larga tradición en el cultivo de productos ecológicos en Holanda.
Scoby, la palabra clave del proceso
La kombucha se obtiene a partir de la fermentación natural del té, azúcar y un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras
En este local de la calle Tamarit de Barcelona, los vecinos del barrio, muchos de ellos personas mayores, acuden con sus botellas en busca de esta infusión refrescante servida con tirador, a modo de cerveza, o la compran directamente embotellada en envases de cristal.
Cada poco tiempo cambian los sabores, elaborados con productos 100% naturales en su propio obrador: uvas con flor de saúco, lúpulo y pomelo, arándanos y manzana, fresas con jengibre, arándanos con alga espirulina, etc., además del original.
La kombucha se obtiene a partir de la fermentación natural del té, preferiblemente verde o negro, azúcar y un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras conocido como Scoby (el acrónimo en inglés de ‘symbiotic culture of bacteria and yeast’) o bien hongo kombucha (aunque en realidad no lo es), una especie de disco blanquecino de textura gelatinosa.
Múltiples beneficios
Se cree que mejora la digestión, reduce la hipertensión y el colesterol, alivia trastornos menstruales, tiene efecto laxante…
Durante el proceso de fermentación, que dura entre siete y catorce días, el Scoby se come buena parte del azúcar y las bacterias disminuyen, lo que resulta en una bebida refrescante con burbujas y un tanto ácida. Una segunda fermentación con frutas naturales es lo que le confiere la variedad de sabores.
Sepúlveda, que es la secretaria de la sección europea de la asociación Kombucha Brewers International (KBI), explica que “esta es la forma más casera de elaborar la kombucha, sin pasteurizar, sin añadir conservantes… Pero existen diferencias en la elaboración según la compañía”.
Si no se respetan los tiempos de fermentación o se añaden los probióticos de manera artificial, en polvo, por ejemplo, el resultado es una bebida que no necesita refrigeración y, por lo tanto, no mantiene vivos los microorganismos que le otorgan, precisamente, sus beneficios.
Las propiedades que se le atribuyen a la kombucha son infinitas: mejora la digestión, fortalece el sistema inmune, reduce la presión arterial y el nivel de colesterol, alivia los trastornos menstruales, tiene efecto laxante, ayuda en casos de asma y bronquitis, aumenta la salud de cabello, uñas y piel, mejora la función hepática, minimiza los dolores de cabeza, desintoxica el organismo, etc.
Aunque las virtudes de su ingesta regular se han podido comprobar en ensayos con animales, no existe mucha literatura científica en el caso de humanos, lo cual suscita un enorme debate. Sí podemos afirmar que, al igual que en otros productos fermentados naturalmente, como el kéfir o el kimchi, la kombucha está cargada de vitaminas y, sobre todo, de probióticos, y que estos microorganismos ayudan a fortalecer y diversificar nuestra microbiota.
En cuanto a las contraindicaciones, Sepúlveda señala que “no pueden tomar kombucha las personas con problemas renales”. Algunos expertos la desaconsejan también a las personas con el sistema inmune deprimido, a los niños y a las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Contraindicaciones
Se desaconseja su consumo a personas con problemas renales o sistema inmune deprimido y a embarazadas o lactantes
En cualquier caso, Colchester recomienda “empezar con poco, observar cómo sienta y poco a poco introducir más”. También hay que tener en cuenta que, tras el proceso de fermentación, aún queda algo de alcohol en el líquido -en el caso de La Casa de la Kombucha, solo un 0,8 %.
A la pregunta de si recomiendan elaborar kombucha en casa, ambos concuerdan en que sí, pero con precaución. Y es que, al ser un ‘organismo vivo’, elaborado con bacterias y levaduras, puede contaminarse si no se extrema la higiene durante todo el proceso de fermentación. También corremos el riesgo de intoxicarnos si no contamos con los utensilios apropiados para controlar la temperatura y medir la cantidad de alcohol.
Setenta personas voltean en Melide la tortilla de huevo y patata más grande del mundo
La estructura y los condimentos pesaban en total 8.000 kilos, y el resultado fue óptimo: «Está boa!»
Una mezcla de los estilos Betanzos y Melide, poco hecha pero muy sabrosa y con un color estupendo. De las que invitan a repetir, como hacían cientos de personas cerca de las seis de la tarde. La tortilla de patata y huevo campero más grande del mundo salió adelante después de salvar unas cuantas dificultades y tras cuatro horas de trabajo cooperativo. El momento más tenso, ese en el que las miles de personas que se acercaron al centro de Melide sacaron sus teléfonos móviles para grabar, llegó cuando tocaba darle la vuelta. Y es en este punto cuando hay que hablar de números para comprender la complejidad de la operación: 1.700 kilos de patatas, 300 litros de aceite, 30 kilos de sal y, por supuesto, los 15.000 huevos camperos que aportó la empresa familiar promotora del evento, Ecocentro (El huevo de la abuela). Y luego estaba la sartén, una compleja estructura de cinco toneladas de peso que precisó la ayuda de una enorme grúa en el momento crucial. En total, seis metros de diametro y 8.000 mil kilos de peso, equivalente a seis coches utilitarios.
Cualquiera que haya hecho una tortilla en su casa conoce los riesgos del volteado. En Melide fueron exactamente los mismos, porque justo en el momento en el que la sartén gigante tenía que darse la vuelta se quedó a medio camino durante unos segundos que se hicieron eternos, porque comenzó una fuga de huevo poco hecho que inquietó más al público que a los cocineros. Setenta personas tirando de cinchas con muchísima fuerza consiguieron completar operación. El calor dilató algunos tornillos y hubo que intervenir de urgencia con radiales para separar las tapas, y cuando se liberaron había serias dudas de que se hubiese producido un desplazamiento masivo de los ingredientes. Al abrir la organización respiró. De aspecto, bien. Y de sabor…«Está boa!». Ovación cerrada.
La organización contó con el asesoramiento de vecinos de la localidad padronesa de Carcacía, que hasta hace unos años celebraba anualmente una fiesta con un aparato muy parecido, aunque de menores dimensiones. En todo caso, nadie duda de que se trata de la tortilla más grande del mundo, porque está documentado que Melide desplaza a Vitoria y a Bogotá (Colombia), que con diferentes modalidades habían registrado anteriormente sendos récords ahora superados.
Con cinco mil raciones repartidas todavía quedaba sustancia en las sartenes para hacer una merienda-cena, y no tardó en abrirse el debate de las mejoras que habría que implementar el próximo año. Porque habrá segunda edición, por huevos no será.
Este es el restaurante de Barcelona donde puedes probar los platos que encantaban a Picasso
Café Pablo, ubicado dentro del Museo Picasso y guiado por el chef Romain Fornell, ofrece toda una experiencia culinaria basada en las dos gastronomías preferidas del rey del cubismo: la catalana y la francesa.
En el corazón del popular barrio del Born, en Barcelona, se encuentra el restaurante Café Pablo, que se ubica dentro del Museo Picasso y que ofrece una experiencia gastronómica tan artística como el propio museo.
Además, este increíble lugar no solo permite disfrutar de las mejores obras del pintor malagueño, sino también de sus platos favoritos, en una carta diseñada por el prestigioso chef Romain Fornell, galardonado con una estrella Michelin en su restaurante Caelis. Con una combinación de recetas francesas y catalanas, Fornell rinde homenaje a los sabores que acompañaron la vida de Pablo Picasso.
Parte de la carta de Café Pablo está inspirada en los platos que más disfrutaba Picasso, quien pasó gran parte de su vida entre España y Francia, desarrollando un profundo amor por ambas cocinas mientras pintaba sus obras más emblemáticas.
Los favoritos del artista, sin duda, eran los los ‘pâté en croûte’, los caracoles o los profiteroles. Ahora, gracias al trabajo de Fornell, se puede disfrutar de los mismos platos que sedujeron a Picasso. Pero no solo de estos; en la carta de Café Pablo también hay hueco para nuestras joyas de la corona como las croquetas y el pan con tomate con jamón ibérico, evidenciando de esta forma la perfecta conexión entre la gastronomía francesa y la española que ha creado el chef.
Investigadores de la Comunidad de Madrid crean 20 nuevos alimentos a partir de restos de comida
Un equipo de expertos del Centro de Innovación Gastronómica (CIG) han desarrollado técnicas de innovación para producir 20 nuevos alimentos partiendo de trozos, cáscaras o cascarillas que habitualmente se desechan. Los profesionales del CIG han realizado numerosos ensayos para que sus propuestas beneficien a la salud y se adapten a las tendencias del mercado.
El Centro, perteneciente al Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA), busca impulsar la gastronomía circular, el aprovechamiento de recursos y el consumo de cercanía. «Luchamos contra el desperdicio alimentario y le damos nuevos valores económicos a los productos de la agricultura y la alimentación; en este caso, a los productos de Madrid», comenta Almudena Lázaro, la directora del centro.
«Aquí hacemos Ciencia, proyectos de investigación. Y todo esto está contrastado con datos, con equipos de medida y con la opinión de más de un centenar de consumidores, que los han probado y nos han dado una nota muy alta», explica.
De estos estudios han surgido innovaciones a partir del orujo de uva, con el que se han creado helados, chocolates, salsas y kombucha (bebida de origen chino a base de té fermentado).
La investigación se ha realizado a base de cocciones, extracciones y fermentaciones, logrando características sensoriales distintivas y propiedades saludables que aspiran llevar al mercado propuestas de interés para las empresas.
Récord para la exportación de quesos españoles
Los quesos españoles atraviesan actualmente un buen momento. Las exportaciones registradas en la primera mitad de 2024 superan a las materializadas a lo largo del mismo periodo del año anterior, cuando alcanzaron su máximo histórico tanto en volumen como en valor. Además, el consumo dentro del mercado doméstico crece de manera sostenida. Así lo destaca la Organización Interprofesional Láctea (InLac), subrayando la consolidación de España como uno de los principales países referentes en el mundo en la producción de quesos de calidad.
Los quesos de origen nacional continúan expandiéndose fuera de nuestras fronteras, y los datos obtenidos hasta junio refuerzan esta tendencia al alza. En concreto, se han contabilizado 62.144,86 toneladas por valor de 409,20 millones de euros durante los primeros seis meses de 2024, un 15,5% y 12,5% más respectivamente frente al primer semestre de 2023, según la Agencia Española de Administración Tributaria (AEAT).
Este crecimiento no sólo certifica el liderazgo de España en los mercados más cercanos como Francia, Portugal e Italia, sino que también marca un hito en los estratégicos como Estados Unidos. Un mercado que el año pasado representó el 13% del valor total de las exportaciones de quesos españoles, situándose como el tercer destino más importante, y que en 2024 ya ha adquirido 4.903 toneladas por 58,77 millones de euros.
Consumo doméstico: un mercado en crecimiento
En paralelo, la situación en el ámbito doméstico también es positiva. El consumo de quesos crece progresivamente en nuestro país, tras aumentar un 3% a lo largo del año pasado y acercarse a 10 kg por persona al año, según las cifras de Eurostat.
Un dato bueno para el sector, a pesar de estar muy lejos de la media de la Unión Europea, que asciende a 21 kg por persona al año. En España, la importación de quesos aumentó un 10,7% interanual en 2023, hasta las 361.723 toneladas, según la AEAT, lo que evidencia que estos últimos están ganando terreno al origen nacional. De hecho, durante la primera mitad de 2024 se ha intensificado esta tendencia un 15% respecto con el mismo periodo del año anterior, al contabilizarse 199.295 toneladas importadas de queso hasta el pasado mes de junio. Países Bajos (88.672 toneladas en 2023) y Alemania (79.407 toneladas en 2023) destacan como los principales proveedores de quesos en el mercado español.
“Detrás de cada queso español hay una historia de dedicación, de comunidades locales fortalecidas y de un patrimonio cultural que debe ser apreciado y promovido por todos. Unos rasgos que no tienen los quesos de importación, que están poco diferenciados y disponen de un bajo valor añadido. Tenemos que preservar un auténtico símbolo de la gastronomía nacional, cuyo impacto es positivo en nuestras zonas rurales, donde el queso proporciona empleo y prosperidad”, explica Daniel Ferreiro, presidente de InLac.
El invento que revolucionó el mercado de la alimentación.
Nicolas Appert, un confitero francés, desarrolló a finales del siglo XVIII un sistema innovador para la conservación de alimentos que resultaría fundamental para los ejércitos y marinos que emprendían largos viajes. Hasta ese momento, los métodos tradicionales, como la salazón de carnes y pescados o el uso de bizcochos secos, eran efectivos solo por un tiempo limitado y tenían problemas de sabor y efectos negativos en la salud. Appert, alrededor de 1795, ideó un proceso que consistía en colocar los alimentos en tarros de cristal herméticamente sellados, para luego hervirlos durante un tiempo. Aunque no comprendía la razón exacta en ese momento, se trataba de un procedimiento que eliminaba los microorganismos, lo que permitiría que los alimentos se mantuvieran en perfecto estado. Años más tarde, Louis Pasteur explicaría el fenómeno al descubrir el papel de los microorganismos en la descomposición de alimentos.
Appert puso en marcha una fábrica que producía estos tarros de conserva para la marina francesa, en un contexto de guerras revolucionarias. En 1810, Napoleón, consciente de la importancia de este invento para las campañas militares, ofreció a Appert un premio de 12.000 francos a cambio de que publicara su método en un libro, lo que permitió que su técnica se difundiera rápidamente.
Casi al mismo tiempo, otro francés, Philippe de Girard, decidió llevar la idea más allá al reemplazar los frágiles tarros de cristal por recipientes de hojalata, un material más resistente y adecuado para el transporte. Girard se asoció con el empresario inglés Peter Durand y presentó la innovación en Londres ante la Royal Society. En 1811, Durand vendió la patente a Bryan Donkin, un ingeniero británico que, en 1813, abrió la primera fábrica de latas de conserva de la historia.
Donkin, además de ser reconocido por otros inventos como la máquina de papel continuo, se convirtió en pionero en la producción de comida enlatada. Para promocionar sus productos, los ofreció a figuras influyentes de la alta sociedad británica, incluyendo al duque de Wellington y el duque de York, quienes luego presentaron las latas a la reina, obteniendo su «alta aprobación». Joseph Banks, una destacada figura científica de la época, llegó a probar una lata que había sido almacenada durante dos años y medio y afirmó que estaba «en perfecto estado de conservación».
A pesar del éxito inicial, las primeras latas eran bastante pesadas y difíciles de abrir. De hecho, las instrucciones de uso recomendaban hacerlo con martillo y escoplo. Sin embargo, en la década de 1850, con la mecanización de la producción de latas, se aligeraron y comenzaron a aparecer los primeros abrelatas. En 1870, el estadounidense William Lyman inventó el abrelatas con rueda cortante, facilitando el uso de las latas en el día a día y permitiendo que se convirtieran en un elemento habitual en las tiendas y despensas de las personas, consolidando la popularización de los alimentos enlatados en todo el mundo.
Para continuar leyendo:
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/lata-conserva-nace-dieta-industrial_11258
La mejor croqueta de jamón se elabora en el restaurante madrileño Quinqué
La mejor croqueta de jamón se creó en el restaurante madrileño Quinqué y fue galardonada como la mejor de España en 2024. El chef Griffo reveló que se enfoca en lograr una bechamel cremosa para su croqueta, con una presentación impecable y un rebozado fino.
El jurado, liderado por Xanty Elías, elogió la integración perfecta del jamón en la bechamel. A pesar de los problemas técnicos durante la competencia, Quinqué logró destacarse con su deliciosa croqueta.
Griffo reveló su receta, que incluye ingredientes de alta calidad como leche de Galicia, huesos de jamón infusionados, aceite de oliva y jamón de la marca Sánchez Romero. Su objetivo es lograr una bechamel cremosa pero no líquida, y una fritura impecable.
El chef atribuye su talento en la elaboración de croquetas a su mentor, Nacho Manzano, y estima que produce más de 500 unidades por semana para satisfacer la demanda de sus clientes desde hace cinco años. La competencia incluyó a otros seis cocineros destacados de diferentes ciudades de España, pero la croqueta de Quinqué conquistó los paladares de los jueces y se alzó con el premio.
La croqueta de jamón del restaurante Quinqué en Madrid se ha coronado como la mejor de España en 2024, destacando por su bechamel cremosa, presentación impecable y rebozado fino. El chef Griffo ha perfeccionado su receta con ingredientes de alta calidad y una fritura limpia, convirtiendo este plato en un éxito constante en su restaurante durante cinco años.
https://www.elmundo.es/metropoli/gastronomia/2024/01/29/65b7dc84fc6c83e31b8b4592.html