Inicio » Entradas etiquetadas como «familia»
Archivos de la etiqueta: familia
Éstas son las claves que debes seguir para enseñar a tus hijos a comer bien
Los niños pequeños aprenden a regular su apetito mediante una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociológicos
A los padres les preocupa muchas cosas en la educación de sus hijos y es una de ellas que lleven una vida sana y que coman bien. Ha llegado un nuevo ensayo de ‘Social Science & Medicine’ que señala el buen camino para que los menores lleven una buena alimentación, no sufran de obesidad o sobrepeso en la adolescencia, juventud o en la edad adulta.
Y tal y como refleja un estudio de ‘Current Obesity Report’, la autorregulación desempeña un papel fundamental en los comportamientos alimentarios saludables desde la primera infancia
«Cuando hablamos de obesidad, el consejo más común suele ser simplemente comer menos y hacer más ejercicio. Es una recomendación simplista, que casi hace parecer que la fuerza de voluntad de una persona determina únicamente su actitud hacia la comida», ha dicho en un comunicado el autor principal Sehyun Ju, estudiante de doctorado en el Departamento de Desarrollo Humano y Estudios Familiares, parte de la Facultad de Ciencias Agrícolas, del Consumidor y Ambientales de Illinois (HDFS, de sus siglas en inglés).
ANTECEDENTES
La ASR es importante para el desarrollo saludable, ya que la desregulación del proceso de aproximación-retirada puede aumentar el riesgo de obesidad en los niños.
Crecientes literatura revela asociaciones sólidas entre el temperamento infantil y la ASR, pero existen lagunas en la comprensión de los mecanismos que explican estas asociaciones que capturan las interacciones complejas entre las influencias biológicas, psicológicas y sociales.
se establece que la base de una conducta alimentaria saludable comienza en la infancia y para ello investigadores de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign proponen un modelo que explora estos factores y sus interacciones, proporcionando pautas para comprender mejor la autorregulación del apetito infantil.
«La autorregulación del apetito está relacionada con la autorregulación general, pero se refiere específicamente a la capacidad de un individuo para regular la ingesta de alimentos, lo que afecta al desarrollo saludable y al riesgo de obesidad. Los niños nacen con la capacidad de regular el apetito en función de las señales de hambre y saciedad, pero con una mayor exposición a factores ambientales, su alimentación está cada vez más guiada por el razonamiento y las motivaciones psicológicas. Por lo tanto, es importante adoptar una perspectiva del desarrollo para rastrear los cambios en los comportamientos alimentarios a lo largo del tiempo», ha recordado, Ju.
Ju y sus colegas proporcionan un marco integral basado en el modelo de vías biopsicosociales, que describe tres categorías en interacción relacionadas con la alimentación:
- Factores biológicos.
- Factores psicológicos.
- Factores sociales.
Los investigadores combinan este marco con la teoría temperamental para explorar cómo las vías son modificadas por el temperamento individual. Ju ha explicado que los niños reaccionan de manera diferente a los estímulos en función de su constitución psicológica y emocional.
ETAPAS DEL MENOR.
El modelo también tiene en cuenta las etapas de desarrollo de los niños respecto a su alimentación. Los bebés tienen una regulación básica del apetito basada en señales fisiológicas. Gradualmente se vuelven más susceptibles a las influencias externas y, hacia los 3-5 años, comienzan a mostrar un mayor autocontrol y regulación emocional.
«Al analizar las vías descritas en nuestro modelo, podemos entender mejor las influencias combinadas de múltiples factores en la autorregulación del apetito de los menores y sus motivaciones para acercarse a la comida. Por ejemplo, la presencia de alimentos sabrosos puede no generar respuestas similares en todos. Los niños pueden acercarse a la comida como una recompensa, por placer o para regular las emociones. Las motivaciones subyacentes pueden ser diversas y están influenciadas por factores externos, así como por características temperamentales», ha recalcado el investigador.
Las influencias socioambientales incluyen las interacciones entre padres e hijos en torno a la comida, así como las prácticas de los cuidadores no relacionadas con ella que pueden afectar la regulación emocional del niño.La alimentación en el entorno del hogar, el valor cultural de la ingesta de alimentos y la disponibilidad de alimentos también son factores importantes, afirmaron los investigadores.
GRABACIONES FAMILIARES
Los padres completaron cuestionarios y grabaron en video las comidas familiares, para que los investigadores pudieran medir la interacción diádica entre el niño y el cuidador. Luego, el equipo de investigación analizó la actitud de los niños ante la comida o su alejamiento de ella y evaluó cómo el temperamento modulaba esas asociaciones.
«Si comprendemos la susceptibilidad diferencial a los distintos factores, podemos identificar y modificar las influencias ambientales que son particularmente obesogénicas en función de las características temperamentales de los niños. Entonces podremos ofrecer enfoques más refinados para apoyar la conducta alimentaria saludable de ellos», ha explicado Ju.
Y ha insistido: «O, si sufren inseguridad alimentaria, pueden mostrar ciertas respuestas de recompensa ante los estímulos alimentarios. Incluso si se alivia la inseguridad alimentaria, es posible que aún debamos ayudar a los pequeños a construir una relación segura y positiva con los alimentos que no sea inducida por el estrés o que no utilice la comida como medio principal para satisfacer sus necesidades emocionales. Si comprendemos los mecanismos que intervienen, podríamos adaptar nuestros enfoques para apoyar a los niños abordando todos estos factores».
La alimentación infantil puede estar influenciada por la biología individual
¿Quién está detrás de la comida ecológica en Asturias?
En las últimas décadas ha crecido considerablemente el interés por la agricultura y la ganadería ecológicas, una forma de producir alimentos que prioriza el respeto por el medio ambiente, la sostenibilidad y la salud humana. En un contexto global marcado por el cambio climático, la degradación de los suelos y la preocupación por la calidad de los alimentos, la producción ecológica se presenta como una solución a muchos de los problemas asociados con los sistemas convencionales. ¿Quién hay detrás de esta forma de producir comida? NORTES ha estado con dos explotaciones asturianas, una de agricultura y otra de ganadería, para buscar su motivaciones y problemas en un sector que resulta más desconocido que la forma de producir sin sello ecológico.
En Asturias el organismo encargado de vigilar el cumplimiento de la normativa vigente de producción agraria ecológica es el Consejo de Producción Agraria Ecológica de Asturias (COPAE).
“Hay todo un procedimiento, unas condiciones para que los productores puedan sellar sus productos como ecológicos. Y hay todo un esfuerzo que tal vez no se conozca”, afirma Ulises Tuero desde COPAE. Se refiere a esos agricultores y ganaderos cuya dedicación a este tipo de productos es algo más que un empeño empresarial. Solo hay que hablar con algunos de ellos para darse cuenta de que detrás de todo ello hay una vocación campesina que busca cuidar la tierra y los animales para poder alimentarse de ellos.
Un químico y una maestra se hicieron campesinos
La Güerta Monga, situada en el entorno de Nava, es una de las empresas ecológicas asturianas con sello COPAE. Al frente una pareja, Paula y Antón, que al hablar de sus motivaciones para estar en este sector, utilizan palabras como “compromiso”, “militancia”, “identidad” y “recampesinar”.
Paula Cristóbal, de 43 años, era maestra de escuela y dejó su puesto para ser “campesina”. Antón Cadierno, su pareja, de 42 años, estudió Químicas, pero también fue arrastrado “por esta vocación”. Él cuenta cómo aún siendo de Tinéu, a pesar de estar en un entorno rural, vivía “desconectado” de los tiempos de la tierra: “No se pone en valor la vida y el mundo campesino, así que lo normal es que la gente estudie y luego se marche. Mi vida parecía encaminarse en esa dirección.”
Aunque la familia de Paula venía del campo, ella se había criado fuera del entorno rural. Siempre mantuvo contacto con lo rural, pero de una manera que ella denomina “un poco externa, desde fuera”. “Hasta que empecé a trabajar de maestra en Cabrales, donde estaba mi familia materna, que eran campesinos”, recuerda. “Allí empecé a darme cuenta de muchas cosas, de cómo había sido mi vida, de cómo debía ser. Me daba cuenta de que en la escuela los niños no eran parte del sistema. En realidad, aquellos niños fueron mis maestros. Empecé a conectar todo eso que estaba sintiendo con la trayectoria campesina de mi familia.”
https://www.nortes.me/2024/10/05/comida-ecologica-en-asturias/
ASÍ SON LOS NUEVOS PROYECTOS DE LA FAMILIA ROCA: EL HOTEL-RESTAURANTE ESPERIT ROCA, EL BAR DE TAPAS Y VINOS VII Y LA BOUTIQUE CASA CACAO.
La variedad de registros culinarios que poseen Joan, Pitu y Jordi Roca tiene como aliados a sus sus mujeres —Anna Payet, Encarna Tirado y Ale Rivas— y, en los últimos años, a la generación más joven —Marc, Martí, Maria y Marina—, así como a un equipo repleto de piezas clave. Con ese capital humano, impulsan un ‘modelo Roca’ basado en apostar por la ciudad de Gerona como epicentro gastronómico donde no han parado de crecer con nuevos conceptos en los últimos años. Este verano, la saga Roca ha estrenado varios proyectos: el hotel-restaurante Esperit Roca, el bar de tapas y vinos Vii y la nueva boutique de Casa Cacao. “Nos permite mantenernos con la pasión activa y viva”, afirma Joan Roca, que un día de agosto nos guió con sus hermanos por lo último del ‘tour Roca’ por su ciudad. Así son los nuevos proyectos de la familia Roca y sus propuestas, en el contexto de un grupo gastronómico con vocación por diversificar en modelos de negocio y que ya suma una quincena de espacios solo en Gerona, bajo 8 marcas diferentes y complementarias.
Hay un mapa ligado a un apellido reconocido de la gastronomía española con puntos cardinales correspondientes a una colección de formatos de negocio. No requiere casi de fronteras, aunque se extiende dentro de Gerona capital y su entorno muy cercano; es ajeno a estrellas, soles o rankings y, sobre todo, se rige por unas reglas tan emocionales como eficientes desde el punto de vista de gestión, que son propias de una empresa familiar. Mejor dicho, de un grupo familiar.
JoRoFon S.L. es la empresa de la saga Roca, que para su denominación social recurre a la primera sílaba de los nombres y los dos apellidos de los hermanos Roca Fontané. Son Joan (cocinero), Josep ‘Pitu’ (‘camarero de vinos’) y Jordi Roca (pastelero) y, aunque en apenas tres meses, han abierto hasta cuatro negocios, lo suyo es una carrera de fondo que les precedió en 1967 con Can Roca, el bar-restaurante abierto por sus padres, Montserrat Fontané y Josep Roca ‘padre’; prosiguió en agosto de 1986 cuando Joan y Josep Roca inauguraron El Celler de Can Roca, en un local adyacente al negocio paterno —más tarde, se incorporó Jordi, que tenía solo 8 años cuando sus hermanos mayores emprendieron—, arrancando la apuesta por crecer dentro de Taialà, el barrio periférico de Gerona que es su origen; y, en 2024, suma nada menos que casi 15 negocios diferentes con 8 marcas, con Gerona como principal ubicación.
Esperit Roca no es el único proyecto que la familia Roca ha estrenado este verano. Si el restaurante y el hotel arrancaron entre junio y principios de julio, Vii subió persiana el 2 de agosto. Se trata del sueño cumplido de Pitu Roca y, a la vez, de uno de los conceptos más ‘casual’ de la familia. Criado en Taialà, barrio del extrarradio de Gerona donde Can Roca es el germen de El Celler y el resto de los proyectos de la familia, el sumiller estaba acostumbrado desde niño a codearse con vecinos que en una buena parte eran andaluces —clientes, a su vez, del bar de sus padres—. Por eso, desde hace tiempo, soñaba con abrir un bar de tapas andaluzas y también catalanas, freiduría incluida y algunos platillos de aquellos que sus padres despachaban en su bar.
Tras un tiempo colaborando en La Plaça del Vi, en el centro histórico de su ciudad, este local se reestrenó a principios de agosto rebautizado como Vii y ya como proyecto al 100% de los Roca —tras la decisión de Roger Viusà de dejar La Plaça del Vi para dedicarse al cien por cien al trabajo en los viñedos, como informa ‘Va de Vi’—. Así, Pitu Roca cumple el sueño de impulsar su propio bar de tapas andaluzas y vinos con apellido ‘natura’, que no son estrictamente naturales, sino que visualiza como un concepto abierto de vinos apegados a diferentes territorios, con bonitas historias detrás y una buena relación calidad-precio o, como dice el sumiller de la saga Roca, con una buena relación ‘precio-placer’.
Audrey Doré, jefa de sumilleres de El Celler de Can Roca, asume la dirección de Vii, tras diez años “trabajando codo a codo con Josep entre vinos, viticultores y clientes, acepta el desafío de hacerse cargo del Bar de Viinos”. Con Doré, repiten la fórmula de promoción profesional, aplicada con Elisabet Nolla en Normal y con Raúl Sillero y Carles Aymerich en Esperit Roca —antes en Ágora del Mas Marroch—: mover talento de El Celler hacia otros proyectos para darles responsabilidad, motivarles y garantizar su promoción profesional.
Además, en la cocina de Vii, se mantiene David Freijomil, que ha estado desde los inicios y hasta la última etapa como jefe de cocina de La Plaça del Vi 7, que ahora “continúa a cargo de la cocina que proponemos los hermanos Roca en este espacio, ahora Vii”, cuya dirección es Plaça del Vi.
LA NUEVA BOUTIQUE DE CASA CACAO
La otra novedad de los Roca este verano ha sido la apertura de la nueva boutique de Casa Cacao el pasado 8 de agosto. En realidad, en el bajo del Hotel Casa Cacao, Jordi Roca ha recolocado la tienda de chocolates para pasarla al local de la parte delantera, con entrada desde su fachada en Plaza de Cataluña, en Gerona. “Hemos hecho lo que era lo más lógico y que nos resistíamos a admitir, que era poner la tienda delante que es por donde pasar la gente por la plaza”, admite Jordi Roca.
En la nueva boutique de Casa Cacao, se venden sus colecciones de bombones, tabletas y otros productos con chocolate, bajo un concepto de chocolatería ‘bean to bar’, con cacaos de diferentes orígenes de comunidades productoras de México, Ecuador, Perú y República Dominicana. Justo detrás de la tienda y antes de pasar a la recepción del hotel, se mantiene un pequeño obrador de chocolate, aunque toda la producción está centralizada en una planta a las afueras de Gerona —que también engloba los productos de Rocambolesc—.
Mientras, ha cerrado temporalmente Bar Cacao, donde Jordi Roca estrenará nuevo proyecto. “Veremos; será algo dulce”, sonríe el menor de los hermanos, artífice, además, de una esquina mágica dedicada a Rocambolesc en Gerona, en la calle Santa Clara, donde suma heladería, confitería y bikinería, abierta hace 11 meses