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«12 deportistas, 12 causas»: figuras del deporte se unen para promover buenos hábitos de vida y alimentación en los niños.
12 leyendas del deporte serán los embajadores de esta iniciativa, que tiene como objetivo promover el bienestar físico, mental y social, además del cuidado del medio ambiente
Pedri estará, junto al resto de internacionales, el próximo 18 de noviembre en el Heliodoro con motivo del España-Suiza. / AP
La Asociación Nereu, reconocida por su trabajo pionero en la promoción de estilos de vida saludables y luchar contra la obesidad infantil, ha dado un paso más en su objetivo de impactar en los hábitos de vida de las familias españolas para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas a través de la actividad física, la alimentación saludable y la educación emocional. Para ello, ha lanzado junto a Plátano de Canarias la iniciativa ’12 deportistas, 12 causas’, que cuenta con la participación de una docena de deportistas que, como figuras referentes en nuestro país y ejemplo para el público más joven, darán visibilidad a 12 causas, entre las que se encuentran el fomento de la actividad física, la promoción de la dieta mediterránea, el refuerzo de la salud mental y el bienestar, la importancia de la sostenibilidad alimentaria, la integración de personas con discapacidad o visibilizar el creciente auge del deporte femenino, entre otras.
El futbolista canario Pedri, jugador de la selección española de fútbol y del FC Barcelona; Marcus Cooper, piragüista y medallista olímpico, abanderado en París 2024; Emmanuel Reyes Pla, boxeador y medalla de bronce en París 2024; Ray Zapata, gimnasta y medallista olímpico en Tokio 2020; Sandra Sánchez, karateka campeona olímpica en Tokio 2020; Fernando Romay, exjugador de baloncesto y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84; la atleta paralímpica Adi Iglesias, oro y bronce olímpicos en Tokio 2020; Lucía Martín-Portugués, esgrimista medalla de bronce en los europeos de 2024; María Corbera, piragüista y ganadora de 11 medallas europeas y mundiales durante el último ciclo olímpico; Laura Fuertes, boxeadora y bronce europeo y mundial; Álvaro Valera, ganador de seis medallas en tenis de mesa adaptado en otros tantos Juegos Paralímpicos; y Sara Hurtado, patinadora olímpica, conforman la docena de deportistas cuyo compromiso ha hecho posible la puesta en marcha de esta campaña, que se enmarca en el Plan ADB 2030 de Apoyo al Deporte de Base, impulsado por el Consejo Superior de Deportes y la Fundación Deporte Joven. La iniciativa arrancará este jueves, 21 de noviembre, y se desarrollará hasta el mes de mayo de 2025 en web y redes sociales.
Asociación Nereu, deporte y buena alimentación como herramientas saludables. La Asociación Nereu nació en 2006 y, desde entonces, lleva desarrollando diversas acciones y proyectos que luchan contra el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios. En sus 18 años de vida, los más de 200 profesionales cualificados en diferentes campos que la conforman (docencia, deporte, medicina y enfermería, dietética y nutrición y psicología) realizan talleres y actividades de concienciación en centros escolares, transmitiendo los múltiples beneficios del ejercicio y la alimentación saludable para conseguir que niños y niñas en edad escolar realicen y/o adquieran un cambio de hábitos y un estilo de vida saludable que mejore el bienestar de las familias.
Sobre Plátano de Canarias Plátano de Canarias lo conforman miles de pequeños agricultores canarios (representados en su 100% por ASPROCAN) que cultivan artesanalmente y exportan un producto de calidad con sabor, aroma y características únicas. Siendo la fruta más consumida en los hogares españoles, Plátano de Canarias representa desde hace años el compromiso con el fomento de hábitos de vida saludables, entre los que destacan la alimentación equilibrada y la práctica de deporte. Un compromiso que se ha materializado en iniciativas como el programa ‘Proper Diet’ o el proyecto ‘La Fruta del Deporte’, que buscan impactar en los jóvenes con mensajes positivos en torno a la salud, empleando nuevos códigos de comunicación y el ejemplo de personajes relevantes que conectan con este público.
Sobre la Fundación Deporte Joven La Fundación Deporte Joven es una entidad privada y de promoción pública, creada por el Consejo Superior de Deportes en 1996. Su misión es mejorar la vida de todas las personas a través del deporte, desarrollando un plan articulado en cuatro líneas de actuación: la promoción de la actividad física y los hábitos saludables entre la infancia y juventud y, en general, la sociedad; el impulso de programas de colaboración empresarial que fortalezcan el tejido deportivo del país; el fomento de iniciativas de deporte, valores y acción social, y la organización de acciones formativas y de divulgación.
Salud Pública elaboró una Guía de Alimentación complementaria para Cuidadores de niños menores de 2 años
El Ministerio de Salud Pública presenta la Guía de Alimentación complementaria para Cuidadores, que promueve pautas de alimentación saludable en niños menores de 2 años.
La Guía fue elaborada por el Área Nutrición de la Unidad Coordinadora de Programa Materno Infantil y Adolescencia de la cartera sanitaria provincial, en colaboración y consenso con equipos de profesionales especialistas en Nutrición y Pediatría.
La Población objetivo son Niños nacidos de término, de hasta 2 años de edad, que no presenten ninguna condición de salud que requiera alguna modificación particular de la alimentación.
Los primeros años de vida constituyen un período de importancia decisiva, que condiciona el máximo desarrollo del potencial intelectual y físico. Para alcanzarlo es indispensable una alimentación adecuada, que cubra sus necesidades nutricionales y afectivas, en un ambiente físico y social sano.
Para cubrir los requerimientos derivados de la alta velocidad de crecimiento propia de este período de la vida y optimizar el desarrollo, se requiere un aporte de nutrientes elevado y específico. Su desarrollo es un proceso complejo y multifactorial (biológico, psicológico, cultural y social) que impactará fuertemente sobre las preferencias alimentarias y la comensalidad de la persona.
En los primeros años los niños dependen estrechamente de las decisiones de sus cuidadores adultos y, probablemente, de la elección de alimentos que éstos hagan para ellos. Las comidas que se incorporen con mayor frecuencia en esta etapa formarán parte de los hábitos alimentarios del niño.
“Las prácticas deficientes de Lactancia y alimentación complementaria oportuna , junto con un índice elevado de enfermedades infecciosas, son causas principales de desnutrición o malnutrición en los primeros dos años de vida. Por esta razón, resulta esencial asegurar que las personas encargadas del cuidado y salud de los niños reciban orientación apropiada en cuanto a la alimentación óptima en esta etapa”, indicaron desde el Área de Nutrición.
Desde el punto de vista de la salud pública, preocupa el aumento de las patologías crónicas del adulto que, en su gran mayoría, se encuentran estrechamente relacionadas con la calidad de la alimentación y cuya prevención se inicia en los primeros momentos de la vida.
‘Ahora todos los niños quieren aprender a cocinar’
El interés de los niños por la cocina en España ha aumentado, en parte por la influencia de programas como Masterchef Junior. Este fenómeno no solo refleja una tendencia de moda, sino que conlleva grandes beneficios. Según expertos, como el psicólogo educativo Jesús Ramírez, cocinar ayuda a los niños a desarrollar habilidades como la organización y el trabajo con la memoria, además de fomentar hábitos alimenticios saludables. A medida que aprenden a seguir recetas, los niños también empiezan a comprender la importancia de elegir ingredientes saludables y a comer de forma variada, lo cual es especialmente relevante en un país donde el sobrepeso infantil sigue siendo un desafío importante.
Este interés también ha cambiado sus actividades de ocio: muchos niños ahora eligen campamentos de cocina además de los tradicionales de deportes o aventuras. Según investigaciones, los niños que ayudan a preparar comida en casa tienden a hacer elecciones alimenticias más sanas. Expertos como el doctor José Manuel Moreno, de la Asociación Española de Pediatría, señalan que conocer el origen y preparación de los alimentos fomenta decisiones alimentarias conscientes y responsables.
Cocinar también fortalece el vínculo familiar. Actividades como comprar ingredientes o cocinar en grupo contribuyen a mejorar tanto la alimentación como las relaciones familiares, y ayudan a los niños a desarrollar la capacidad de trabajo en equipo. Aunque la cocina implica riesgos, los especialistas recomiendan que los padres guíen a los niños al inicio, asignándoles tareas simples como batir o amasar, y poco a poco introduciéndoles en tareas más complejas bajo supervisión. Con el tiempo, esta práctica refuerza su autonomía y confianza, haciendo de la cocina una herramienta de aprendizaje y bienestar.
https://www.elmundo.es/salud/2015/08/31/55e40747268e3e726e8b4579.html (visitado el 14 de octubre de 2024)
¿Influye la alimentación y llevar una dieta equilibrada en que la conducta de tus hijos sea mala o buena?
La psicóloga infantil María Luisa Ferrerós Tor asegura que «las consecuencias de las diferencias en la alimentación infantil pueden hacer que los niños sean más altos y más desarrollados, pero también afectan a nivel cognitivo y emocional, aportando relevantes variaciones en el carácter y, por tanto, en la personalidad«. Por otra parte, los pediatras alertan del aumento de trastornos mentales en niños y adolescentes.
Ferrerós Tor, especializada en neuropsicología y psicología forense, defiende que «no llevar una alimentación equilibrada afecta a nuestro estado de ánimo» y que los menores pueden verse afectados por montañas rusas emocionales si desequilibramos su alimentación. Considera que el problema es que nos hemos alejado de lo que hemos comido siempre, de la dieta mediterránea clásica, de la comida de proximidad, que antes los niños comían y ahora no; y ahora, sobre todo, ingieren muchos ultraprocesados, azúcares, que les alejan de todas frutas y verduras que sí les convienen, así como de las grasas buenas.
Cuidado con una microbiota desajustada
«Esta carencia afecta tanto al desarrollo intelectual, como al comportamiento de los niños. Es más, el exceso de unos alimentos y el déficit de otros ocasiona que la microbiota esté desajustada. De manera que el intestino, que es nuestro segundo cerebro, está conectado con las emociones. En función de lo que los menores coman, ahí ya tenemos la ansiedad, la impulsividad, el descontrol, los bloqueos o muchos episodios de irritabilidad», detalla.
Aconseja observar siempre las conductas de los menores e intentar mirar qué ha pasado, si no se ha enfadado con su hermana o le han insultado, si ha tenido problemas en el colegio o no, ver si hay algo o nada que explique ese cambio de comportamiento: «Si no hay ningún conflicto detrás seguro que hay que ver qué han merendado. La bollería o un refresco, por ejemplo, es una bomba estimulante, con conservantes y estimulantes. No hay más que ver cómo vuelven de excitados de una fiesta infantil».
Con ello, Ferrerós Tor destaca que una de las claves para mantener ese equilibrio emocional a través de la comida es apostar por una alimentación que controle los niveles de glucosa en sangre. «Tal vez creas que únicamente debes preocuparte por las chucherías, la bollería, o los refrescos. Estos son alimentos que sí o sí debemos evitar si queremos mantener estable el nivel de glucosa en la sangre, pero hay muchos otros que los niños comen habitualmente que pueden provocar desajustes si están muy procesados, y tienen poca densidad de nutrientes», agrega.
Por eso, sostiene que en cada comida, incluidas la merienda y el desayuno, debe haber siempre un tercio de proteínas, un tercio de grasas saludables y un tercio de hidratos de carbono integrales, pues estos últimos ayudan a una liberación lenta de la glucosa: «Ayudamos así a estabilizar los cambios de conducta».
Tras el desayuno y la merienda, momento complicado
Los cambios bruscos de comportamiento suelen coincidir con las bajadas repentinas de energía (glucosa), justo después de los desayunos demasiado dulces, o de las meriendas así (bollos con chocolate, galletas), provocando enfados o pataletas en muchos menores sin justificación.
Recuerda que los adultos y los niños no tienen que comer igual, tienen necesidades nutricionales y calóricas diferentes a las de los adultos, ya que se encuentran en formación y en crecimiento, y precisan de una alimentación más cuidada y específica, y con mucha más necesidad calórica que los adultos.
La psicóloga infantil dice que, contrariamente a lo que se piensa, los niños necesitan grasas y de buena calidad, como la procedente del aceite de oliva, del pescado azul, del aguacate, o de las nueces. «Quizás las comidas y las cenas las tenemos más claras, pero las meriendas y los desayunos tiramos de cosas rápidas, como los paquetes de galletitas, que simplemente es un chute de energía, pero que carecen de los nutrientes necesarios», sostiene.
A su vez, mantiene que el cerebro de los niños necesita de mucha energía, y mientras que el de un adulto en reposo consume entre el 20 y el 25% de las calorías totales que necesita el organismo, en los niños este consumo energético es incluso mayor. «En reposo, el cerebro de un recién nacido necesita el 50% de las calorías totales de su cuerpo y, en un niño de 4 años, puede llegar hasta el 66%. Nuestro cerebro es capaz de crear grandes cosas y debemos alimentarlo como merece. La mitad de lo que entra por los estómagos de los niños y adolescentes vaya a sus cerebros», resalta.
Muchos problemas de conducta tienen solución
Por ello, María Luisa Ferrerós subraya que «esto repercute tremendamente en el comportamiento del niño», y muchos problemas de conducta se pueden solucionar cambiando la alimentación de los hijos. «Pasar de tener cinco pataletas a no tener ninguna», vaticina.
Ve muy importante para que los menores coman mejor el que los padres sean su ejemplo a la hora de alimentarse: «Los hijos imitan a sus padres y, si estás comiendo algún ultraprocesado, ellos también lo quieren probar. La manera de enseñarles es que vean lo que comes y lo disfrutas y que es bueno».
Entre otros comportamientos en niños y adolescentes que nos pueden advertir de que, efectivamente, sus conductas cambian fruto de su alimentación serían: gritos, cuando no suelen oírse en casa; pataletas especialmente explosivas; discusiones sin razón de peso; malas contestaciones; faltas de obediencia; peleas entre hermanos; o mal humor.
Cuenta esta experta que, de manera habitual, los padres explican que, de repente, no reconocen a su hijo, que cambia su comportamiento y su estado de ánimo en fracciones de segundo y se convierte en otro niño; que es irracional, contestón, peleón y maleducado, cuando normalmente no es así.
«Los malos comportamientos que pueden guardar relación con el hambre suelen pasar por todas las edades, aunque las reacciones serán distintas. Los niños pequeños tendrán una pataleta, mientras que los adolescentes darán muestras de mal humor. En todos, la causa puede ser la misma: les rugen las tripas. Todos necesitan esa entrada de energía que los restituya. La comida ha de servir para alimentar ese cerebro que está en constante formación», concluye Ferrerós Tor.
Los niños de siete años obtienen el 59% de las calorías de alimentos ultraprocesados
Obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer… La lista de enfermedades asociadas a un consumo elevado de alimentos ultraprocesados es larga, pero estos productos siguen siendo mayoritarios en la dieta de ciudadanos de todo el mundo. Incluida la de los más pequeños.
Un estudio de la University College de Londres publicado este viernes en el European Journal of Nutrition lo corrobora. Sus autores concluyen que los niños de 21 meses que habitan en el Reino Unido obtienen casi la mitad (47%) de las calorías de alimentos ultraprocesados, una cifra que alcanza un preocupante 59% a la edad de siete años.
Yogures saborizados, cereales de desayuno con alto contenido de fibra y panes integrales en la infancia temprana; y pudines, cereales dulces y panes blancos, en la niñez media; fueron los procesados más abundantes en la dieta de la población estudiada. Para obtener estos resultados, se analizaron los datos de 2.591 niños nacidos en el Reino Unido en 2007 y 2008, cuyos padres registraron lo que comieron y bebieron durante tres días.
“No todos los alimentos procesados son insanos”, ha resaltado la doctora Rana Conway, del Instituto de Epidemiología y Atención de la Salud de la University College de Londres. Los yogures y los panes integrales pueden formar parte de una dieta saludable, pero es importante leer siempre el listado de ingredientes de estos productos, porque también pueden presentar altos niveles de azúcar y sal añadidos.
Dieta vegana en niños: ¿qué hay que tener en cuenta?
Este tipo de alimentación requiere del uso de suplementos para resolver las carencias de no consumir ciertos nutrientes, lo que conlleva que se necesite de supervisión experta para seguirla. Bien planificada, es adecuada para cualquier etapa de la vida, incluida la infancia
Una dieta saludable debe incluir una variedad de alimentos que garantice que se cubren todas las necesidades nutricionales del niño – ELENA MEDOKS (GETTY IMAGES)
No comer carne ni lácteos ni huevos. Esta es la dieta que eligen algunas familias para su día a día. Padres y madres que quieren que sus hijos también sean veganos como ellos, ¿pero qué tienen que tener en cuenta? “El veganismo es más que un tipo de alimentación, es un estilo de vida. Por eso no es algo que se impone; es una conclusión de vida a la que llegan las personas y que conlleva querer dejar de consumir determinados alimentos por el componente ético y ambiental que supone”, explica la dietista y nutricionista Mapi Herrero.
Una dieta vegana bien planificada puede ser adecuada para niños, pero requiere atención especial a ciertos nutrientes:
- Proteínas: Es necesario combinar diferentes fuentes vegetales para obtener todos los aminoácidos esenciales. Lo podemos encontrar principalmente en los granos y cereales.
- Vitamina B12: Fundamental suplementarla, ya que no se encuentra naturalmente en alimentos vegetales.
- Hierro: Aunque presente en alimentos vegetales, su absorción es menor que en fuentes animales.
- Calcio: Debe obtenerse de fuentes vegetales o alimentos fortificados.
- Zinc: Presente en legumbres, frutos secos y cereales integrales.
- Omega-3: Importante para el desarrollo cerebral, se encuentra en algas, semillas de chía y nueces.
“Este tipo de dieta no tiene tanta tradición en España como en otros países, como la India, por lo que aquí muchas familias necesitan consejo y recomendaciones por parte de un profesional, y que así el menor cumpla con todos los requerimientos suficientes de calorías y proteínas” argumenta Redecillas.
Aunque este tipo de alimentación puede ofrecer beneficios como mayor consumo de fibra y antioxidantes, también conlleva riesgos si no se planifica adecuadamente. Algunas de las complicaciones que se pueden presentar, y la más probable, es el déficit de nutrientes esenciales para el crecimiento y riesgo de retraso en el desarrollo si no se cubren las necesidades energéticas y proteicas.
Debido a estas posibles situaciones, es recomiendable consultar con un pediatra o nutricionista para asegurar una dieta equilibrada, realizar controles periódicos para monitorear el crecimiento y desarrollo del niño y, sobre todo, considerar suplementos cuando sea necesario, especialmente de vitamina B12.
Qué hace un nutricionista infantil? | UNIR
Introducir una dieta nueva no es nada fácil, y más para los niños. Por ello, se exponen algunos consejos prácticos para vivir una transión saludable y segura.
- Introducir gradualmente nuevos alimentos y texturas.
- Ofrecer variedad de alimentos para garantizar una nutrición completa.
- Estar atentos a posibles signos de deficiencias nutricionales.
“La dieta puede estar más controlada y supervisada, pero puede ser igual de sana o insana que la que hace un niño que es omnívoro”, añade la médica. Para Redecillas lo más importante es que la alimentación sea equilibrada.
FUENTE: García, C., García, C., & García, C. (2024, 21 septiembre). Dieta vegana en niños: ¿qué hay que tener en cuenta? El País. https://elpais.com/mamas-papas/expertos/2024-09-21/dieta-vegana-en-ninos-que-hay-que-tener-en-cuenta.html
El fenómeno del ‘baby-led weaning’: las incógnitas científicas sobre la alimentación dirigida por el bebé
Los defensores de la introducción de alimentos a trozos, en lugar de en puré, destacan que mejora el control de la saciedad pero sus detractores alertan del riesgo de asfixia. La investigación de sus beneficios y riesgos sigue siendo limitada.
Lo llaman los 1.000 días de oro del bebé: los primeros dos años de vida donde todo lo que le ocurra, resultará clave para su desarrollo posterior. Y uno de esos momentos trascendentales es a los seis meses, cuando se da el salto de la lactancia materna a la introducción de la alimentación complementaria: en esa etapa, el bebé empieza a entrar en contacto con alimentos y experimenta con nuevos sabores y texturas.
Tradicionalmente, la comida se le daba en forma de purés donde se mezclaban distintos alimentos, pero en la última década se ha expandido un nuevo método, que es la alimentación dirigida por el bebé (o baby-led weaning), donde el niño ingiere a placer y por sí mismo trozos sólidos de comida. El bebé dirige la ingesta: sentado a la mesa, de cara a los alimentos, coge y se lleva a la boca lo que quiere y en la cantidad que desea. Come a su ritmo, sin forzar. El debate entre el método tradicional y la nueva tendencia está en la calle, pero también entre los científicos: la evidencia sobre las partes buenas y malas es muy limitada y poco concluyente.
“Esta moda se inicia en 2002, cuando la OMS empieza a recomendar la alimentación complementaria a los seis meses. Hay mucha controversia con el tema y muchos profesionales se agarran al método tradicional. Nosotros sí recomendamos el baby-led weaning, pero es importante individualizar cada caso”, expone Lina Makhmalji, nutricionista-dietista del servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. A propósito de sus beneficios, destaca que, con este método, la alimentación del niño se basa en sus señales de hambre y saciedad: “El niño sabe regularlo, igual que la lactancia. Y además, fomentamos que conozca el sabor y la textura de los alimentos antes. Con el triturado, no sabemos si esa comida le gusta por el sabor de un alimento o de otro”. Los defensores de esta técnica defienden que así se favorece la aceptación de distintos alimentos.
Entre los peligros que más preocupan a médicos y familias está el riesgo de atragantamiento y las carencias nutricionales. Sobre lo primero, los investigadores italianos plantean que “a los seis meses, es posible que el bebé aún no haya desarrollado las habilidades motoras orales necesarias, como masticar y tragar, para ingerir alimentos enteros de manera segura”. Y también puede haber “una discrepancia entre la capacidad aparente del bebé para alimentarse por sí solo y la capacidad real para hacerlo”, pues no todos los pequeños de esa edad están preparados para alimentarse con sólidos.
Lo que sí puede haber, son arcadas, pero eso no es un episodio de asfixia. “Si les da una arcada, el alimento regresa a la parte anterior de la boca y lo vuelven a aplastar hasta que ya pueden tragarlo”, apunta la organización científica. A esas edades, la mayoría de los bebés ya son capaces de mantenerse sentados, coger objetos con la mano, llevárselos a la boca y aplastarlos con los labios y las encías si son alimentos blandos.
Makhmalji recuerda que los alimentos tienen que adaptarse a sus capacidades: “Hay que ofrecer trozos de comida que puedan aguantar con el puño y comerse la puntita que sobresale. Y que se puedan chafar o aplastar con la lengua. Hay que evitar sólidos con riesgo de asfixia, como los frutos secos, las aceitunas o la manzana entre otros”. Recuerda también que los niños deben estar acompañados mientras comen.
Sobre las carencias alimentarias, los expertos también han planteado si los bebés que practican el baby-led weaning tienen una ingesta inadecuada de nutrientes. A priori, a partir de los seis meses, la lactancia materna no aporta suficiente hierro al lactante para satisfacer sus necesidades y se requiere un refuerzo; pero los alimentos que habitualmente se emplean en esta técnica —que son aquellos más fáciles de agarrar, como frutas y verduras al vapor—, son más bajos en este mineral. Con todo, para paliar ese potencial déficit y los riesgos de asfixia, ya se ha desarrollado una versión modificada del baby-led weaning conocida como BLISS (siglas en inglés de introducción a los sólidos dirigida por el bebé), en la que se plantea incorporar en cada comida principal alimentos ricos en hierro, energéticos y adaptados para evitar el atragantamiento.
Makhmalji defiende también que la alimentación dirigida por el bebé “favorece la preferencia a medio y largo plazo por una dieta sana”, aunque admite que esto también “depende de la oferta y la dieta familiar que se realice”. De hecho, la evidencia científica sobre si el baby-led weaning protege contra la obesidad es poco concluyente: un ensayo clínico neozelandés publicado en 2017 en JAMA Pediatrics, en el que se probó el método BLISS, no logró un índice de masa corporal más apropiado que el que se consigue con la alimentación tradicional con cuchara. “No parece dar lugar a un crecimiento más saludable ni a una reducción del riesgo de sobrepeso en comparación con las prácticas de alimentación tradicionales”, concluyeron los autores.
Nueve de cada diez anuncios de televisión para niños en España incumplen la normativa de alimentación saludable
En los últimos años, se ha incrementado notablemente el número de menores con sobrepeso u obesidad en países desarrollados o en vías de desarrollo, como demuestran informes recientes avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este contexto, y tras una profunda revisión bibliográfica de estudios anteriores, los investigadores consideran que «la publicidad de alimentos y bebidas ejerce un papel fundamental sobre la alimentación de los niños».
Por este motivo, el principal objetivo de este trabajo ha sido evaluar el cumplimiento del Código PAOS en España, así como su relación con los hábitos nutricionales en televisión. Concretamente, en canales dirigidos al público infantil. Cabe recordar que el Código PAOS, destinado a la infancia, la prevención de la obesidad y la salud, pretende promover el bienestar físico y la felicidad de los menores a través de una dieta saludable en la sociedad actual, por lo que los operadores de televisión de España deben exigir que estas normas se cumplan.
Así, los autores del estudio han analizado en franja infantil hasta un total de 177 piezas durante la emisión publicitaria de cinco canales de televisión, con el fin de comprobar si los anuncios se ajustaban a los estándares establecidos por la normativa.
Los resultados de la investigación reflejan «un incumplimiento sistemático de este código que se traduce en hábitos alimentarios inadecuados entre los niños », como señalan los expertos. Asimismo, los autores de este trabajo aseveran que «9 de cada 10 piezas publicitarias de alimentos y bebidas no cumplen con ninguna de las normas del Código PAOS, lo cual demuestra que la autorregulación de las empresas publicitarias por parte de los organismos competentes es insignificante e insuficiente».
Entre las conclusiones, el equipo de investigadores observó, por una parte, que «el 83,05% de los alimentos anunciados no son esenciales» y, por otra, que «el 60,5% de los anuncios examinados contravienen el Código PAOS». De hecho, los datos finales muestran que, en cuanto al grado de incumplimiento: «los anuncios de productos lácteos son los que más infringen las normas, seguidos por los de bollería industrial, con un 31,25% y un 25%, respectivamente. Por el contrario, las piezas de bebidas azucaradas, salsas y snacks son las que más cumplen con la normativa, con solo un 6,25% de infracciones».
Por otro lado, los científicos consideran que también « se incumplen estándares éticos relacionados con el lenguaje comunicativo de los anuncios (por ejemplo, cuando se utilizan elementos fantásticos o se generan expectativas inalcanzables para el público infantil)». De igual modo, los autores de este trabajo opinan que “las piezas publicitarias analizadas infringen normas relativas a los beneficios del producto o sobre ofertas promocionales, ya que inducen al público a errores de juicio sobre las ventajas de utilizar el producto”, lo que califican de “publicidad engañosa”.
El 40% de los niños europeos tiene obesidad
«Con este artículo hemos querido poner de relieve la necesidad de que las autoridades públicas emprendan acciones de comunicación y marketing que adviertan de las consecuencias nocivas de los malos hábitos alimentarios en los niños ». Y, es que «la obesidad es uno de los problemas de salud pública más importantes de la infancia», como explican los expertos. «Según un estudio reciente de la OMS, alrededor del 40% de la población infantil europea tiene obesidad o sobrepeso, debido principalmente a que el 30% de la dieta de nuestros niños se baja en ultraprocesados».
En consecuencia, para estos investigadores preocupa «el hecho de que, en España, alrededor del 50% de los espacios comerciales de bebidas y alimentos dirigidos a menores de 12 años sean productos no saludables ». En este sentido, el grupo de investigadores aboga por «que se adopten de manera urgente medidas legislativas obligatorias que protejan la integridad de los niños y además se actúe en favor de un consumo más adecuado, restringiendo la sobreexposición masiva de los niños a productos no saludables».
«Desde nuestro punto de vista, la gestión de la felicidad y el marketing social pueden jugar un papel vital tanto para concienciar a las organizaciones y a las empresas de la necesidad de desarrollar campañas publicitarias que cultiven el consumo de productos saludables como también para animar a los padres a fomentar a su niños para llevar una vida saludable , basada en el deporte y el consumo de alimentos bajos en calorías y grasas saturadas», como concluyen en este trabajo científico.
Asociación de Consumidores pide a comedores escolares menús equilibrados nutricionalmente basados en dieta mediterránea
Bustinduy defiende el «consenso» para aprobar el decreto de comedores escolares y que todos los niños accedan a una dieta equilibrada
La Asociación Española de Consumidores (ASESCON) ha reclamado que los comedores escolares ofrezcan menús equilibrados nutricionalmente que sigan los hábitos alimenticios de la cultura mediterránea, por los «beneficios» que aporta al orgnaismo.
El comedor escolar, según ha señalado la asociación en un comunicado, se convierte durante el curso en un espacio donde los pequeños alumnos aprenden las bases sobre uno de los pilares fundamentales en la vida de una persona, la alimentación.
Por eso, la asociación considera que el trabajo de los colegios se convierte en «primordial» en este tipo de asuntos, ya que «un buen trabajo de carácter formativo alimentario hoy es el saber comer de mañana».
La Asociación Española de Consumidores solicita a los centros educativos que cuiden la alimentación que se pueda ofrecer a estos en sus comedores, ya que, en sus palabras, la alimentación «debe ser un aspecto básico dentro de la educación de los menores de edad, enseñándoles a comer de forma sana y equilibrada desde edades tempranas».
Para la elaboración de sus menús semanales los centros escolares «deben tener muy presente la pirámide nutricional saludable específica para niños, y seguir los hábitos alimenticios propios de la cultura mediterránea que tantos beneficios aporta al organismo».
De este modo, la asociación insta a los comedores escolares a fomentar el consumo de una dieta equilibrada, mediante la variedad de alimentos, dando prioridad a los que a priori pueden ser los más conflictivos cuando se trata de los más pequeños (legumbres, pescado, fruta, verduras, etc.).
ASESCON defiende promover hábitos de alimentación saludables para prevenir enfermedades y hace hincapié en que «es esencial esa comunión que debe existir entre comedores escolares y familias».
Ante las quejas recibidas por parte de los padres en años anteriores, la asociación ha abierto un canal de comunicación (consultas@consumoenpositivo.es) para que las familias puedan trasladar dudas o quejas al respecto.
En este contexto, el Gobierno está trabajando en la tramitación del Real Decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos, impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.
«Estamos elaborando un real decreto sobre alimentación en los comedores escolares con un montón de ministerios que están concernidos porque es un tema que afecta, evidentemente, a Educación, a Agricultura, a Sanidad o a Infancia», ha señalado este jueves el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, en declaraciones en RNE, recogidas por Europa Press.
Para la elaboración de este real decreto, el ministro quiere que haya un trabajo «de consenso» con el objetivo de garantizar que los comedores escolares «sean ese gran espacio de igualación social» y que todos los niños «tengan acceso a una dieta equilibrada, saludable y rica en el momento más importante, que es cuando están formando sus hábitos alimenticios».
La merienda de ocho de cada diez alumnos catalanes es poco saludable
Investigadores de la UOC alertan de un exceso de azúcares y productos ultraprocesados entre los niños de 3 a 12 años
(BARCELONA) Los casos de sobrepeso y obesidad infantil no paran de aumentar y cada vez son más prevalentes en todo el mundo. En Catalunya es ya una epidemia que afecta al 12,6% de los menores, sobre todo entre las familias con menos recursos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia el sobrepeso en la infancia y la adolescencia a un mayor riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y diabetes, pero su impacto va más allá de la salud, ya que también afecta al rendimiento escolar y la calidad de vida de los más pequeños. Los hábitos de vida saludables, como el deporte y, sobre todo, comer sano, son clave para mejorar los indicadores actuales. Ahora bien, sólo el 22% de los niños y niñas catalanes de entre 3 y 12 años toman meriendas saludables, según un estudio del grupo de investigación FoodLab de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Los autores han analizado 2.163 meriendas de 734 familias catalanas con niños y niñas de 3 a 12 años y las conclusiones son contundentes: ocho de cada diez menores meriendan poco saludable. El estudio, realizado en colaboración con la Agencia de Salud Pública de Cataluña y publicado en la revista Nutrientes, concluye que el 42% de las meriendas de los menores en edad escolar consiste en bocadillos, seguidos de bollería (24%), fruta (14%) y una combinación de fruta y bollería (6%). Además, detectaron un exceso de azúcares y productos ultraprocesados que empeora a medida que aumenta la edad de los niños. Es decir, cuanto mayor es el niño, peor es la calidad nutricional de su merienda.
Para la investigadora de FoodLab y profesora de la UOC Nadia San Onofre,es «esencial desarrollar programas de educación alimentaria para mejorar la calidad de la merienda desde la primera infancia y considerarla una oportunidad para ajustar las necesidades dietéticas diarias de los niños y niñas de España». El departamento de Salud anunció en abril una estrategia para combatir la obesidad infantil en Cataluña, que se lidera desde 28 equipos de atención primaria (EAP) de todo el país.
Nadia San Onofre, investigadora de FoodLab y profesora en la UOC, considera clave implementar programas de educación alimentaria desde la infancia para mejorar la calidad de la merienda y ajustar las necesidades dietéticas diarias de los niños en España.
Para combatir este problema el grupo FoodLab recomienda una dieta rica en alimentos vegetales frescos como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos; moderar el consumo de proteínas animales; reducir el consumo de azúcares, grasas y sal; y priorizar el agua como bebida principal.
https://es.ara.cat/sociedad/salud/merienda-ocho-diez-alumnos-catalanes-saludable_1_5142621.html