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Todo sobre la dieta paleo o el plan de alimentación basado en la forma de comer de la prehistoria

Como su propio nombre indica, la dieta paleo, también conocida como ‘la dieta del hombre de las cavernas’ o ‘dieta de la Edad de Piedra’, está inspirada en el plan de alimentación que seguían en el paleolítico. Un concepto que lejos de lo que podríamos imaginar está de plena actualidad, aupado, en gran parte, porque iconos como Miley Cyrus y Meghan Fox han confirmado que lo han llevado a cabo. Pero, ¿qué es realmente este plan de alimentación con el foco puesto en la prehistoria?

Este tipo de alimentación, basado en lo que hacían o mejor dicho, tenían al alcance nuestros antepasados, está centrada en la ingesta abundante de frutas y verduras frescas, pescados, carnes, huevos y grasas saludables procedentes de frutos secos, semillas o aceite de oliva virgen o aguacate. Asimismo, la dieta paleo no incluye alimentos que se popularizarían tiempo después como legumbres o productos lácteos, además de cereales o aceites vegetales refinados.

Como podría parecer obvio, este plan de alimentación no incluye los productos ultraprocesados, ya que ninguno de ellos existía hace más de 10.000 de años. Ni pizzas congeladas, alimentos fritos, bollería…

¿Para qué está pensada la dieta paleo y cuáles son sus beneficios?

Han varios «beneficios» ligados a este plan de alimentación basado en lo que comían nuestros antepasados y que le han puesto en el punto de mira en estos últimos años. Y desde Woman hemos recopilado los más destacados:

  • Ayuda a perder peso o a mantener un peso saludable. Gracias en gran parte a la eliminación de alimentos altamente procesados y ricos en calorías, como los alimentos fritos, los dulces y los productos refinados o a estar focalizada en alimentos naturales y bajos en calorías, puede promover la pérdida de peso, especialmente cuando se combina con una ingesta calórica controlada y un estilo de vida activo.
  • Mejora de la salud intestinal. Al evitar alimentos procesados y refinados, la dieta paleo puede ayudar a mejorar la salud del intestino al promover una mayor ingesta de fibra y reducir la exposición a aditivos y sustancias irritantes. Una dieta rica en fibra puede promover la salud digestiva, la regularidad intestinal y el equilibrio de la microbiota intestinal.
  • Control del azúcar en la sangre. Al enfocarse en alimentos ricos en proteínas y grasas saludables, la dieta paleo puede ayudar a estabilizar los niveles de glucosa y mejorar la sensibilidad a la insulina.
  • Reduce los factores de riesgo de enfermedades cardíacas o cardiovasculares. Al aumentar el consumo de alimentos ricos en antioxidantes y grasas saludables, la dieta paleo puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede estar relacionado con diversas enfermedades crónicas.

Asimismo, cabe destacar que los beneficios pueden variar de una persona a otra y siempre es recomendable consultar a un nutricionista antes de comenzar cualquier dieta para evaluar tus necesidades individuales y asegurarte de que estás obteniendo una nutrición equilibrada. No debemos fiarnos de lo que dicen o lo que vemos en redes sociales está en juego la salud.

Riesgos o efectos secundarios de seguir la dieta paleo

  • Deficiencias de ciertos nutrientes. La dieta paleo excluye grupos de alimentos amplios como granos, legumbres y lácteos, que puede tener complejidades a largo plazo, sobre todo en personas que realizan deporte de alto rendimiento como falta de vitamina D o calcio en el cuerpo.
  • Estreñimiento, debido a la disminución de la fibra que se encuentra en los cereales integrales, por ejemplo.
  • Complejidad para llevarla a cabo: tiempo y coste. Requiere de una gran planificación y organización, además de que muchos de sus alimentos suponen un coste mayor que los que incorporan otras dietas.
  • Falta de evidencia científica. Aunque han visto la luz estudios preliminares que sugieren posibles beneficios de la dieta paleo, la evidencia científica a largo plazo es limitada y los informes o estudios sobre ello son muy «pobres» como para hacer un seguimiento completo o para saber a ciencia cierta los riesgos que provoca

Fuente: Todo sobre la dieta paleo o el plan de alimentación basado en la forma de comer de la prehistoria

Dieta paleo: el éxito de comer como un prehistórico

La dieta paleo copia las costumbres alimentarias del hombre Paleolítico. Sus defensores la consideran sana porque elimina los procesados, pero como toda dieta restrictiva tiene una cara B que conviene tener presente.  

En qué consiste la dieta paleo o paleolítica

Imaginemos por un momento que vivimos en la Edad de Piedra. ¿Qué habría de cena para una noche como la de hoy, pero hace dos millones de años? Si nuestro yo prehistórico ha tenido suerte con la caza esta mañana, quizá llegue a la cueva algo de carne, con hierbas, semillas y unas bayas. Eso es, en esencia, la dieta paleo. Con alguna diferencia, porque nuestros antepasados comían lo que podían y ahora acudimos al supermercado.

Esta corriente, explica la nutricionista y tecnóloga de los alimentos, Vanessa Blázquez, de alguna forma exalta la simplicidad del estilo de vida del hombre de las cavernas. “No se trata tanto de la dieta, sino de un estilo de vida, en el que se incluye el tipo de alimentación que llevaba el ser humano durante el Paleolítico”.

Alimentos permitidos y prohibidos en la dieta paleo

Según está lógica, se admiten aquellos alimentos que el ser humano podía cazar o recolectar y consumir. En este sentido, tal y como cuenta Blázquez, miembro de la Academia Española de Nutrición y Dietética, “esta dieta no incluye el consumo habitual de cereales, ya que los hombres del Paleolítico no eran agricultores”. Recientes descubrimientos arqueológicos, sin embargo, ponen en cuestión esa idea de que las sociedades preagrícolas siguieran un patrón alimentarios esencialmente carnívoro y que no probaran bocado de cereales o legumbres.

Volviendo a la doctrina paleo, también se excluyen los lácteos. “Es lógico porque no eran ganaderos”.

La base de la dieta paleo son las frutas y verduras, así como bayas y hierbas, semillas y frutos secos. “Como fuentes de proteína, se admiten las carnes de caza, el pescado y los huevos».

Además, todo ello debe ser lo más orgánico posible con el fin de cuidar la salud. “En este estilo de vida se rechazan igualmente los productos ultraprocesados”, matiza Blázquez.

Beneficios de la dieta paleo para la salud

Entonces, ¿nuestros antepasados se alimentaban mejor que nosotros? “Como en todos los estilos de vida y alimentación, va a depender de si lo hacemos bien o no. Y hacer lo correcto significa asegurarnos el aporte de nutrientes necesario y en una proporción adecuada”, indica Blázquez. Los defensores de la dieta paleo basan sus argumentos en que, gracias a este patrón, se eliminan los alimentos ultraprocesados (embutidos, galletas, harinas refinadas…). Siguiendo ese discurso, estaríamos ante una dieta que cuida la salud de quien la consuma.

Pero este razonamiento tiene truco. “Cuando una persona acostumbrada a tomar muchos alimentos ultraprocesados prueba con estas restricciones, necesariamente mejorará su salud cardiovascular. Sin embargo, no se trata tanto de los beneficios de esta dieta en particular, sino del abandono de los malos hábitos de la dieta occidental”. Aun así, al permitirse el consumo de fruta y verdura, el aporte de vitaminas y minerales puede estar asegurado si está bien diseñada

Riesgos de la dieta paleo

La cara B son los riesgos asociados a la propia existencia de alimentos prohibidos en la dieta paleo. No por los alimentos en sí, sino porque, como en toda dieta de exclusión, se eliminan nutrientes. Es este caso, los carbohidratos complejos de los cereales integrales y las legumbres. Paralelamente, se aumenta el consumo de alimentos proteicos de origen animal y grasas.

“La dieta paleo no conlleva un reparto de macronutrientes específico. Sin ayuda de un profesional puede conllevar un reparto más alto en grasa saturada y proteína animal que no incluya el pescado. Si este aporte proviene de carnes rojas y grasas saturadas, el riesgo de desarrollo de patología cardiovascular y otras aumenta. Pero también es posible hacerlo a partir de consumo de pescado azul y grasas saludables. Aunque no suele ser lo habitual”, puntualiza Vanessa Blázquez.

Por otra parte, como insiste la especialista, “al no tener fuentes de carbohidratos complejos, el cuidado de la microbiota queda restringido al aporte de fuentes prebióticas de la fibra de la fruta y las hortalizas. Pero nuevamente se va a ver limitada por la falta de fibra que aportan los cereales integrales y legumbres”.

A pesar de todos estos riesgos, una dieta paleo bien diseñada no tiene por qué suponer un problema. Como ocurre con en el resto de las dietas restrictivas (cetogénica, low carb , vegana, sin gluten…) se pueden producir desnutriciones y problemas si no acudimos a un profesional de la nutrición. “También conviene saber que los beneficios que promete la dieta paleo se pueden encontrar en la dieta mediterránea y sin los inconvenientes de no aportar cereales integrales ni legumbres”, insiste la experta

Seguir leyendo: Dieta paleo o paleolítica: en qué consiste y cómo llevarla a cabo.

Así era la comida de la prehistoria, de acuerdo con la ciencia

A lo largo de la historia, la alimentación ha estado presente como acción de supervivencia. La vida de las personas tiene una enorme dependencia a los alimentos, tanto para saciar las sensaciones de hambre, como para suministrarle al organismo de todos los nutrientes que precisa para su funcionamiento y conservación.

Pero muchos años atrás, en la prehistoria, los humanos no contaban con ciertos conocimientos y por ello las investigaciones se multiplican para develar todo sobre su vida. Así, la alimentación también es una gran incógnita para la ciencia que intenta determinar fehacientemente cómo es que cubrían esta necesidad.

Alimentación en la prehistoria

La prehistoria es la época que va desde la aparición de los primeros seres humanos hasta la invención de la escritura, según precisa un informe del gobierno de Canarias (España). Esta etapa de la historia dio paso luego a la edad de piedad y la de los metales, y las subdivisiones que conocemos como Paleolítico, Neolítico, Edad del Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro.

Lejos de quedarnos en esta apreciación histórica, los estudios que han puesto el foco sobre la prehistoria han intentado determina cómo era su alimentación. En este marco, se estima que los humanos de esta etapa de la historia, conocidos por ser cazadores y recolectores, se habrían alimentado de semillas, carnes, frutas, huevos, verduras y frutos secos.

Al respecto, una investigación reciente sobre fósiles de un yacimiento de Marruecos reveló que la alimentación de las personas de la prehistoria, indudablemente, consumían vegetales y duda de que hayan consumido carne animal. Además, precisa que el paso a la domesticación de animales y el establecimiento de comunidades sedentarias suponen la recolección y el almacenamiento de vegetales para su consumo.

Los estudios remarcan que aún restan muchas investigaciones para lograr determinar a ciencia cierta qué es lo que se comía en la prehistoria. Sin embargo, en la actualidad se ha hecho muy conocida la «dieta paleolítica», un plan de alimentación basado en alimentos que los humanos podrían haber consumido durante esa era, según el Instituto Mayo Clinic.

https://www.informador.mx/tecnologia/Asi-era-la-comida-de-la-prehistoria-de-acuerdo-con-la-ciencia-20240921-0053.html